lunes, 25 de abril de 2011

El debate ideológico sobre el orden económico

Julio C. Gambina.* - http://www.surysur.net/?q=node/16335 

Resulta interesante considerar cómo se hace visible el debate de ideas sobre el orden económico mundial en crisis. A los efectos didácticos, digamos que tres son las posiciones puestas en discusión, que como tales constituyen corrientes intelectuales y políticas que actúa en la conformación de la realidad. Éstas son:




I Volver al programa liberalizador
Una proviene de la ortodoxia neoliberal, que fue afectada en su credibilidad con la explosión de la crisis mundial desde la debacle del 2007/8, y especialmente por la respuesta del salvataje de las grandes empresas con dificultades, que devolvió el intervencionismo estatal a la consideración pública. Cuatro décadas de prédica liberalizadora se estrellaron contra la realidad. Si hasta el titular del FMI pontifica que el Consenso de Washington ha finalizado.


Pese a ello, los herederos de Friedrich Von Hayek (1889-1992 y Nobel de Economía en 1974) y el programa de máxima del gran capital retornan con su discurso por la liberalización desde el encuentro que funciona en estos días en Buenos Aires (17 al 20 de abril) y auspiciado por la Sociedad de Mont Pellerín (funciona desde 1947 con su primer encuentro en Suiza y reúne al pensamiento liberal reaccionario contra el socialismo y el keynesianismo). Se proponen discutir en Argentina “El desafío populista para la libertad en América Latina” y será clausurado por Mario Vargas Llosa, que tendrá dos momentos estelares en la semana para enarbolar su propuesta, en este encuentro y en la inauguración de la anual Feria del Libro.


El diagnóstico intelectual de esta corriente político ideológica sugiere la necesidad de retomar el rumbo hegemónico de los 80´ y los 90´, con aperturas, flexibilizaciones, privatizaciones y un clima favorable al libre movimiento de mercancías, servicios y capitales.


Entre nosotros serán de la partida varios economistas y pensadores asociados a las demandas de las clases dominantes locales, coincidentes con el arco político de la derecha, y no en vano el anfitrión es el Jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.


Esas ideas son sostenidas en estos días en una columna periodística del inefable Domingo Cavallo, que a 20 años del comienzo de la convertibilidad, se animó a sustentar las políticas económicas que lo tuvo como protagonista importante en los años de la reestructuración regresiva del capitalismo local, en gobiernos dictatoriales como bajo administraciones peronistas y radicales.


Hay que sumar a varios argentinos en esta cruzada de reinstalación del pensamiento hegemónico de las últimas décadas del Siglo XX, los cuales serán expositores en el cónclave del Hotel Sheraton, entre ellos al ex Ministro López Murphy, de breve paso por la función ante el rechazo de la movilización popular a su estrategia de ajuste y privatización educativa.


II Regular para salvar al capitalismo
Una segunda posición con incidencia en la aplicación de las políticas económicas anti crisis asume la necesidad de regular el capitalismo en crisis. Es la corriente que se ha impuesto en estos años de crisis, como modo de salvataje del capitalismo. Es el discurso mayoritario en el G20 y en los cónclaves mundiales que analizan el qué hacer para superar la crisis sin abandonar el rumbo capitalista.


Eso explica la presencia de Josepf Stiglitz (nacido en 1943 y Nobel de Economía 2001) en el asesoramiento a la reunión de Naciones Unidas que en Junio del 2010 consideró las políticas para resolver la crisis. Aquella reunión pretendía ser alternativa al antidemocrático G20, en funcionamiento desde fines del 2008 y producto de la crisis mundial. Se trataba del G129 versus el G20, y que mejor que formar una comisión técnica para formular propuestas alternativas, liderada por el Nobel de economía crítico del orden hegemónico hacia la crisis del 2001 y de las ideas dominantes de los 80´ y 90´.


Puede ser curioso, pero a comienzos del año y de la presidencia Sarkozy del G20, se encomendó a Stiglitz, asociado al neo keynesiano francés Jean-Paul Fitoussi, la coordinación de una reflexión intelectual sobre el qué hacer ante la crisis. Para ello se convocó a pensadores de diferentes regiones y procedencias ideológicas que sugirieron un conjunto de necesarias regulaciones, en muchos casos con el objeto de resolver la crisis dentro del sistema capitalista. La política del ajuste implementada por Europa era contrarrestada con opiniones tendientes a sostener en el tiempo la política de intervención y regulación estatal para el salvataje del capitalismo.


Estas ideas están permeando el clima ideológico en la reunión de primavera del FMI-BM en desarrollo en Washington y que cuentan con la presencia del Ministro de Economía de la Argentina y la Presidenta del Banco Central de la República Argentina.


Desde el fin del Consenso de Washington proclamado por el titular del FMI, Dominique Strauss Kahn, socialista francés con aspiraciones de disputar el gobierno de su país, a la preocupación del titular del BM por el posible incremento de 10 millones de pobres si continúa en la coyuntura el alza de los precios internacionales de los alimentos. La pobreza se incrementó en tiempos de crisis en 44 millones de pobres por la suba de precios de comodities, especialmente alimentos, y de continuar esta situación el Presidente del BM Robert Zoellick destaca que el registro subiría a los 54 millones de personas.


Son opiniones que encarnan en propuestas de regulación estatal de la economía para evitar una recidiva de la recesión del 2009. Claro que son recetas simultáneas con ajustes del gasto social en aquellos países que ello sea posible, inclusive en EEUU, tal como fue anunciado por Obama en estos días para intentar morigerar el gigantesco déficit fiscal estadounidense, equivalente al 10% de su PBI.


III Políticas alternativas y anticapitalistas
Una tercera posición ideológica, con menor visibilidad propone ir más a fondo que con el salvataje del capitalismo, y pensar en las formas de superar la crisis en simultáneo con la crítica al capitalismo y la sustitución de esa forma del desarrollo y organización económica de la sociedad por otra sustentada en la satisfacción de las necesidades.


Algo de ello es lo que ocurre en el Congreso del PC de Cuba a propósito de la discusión sobre el modelo económico de Cuba y la construcción del socialismo. La revolución cubana intenta renovarse y reinventar el socialismo bajo extendida hegemonía capitalista mundial


Algunos pasos relativos a esta posición se asocian a la experiencia de la región nuestramericana en los años recientes de este comienzo del Siglo XXI, especialmente en Venezuela, Bolivia y Ecuador, que en sus reformas constitucionales recientes incorporan, especialmente las dos últimas, categorías que recuperan pensamiento ancestral, tal como el “buen vivir” en las condiciones de la contemporaneidad. Es una recreación de pensamiento con cultura de pueblos originarios que incide en la innovación de categorías como el socialismo sugerido desde las tierras de Bolívar.


En Argentina pasó por estos días un cónclave de pensamiento crítico en el Parlamento, en torno al debate sobre “los derechos humanos y la crisis global de la economía”. La reunión fue animada por parlamentarios de la región junto a redes y movimientos de todo el mundo que denuncian las políticas hegemónicas y especialmente el papel dependiente ejercido por el endeudamiento público para los países del sur del mundo. La búsqueda se orientó en la articulación de propuestas más allá de la crítica al neoliberalismo, para constituir una opinión y subjetividad popular para las transformaciones profundas, de carácter anticapitalista.


La polémica constituye tres espacios
De este modo, la discusión que atraviesa el rumbo necesario en nuestramérica está condicionada por estas tres variantes, opiniones o corrientes de pensamiento.


De un lado la vuelta al programa explícito de la liberalización sustentado en los 80´ y 90´; de otro la crítica a esas políticas, con el impulso de reformas y regulaciones estatales para el salvataje del sistema capitalista, apuntado como el límite de lo posible de sectores radicalizados en tiempos recientes.


Finalmente, emerge desde posiciones minoritarias una visión que intenta romper con el posibilismo y cuestiona a la crisis y las políticas anti crisis en curso para indagar y proponer un rumbo anticapitalista, incluso por el socialismo.

* Profesor universitario, investigador. Integrante del Comité Directivo del Consejo Latinoamericanos de Ciencias Sociales, CLACSO.
En www.argenpress.info

sábado, 23 de abril de 2011

¿Científicos, académicos o conspiradores?

Por Carlos de Oliveira, para Resumen Latinoamericano - http://www.albatv.org/Cientificos-academicos-o.html

Estaba recopilando algunos datos sobre los eventos que se han desarrollado en Buenos Aires organizados por la ultraderecha latinoamericana, en franco contubernio con la norteamericana y española, los reales motivos y objetivos, cuando leo el trabajo del fraterno Carlos Aznárez sobre la Cumbre auspiciada por la Sociedad Mont Pelerín.
Al unir todos los elementos obtenidos sobre el “boom” de los Seminarios y reuniones de la derecha, los temas abordados y sobre todo las formas del trabajo que cada uno de esos “eventos científicos” emplea, comprendo que bajo el disfraz de actividades académicas, aparentemente “científicas”, se desarrolla una verdadera ofensiva conspirativa de los centros de poder y la oligarquía ultraderechista de América Latina, apoyada por sus similares de España y Estados Unidos.
Como antecedentes –solo en este mes de abril- vemos que del 15 al 17 sesionó en la Universidad del Centro de Estudios Macroeconómicos (UCEMA) una actividad cuyo único fin fue establecer una estrategia común entre los jóvenes “liberales” latinoamericanos para apoyar a los estudiantes huelguistas en Venezuela, apoyados, influidos y fabricados por la embajada de EEUU en Caracas, como parte de la línea del “golpe suave” que preconizan contra la Revolución Bolivariana.
Simultáneamente, el día 15, sesionó también en la UCEMA un Seminario Internacional con el tema “Estado de derecho e instituciones en América Latina”, auspiciado por Atlas Network. Este evento enfocó su trabajo en establecer estrategias anti-chavistas para crear fundamentos teóricos y matrices de opinión con vistas a lograr el aislamiento político de Hugo Chávez de frente a las elecciones presidenciales del 2012. Informaciones de participantes, aseguran que se acordó discutir sobre el abastecimiento multilateral a opositores chavistas en un círculo más cerrado.
En la Cumbre derechista del Hotel Sheraton, que funcionó bajo la fachada de Reunión Regional de Mont Pelerin Society, una fundación de ultraderecha con sede en Suiza, se discutió “El reto populista a la libertad en América Latina”, con conferencias tales como “Populismo en América Latina: un análisis político y sociológico” y “¿Por qué es el populismo tan aceptado y el capitalismo tan temido en el mundo de hoy?”, las ponencias y debates desarrollados fueron claros exponentes de que el principal objetivo fue dar los pasos organizativos necesarios para instrumentar la guerra sucia contra lo que ellos denominan “populismo” en la región: Venezuela, Ecuador, Bolivia y Nicaragua. Entre los presentes, estaba Carlos Alberto Montaner, un cubano exiliado que cumplió prisión en su juventud por terrorista y conocido agente de la CIA, quien profetizó sobre el futuro de Cuba.
Este evento en particular, dejó para su último día de sesiones, una actividad sorprendente por su concepción y forma: el “Día intelectual en el campo”, un “diálogo” con Mario Vargas Llosa –el Premio Nóbel de de Literatura que santificó el golpe de estado en Honduras y se rasga sus ropas en contra de los procesos revolucionarios de cualquier parte del mundo- en el San Antonio Areco Country House. O sea, todo un día alejado de la ciudad, en un tranquilo y bucólico ambiente, donde podrán trazar sus líneas de acción. Raro método académico.
El “poderoso caballero es don dinero” para estos eventos proviene de organizaciones que a la vez les sirven de preciada sombrilla: El CATO Institute, la ya mencionada Atlas Network Fundación, la Heritage Fundation, todos de EEUU; la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES), dirigida por José María Aznar, la misma que financió con 200 mil Euros, la publicación de “Sexto Poder” en Venezuela, como parte de la guerra mediática contra Chávez. FAES a requerimiento del prófugo de la justicia venezolana Manuel Rosales, apoyó el lanzamiento del semanario, junto con la Embajada norteamericana en Perú que desembolsó 800 mil dólares provenientes de los contribuyentes de su país. La táctica es emplear “Sexto Poder” como elemento de apoyo vital a la oposición venezolana y en particular a Rosales de cara a las elecciones presidenciales del 2012.
Participan también en la “fiesta de los dólares”, organizaciones satélites como la Fundación PENSAR y CADAL, las cuales sirven de canales para el financiamiento proveniente de los centros subversivos norteamericanos. Y la “joya de la corona”: la Fundación Panamericana para el Desarrollo (FUDAP), la que además de financiar proyectos de las mencionadas CADAL y PENAR, constituye el principal enlace con la CIA, quien controla, a través de estas organizaciones, numerosos programas.
Nadie dude de esta aseveración. La Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos, CIA, reclutó a un escritor y profesor cubano a quien le puso el nombre código “Pablo”. Su reclutador fue René Greenwald, dirigente de la FUDAP en México. Greenwald es un experimentado oficial CIA y así se lo dio a entender a su recién captado agente, al mencionar a “la organización” durante la conversación de captación. El nuevo agente recibió medios de computo y de enlace satelital de última generación para las comunicaciones con “la organización”, medios y métodos para encriptar las informaciones a enviar, entrenamiento para camuflar los datos e informaciones en un “píxel” dentro de una foto y otras artimañas, todos formas del trabajo de inteligencia desde la época de la guerra fría. Asimismo, se le orientó por el oficial CIA bajo fachada de directivo de la FUDAP, la búsqueda de información y datos concretos sobre determinados renglones de la vida en Cuba. Una verdadera “actividad académica” con un escritor y profesor de Historia cubano. Pero algo no previó Greenwald, “Pablo”, cuyo verdadero nombre es Raúl Capote, era en realidad el agente “Daniel” de la Seguridad Cubana. Sus declaraciones formaron parte de uno de los capítulos de denuncia de la serie televisiva “Razones de Cuba”, que cubre un espacio estelar en las transmisiones de la TV de la isla.
Este hecho explica el porque la mayor parte de los Proyectos patrocinados por la FUDAP para países del área, no se hacen públicos y la transparencia de los mismos es sospechosamente limitada.
Podemos comprender entonces el origen y razones de la “discreta reunión conclusiva” que bajo el manto de “Día intelectual en el campo”, concluye hoy el evento de la Mont Pelerín Society, en la cual uno de los invitados de honor y activo participante es el gobernador de Buenos Aires, Macri, un verdadero aliado y privilegiado por organizaciones como FAES y FUDAP.
Solo una duda me asalta, una duda que me carcome por dentro y temo sea originaria de un futuro trastorno psíquico para los que como yo se ganan la vida escribiendo y educando: ¿Qué son estas actividades? ¿Eventos científicos? ¿Eventos académicos? ¿Conspiraciones contra nuestros pueblos?
Encuentre Usted la respuesta acertada.

jueves, 21 de abril de 2011

El mundo árabe y la intervención occidental (y el pasivismo latinoamericano)

Santiago Alba Rico* - http://www.surysur.net/?q=node/16320

Lo que viene ocurriendo en el Magreb y en el Próximo Oriente desde hace tres meses es tan sorprendente como natural: cuando todos pensábamos que el mundo árabe estaba en la Edad Media, adormecido o fanatizado por una versión reaccionaria del islam, resulta que estaba más bien en 1789 o, como sugiere Wallerstein, en 1968.

O en una combinación de ambas fechas. La chispa tunecina ha provocado un gran incendio en el que se funden todas las diferencias locales y que ilumina un nuevo panarabismo del malestar y la humillación y, por lo tanto, de la ciudadanía y la dignidad.

Hay que tomarse muy en serio eso que los árabes comparten, aquello de lo que se quieren librar y también lo que quieren obtener. Desde Mauritania al Golfo, todos sin excepción han vivido o viven aún bajo siniestras dictaduras controladas por abyectos aparatos policiales al servicio de oligarquías mafiosas muy funcionales al capitalismo internacional. Millones de personas, especialmente jóvenes “mantenidos con vida”, pero sin recursos ni futuro, inscritos en los circuitos de información global, reclaman democracia y libertad. Y están dispuestos a dejarse matar por cambiar las cosas.

Todo el que no vea este impulso común no está viendo nada. Túnez, Argelia, Marruecos y Egipto parecen compartir algunos rasgos socio-económicos de los que inducir respuestas semejantes. Pero eso sirve igual para el Yemen, con su complejidad tribal y religiosa, de cuyas protestas dice el politólogo local Abdulghani al Iryani: “nunca hemos tenido verdaderas movilizaciones callejeras… Antes de Túnez la oposición hizo una manifestación de 200.

Después de Túnez fueron miles. Después de Egipto se convirtió en una avalancha. Hay una nueva valoración del poder colectivo. Lo que no pudo hacer el establishment político formal, juntar a la gente, logró hacerlo la protesta de la juventud.” Pero también sirve para Bahrein, con su mayoría chíi y su altísimo nivel de vida: “Tras los primeros enfrentamientos y las primeras violencias”, dice un testigo, “la vieja dirigencia chií ha sido descabalgada y desautorizada por una nueva generación de protagonistas: los jóvenes y las mujeres.

Han sabido tomar en sus manos la organización de la lucha política con métodos absolutamente pacíficos y de masa, una organización capilar y objetivos y consignas totalmente claros y transparentes: libertad y democracia”. Pero lo mismo puede decirse de Siria y de Libia, donde la intervención militar de la OTAN, que puede y quiere corromper el impulso inicial, no debe hacernos olvidar el origen de las protestas del 14 de febrero. Y de Iraq, otra vez olvidada, que se ha unido a las revueltas, en las circunstancias más adversas, para reclamar el fin de la ocupación y del gobierno corrupto y represivo de Al-Maliki. En cuanto a Arabia Saudí e Irán, subpotencias regionales enemigas, en el centro de la lucha petrolera mundial, ven avanzar la ola con temor mientras cada una de ellas trata de desestabilizar el campo de la otra.

“Libertad” y “democracia”, invocadas en serio por poblaciones que tienen una visión muy realista de Occidente, son consignas materialmente revolucionarias. Se trata, sí, de una revolución nacional, social y democrática que ha sorprendido a contrapié a todos por igual: a los imperialistas, que creían poder mantener a sus dictadores amigos en nombre del combate contra el islamismo y concediendo apenas algunos cambios cosméticos; a las izquierdas locales, contraídas y en minoría desde los años 80; y a los propios islamistas, la fuerza más robusta de la región, que se ha visto obligada a ir a remolque de las protestas, a tratar de amortiguar su radicalidad libertaria y finalmente, como recuerda Gilles Keppel, a adoptar un perfil “democrático” que no las deje completamente fuera de juego. 

Túnez y Egipto, libres ya de sus tiranos, ven ahora cómo estas tres fuerzas se disputan un territorio muy abierto en cuya superficie reaparecen las fracturas sociales suspendidas por el impulso revolucionario “nacional”.

Pero a quien sin duda la primavera árabe ha pillado más desprevenida, sin reflejos y sin recursos, es a la izquierda institucional de América Latina. Estas revoluciones eran suyas y las ha ignorado. Empezaron como el “caracazo” de 1989 que luego llevó a la victoria bolivariana; como las luchas indígenas en Bolivia y Ecuador que auparon a las masas populares al gobierno; como la de los piqueteros en 2002 que lograron al menos la derrota total del menemismo y la democratización parcial de la Argentina. Como bien recuerda Jacques Bricmont, mientras los intelectuales nos dedicamos a “parlotear en nuestros rincones”, otros hacen política. Interviene quien puede intervenir. El imperialismo capitalista tiene al FMI, a la OMC y a la OTAN, medios muy poderosos que están tratando ya de interrumpir o controlar en su favor el impulso revolucionario del mundo árabe.


La izquierda mundial, tras muchos años de retroceso en los que apenas si resistía la heroica Cuba, tiene ahora algunas instituciones, como el ALBA, patrimonio de las luchas populares latinoamericanas, que podía haber jugado un papel importante a la hora de ampliar el frente anti-imperialista y de frenar la contrarrevolución occidental en el mundo árabe. Los países del ALBA han intervenido y han hecho política; pero han intervenido mal y han hecho la política equivocada. Y mientras la UE y EEUU, con grandes divisiones en su seno, tratan de recuperar el terreno perdido mediante intervenciones discrecionales -políticas, militares y económicas-, la izquierda institucional latinoamericana o guarda silencio o reacciona mecánicamente, a remolque del imperialismo, con denuncias de conspiración y apoyos selectivos a dictadores, reflejos nerviosos que sólo evidencian una debilidad contractiva propia del marco superado de la guerra fría.

A esto se suma también quizás una imagen del mundo árabe paradójicamente muy parecida a la del mundo occidental, cuyo “eurocentrismo” tan justamente se critica. Mi admirado Bricmont, defensor de la política “libia” de Chávez y azote de sus críticos (entre los que en este caso me cuento), es un buen ejemplo de cómo el combate contra el eurocentrismo va acompañado a veces de una inconsciente arabofobia o al amenos arabonulia: “lo más cómico, si puede decirse así”, escribe Bricmont contra los “humanitarios” europeos, “es que la izquierda no tiene en la boca más que palabras como antirracismo y multiculturalismo, lo que le lleva a venerar las culturas del “Otro”, pero es incapaz de comprender el discurso político de los “otros” realmente existentes cuando éstos son rusos, chinos, indios, latino-americanos o africanos”.

Lo que es cómico, si puede decirse así, es que, en el contexto de una gran revuelta en el mundo árabe, el texto de Bricmont, entre los “otros realmente existentes” cuyo “discurso político” habría que escuchar, a los únicos que no cita es justamente a los árabes. Y es a ellos a los que tanto Bricmont como América Latina deberían quizás prestar atención. Han vuelto a la corriente central de la historia jugándose la vida, han tomado la palabra y quieren hacerse oír. Los que no entiendan lo que dicen están renunciando a hacer política en este lado del mundo.

miércoles, 20 de abril de 2011

Encrucijadas de la Feria - 37ª exposición internacional del libro en Buenos Aires


jueves, 14 de abril de 2011

No todo lo que salta es Salta



Juan Manuel Urtubey le sacó 30 puntos de ventaja al sojero Carlos Olmedo, que no sólo se alineó con Mauricio Macri a nivel nacional, sino que tuvo el apoyo del senador Juan Carlos Romero, alineado con el peronismo llamado Federal, ex gobernador y ex candidato a vicepresidente de Carlos Menem.

La tercera jornada electoral dejó un sabor a completa transparencia. Rápidos resultados y un ganador indiscutido. Juan Manuel Urtubey le sacó 30 puntos de ventaja al sojero Carlos Olmedo, que no sólo se alineó con Mauricio Macri a nivel nacional, sino que tuvo el apoyo del senador Juan Carlos Romero, alineado con el peronismo llamado Federal, ex gobernador y ex candidato a vicepresidente de Carlos Menem. El diario El Tribuno de Salta, el de mayor circulación de la provincia, le dio ayer tanta relevancia al triunfo de Eduardo Duhalde en unas elecciones internas que no controla nadie como al triunfo de Urtubey. El romerismo quedó muy disminuido, y tanto Duhalde como Macri, tomaron nota de que en estas elecciones las fuerzas que apoyan a Cristina Kirchner (además de Urtubey, 57,2% de los votos, Walter Wayar, 8,6%) constituyen el 66% de los salteños. Cabe recordar que en los comicios de hace cuatro años, Romero apoyó a Urtubey. No caben dudas de que Urtubey está alineado con la presidenta, viajó con ella recientemente a los países árabes y, además, ella viajó a Salta, dos semanas antes de los comicios, para apoyar a Urtubey. Allí, Cristina Fernández fue cuidadosa con el itinerario: inauguró una fábrica de cerámicos y fue a Tartagal, donde ratificó que lo más importante es “combatir la pobreza estructural”. Precisó que durante su gestión se multiplicaron los aportes por la Coparticipación Federal, que pasaron de 747 millones de pesos a 4200 millones el año pasado. El impacto de la Asignación Universal por Hijo en esa provincia es muy alto. Sin embargo, Cristina dijo: “Voy a estar orgullosa cuando todas las asignaciones sean por trabajo. A eso queremos llegar.”

Salvados estos aspectos, fundamentales, vale la pena detenerse sobre el país que tenemos, y algunas de las tantas cosas que merecen debates abiertos y valientes. Porque, tal como se ataja el gobernador Urtubey, Salta es linda pero no es justa.

Los salteños no pudieron contar con la boleta del Encuentro Popular, que tenía como candidato al kirchnerista Tupac Puggioni, cuyos padres están desaparecidos. El Tribunal Electoral de Salta se basó en que la personería jurídica del Partido Comunista (que integraba ese frente) había caducado a nivel nacional por una decisión tomada por la Corte Suprema de Justicia de la Nación del 21 de diciembre pasado. Sin tiempo para armar otro espacio electoral, Puggioni apeló el fallo ante ese tribunal que, por la Constitución salteña, tiene el derecho de no cursarlo a la Corte Suprema provincial. Y, desde ya, rechazó el pedido de Puggioni. Desde entonces, no sólo tiene a sus padres desaparecidos, sino también a su lista. Y se debe a que Puggioni no se calla la boca. Por algo sus padres le pusieron Tupac. En una entrevista hecha por Graciela Pérez y publicada en Miradas al Surdel 27 de febrero pasado, el candidato proscripto decía: “El gobernador (Urtubey) armó un frente que se llama Frente Justicialista Renovador para la Victoria, en el cual se encuentra el kirchnerismo. Uno de sus integrantes es el actual vicegobernador de la provincia, Andrés Zottos, quien integró el viejo partido Renovador de la dictadura militar. Otro de los dirigentes es el senador nacional Juan Pérez Alsina, quien siempre vota en concordancia con el ex gobernador Juan Carlos Romero. Urtubey fue diputado nacional por el partido de Romero y ahora que es gobernador continúa con el mismo modelo económico. El candidato de la oposición, el diputado Alfredo Olmedo, mantiene negocios con el Ejecutivo provincial en lo que hace a la soja. Salta Forestal tiene 360 mil hectáreas que se las adjudicaron al Grupo Irsa y a Olmedo por 99 años. Además, cuentan con exenciones impositivas por 20 años y pagan la hectárea a sólo 0,59 centavos. Es evidente que existe una línea que une todo y mantiene el mismo paradigma. Claro que Urtubey es un chico despierto y aprovechó su vínculo familiar con su tío ya fallecido, Julio Mera Figueroa, para acercarse al kirchnerismo.” Esa es la munición que dispara Puggioni y que, posiblemente, inclinó a los jueces del Tribunal Electoral provincial a sacarlo de pista.

Vale la pena hacer un breve repaso de este negociado, que contrasta con barrios enteros que todavía no cuentan con agua potable y con poblaciones de montaña aisladas –como Tartagal– de todo beneficio.

Salta Forestal era una empresa mixta entre la provincia y Fabricaciones Militares que fue sujeta a privatización en 1994. El gobernador de entonces era Roberto Ulloa, que había hecho su carrera en la Armada y luego fue gobernador de facto desde 1978, nombrado por el genocida Jorge Videla. Una nota de Alejandro Guerrero, publicada en este diario el 24 de octubre pasado, consigna: “En mayo de 2000, ya bajo el gobierno de Romero, la provincia entregó esas 362 mil hectáreas a Ecodesarrollo Salta SA, una asociación de Olmedo Agropecuaria y la empresa Agropecuaria Cervera. El total del paquete accionario de Cervera es propiedad de Cresud, brazo agropecuario de IRSA, el grupo empresarial de Eduardo Elsztein. La concesión se entregó por 64 años (35 con opción a otros 29). Según el contrato firmado con la provincia, Ecodesarrollo no pagaría canon alguno durante los primeros 20 años, y sólo debía pagar un impuesto anual fijo de 300 mil pesos. En 2003, Ecodesarrollo entregó a Cresud 132 mil hectáreas correspondientes a la zona norte de la concesión y a una parte de la zona sur. 

Ese traslado, irregular desde el punto de vista contractual, fue aceptado por Romero, decreto mediante. De las 230 mil hectáreas que quedaron en poder de Ecodesarrollo, ya hay 20 mil en explotación, sometidas a un desmonte masivo. Las especies boscosas se transforman rápidamente en postes, carbón y madera empleados en los establecimientos de Olmedo Agropecuaria. El bosque destruido es remplazado en parte con la implantación de otras especies de ciclo corto, de no más de siete años, para comercializar subproductos de la madera. Los desmontes fueron posibles gracias a la aprobación, en diciembre de 2008 (bajo el gobierno de Urtubey), de la Ley Provincial 7543. Elaborado por equipos técnicos de la Secretaría Ambiental y de la Universidad Nacional de Salta, el proyecto originario sufrió severas modificaciones en la Legislatura, de modo que se suprimió la protección a las regiones boscosas. Esto es: funcionó a pleno el lobby legislativo de la familia Olmedo. En aquel momento, el diario El Intransigente tituló: ‘Triunfó la corrupción sojera’. Dos días después de aprobada aquella ley, el gobernador Urtubey la promulgó pese a que organizaciones ambientalistas, campesinas e indígenas esperaban que vetara los artículos más polémicos. No lo hizo. El proyecto de ley había sido presentado por el entonces senador Alfredo Olmedo. Urtubey recordó que ‘la Legislatura modificó esa propuesta con una mayoría abrumadora, prácticamente por unanimidad en Senadores y con dos o tres diputados en contra en Diputados. 

Obviamente, la voluntad de los legisladores está claramente expresada allí’. No le faltaba razón: la voluntad de los Olmedo había sido casi unánime: en Diputados, sólo votaron en contra Carlos Morello (Libres del Sur), y Pablo López y Patricia Poblete, del Partido Obrero. De inmediato, el Consejo Superior de la UNSA autorizó a su rectora, Stella Bianchi, a presentar un recurso de inconstitucionalidad de aquella ley, pero la disputa judicial está hasta ahora en agua de borrajas.”

Puggioni, en la entrevista mencionada, agregaba: “Pero Néstor Kirchner no se dejó engañar y por eso hacía dos actos separados en la provincia, uno con el Partido Justicialista y otro con nosotros. Ahí ya le marcaba la cancha y nosotros comenzamos a tener injerencia.” El debate tiene sentido sin miedos. 

Ni miedo a perder alianzas ni miedo a perder principios y convicciones. Porque si para intercambiar ideas hay que ocultar los chanchullos de los poderosos, la profundización del modelo puede salir para otro lado.

LA JUSTA SALTA
Una comisión interpoderes monitorea los avances –o no– de los juicios por delitos de lesa humanidad. En las oficinas de la Corte Suprema de Justicia suelen verse las caras algunos funcionarios del alto tribunal, más miembros del Ministerio Público (o Procuración General de la Nación), más funcionarios del Ministerio de Justicia y legisladores nacionales. Hace muy pocos días, en ese ámbito se trató la situación de los juicios por crímenes en Jujuy, que están bajo jurisdicción del juez Federal subrogante Carlos Olivera Pastor, quien expresó ante esa comisión que “no indagaba a los imputados porque no tenía dónde detenerlos”. Esa justificación –una verdadera aberración jurídica– llevó a la Procuración General de la Nación a la elaboración de un informe que es una muestra de cómo hay poderosos en Jujuy capaces de dilatar los juicios y que cuando llegan a manos de la Cámara Federal de Salta, su presidente, Renato Rabbi-Balbi, justifica la morosidad del juez.

El informe dice que hay “una única causa elevada a juicio cuyo objeto es la participación de un solo imputado (Luciano Benjamín Menéndez) respecto de una sola víctima. Hay también una escasa cantidad de procesados (13), cuando existen desde hace años requerimientos fiscales con relación a la participación de un total de 80 imputados (sin contar los más de 20 ya fallecidos) en los casos de 167 víctimas. Esto revela claramente la irritante inacción del juzgado a cargo del juez Olivera Pastor o, lo que es más grave aún, una deliberada obstrucción al avance de los procesos, a partir de una sistemática negativa a implementar estrategias de investigación razonables y funcionales al principio básico de celeridad procesal”. Tres de las causas paralizadas están caratuladas: “Guerrero”, “Aredez” y “Bernard” y constituyen un subgrupo “que podría llamarse el Grupo Ledesma”. La historia de la represión en ese ingenio, propiedad de Carlos Pedro Blaquier, tomó estado público. Olga Aredez se convirtió en esa madre que no dejó nunca de marchar y denunciar. El estremecedor documental Sol de Noche, producido por Eduardo Aliverti y estrenado a fines de 2003, da cuenta de la brutal metodología que asoció a militares y civiles en la represión en Jujuy.

Dice el informe: “El 15 de mayo de 2009 se solicitó la detención e indagatorias de 43 imputados en el marco de la causa 195/09, acusados por el secuestro de personas (la mayor parte en lo que se conoce como Noche del Apagón) y conducidas al centro clandestino de detención Guerrero. Muchas de las víctimas se desempeñaban como empleados de la Empresa Ledesma SA y otras estaban domiciliadas o eran oriundas de la localidad de Calilegua o de algún otro punto del departamento Ledesma. La acumulación de las causas se efectivizó el 14 de julio de 2009. Sin embargo, la falta de medidas durante más de un año por parte del juez Olivera Pastor respecto de este pedido condujo a que, el 11 de mayo de 2010, la fiscalía presentara un pronto despacho, que fue rechazado por el juez. De los 43 imputados requeridos, 16 están fallecidos. Respecto de los 27 restantes, sólo se indagó y procesó a 2 –Braga y Menéndez–. La indagatoria de Braga se llevó a cabo el 19/8/2009 y el procesamiento recién un año después (8/11/2010). 

Actualmente, se encuentra en Cámara para resolver los recursos presentados por las partes desde noviembre de 2010. Menéndez fue indagado el 4 de marzo de 2011 y procesado el 15 de marzo de 2011.”
Esto sucede ahora. En Jujuy y también en Salta.

sábado, 9 de abril de 2011

Uruguay, la sabiduría de los tres monitos: “no veo, no escucho, no hablo”

Jorge Majfud.* - http://www.surysur.net/?q=node/16227


El comandante en Jefe del Ejército del Uruguay, teniente coronel Jorge Rosales, dijo que “hay nerviosismo entre los militares retirados por la posible anulación de la Ley de Caducidad”. Esta ley aprobada más de veinte años atrás protege a los militares que cometieron delitos de lesa humanidad durante la última dictadura en Uruguay (1973-1984). No explican por qué se autoimplican de una forma tan explícita en la violación de los Derechos Humanos.

¿Por qué habría yo de estar nervioso porque se juzguen las violaciones a los Derechos Humanos perpetuadas por los arquitectos o los profesores de literatura en mi país o alrededor del mundo? El problema no es que hayan sido profesores, obreros o militares durante la dictadura sino, simplemente, que hayan violado los derechos humanos de un solo individuo.

Dentro de esta misma confusión, el general Jorge Rosales afirma que existe una “predisposición del consciente colectivo” hacia las fuerzas armadas.

Eso hay forma de solucionarlo. Pero mientras no se sepa quienes cometieron crímenes y nunca lo pagaron con un solo día de cárcel, y ni siquiera han tenido el detalle de reconocerlo o ayudar un poco en la búsqueda de los desaparecidos antes de pedir perdón, entonces, la población podrá desconfiar de cualquiera de los militares retirados.

Los militares más jóvenes sólo pueden ser acusados de apoyar la perpetuación el silencio y la impunidad, pero hasta ahora nadie los ha acusado de ser responsables de los delitos que se cometieron en el pasado. Ni siquiera se acusa a la institución.

Es decir, que la queja parte de un malentendido que los mismo militares de hoy alimentan, no solo con su silencio sino ahora también con declaraciones muy reveladoras de este tipo.

¿Por qué se insiste en enseñarnos que la paz se puede alcanzar olvidando y perdonando a quienes nunca han sido juzgados y nunca se han arrepentido de nada?

¿O es que en el fondo estamos de acuerdo en que a veces, en determinadas circunstancias, es lícito secuestrar, torturar, asesinar para evitar que otros lo hagan primero pero de forma no profesional?

¿No ha sido acaso ese mismo método (el olvido sistemático, por ley, pro referéndum o por decreto) el que se ha 
aplicado desde el fin de la dictadura y todavía no han logrado calmar la necesidad de justicia de los familiares de las víctimas?

¿Es que acaso las víctimas deben agradecer “cierto grado” de justicia? ¿Debemos acusarlos de revoltosos o de insaciables porque piden toda la justicia o la misma justicia que tienen otros ciudadanos pertenecientes a otros estamentos sociales? Porque cuando la ley no es igual para todos estamos en una sociedad estamental, como en la Edad Media donde a cada clase social se le aplicaban leyes diferentes; como en las actuales relaciones internacionales donde los más fuertes siempre tienen la justicia de su lado.

¿Cómo explicarles a los jóvenes que la justicia siempre hace descuentos especiales para criminales mayoristas? ¿Cómo explicarles a los más viejos que la paz de los cementerios ha sido honrada con la paz de la injusticia?

* Escritor, arquitecto, profesor universitario. 
www.majfud.50megs.com / http://escritos.us

martes, 5 de abril de 2011

Libertad de expresión, pilar del cinismo capitalista

Romualdo Retamal Maureira.* - http://www.surysur.net/?q=node/16208


La llamada “libertad de expresión”, fundamentada  en el libre mercado y la propiedad privada de los medios de comunicación social, constituye una de las más grandes rapacerías del capitalismo occidental. Haciendo un poco de historia, no está demás recordar, por ejemplo,  el artículo 19 de la Declaración Universal de Derechos Humanos.
Dice: “Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión”.

A su vez, el artículo 19 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, teóricamente, garantiza:
1. Nadie podrá ser molestado a causa de sus opiniones.
2. Toda persona tiene derecho a la libertad de expresión; este derecho comprende la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de toda índole, sin consideración de fronteras, ya sea oralmente, por escrito o en forma impresa o artística, o por cualquier otro procedimiento de su elección.
3. El ejercicio del derecho previsto en el párrafo 2 de este artículo entraña deberes y responsabilidades especiales. 

Por consiguiente, puede estar sujeto a ciertas restricciones, que deberán, sin embargo, estar expresamente fijadas por la ley y ser necesarias para:
a) Asegurar el respeto a los derechos o a la reputación de los demás;
b) La protección de la seguridad nacional, el orden público o la salud o la moral públicas.

El artículo 3° del Pacto Internacional protege precisamente uno de los enunciados jurídicos más antidemocráticos de las oligarquías del mundo occidental (salvo algunas respetables excepciones) que versa sobre el sacrosanto concepto de la libertad de expresión.

El concepto se funda en lo que escribió en el Digesto el jurista romano Ulpiano: Jurisprudentia est divinarum atque humanarum rerum notitia, justi et injusti scientia, que significa: Jurisprudencia es la noticia o conocimiento de las cosas humanas y divinas, así como la ciencia de lo justo y de lo injusto.

Es decir, la jurisprudencia y el derecho romano —una disciplina exclusiva de los aristócratas— saltaron a todas las escuelas de leyes de occidente, y a todos nuestros países; junto con sus enfermedades venéreas, los conquistadores nos trajeron sus leyes y su religión para perpetuarlas en las cátedras de derecho de nuestras poco democráticas sociedades surgidas tras las gloriosas guerras  de independencias contra el yugo español, británico, portugués y francés.

La sagrada propiedad privada de los medios
A medida que el capitalismo se apoderaba de Occidente (incluida América) surgió la sagrada propiedad privada, otro concepto vital para los creadores del capitalismo, las monarquías y oligarquías occidentales y criollas que ya habían logrado cimentar sus países a fuerza de banderas, fronteras y sangre aborigen.  La organización social que más aplaudió esta revolucionaria visión de progreso fue la venerable Iglesia Católica Apostólica Romana.

El derecho a la libertad de expresión es defendido como un medio para la libre difusión de las ideas, y así fue concebido durante la Ilustración. Para filósofos como Montesquieu, Voltaire y Rousseau la posibilidad del disenso fomenta el avance de las artes y las ciencias y la auténtica participación política. Fue uno de los pilares de la guerra de la independencia de EEUU y de la revolución francesa, hechos que remecieron a las cortes de los demás Estados occidentales.

La alusión más clásica a la libertad de expresión del capitalismo internacional la podemos encontrar en los juristas estadounidenses Oliver Wendell Holmes Jr. y Louis Brandeis, quienes acuñaron el argumento del “Mercado de ideas”.

Según esta analogía con la libertad de comercio, la verdad de una idea se revela en su capacidad para competir en el “mercado”. Es decir, estando en igualdad de condiciones con las demás ideas (supuestamente, gracias a la “libertad de expresión”), los individuos apreciarían qué ideas son verdaderas, falsas o relativas.

Este argumento ha sido criticado por pre asumir que cualquier idea cabría en el “mercado de ideas”. Y aún así, aquellas ideas que tengan mayores medios de difusión se impondrían sobre otras, al margen de la verdad. Aún más: tras la teoría del “mercado de ideas” existe la asunción de que la verdad se impone sobre la falsedad.

Para los detractores está demostrado que los prejuicios se imponen a menudo sobre la verdad, y cuando ésta llega a imponerse ya muchos han sufrido la represalia del “mercado de las ideas”, a veces de una manera brutal y despiadada. Esto se ha visto muchas veces, por ejemplo en graves daños a la imagen de personas o sociedades antagónicas al capitalismo y a la tiranía del llamado “cuarto poder”.

Efectivamente, medios de comunicación, periódicos y la televisión, con la complicidad de “periodistas” que sirven a sus amos y a su ideología, han llegado a tener el poder de poner o sacar presidentes y fomentar guerras y sangrientos golpes de Estado mediante la mentira, la tergiversación y la injuria.

Incluida América Latina, los pueblos tercermundistas conocen bastante de esta práctica delictiva amparada por mercaderes inmorales de la “información”. 

Entre los ejemplos emblemáticos está la implicación de los medios en el golpe a Salvador Allende, liderado por El Mercurio y su red de diarios —que hasta hoy representan la aplastante mayoría de la prensa escrita de Chile—, más otros medios escritos y el pontificio Canal 13 de TV, perteneciente al Vaticano y a la Santa Iglesia Católica chilena, y ahora en 66% al grupo Luksic.

Asimismo, en el golpe a Manuel Zelaya, en Honduras, se involucró el 99,9% de los medios privados y el 100% de la TV. El golpe frustrado en la Bolivia de Evo Morales, con el apoyo del 98% de la prensa, incluyó a todos los canales privados.

También el golpe frustrado a Rafael Correa en Ecuador, apoyado por toda la prensa escrita de derecha y el 99,9 % de las televisoras privadas, y el golpe de Estado a Hugo Chávez Frías, que en los hechos no sólo fue apoyado sino protagonizado por el 100% de la prensa privada y de los canales de TV.

Parar el terrorismo mediático
También conocemos organizaciones terroristas de la información. Por ejemplo, la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) que aglutina a los grandes diarios de EEUU y América Latina en una asociación patronal mafiosa, aliada a toda la telaraña mediática de las corporaciones transnacionales planetarias alineadas bajo la batuta de EEUU. La SIP es protegida por todos los gobiernos capitalistas neoliberales o fascistas de la región.

Estamos conscientes que en las sociedades “modernas” las actividades de sus ciudadanos, sean empresariales o particulares, están todas normadas. Es decir, están reguladas por leyes que rayan la cancha a cada una, quedando además establecidas en las constituciones de cada país, haciendo por esta razón, poco comprensible la noción de hombres libres que con tanto orgullo declaran (casi siempre en sus primeros articulados) las cartas magnas de los países “democráticos” de occidente.

Pero ¡qué extraño!, qué paradójico, qué extravagante, qué misterioso: La actividad humana de las empresas privadas de comunicación e información (prensa y televisión) es la única que se excluye del rayado jurídico de la cancha, tan necesario para la democracia social.

Un humano lúcido y consciente de sus derechos y deberes no puede considerar que la declaración de la ONU, o el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, sea la panacea de la democracia ya que allí falta lo fundamental: la responsabilidad social que lleva consigo esta actividad humana y las necesaria sanción económica e incluso la caducación de la concesión asignada de un segmento del espectro radioeléctrico a los medios de comunicación privados y/o estatales que al traficar con la mentira traicionan así la necesaria neutralidad y pluralidad frente a los hechos noticiosos, sean políticos o sociales, que ocurren en el mundo, sin dejar de lado que muchas “noticias” son ignoradas por la censura.

Es decir, estos medios de información se echan al bolsillo el derecho humano a ser informado de manera oportuna, veraz y plural.

Para este periodista, el cáncer que representa para la humanidad el “cuarto poder”, y toda su batería ideológica, necesariamente pasa por una impostergable legislación democrática abocada a poner justicia y sentido común al escandaloso problema de la (des)información masiva en el mundo global de los mass media.

La democratización del derecho a la información verdadera y neutral pasa por la absoluta necesidad de prohibir la propiedad privada de cualquier medio de comunicación masivo que se difunda utilizando el espectro electromagnético de una nación, porque éste bien no es propiedad de una persona privada, ni de un consorcio, ni siquiera de un gobierno: pertenece a todos los ciudadanos, al igual que las riquezas naturales de la tierra donde nacieron.

Debería abolirse la propiedad privada de los medios de comunicación masivos —prensa y televisión incluidos— privilegiando, en cambio, la propiedad de grupos organizados de la sociedad: organizaciones regionales, comunitarias, universidades, grupos culturales, partidos políticos, etc. Es decir, ese derecho debería otorgarse a voces colectivas y no a personas privadas, o consorcios de “accionistas”, la mayor parte invisibles para la opinión pública.

La ley debe castigar o multar severamente la estratagema “cazabobos” que utilizan los medios privados de información, tanto en la prensa escrita como en la TV privada, al utilizar personas  o “analistas” (evidentemente seleccionados por ellos mismos) para dar su opinión sobre temas de especial interés para el dueño o dueños del medio informativo, haciendo decir a este invitado especial lo que no puede proclamar el amo del medio, ya que su ideología antidemocrática quedaría al descubierto.

Entonces, usando esta estratagema cazabobos, se escudan bajo el manto sagrado de la libertad de opinión, cuando en realidad se están mofando descaradamente del derecho de las personas a una información plural y verdadera, o sea a mostrar en el mismo espacio las dos caras de la información, como dicen en la jerga periodística. Es tanta la desvergüenza en la utilización de este cazabobos que no sólo se llega al extremo de injuriar personas y gobiernos, y a mentir descaradamente, sino que a proferir elegías al fascismo, al odio racista e instigar a la violencia y a los golpes de estado, llamando incluso a asesinar políticos y al propio Presidente de la República democráticamente elegido.

Los países seudo-democráticos del capitalismo aliado a las oligarquías  internacionales amparan toda esta basura se en la protección del derecho a la libre expresión y opinión.

Para hacer realidad la democratización de esta injusticia irracional e irrefutable sólo se necesita voluntad política para cambiar la ley sobre este espinoso asunto, aunque sea utilizando un plebiscito nacional donde los ciudadanos puedan aceptar o rechazar el proyecto de rectificación democrática propuesto. Y para que todos vean que esto va en serio, habría que crear un ministerio, con fiscales e investigadores, que podría llamarse Ministerio contra el Crimen Organizado en la Información Pública.

* Periodista, reside en Canadá.