miércoles, 26 de junio de 2013

HITOS QUE MARCARON A FUEGO LA HISTORIA DEL PERIODISMO EN ARGENTINA

POR SERGIO PERALTA - http://www.cronicon.net/paginas/edicanter/Ediciones87/nota16.htm 

Para ejercer el periodismo, ante todo, hay que ser buenos seres humanos. Las malas personas no pueden ser buenos periodistas. Si se es una buena persona se puede intentar comprender a los demás, sus intenciones, su fe, sus intereses, sus dificultades, sus tragedias. - Ryszard Kapuscinski

Los debates que se generan en torno al trabajo del periodista; su posición política, su necesaria pertenencia a un medio como forma de subsistencia, la dudosa posibilidad de cobrar por opiniones que forman opiniones y muchos claroscuros que tiñen esta profesión liberal, son buenos.

Sano es que desde hace un tiempo y a esta parte se haya puesto la lupa en esta situación. Los medios con poder de formar opinión pública masiva instalaron en la sociedad la idea de que algunos periodistas tenían la impoluta misión de contralor el gobierno de turno. En la década infame -los 90- Carlos Ménem y su corte generaron grandiosos negocios para estos medios lo cual tuvo como consecuencia la alineación con el neoliberalismo de manera total y definitiva. Estaban aquellos que cascoteaban las medidas neoliberales, asegurándose de que estos cascotes fueran de la más blanda tierra para ensuciar, solo un poco, las solapas de los trajes brillantes y no golpear demasiado. Los que hacían la vista gorda junto con sus bolsillos. Aquellos que desde la soledad y con argumentos progresistas cuestionaban al festín eran marginados y con poco espacio para hacer escuchar sus opiniones.

Hubo dos hitos importantes que marcaron a fuego y para siempre la historia del periodismo en la Argentina. Obligaron a tomar claras posturas ideológicas. Antes los periodistas eran una especie de castos opinadores que no tenían ningún tipo de opinión política, solo interpretaban la realidad. La política era de los otros. Antes de estos dos hechos puntuales la sociedad se tragó el anzuelo.

El primero: con la llegada de Néstor Kirchner al Gobierno la situación dio un vuelco, un giro inesperado. Los vaticinadores no lo vieron venir, quizás por que venía de lejos, quizás por que en las raras entrevistas televisivas de la época el tipo pregonaba cosas que, suponían, no podría cumplir o por que pensaron que formaba parte de ese club al que pertenecen muchos de los opinadotes a sueldo y que tiene entre sus enunciados decir una cosa y hacer exactamente lo contrario, y claro está no tenía el aspecto de dandy ingles que tanto seduce a los miserables de la prensa conspicua, los trajes cruzados desprendidos combinados con mocasines le daban un aspecto gracioso. Por lo que sea no lo vieron venir. Mientras era fácil ser progresista y criticar, tibiamente, a un gobierno descarnado y neoliberal eso si no mordían la mano que les daba de comer, solo le sacaban la mugrecita debajo de las uñas.

Veinte días antes de la asunción presidencial, el subdirector del diario La Nación, Claudio Escribano, le entregó al Presidente electo un petitorio de cinco puntos:

1. "La Argentina debe alinearse con los Estados Unidos. No son necesarias relaciones carnales, pero sí alineamiento incondicional. Es incomprensible que aún no haya visitado al embajador de los Estados Unidos".

2. "No queremos que haya más revisiones sobre la lucha contra la subversión. Está a punto de salir un fallo de la Corte Suprema de Justicia en ese sentido. Nos parece importante que el fallo salga y que el tema no vuelva a tratarse políticamente. Creemos necesaria una reivindicación del desempeño de las Fuerzas Armadas en el contexto histórico en el que les tocó actuar".

3. "No puede ser que no haya recibido a los empresarios. Están muy preocupados porque no han podido entrevistarse con usted".

4. "Nos preocupa la posición argentina con respecto a Cuba, donde están ocurriendo terribles violaciones a los derechos humanos".

5. "Es muy grave el problema de la inseguridad. Debe generarse un mejor sistema de control del delito y llevarse tranquilidad a las fuerzas del orden con medidas excepcionales de seguridad".

Sabemos cuales fueron, y son, las acciones que comenzó a desarrollar la prensa ligada al neoliberalismo en función de oposición política y económica a partir del rechazo enérgico que hizo Kirchner a esto.

El segundo hito es cuando la presidenta Cristina Fernández toma la decisión de elevar el proyecto de Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual en un momento político complicado, teniendo en cuenta que para un proyecto así siempre los momentos son complicados. El resto es historia reciente y día a día vemos como la mugre chorrea las páginas en la mayoría de los diarios argentinos, se lee la mentira, se escuchan insultos como aportes al periodismo de investigación y los payasos forman fila para enunciar el nacimiento del periodismo independiente.

Un interrogante es ¿qué hace la AFSCA ante situaciones como las que protagoniza por ejemplo Jorge Lanata?, y me refiero a los insultos. Puede mentir, de hecho lo hace con los vuelos del Vicepresidente a Carmelo, las bóvedas, las cuentas y toda esa basura que VENDE en forma de noticia.

Pero usar palabrotas para "refutar" opiniones que no están de acuerdo con su BOLSILLO es otra cosa. Con esta Ley 26522 en vigencia o la otra, la de la dictadura y que les gusta a ellos, este tipo de atropellos tienen sanción. Es obligación de la AFSCA sancionarlo y darlo a conocer. Nadie puede argumentar persecución ni nada que se le parezca cuando lo que se aplica es una sanción a un hecho demostrable, comprobable y que tiene todos los registros necesarios.

No se puede mirar para otro lado, los que batallamos desde el comienzo, que discutimos los 21 puntos por una Ley de Medios de la Democracia, que recorrimos el país en los interminables foros de discusión, que festejamos el sábado 10 de octubre, a las seis y diez de la mañana, cuando el Senado de la Nación convirtió en ley el proyecto nos lo merecemos.

Los Barriales, Argentina, junio de 2013.

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