viernes, 20 de diciembre de 2013

Los derechos humanos en Cuba

por: Rolando Gómez * - http://www.la-epoca.com.bo/index.php?opt=front&mod=detalle&id=3147 

El bloqueo económico, político y mediático impuesto por los Estados Unidos que Cuba resiste invicta, desde hace más de cincuenta años, es una violación masiva, flagrante y sistemática de los derechos humanos que provoca daños, carencias y sufrimientos pero no ha impedido la igualdad de oportunidades, la equidad en la distribución de la riqueza, ni la justicia social.

El persistente empeño norteamericano en imponer un “cambio de régimen” al pueblo cubano, es una grave violación a su derecho a la autodeterminación y no ha podido impedir la participación activa, democrática y directa de sus ciudadanos en la edificación del orden constitucional, en las decisiones de gobierno ni en la elección de sus autoridades.

Cuba es un país sin personas desprotegidas, ni privadas de dignidad, donde no hay niños sin educación de calidad, enfermos sin esmerada atención médica o ancianos sin protección social. Una nación donde no existen trabajadores, campesinos, intelectuales o estudiantes cuyos derechos no estén protegidos por la ley. Un lugar con seguridad ciudadana, sin crimen organizado, ni drogas, un pueblo unido, con profunda cohesión social. Un Estado sin un solo ejecutado extrajudicialmente, torturado ni desaparecido, sin secuestros ni cárceles secretas.

En los últimos años, se han producido cambios significativos en la economía y la sociedad cubanas. Se ha avanzado en el proceso de perfeccionamiento institucional, se continuó profundizando en la participación y el control ciudadano como fundamento de nuestra democracia y se sostuvo el empeño por alcanzar un desarrollo sostenible con justicia social.
Cuba sigue comprometida en su decisión irrevocable de avanzar en su desarrollo socialista, autóctono, original, democrático y libremente participativo. Nuestro país no pretende que se considere su socialismo un modelo para nadie. Tampoco acepta que exista un modelo único o universal de democracia y mucho menos la imposición del sistema político de los países industrializados de occidente, que ha entrado en crisis. Rechaza asimismo la manipulación política, la hipocresía y el doble rasero, frecuentes en el debate sobre los temas de derechos humanos.

La Asamblea Nacional del Poder Popular adoptó Lineamientos Económicos y sociales que constituyen un conjunto de decisiones esenciales de actualización del modelo económico y social cubano y un programa de gobierno. Fueron adoptados tras un amplísimo debate popular en el que millones de cubanas y cubanos formularon, con absoluta libertad, más de 400 mil enmiendas que modificaron dos tercios del proyecto y votaron sobre cada uno de sus doce capítulos. Fue esta una experiencia peculiar de consulta directa a los ciudadanos para obtener consenso sobre las políticas económicas, monetarias y sociales del gobierno, y las medidas para superar los efectos de la crisis económica global y los problemas de la economía cubana sin recetas neoliberales de austeridad, sin salvar bancos a costa de injustos recortes sociales.

Se han adoptado nuevas normas que amplían la base legislativa de los derechos humanos, como las relativas a la seguridad social, la vivienda, el empleo y el trabajo por cuenta exclusivamente personal, la entrega de tierras en usufructo, entre otras. A su vez, se viene avanzando en el perfeccionamiento y actualización del sistema jurídico del país, a través de la aplicación de un grupo de modificaciones que se corresponden con las necesidades de la sociedad cubana y los más elevados estándares internacionales en la materia. Entre ellas destacan las enmiendas a la Ley de Migración, que han tenido gran impacto y favorecido las relaciones de la Nación cubana con su emigración pese a la constante manipulación política del tema migratorio.

El sistema de protección jurídica de los derechos humanos en Cuba no queda restringido a su formulación constitucional. Está debidamente desarrollado e implementado en otras normas sustantivas y procesales vigentes, acorde con los derechos reconocidos en la Declaración Universal y en los demás instrumentos internacionales de derechos humanos.

Cuba ha obtenido significativos avances en la realización de los derechos económicos, sociales y culturales. A pesar del bloqueo de Estados Unidos y su inmenso costo económico y social, Cuba es de los pocos países que han cumplido gran parte de las metas establecidas por los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM). Cuba ya ha alcanzado el Objetivo Nº 1 que trataba de erradicar la pobreza extrema y el hambre; el Nº 2, de lograr la enseñanza primaria universal; y el Nº 4 que planteaba reducir la mortalidad de los niños menores de cinco años. Igualmente avanza de manera importante en el cumplimiento del Nº 3, sobre promover la igualdad entre los géneros y el empoderamiento de la mujer.

Cuba es un país de alto desarrollo humano, que ocupa el lugar 51 entre 187 países, de acuerdo con los Informes de Desarrollo Humano de las Naciones Unidas. Adicionalmente, según el “Índice de Desarrollo Humano No Económico”, se encuentra en el puesto 17 a nivel mundial, siendo el país en desarrollo con mejores resultados.

La educación alcanza cobertura universal y es gratuita en todos los niveles de enseñanza. El Estado cubano garantiza, a través de sus diversos programas, que cada niña, niño y adolescente tenga la posibilidad y el derecho de estudiar en el Sistema Nacional de Educación y llegar en su formación, con igualdad de oportunidades, hasta donde sus capacidades y esfuerzos le permitan. El Primer Vicepresidente del Consejo de Estado y de Ministros fue investido como autoridad para la protección y supervisión de los derechos de la niñez.

El derecho a la educación se asegura a todo niño y joven con cualquier discapacidad mental o física a través de la Educación Especial, cuando no es posible la integración plena de la persona con capacidad diferente en las instituciones de enseñanza general. La atención a estos niños y jóvenes se realiza en cada rincón del territorio nacional en diferentes modalidades y en todos los niveles de enseñanza.

El más reciente Informe Mundial de la UNESCO sobre el Seguimiento de la Educación para Todos (2012) posiciona a Cuba en el lugar 16 por su índice de desarrollo educacional. La UNESCO reconoció a Cuba como el país latinoamericano y caribeño que destina la proporción más elevada de su presupuesto nacional a la educación.

Bajo la prédica martiana “ser cultos para ser libres”, Cuba se destaca por su desarrollo cultural, el pleno acceso de la población al arte y la literatura, por la preservación y defensa de nuestra cultura y el enriquecimiento de nuestros valores espirituales.

Cuba sigue promoviendo el enfoque preventivo en materia de educación y reinserción social para evitar la delincuencia. La labor preventiva en las escuelas se enfoca en la lucha contra el uso de las drogas y psicofármacos, la eliminación de conductas sociales inadecuadas, el buen uso de la lengua materna, la educación en valores éticos y el desarrollo de una conducta sexual responsable. Se desarrollan servicios de Línea Ayuda en la prevención del consumo de las drogas y la educación de la sexualidad con enfoque de género y derechos.

Cuba es igualmente reconocida por sus destacados resultados y la elevada calidad de su sistema de salud pública, con cobertura universal y asistencia gratuita. Con una tasa de mortalidad infantil de 4.2 por cada mil nacidos vivos y una tasa de mortalidad materna de 21,5 por cada 100.000 nacidos vivos, Cuba ha consolidado indicadores que superan a los de muchos países industrializados. Con un médico por cada 137 habitantes, Cuba es, según la Organización Mundial de la Salud, la nación mejor dotada en este sector.

El país cuenta con más de 130.000 médicos graduados de 1961 a la fecha. Hoy más de 95.000 estudiantes de Ciencias Médicas estudian en el país, con 13 carreras de nivel superior, y 24 en el técnico. El Programa de Vacunación de la Isla garantiza una de las más amplias coberturas de inmunización en el mundo, permitiendo la prevención de 13 enfermedades. Ello ha contribuido a la eliminación de la malaria, poliomielitis, difteria, tosferina, sarampión, rubéola, síndrome de rubéola congénita, tétanos neonatal y meningitis tuberculosa. El 80% de los enfermos del SIDA no mueren. Se profundiza la investigación de vacunas para los virus del cólera, el dengue y el VIH, entre otros.

Más de 19 371 madres de hijos con discapacidad severa reciben protección por parte de la seguridad social. La atención al adulto mayor es una prioridad y para ello se realiza un trabajo multidisciplinario e intersectorial, que garantiza la calidad de vida de este creciente sector poblacional. La esperanza de vida al nacer alcanza los 78 años como promedio. En la próxima década, más del 87% de los cubanos sobrevivirán los 60 años.

Los derechos a la vida, a la libertad y a la seguridad de la persona, se sustentan en el principio de respeto a la dignidad humana, y constituyen pilares en la actuación de las autoridades cubanas y del funcionamiento de toda la sociedad.

Cuba reconoce, respeta y garantiza la libertad religiosa sin discriminación alguna. En el país están presentes alrededor de cuatrocientas religiones e instituciones religiosas.

Las libertades de opinión, de expresión, de información y de prensa son reconocidas a todos los ciudadanos. El elevado nivel educacional y cultural del pueblo, el carácter social y público de los medios de información, la inexistencia de emporios financiero-mediáticos que en otros lugares imponen intereses económicos y políticos, la ausencia de publicidad comercial que es generalmente embrutecedora, y el ejercicio del poder popular facilitan las condiciones materiales para su disfrute.

El bloqueo impide a Cuba conectarse a los cables submarinos cercanos, encarece los servicios y dificulta el acceso de la población a estos, prohíbe a proveedores internacionales suministrarnos servicios, software o tecnologías. A nuestro país se le niegan diversos servicios de Google, por ejemplo, o el acceso a plataformas tecnológicas internacionales.

En Cuba, la igualdad y la no discriminación están plenamente garantizadas. Los avances logrados en materia de género son sobresalientes. El gobierno cubano sigue aplicando múltiples leyes, políticas y programas dirigidos a la afirmación de esos.

Como resultado de las estrategias gubernamentales dirigidas a promover a las mujeres a cargos públicos, la proporción de cubanas en la Asamblea Nacional del Poder Popular es del 48.86%. En términos proporcionales, Cuba ocupa el segundo lugar a nivel mundial por la proporción de mujeres parlamentarias. Dos mujeres son Vicepresidentas del Consejo de Estado y estas constituyen, además, el 41.9% de sus miembros. Un tercio de los Ministerios están encabezados por ellas. Las mujeres cubanas alcanzan más del 42,4% en cargos de dirección y representan más del 65,6% de la fuerza profesional y técnica del país. En la fuerza laboral activa son el 47,3%.

Por primera vez, fue erradicado el racismo institucional, se brindaron amplias posibilidades de superación y beneficios reales a los sectores más desfavorecidos y se lucha por asegurar una completa y efectiva igualdad de oportunidades a sectores históricamente desfavorecidos o familias disfuncionales. No han sido aún superados ciertos prejuicios y estereotipos raciales que sobreviven del pasado colonial de la esclavitud y un régimen neocolonial que entronizó el racismo y la segregación racial.

Como complemento al esfuerzo gubernamental y a la completa protección que dan nuestras leyes, se ha decidido encargar a un Vicepresidente del Consejo de Estado del seguimiento y la supervisión de la lucha contra el racismo y la discriminación racial.

Otro tema en el que se avanza de modo sostenido es la lucha contra la discriminación por motivo de la orientación sexual. El Programa Nacional de Educación Sexual ha incorporado una estrategia educativa permanente por el respeto a la libre orientación sexual e identidad de género, estableciéndose múltiples espacios de intercambio sobre la base de los principios de igualdad y no discriminación.

Con relación al fomento y la garantía de realización de los derechos de las personas discapacitadas, se ha logrado que la mayoría de ellas puedan estudiar e incorporarse al trabajo. Se les brinda apoyo en las más disímiles esferas de la actividad social.

El Sistema Penitenciario Cubano se sustenta en el principio del mejoramiento humano. Cuba cumple los preceptos de las Reglas Mínimas Internacionales para el Tratamiento a los Reclusos y privilegia el enfoque preventivo a través de numerosos programas sociales, entre ellos los dirigidos a convertir las prisiones en centros de educación.

Todos los reclusos tienen garantizada su atención médica y estomatológica gratuitas y en condiciones de igualdad al resto de la población cubana. Reciben salario igual por el trabajo que realicen.

En Cuba, 27 095 internos, aproximadamente la mitad del total, se encuentran incorporados al estudio en los diferentes niveles de enseñanza, incluido el universitario, en cada establecimiento penitenciario del país. Muchos de ellos se capacitan además en algún oficio. Este sistema educativo ha ayudado a los internos en su reincorporación a la sociedad, incluido el trabajo.

Nuestro pueblo, pese a carencias y dificultades, ha compartido y comparte desinteresadamente lo que tiene con otras naciones, contribuyendo solidariamente a la realización de los derechos humanos de otros pueblos del mundo.

Hoy Cuba cuenta con más de 56 200 colaboradores cubanos que brindan servicios en 101 países y 4 territorios de ultramar. Más del 70 % pertenece al sector de la salud. Se forman en Cuba como becarios más de 29 300 jóvenes de 115 países. De ellos más de 18 800 becarios son de América Latina y el Caribe. Se han graduado en Cuba más 55 200 jóvenes de 134 países y de 5 Territorios de Ultramar.

El programa “Operación Milagro” cuenta con 63 Centros Oftalmológicos, 84 Posiciones Quirúrgicas y 821 colaboradores cubanos en 16 países. Desde el 2004, ha devuelto la visión a decenas de miles de ciudadanos y realizado cirugías oftalmológicas gratuitas a 2,4 millones de personas de 34 países de América Latina, el Caribe y África.

Desde el 2005, el Contingente Internacional de Médicos Especializados en Situaciones de Desastres y Graves Epidemias (“Henry Reeve”) ha brindado asistencia médica a más de 3 millones de damnificados. Ese Contingente ha realizado más de 33.800 intervenciones quirúrgicas y ha contribuido a salvar 468.000 vidas.

Estudios clínico genético y psicosocial a personas con discapacidad en Bolivia, Ecuador, Nicaragua, San Vicente y las Granadinas y Venezuela han tenido gran impacto para la identificación de personas discapacitadas con programas de atención a las mismas.

Se mantiene la cooperación en Haití, hermana nación del Caribe que necesita recursos para la reconstrucción y el desarrollo. Han trabajado allí más de 12 mil colaboradores cubanos.

A partir del 2004, se ha ampliado la cooperación en los procesos de alfabetización y post alfabetización mediante los programas cubanos “Yo, sí puedo” (Premio UNESCO/Rey Sejong), “Ya puedo leer y escribir” y “Yo, sí puedo seguir”. Hasta noviembre de 2012, se habían graduado del programa “Yo, sí puedo” 6,9 millones de personas y 976 mil del “Yo, sí puedo” seguir en 28 países.

Particular importancia revisten en el país las buenas prácticas en la prevención y mitigación de los desastres naturales que provocan serias afectaciones en el país. Gracias a ello, se ha logrado limitar todo lo posible la pérdida de vidas humanas durante el paso de huracanes. Así ocurrió en el 2008 cuando Cuba fue impactada por 3 huracanes de gran intensidad y 2 tormentas tropicales, que causaron daños por 10.000 millones de dólares, pero la pérdidas de vidas es significativamente inferior a las que se producen en los propios Estados Unidos, a pesar de la diferencias de medios.

Cuba es Estado Parte en 42 tratados internacionales de derechos humanos y cumple con sus disposiciones. Otros instrumentos de derechos humanos, incluidos ambos Pactos, continúan bajo consideración por las autoridades correspondientes.

*    Embajador de Cuba en Bolivia

domingo, 15 de diciembre de 2013

Respuestas del campo nacional-popular a los profetas del odio

Por Juan Godoy* - http://www.elortiba.org/notatapa7.html 

Tres meses más tarde que el odio oligárquico arrojara bombas sobre la Plaza de Mayo, dejando un tendal de casi cuatrocientos muertos, se producía (finalmente) el golpe de estado contra la Revolución Nacional acaudillada por Juan Domingo Perón, “entonces el cielo entero se nos vino encima. El mundo que conocíamos, el mundo cotidiano, cambió por completo. La gente, los hechos, el trabajo, las calles, los diarios, el aire, el sol, la vida se dio vuelta. De repente entramos en un mundo de pesadilla en que el peronismo no existía”1. No obstante esta aseveración de uno de los artífices de la Resistencia, César Marcos, el peronismo seguiría vigente justamente por la Resistencia que emprenden los trabajadores de la patria, y sumado a esto, un conjunto de pensadores nacionales (que no por ello dejaban de conspirar contra los golpistas), lanzarán profundas críticas al aparato oficial donde se sustentaba el terror, y una Argentina semi-colonial. Esto último es lo que trataremos, brevemente con algunos ejemplos, en estas líneas.

Atrás quedaba el “ni vencedores, ni vencidos” lanzado por Lonardi, recordando a Justo José de Urquiza, se lanzaba una feroz represión sobre el pueblo peronista llegando incluso el 9 de junio de 1956 a fusilar a compatriotas, Salvador Ferla al respecto afirma que “la misma noche del 17 (de octubre de 1945), se la tiene jurada al pueblo. Esa misma noche la oligarquía empezará a soñar con la hora de la impunidad para la venganza”.2 La Resistencia peronista entonces contemplaba un amplio repertorio que incluía desde un grito fuerte en una noche fría de Buenos Aires… “¡Viva Perón, Carajo!” como forma de enfrentar el Decreto 4161 que prohibía nombrar a Perón y a Eva Perón entre otras cosas, el trabajo a desgano, el panfleto, el volante, la “flor del no me olvides” como identificación, la bomba casera, el levantamiento cívico-militar, un conjunto de publicaciones periódicas como El Líder, El 45, El Guerrillero, Rebeldía, Lucha Obrera, La Causa, Palabra Argentina, De Frente, El soberano, Mayoría, etc. 3 hasta libros que denunciaban la represión, la entrega de la economía nacional (destruyendo la obra de los diez años de peronismo), y el accionar de una superestructura cultural de colonización pedagógica donde se asentaba la represión, y el coloniaje económico. En algunos ejemplos que sostenemos se articular entre sí, avanzaremos en nuestro escrito.

El primero de esos trabajos en realidad es producido un año antes del golpe de estado, pero como se encuentra en la misma lógica de análisis, y “dialoga” con los otros que pondremos en consideración, consideramos pertinente su inclusión aquí. Ese escrito es “Crisis y resurrección de la Literatura Argentina”, cuya autoría le pertenece al “colorado” Jorge Abelardo Ramos. En ese libro, luego re-editado por Coyoacán a principios de los 60’s, Ramos conceptualiza la noción (central para el pensamiento nacional) de semi-colonia. ¿A qué se refiere Ramos con este concepto? Veamos… Sostiene el autor: “en la medida que la “colonización pedagógica no se ha realizado (…), solo predomina en la colonia el interés económico fundado en la garantía de las armas. Pero en las semi-colonias, que gozan de “status” político independiente decorado por la ficción jurídica, aquella “colonización pedagógica” se revela esencial”.4 Es decir, en las colonias la dominación está asegurada por las armas y la presencia del ejército invasor, mientras que en las semi-colonias, al no existir esta garantía (no obstante en momentos puedan utilizarse), la continuación del dominio imperial sobre esas naciones se asegura con un aparato cultural de “colonización pedagógica”5.

Poco tiempo después -en 1957-, Arturo Jauretche va a editar “Los Profetas del Odio”, al que ese mismo año le agregaría “La Yapa”. En este escrito, basándose en estas consideraciones de Ramos, Jauretche va a profundizar en la cuestión. Argumenta que fruto de esa superestructura cultural de colonización pedagógica va a emergen una intelligentzia (no inteligencia), la cual es conformada por sujetos que se autodefinen como intelectuales, e identifican a los valores universales con la cultura, procurando su incorporación como valores absolutos y no relativos. Es decir, incorporan acríticamente un pensamiento realizado en otras latitudes y/o en otros tiempos. No toman los valores universales y los incorporan en tanto las necesidades nacionales, sino lo hacen bajo el esquema “civilización y barbarie”, donde todo lo bueno vendría de afuera, y todo lo malo sería lo autóctono, lo local. Esta intelligentzia así, no cumplió el papel de conformar una cultura nacional, “de aquí que la crítica a una “cultura” establecida sobre dichas bases, consiste en el primer paso para restituir los valores sumergidos de la cultura colonizadora”6.

Ese mismo año Hernández Arregui publica su primer libro7 que va a tener una profunda injerencia en las ideas nacionales argentinas. Estos libros son escritos en circunstancias particulares, en la descarnada persecución a todo lo que “olía a peronismo”, como ejemplo, mientas Arregui termina este trabajo, lo detienen por el levantamiento de Valle y Tanco que terminaría con los fusilamientos8. Allí el autor, que había hecho su ingreso al peronismo de la mano de Jauretche, pone de relevancia el entramado de los golpistas que obturan la posibilidad de expresarse a las mayorías populares, con la función justificadora (ya sea por apoyo explícito, o por silencio cómplice) de la academia. Realiza una profunda crítica a la intelligentzia argentina, y sostiene que el imperialismo, conjuntamente con la oligarquía local se apoya en la superestructura cultural para “reforzar la conciencia falsa de lo propio y desarmar las fuerzas espirituales defensivas que luchan por la liberación nacional en los países dependientes”9.

Hay en la visión de Hernández Arregui una relación entre los sucesos políticos-económicos y su injerencia en los ámbitos formadores de cultura. Revaloriza allí también el papel de la cultura nacional como resistencia a la penetración imperialista, y como manifestación de la comunidad autónoma. La propaganda imperialista apunta sobre todo a los sectores medios argumenta Arregui, y critica a la misma en tanto “convencida de su independencia, justamente porque carece de ella, se cree depositaria de los valores universales, sin comprender que detrás de ellos están los intereses particulares de la burguesía. El pequeño burgués (…) piensa siempre en términos absolutos (…) su minúscula situación social le hace perorar con frases de gigante”.10

Al otro año Jauretche daría a conocer la continuación de “los profetas…”, con el “Manual de zonceras argentinas”, allí afirma que esta intelligentzia es una de las principales difusoras de las zonceras.11 Es una tarea de descolonización pedagógica la que pretende el autor de “los profetas del odio”, y esa tarea se encuentra estrechamente ligada a la enseñanza de nuestro pasado nacional. Es por este motivo, que escribe “Política nacional y revisionismo histórico”. Allí Jauretche considera que lo que se nos ha impuesto como la HISTORIA, en realidad es una política de la historia, es decir un relato parcial de nuestro pasado, en el caso de la historiografía oficial-liberal se trata de la óptica de la oligarquía porteña, así al pretender arrojarse la noción de totalidad del relato histórico (y no decir que es una visión parcial, ésta es falsa). Se ha falsificado nuestra historia, y esta “falsificación ha perseguido precisamente esta finalidad: impedir, a través de la desfiguración del pasado, que los argentinos poseamos la técnica, la aptitud para concebir y realizar una política nacional”.12 Estos falsificadores no son individuos aislados, sino un entramado que procura mantener al país en la dependencia económica y cultural. Se trata entonces de construir un relato que rescate la historia desde la perspectiva de los oprimidos, para la conformación de una política nacional.

En esta lógica de trabajo que sostiene Jauretche es que, unos años antes, como varios de los trabajos que reseñamos aquí, en 1957, Jorge Abelardo Ramos avanza en sus planteos historiográficos con “Revolución y Contra-revolución en la Argentina”. En este libro, Ramos analiza nuestro pasado nacional desde una perspectiva marxista (aunque adaptada a nuestra realidad), haciendo énfasis en el papel de las masas en la historia, ya no será pues la historia realizada por grandes hombres, sino más bien a partir del conflicto entre las diferentes clases sociales13.

No es nuestra intención ser exhaustivos en la rememoración de los libros publicados en ese periodo desde el campo nacional, sino solamente demostrar a través de algunos ejemplos que se articulan entre sí, cómo se enjuicia profundamente el aparato de colonización pedagógica de la oligarquía argentina. Cómo estas publicaciones ponen su “granito de arena” a los años de la Resistencia Peronista, y también de qué manera la lectura de éstos, y de tantos otros como José María Rosa, Fermín Chávez, Scalabrini Ortíz, John William Cooke, Rodolfo Puiggrós, etc. contribuyen a la nacionalización de los sectores medios que serán, conjuntamente con los sectores trabajadores actores centrales en los años ‘60’s y 70’s., y artífices de la vuelta de Juan Domingo Perón a nuestra patria.

1 Marcos, César. La cosa fue así. En Revista Peronismo y Liberación (Dir. Juan José Hernández Arregui). Nº1, agosto de 1974, página 23. Este escrito es reproducido en Baschetti, Roberto. (2012). Documentos de la Resistencia Peronista. 1955-1970. Volumen 1. Buenos Aires: ediciones De la Campana, pp. 61-66.

2 Ferla, Salvador. (2008). Mártires y verdugos. La insurrección de Valle y los 27 fusilamientos. Buenos Aires: Peña Lillo (Continente), página 23.

3 Para un análisis de los periódicos de los años de la Resistencia hasta el Gobierno de Isabel Martínez, véase Baschetti, Roberto. Veinte años de publicaciones resistentes peronistas. En Baschetti, Roberto. (2012). Documentos de la Resistencia Peronista. 1955-1970. Volumen 1. Buenos Aires: ediciones De la Campana, pp. 21-33. Para observar los afiches, panfletos y demás manifestaciones de la Resistencia, véase: Baschetti, Roberto. (2013). Lo que el viento (no) se llevó. Efémeras, volantes y panfletos peronistas (1945-1983). Buenos Aires: Pueblo Heredero.

4 Ramos, Jorge Abelardo. (1961). Crisis y resurrección de la Literatura Argentina. Buenos Aires: Coyoacán, página 12.

5 En relación al mundo colonial, profundizando en la cuestión, Frantz Fanon sostiene que es un mundo dividido en compartimentos, y que la línea divisoria está marcada por ejércitos, cuarteles, policía, balas, etc. pero los dos mundos no son excluyentes sino que se superponen, a la vez que “en las colonias la infraestructura es igualmente superestructura”. Fanon, Frantz. (2007). Los condenados de la tierra. México: Fondo de Cultura Económica, página 34.

6 Jauretche, Arturo. (2004). Los profetas del odio y la yapa. Buenos Aires: Corregidor, página 99.

7 Propiamente dicho el primer libro de Hernández Arregui se tituló Siete Notas Extrañas. Era un libro de cuentos que tuvo buena crítica, pero Arregui, como Jauretche, Scalabrini, y otros, emprendieron el mismo camino que Homero Manzi: dejar de ser un hombre de letras, para hacer letras para los hombres. Galasso, Norberto. (1986). Hernández Arregui, del peronismo al socialismo. Buenos Aires: ediciones del pensamiento nacional.

8 Iñíguez Piñeiro, Carlos. (2007). Hernández Arregui, pensar el nacionalismo popular desde el marxismo. Buenos Aires: siglo XXI (editora iberoamericana).

9 Hernández Arregui, Juan José. (1973a). Imperialismo y cultura. Buenos Aires: Plus Ultra, página 15.

10 ibídem, página 247.

11 Jauretche, Arturo. (2004). Manual de Zonceras Argentinas. Buenos Aires: Corregidor

12 Jauretche, Arturo. (2008). Política nacional y revisionismo histórico. Buenos Aires: Corregidor, página 14.

13 Norberto Galasso afirma que Ramos en este libro cambió varias de sus posturas publicadas en América Latina, un país (1949), a partir sobre todo, de la crítica que le realizaran los fundadores de la izquierda nacional en nuestro país, Frente Obrero, fundamentalmente en los Cuadernos de Indoamérica. Sostiene Galasso acerca de Revolución y contra-revolución en la Argentina, que tuvo también la crítica elogiosa de Hernández Arregui en “La Formación de la Conciencia Nacional”, “corregidas las deformaciones nacionalistas de América Latina, un país, el nuevo libro constituye uno de los intentos más logrados de interpretación de nuestro pasado a la luz de la lucha de clases”. Galasso, Norberto. (2007). Aportes críticos a la historia de la izquierda Argentina. Socialismo, peronismo, e izquierda nacional. Buenos Aires: Nuevos Tiempos, página 292.

Bibliografía

Baschetti, Roberto. (2012). Documentos de la Resistencia Peronista. 1955-1970. Volumen 1. Buenos Aires: ediciones De la Campana.
Baschetti, Roberto. (2013). Lo que el viento (no) se llevó. Efémeras, volantes y panfletos peronistas (1945-1983). Buenos Aires: Pueblo Heredero.
Fanon, Frantz. (2007). Los condenados de la tierra. México: Fondo de Cultura Económica.
Ferla, Salvador. (2008). Mártires y verdugos. La insurrección de Valle y los 27 fusilamientos. Buenos Aires: Peña Lillo (Continente).
Galasso, Norberto. (1986). Hernández Arregui, del peronismo al socialismo. Buenos Aires: ediciones del pensamiento nacional.
Galasso, Norberto. (2007). Aportes críticos a la historia de la izquierda Argentina. Socialismo, peronismo, e izquierda nacional. Buenos Aires: Nuevos Tiempos.
Hernández Arregui, Juan José. (1973a). Imperialismo y cultura. Buenos Aires: Plus Ultra.
Iñíguez Piñeiro, Carlos. (2007). Hernández Arregui, pensar el nacionalismo popular desde el marxismo. Buenos Aires: siglo XXI (editora iberoamericana).
Jauretche, Arturo. (2004). Los profetas del odio y la yapa. Buenos Aires: Corregidor.
Jauretche, Arturo. (2004). Manual de Zonceras Argentinas. Buenos Aires: Corregidor.
Jauretche, Arturo. (2008). Política nacional y revisionismo histórico. Buenos Aires: Corregidor.
Marcos, César. La cosa fue así. En Revista Peronismo y Liberación (Dir. Juan José Hernández Arregui). Nº1, agosto de 1974.
Ramos, Jorge Abelardo. (1961). Crisis y resurrección de la Literatura Argentina. Buenos Aires: Coyoacán.

* Sociólogo -UBA-, Docente UPMPM, UNAJ, UNLa. Artículo presentado en las III Jornadas de Historia de la Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo (UPMPM).

jueves, 5 de diciembre de 2013

Argentina - Treinta Años de Democracia Una historia de cajitas chinas

Por Conrado Yasenza* - http://lateclaene.wix.com/la-tecla-ene#!editorial-nmero-61/c11jv 

El próximo diez de Diciembre se cumplirán 30 años ininterrumpidos de democracia. Quizá, sólo una cifra redonda, una abstracción numérica despojada de épicas, terrores, luchas, ausencias, desapariciones, para quienes nacieron al amparo y desamparo de la democracia. Ella, la imperfecta; durante un largo tiempo de su corta vida, la prisionera. Para quienes despuntamos a la adolescencia hacia el final de la noche más larga, la ansiedad por ensanchar todo lo posible el plexo para respirar el aroma de la esperanza abierta a la vida y a la historia. Para quienes vivieron y sobrevivieron al tormentoso eclipse que se devoró las ilusiones y vidas de los 30.000 compañeros detenidos-desaparecidos, el regreso a la vida acompañada de memorias y nuevos modos de existir en ellas para desde allí lanzarse a, también, distintas, novedosas, maneras de combatir el verbo (y su estructura) que siempre acecha la existencia, el que cambia de ropajes y rostros. 

De aquí en adelante, partiendo desde estos tres puntos cardinales, hay celebración pero hay también una necesidad de reponer esa conversación de la que alguna vez hablamos, esa que parte de aquellos pensamientos colectivos que merecen mejor suerte que la de un castillo de naipes frente a una tenue brizna primaveral en Noviembre. Esa conversación que restituye sentidos, identidades, memorias; esa conversación que erizada en su dialéctica de marchas y contramarchas busca una forma de ser, de existir en un lenguaje nuevo. Allí el desafío: Arribar a ese lenguaje y  sus potencias para mantener la esperanzada lucidez en medio de vastas tormentas de arenas comunicacionales y angostas carreteras por donde transitan las lógicas del marketing y la consigna sin otro destello que el que emana de su imantada repetición. Es que en esta vida (en la que sólo “la muerte es pasajera”, gracias Szpumberg) las palabras tienen filo y allí el valor de ellas porque es en el lenguaje donde el combate se desarrolla y en él la existencia. Tiempos en los que es necesario la urgencia de la lentitud (¿Nietzsche?) para lograr esa lengua que nos habite y cobije mientras la angustia y la luminosidad (aquella que en pretéritas oraciones encendieron a los santos oradores y de la que sólo deseamos la lucidez y no el fuego) otorga valor al pensar. Pensar, hablar, conversar sobre ese lenguaje que nos reúna en la franca tarea de crearlo para discutirlo; de construirlo para reconocernos e iniciar una nueva conversación. ¡Políticas! Tarea difícil, pero siempre urgente para el vivir (y como dice Perla Sneh en su nota para este número: “… La lengua, la ética, la política. Es decir, la vida. Y vivir, lo dice Mastronardi y yo le creo, es un vocablo que nunca se usa en sentido figurado. “)

Conversaciones, diálogos reiniciados al ritmo de un recitado de preámbulo y luego de la fractura y el silencio. La necesidad de comer, educarse y curarse en y con democracia. Un intento que sucumbió bajo el peso de los Centauros pero del que quedaron marcas, huellas. Juicios iniciales a la Junta Muerte con su doctrina demoníaca y luego obediencias debidas y puntos finales arrancados por el betún del oprobioso partido militar, fantasmales fariseos adornados con medallones de feria y fajinas de rancio cotillón. R.A y brazos cruzados que entrelazaban manos (supongo que levemente giradas hacia la izquierda; no lo recuerdo bien) Quizá un anuncio de la videopolítica aunque todavía con férreo anclaje al partido y la calle. Luego la retórica política se trasladaría a los sets televisivos para abandonar casi definitivamente la calle. Una imagen del inicio del fin: Magnetto junto a Neustad anunciando la primera privatización, la de un canal de televisión: El 13. Obra de aquel riojano parecido a Facundo, una suerte de nuevo tigre sin galera y con promesas de revolución productiva. Simulador de la generosidad, el que invitó a un pueblo necesitado de ilusión a seguirlo asegurándole que esta vez sí, que esta vez nadie lo defraudaría. Taimado y chúcaro, el que nos metió de lleno en los andurriales del primer mundo y sus miserias de libre mercado y convertibilidad modelo “linterna verde”. El final previsible de un pueblo y el porvenir de una ilusión.

Lo demás, lo demás, ahhh, como cantaba el gran Miguel Abuelo: Nos fuimos todos, como Marilú, al abismo buscando el amor tras un marinero bengalí. Historia conocida y este escrito no pretende ser un texto de revisionismo histórico.

Cabe consignar que regresamos de los mares de Aqueronte  luego del estallido de nuestra precaria embarcación guiada por Caronte, que súbitamente se “tomó el raje” para que un ser anómalo y estrábico viniese a proponernos un sueño.

Y aquí estamos, en la Argentina de la épica estrábica – recuerdo y plagio del título de tapa de uno de los números de la revista Crisis, “La épica estrabiada” -  y las materializaciones políticas concretas, objetivas, que desde ya, no voy a enumerar (se hizo y hace ya bastante como para que lo reitere aquí) pero que resumo en el deseo y la convicción de los gobiernos Kirchneristas de recuperar el tiempo perdido intentando dejar establecido como piso y no techo, un capitalismo keynesiano que puja por dotar al Estado de herramientas sólidas para distribuir algo más que riqueza. Otra vez, tarea difícil y enorme desafío para estos dos años que restan.

CODA

Y un 20 de Noviembre, el día de la Soberanía Nacional, volvió plena, entera, bella, firme y serena, la Presidente de la República. Y el Ministro de Economía, Axel Kicillof, juró, con gesto adusto pero emoción visible. Y luego, por más de media hora y en dos tramos, la Presidenta le habló al país, a la juventud, a la militancia. Y habló de Economía, de trabajo, de empleo, de desocupación. Y se refirió a la soberanía industrial, a la necesidad de consolidar una industria nacional, a avanzar en el auto-abastecimiento energético y la sustitución de importaciones. Y en el segundo discurso hubo una mención especial para Aerolíneas Argentinas; expresó la voluntad política de multiplicar esfuerzos e inversión para el mejoramiento de los ferrocarriles de carga y para darle relevancia a las vías de navegación.

Volvió la Presidenta que lidera un proyecto político colectivo. Entera, luminosa, el día en que se conmemoraba la Batalla de la Vuelta de Obligado, batalla por la soberanía y contra el imperialismo anglo-francés junto al centralismo unitario de los porteños.

Allí estuvo, entera; allí está, laboriosa, para ahuyentar los malos presagios de las mismas entidades innobles que reencarnan en tristes y pequeños seres con “títulos” en consultorías en opinión pública y otros menesteres. Algo que trata de emular la esencia de las plebeyas magias ancestrales para, en tiempos de encuestas, análisis de imagen y marketing político, transformar el farfulleo y la pelafustanería, en técnica y ciencia comunicacional.

A desafiar entonces esa conversación que parece haberse amesetado en un lenguaje de cristales fríos. Estos diez años, los dos por recorrer y la necesidad de honrar ese sueño ofrecido, lo merece.

*Periodista-Editor/Director La Tecl@ Eñe