viernes, 27 de febrero de 2015

El Caracazo, la chispa que encendió el motor de la Revolución Bolivariana

http://www.vtv.gob.ve/articulos/2015/02/26/el-caracazo-la-chispa-que-encendio-el-motor-de-la-revolucion-bolivariana-9585.html


La deplorable situación que mantenía la nación para el año 1989 mantenía al 80% de venezolanos en situación de pobreza, solo 55% tenía acceso a un salario digno para cubrir necesidades de la Cesta Básica. Debido a la precariedad, la gente salió a la calle para no morirse de hambre… hasta tuvieron que llenar sus estómagos de comida para perros.
Mientras la desidia crecía, los partidos de Acción Democrática y Copei se repartían los bienes de la Patria asfixiada por la burocracia y las decisiones impopulares.
En todos los gobiernos del país, se vivió la desaparición de la clase media: existía gente o muy adinerada o ahogada por la pobreza.
Una vez electo Carlos Andrés Pérez, en su segundo período, la terrible realidad económica del país (una deuda externa de 32 mil millones de dólares) salió a la luz pública, justificando el escenario para la inminente entrega del país al Fondo Monetario Internacional (FMI). Ello no impediría que el 2 de febrero se realizara una fastuosa toma de posesión en el Teatro Teresa Carreño, evidencia de la alarmante ceguera de la clase política. Los venezolanos llegaron a referirse a ella como la “Coronación”.
“Si escogiera la vida fácil de eludir las dificultades y tratar de ocultar lo que es una realidad frente a la cual todos los venezolanos tiene una actitud de positiva comprensión, si nos convocamos para conformar un país capaz de sustentarse sobre sus propios pies”, manifestó Carlos Andrés Pérez para darle luz verde e imponer “El Paquetazo”.
Entre las medidas neoliberales del FMI implicaba:
-          Aumento de gasolina en 100%
-          Se incrementó al doble el precio de alimentos
-          La Tasa de Interés Bancario se estableció en 28%
-          Aumento en 100% el pasaje urbano
-          Se liberaron precios de los productos y alimentos
-          Cargos públicos quedaron congelados
Apenas tomando la presidencia CAP, todos los deseos y esperanzas de sus electores se verían truncados frente a las medidas económicas neoliberales que el nuevo mandatario anunciaría al país, a pesar de haberse negado durante su campaña a ser partidario de implementar tales medidas, ayudando así a la explosión del desencanto y la inconformidad de un pueblo que se encontraba en un callejón sin salida.
Alejandro Izaguirre -para ese entonces ministro de Relaciones Interiores-  comunicó que la suspensión de las garantías constitucionales y toque de queda quedaban vigentes, es decir, que los ciudadanos que salían a revelarse contra la dictadura genuina sufrirían el Estado de Emergencia que el Gobierno venezolano decretó.
EL ESTALLIDO SOCIAL
La noche del 16 de febrero de 1989, CAP presentó a los venezolanos, en cadena nacional, su proyecto llamado “Paquete económico” como respuesta a la crisis económica que enfrentaba el país desde el “Viernes negro” (1983). Estas medidas fueron concebidas, según mencionó durante la transmisión, “con miras a corregir de manera profunda y prolongada los errores y omisiones que han causado desequilibrios en el desarrollo del país”. El paquetazo de Carlos Andrés Pérez, representó una devaluación de 400%.
A primeras horas el 27 de febrero, las reacciones se iniciaron en las paradas de autobuses cuando los pasajeros se enfrentaron con la especulación de los transportistas urbanos. Transportistas aumentaron precios en 300% y no en 30%, como lo ordenó el gobierno. Los focos de reacción comenzaron en el terminal de Guarenas-Guatire, luego la oleada se trasladó a Caracas y sucedió lo inevitable: Saqueos y disturbios en el país contra las medidas económicas.
Esta vez el pueblo no protestaba por dólares, por ir a Disney, protestaba porque se moría de hambre.
Los alimentos acaparados, la desidia y tensión en cada rincón de Venezuela, hizo que el Estado reconociera que fue el creador de este fenómeno en donde en la calle reinó el pueblo para saquear establecimientos comerciales.
La enorme mayoría estaba callada, sin derecho a protestar porque sabía que si saldrían a la calle la masacre sería inminente. La opresión y la miseria llevaron a los barrios de Caracas a tomar las calles buscando las comidas que hacía falta en sus casas.
El gobierno nacional, incapaz de controlar la situación, suspende las garantías constitucionales, declara un toque de queda y, sin previo aviso o mediación, reprime al pueblo con la activación de efectivos militares. El Caracazo fue un estallido social espontáneo en contra del recetario neoliberal.
RUPTURA CON EL SISTEMA CAPITALISTA Y  ENTRADA AL SISTEMA SOCIALISTA
En repetidas ocasiones, a través de los medios de comunicación, Pérez afirmó que el trauma del 27 y 28 de febrero de 1989 había sido superado. Quiso lavarse la cara, y hasta las manos, reiterando su convicción de que aquella convulsión social había sido “un enfrentamiento entre ricos y pobres”, tratando de hacerse a un lado en su responsabilidad que costó al país miles de muertos en el tristemente célebre Caracazo”.
El Comandante Supremo y eterno de la Revolución Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez Frías, repitió y con sobrada razones: “Que el 4 de febrero fue la consecuencia inmediata del 27 de febrero (El Caracazo). Pero también debemos señalar que el 4-F representó la ruptura con el sistema capitalista y abrió la puerta de entrada al sistema socialista.
En 2010, el Comandante Chávez recordó que una de las causas del estallido popular fue “el incremento de la pobreza… producto del neoliberalismo que anda aspirando a volver a Venezuela” en manos de la burguesía. Asimismo, consideró que “El Caracazo fue la chispa que encendió el motor de la Revolución Bolivariana”.
Las protestas contra el actual Gobierno Bolivariano del presidente Nicolás Maduro no tienen los mismos rasgos ni mucho menos las mismas causas y condicionantes que tuvo el pueblo para salir a la calle a buscar la comida que no tenía en sus refrigeradores.
Hoy los venezolanos saben de qué se trata la guerra, identifican a los enemigos y respaldan en las urnas al primer presidente chavista, un poder que no ha derrotado el denunciado imperialismo ni sus aliados.































sábado, 21 de febrero de 2015

AUGUSTO CESAR SANDINO Y LOS “GOLPES SUAVES”

Adalberto Santana* - http://www.nacionalypopular.com/index.php?option=com_content&task=view&id=22853&Itemid=1

El 21 de febrero de 1934 fue fusilado en Managua, Nicaragua, Augusto Cesar Sandino.

El General de Hombres Libres mundialmente era reconocido por la gesta heroica que dirigió entre 1927 y 1933 cuando libró con su Ejército Defensor de la Soberanía Nacional de Nicaragua una guerra anti-intervencionista contra la ocupación militar estadounidense.

Tras largos años de desarrollar una guerra de guerrillas contra los marines norteamericanos, finalmente, las fuerzas sandinistas lograron derrotar al más poderoso ejército del mundo que había intervenido al pequeño país centroamericano.

En el fondo de esa intervención se expresaba, por un lado, el afán expansionista del imperialismo estadounidense por controlar los espacios estratégicos donde era viable realizar un canal interoceánico.

Por el otro, se expresaba la contradicción que tenían por una parte los intereses de los grandes monopolios petroleros norteamericanos e ingleses que entraban en pugna con las aspiraciones de la Revolución Mexicana y su gobierno por recuperar para la nación las riquezas petroleras que estaban en su subsuelo y que en esos años monopolizaban las compañías transnacionales en territorio mexicano.

Esta disputa se desarrolló a través de Nicaragua. La Revolución Mexicana apoyaba a las fuerzas sandinistas contra la intervención estadounidense.

Eran dos proyectos encontrados donde figuraban los intereses de las grandes potencias por seguir saqueando y explotando las riquezas naturales de los pueblos latinoamericanos.

Frente a ello emergía el proyecto emancipador que aspiraba a consolidar la defensa de la soberanía nacional rescatando precisamente esas riquezas naturales para el interés de las naciones latinoamericanas y de sus pueblos.

Para cumplir sus objetivos, la Casa Blanca había encontrado que, en esa fase de lucha que se libraba en América Latina, sus aliados locales eran las dictaduras militares y las oligarquías terratenientes que defendían los intereses imperiales.

En México había sido derrotada durante la fase armada de la Revolución Mexicana (1910-1914) la dictadura porfirista que figuraba como un aliado de los monopolios imperialistas.

En Venezuela el aliado natural del imperialismo estadounidense era la dictadura de Juan Vicente Gómez (1908-1936). En Nicaragua lo fue la dictadura militar de los Somoza, que se prolongó desde el asesinato de Sandino hasta el triunfo de la Revolución Popular Sandinista ocurrida el 19 de julio de 1979.

Por eso aquel acontecimiento, el aniquilamiento de la resistencia sandinista con el fusilamiento del General de Hombres Libres, fue medular en la historia de Nicaragua y de América Latina.

Con ello se trataba de descabezar a la dirigencia del movimiento revolucionario que había humillado al imperialismo norteamericano al derrotarlo política y militarmente durante la fase de la guerra anti-intervencionista que desarrolló Sandino y su guerrilla popular contra el más poderoso ejército del mundo.

Por ello Washington, cuando se vio obligado a retirar sus tropas de territorio nicaragüense en los inicios de 1933, encontró que la mejor forma de proteger sus intereses era dejar antes de su partida una estructura militar, y así formó la Guardia Nacional de Nicaragua, dejando a la cabeza como jefe director de la misma al general Anastasio Somoza García.

La forma de vencer finalmente toda resistencia en Nicaragua y de dar un ejemplo a otros pueblos y naciones de América Latina y el mundo fue descabezar el movimiento revolucionario en ese heroico país centroamericano. Por eso la idea del asesinato de Sandino fue concebida y ordenada por el embajador estadounidense en Nicaragua y por Somoza.

Los preparativos para llevar a efecto esos criminales propósitos fueron aprovechar la coyuntura de que Sandino y los principales miembros de su estado mayor habían visitado al presidente Juan Bautista Sacasa en la Casa Presidencial para negociar el desarme de la Guardia Nacional.

Al salir de ella, después de cenar ahí con el mandatario nicaragüense, el General de Hombres Libres y los generales sandinistas Estrada y Umanzor fueron detenidos y desarmados por efectivos de la Guardia Nacional.

Tras la detención, Sandino y sus hombres fueron llevados al campo de aviación donde fueron asesinados. Sus restos fueron ocultados sin conocerse el lugar donde habían sido sepultados.

Había sido un demoledor golpe a la causa sandinista y a las luchas de liberación nacional que se libraban en América Latina y el resto del mundo. El imperialismo norteamericano ejercía, a través de estos golpes duros, su poder hegemónico.

Hoy, a ochenta años de aquel magnicidio, de nueva cuenta los intereses de la Casa Banca se ejercen utilizando nuevas estrategias.

El escenario latinoamericano ya es otro con una clara mayoría de gobiernos progresistas y revolucionarios en la región (Cuba, Venezuela, Ecuador, Bolivia, Brasil, Argentina, Uruguay, Nicaragua, El Salvador y Guyana).

Sin embargo, por ello mismo la hegemonía estadounidense pretende revertir esta situación con los llamados golpes suaves, como los que se han realizado en Honduras (2009) y Paraguay (2010), y con la estrategia contrarrevolucionaria que se establece en estos momentos en Venezuela contra el gobierno del presidente Nicolás Maduro.

La estrategia de los nuevos llamados “golpes suaves”, es el mecanismo con que se pretende derrocar a gobiernos progresistas en el mundo. Particularmente en naciones estratégicas por sus recursos petroleros o mineros como Irak, Siria, Ucrania, y las latinoamericanas como Venezuela, Ecuador o Bolivia, entre otras.

La forma en que se ejercen estas nuevas estrategias golpistas es a través de la manipulación psicológica de las masas. Utilizando a diversos medios de comunicación, lanzando un discurso como lo ha propuesto el nuevo ideólogo del imperialismo estadounidense, Gene Sharp (quien en ensayo “De la dictadura a la democracia” y en su libro La política de la acción no violenta describe 198 métodos para derrocar gobiernos por medio de los “golpes suaves”. Este ideólogo de la derecha argumenta que el derrocamiento de gobiernos de izquierda debe aplicarse con base en una estrategia en la que se desarrollen las siguientes fases:

Primero: La promoción de factores de malestar y denuncia de corrupción.

Segundo: Campañas en defensa de DD.HH., libertad de prensa y acusaciones de totalitarismo.

Tercera: Reivindicación por demandas políticas y sociales, y toma de instituciones públicas.

Cuarta: Operaciones de guerra psicológica, clima de ingobernabilidad.

Quinta: Desarrollo de una guerra civil prolongada, se prepara la intervención militar extranjera, y se obliga la renuncia del presidente de la República.

De ahí la importancia que en estos momentos tiene, por parte de las fuerzas progresistas latinoamericanas y del mundo, esclarecer estas guerras que se promueven contra Venezuela o Siria, teniendo como ejemplo la experiencia de lo que significó hace 80 años el asesinato de Agusto C. Sandino por parte de las estrategias contrarrevolucionarias de la Casa Blanca y sus aliados locales.

jueves, 12 de febrero de 2015

La geopolítica de la cuestión nacional

Federico Bernal * - http://rinacional.com.ar/la-geopolitica-de-la-cuestion-nacional.html

En el balance de estos 204 años de vida, la "Argentina" semicolonial ha resultado clara vencedora. Su inserción en un "mundo" a imagen y conveniencia de sus intereses ha sido la clave del éxito. Sus clases dominantes, crecidas y desarrolladas desde la conquista española en función del mercado externo, se vieron obligadas a formarse en el arte del comercio y las relaciones internacionales para forjar aliados en calidad de socios, en una mancomunidad vital a su supervivencia. ¿Por qué? Sencillamente porque las élites fueron y serán siempre una insignificante minoría. Y en un país aún "en vías de autosuficiencia y emancipación" (en lugar de "en vías de desarrollo"), una minoría antipopular sin apoyo externo está condenada al fracaso, esto es, está absolutamente imposibilitada de someter a las masas y de ahogar las experiencias populares y democráticas germinadas de tanto en tanto al calor de las crisis del capitalismo internacional o de las catástrofes de administraciones locales (de facto o pseudodemocráticas) genocidas de pueblo e industrias. Qué pide el extranjero a cambio del apoyo brindado a sus socios de la semicolonia: un mercado estable y próspero para sus bancos, empresas y manufacturas (apertura indiscriminada, mercado interno pauperizado, excedentes exportables, dependencia financiera, industrial, científica y tecnológica, etc.).

El extranjero, socio de esas clases dominantes, instará a su vez a sus propios socios a tender un cerco común sobre cualquier intentona independentista surgida de la semicolonia. ¡Nada de financiar la creación de capitalismo autóctono y autónomo! ¡Nada de financiar y construir obras energéticas que mejoren la calidad de vida de la plebe! ¡Nada de satélites que hagan al granero del mundo posar su atención en el espacio! ¡Todo al suelo y a la tierra, que son granero del mundo! En fin, las semicolonias deben ser prósperas para los de afuera, mientras que subdesarrolladas, empobrecidas y excluyentes para los de adentro. El círculo virtuoso de la dependencia cierra así perfectamente, se retroalimenta y se torna casi invencible. En este sentido, la alianza estratégica con China –una pieza más aunque vital de la geopolítica internacional desplegada por nuestro país desde 2003– viene a romper dicho círculo; viene a desafiar la geopolítica de la semicolonia enquistada en el antiguo territorio de las Provincias Unidas desde la derrota del Plan de Operaciones.

LA PATRIA NO ES EL OTRO... ¡LA PATRIA ES LA ESTANCIA! Los recientes acuerdos suscriptos entre la Argentina y la República Popular China suscitaron el rechazo generalizado de la oligarquía doméstica y la gran burguesía mercantilista y parasitaria aglutinada en la Unión Industrial Argentina. Que nos endeudaremos de por vida; que nos devorará el imperialismo chino; que los chinos nos arrebatarán nuestras tierras, etc. El nacionalismo conservador suele brotar graciosa y espasmódicamente ante acuerdos de esta naturaleza. La Patria no es "el otro" para esta gente... ¡la Patria es la estancia! (y si el país puede repetir el récord del Centenario en la relación vacunos/habitantes de 4 a 1, ¡más Patria aún!). A propósito de los dichos de la UIA –oportunamente retrucados por el vicepresidente de ADIMRA, Juan Carlos Lascurain– importa decir que la primera, proclamada campeona del librecambio, deviene en furiosamente proteccionista toda vez que ve peligrar sus intereses, que por desgracia y en definitiva son los de las cámaras de comercio británica y estadounidense en la Argentina, intereses compatibilizados entre hoyo y hoyo en el Golf de San Isidro, y rubricados posteriormente durante algún festín del célebre y anual US Open del mismo deporte.
LAS PESADILLAS DE LOS PARALIZADORES DE YACYRETÁ Y ATUCHA II. En un artículo escrito esta semana con Ricardo De Dicco, director de Investigación Científica y Tecnológica del Observatorio OETEC, respondimos a los endeudadores seriales del pueblo argentino acerca de su preocupación de la cuestión financiera derivada de las obras energéticas acordadas con la República Popular China. En relación a las nuevas represas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic, cabe decir en primer lugar que las mismas tendrán unos 1.740 MW de potencia, aportarán el equivalente al 4% de la demanda nacional de energía y generarán entre 15 mil y 20 mil puestos de trabajo directos e indirectos, implicando la futura sustitución de 1200 millones de dólares en importación de hidrocarburos.

Asimismo, es clave destacar que los acuerdos incluyen transferencia tecnológica y la contratación de proveedores locales para los desarrollos de las obras civiles, equipos y montajes electromecánicos para la interconexión eléctrica, playa de 500 KV, transformadores, etc. Para los paralizadores de Yacyretá, estas dos enormes represas constituyen una horrible pesadilla. Para los ejecutores especializados en cierres y quiebras masivas de centenares de miles de pymes, la incorporación de industria nacional en las represas como en la 4ª y 5ª centrales nucleares es mucho más que una horrible pesadilla. Y para los endeudadores seriales y los amantes de inversiones extranjeras especulativas e improductivas, el hecho de que gracias al financiamiento de organismos chinos, las obras comenzarán a pagarse una vez operativas comercialmente (se pagarán con la propia energía generada y vendida a CAMMESA), la pesadilla muda en insoportable realidad.

BLINDAJE CHINO. A diferencia de lo acontecido con los gobiernos nacionales y populares durante los siglos XIX y XX, la Argentina del Bicentenario ha parido y viene consolidando una muy robusta geopolítica de la emancipación. A su alianza con Brasil y el fomento permanente del Mercosur, la creación de la Unasur, la CELAC y el Consejo de Defensa Suramericano, entre otros hitos regionales, debemos ahora agregar la asociación estratégica con China (además de los avances con Rusia, entre otros actores no occidentales). Que una Argentina en vías de ser otra cosa que eterno proveedor de rumiantes y clorofila se alíe a un país como China es algo inédito en nuestra historia y debe trascender los planteos (en su mayoría del propio campo popular) de si las condiciones del intercambio (manufacturas/materias primas) son o no son las óptimas o convenientes. China se guía por sus propios intereses, pero se trata de una potencia que a la hora de extender sus influjos y consolidar sus mercados interno y externo sale del patrón de expansión hegemónica (imperialista) anglo-sajón.

La nueva alianza sino-argentina será fructífera y colaborará con un desenvolvimiento genuino y progresivo de nuestras fuerzas productivas si la creatividad nacional y popular y la decisión política están, como lo indican los recientes acuerdos, a la altura de las necesidades de nuestra irresuelta cuestión nacional. La alianza y la asociación estratégica con China ya trasciende los planos meramente financiero y comercial: comienza a servir para  blindar los avances y las conquistas sociales, industriales, científicas, tecnológicas y energéticas de los últimos once años contra futuros embates privatizadores y derogadores. Y no está mal blindarse con socios extranjeros: ¡Desde 1810 que los enemigos domésticos del pueblo argentino nos tienen a maltraer gracias al auxilio foráneo!

DOS POTENCIAS DEL NUEVO ORDEN MUNDIAL EN ASCENSO. El desafío es inmenso y la oportunidad única. De la misma manera que una Argentina miembro destacado del G20, que ha logrado persuadir a los líderes del mundo emergente y de las naciones en "vías de autosuficiencia y emancipación" de que es posible sortear la crisis del capitalismo financiero y especulador sin recurrir a Friedman y Hayek; de que es posible reestructurar deuda y desendeudarse sin caer en el FMI ni en las garras del terrorismo financiero y especulador occidental, la República Popular China demuestra al mundo (y específicamente a los presuntos civilizados de Occidente) que se puede trabajar y avanzar en un nuevo orden de las relaciones internacionales basadas en una cooperación  de tipo "win-win".

En efecto, el especialista Wu Baiyi del Instituto de Estudios Latinoamericanos de la Academia China de Ciencias Sociales nos explica esa distinción clave: "China está experimentando con algo que ninguna otra gran potencia ha intentado antes: convertir en principio básico de las relaciones internacionales a la cooperación equitativamente provechosa entre naciones ["win-win"]. Bajo este nuevo liderazgo, China ha practicado articuladamente un enfoque más equilibrado a la hora de defender principios y buscar intereses, con el eje puesto en negociaciones basadas en la buena fe, la amistad, la justicia y la fuerza moral". Queda claro por qué ni a la semicolonia ni a sus socios extranjeros les conviene que dos potencias del nuevo orden mundial en ascenso como son la Argentina y China consoliden su alianza y asociación estratégica

* Dir. Observatorio de Energía, Tecnología e Infraestructura para el Desarrollo (OETEC)

lunes, 9 de febrero de 2015

Una oportunidad de cambio se echó a rodar en Europa

Por Luis Angió, desde Atenas* - http://www.marcha.org.ar/index.php/elmundo/europa/6411-una-oportunidad-de-cambio-se-echo-a-rodar-en-europa

A pocos días del triunfo de Syriza, en Grecia todo es normalidad. Las grandes catástrofes que pregonaban los partidos de derecha y todo el establishment en Europa quedaron desvirtuadas. El gobierno de Alexis Tsipras comenzó a poner en práctica una serie de medidas económicas para empezar a revertir los años de austeridad que afectaron a la gran mayoría de la población.

Las reuniones con los grupos económicos que hasta el domingo 25 de enero mandaban en Grecia se desarrollan con la expectativa propia de un poder que va a querer poner piedras en el camino del nuevo Ejecutivo. Un estudiante de 19 años lo resumió así: "Los griegos necesitamos volver a vivir".

Mientras camino por las calles de Atenas, me encuentro con un grupo de mujeres que está bajo una recova acampando con carteles y pasacalles. Uno de esos escritos indica que allí hay personas que están luchando por algo. El pasacalle dice: "¡Hasta la victoria siempre!", frase retratada por la clásica foto del Che Guevara.

Hablo con una de ellas. Es chilena y una más entre las 595 mujeres que desde hace más de 300 días fueron despedidas del trabajo de limpieza en dependencias del Ministerio de Economía. Recuerda que su lucha fue acompañada por Syriza y que Tsipras siempre estuvo a su lado, prometiendo que si accedía al gobierno serían reincorporadas.

Recorriendo algunos barrios de Atenas llego a Plakas, típico lugar donde se abarrotan los locales y negocios, especialmente instalados para el turismo. A pesar del invierno y del día destemplado, cientos de turistas recorren sus calles. Entro en los puestos de venta a consultar algo: la excusa es encontrar a alguien que hable castellano para poder entablar una conversación. A poco de recorrer, encuentro a un ateniense que se dedica a vender conjuntos deportivos de los equipos más famosos de Europa. Habla español. Le pregunto por quién votó y me dice que por Syriza. No parece ser una persona que esté en una mala situación económica y menos sin trabajo. Me comenta que está harto de los que siempre han gobernado y sólo se llenaron sus bolsillos. Que la corrupción es cosa de todos los días y que nunca se ha hecho nada. No se considera un hombre de izquierda pero votó a Tsipras porque está cansado de todo lo conocido y apuesta a un cambio.

Muchos de los que, con un 36% de votos, le dieron el triunfo a Syriza lo hicieron por este mismo motivo. Saben que los cambios no vendrán mágicamente. También saben que necesitarán el apoyo de otros sectores políticos de Europa, que dieron su aliento a este nuevo partido que hace cuatro años había logrado sólo el 4% en los anteriores comicios.

Un grupo de italianas e italianos que se denomina "La otra Europa con Tsipras" trae, además de su apoyo, la esperanza de que un triunfo de esta izquierda ayude a impulsar a otros movimientos europeos. Raffaella Bolini, una militante social que integra este grupo, relata que "aquí se puede romper el bloqueo único neoliberal que desde hace 30 años está en el poder en Europa".

La masiva movilización en Madrid el pasado 31 de enero, donde más de 200 mil personas se juntaron en la Puerta del Sol convocadas por PODEMOS, indica que otra Europa es posible.

El acuerdo con Griegos Independientes –un pequeño partido nacionalista de derecha que ha logrado representación parlamentaria y que en su plataforma plantea romper los acuerdos económicos con la Troika– mostrará en estos primeros meses de gobierno hasta dónde se podrá imponer un plan económico que saque de la pobreza y la miseria a los millones de griegos y que disminuya el 27% de desocupación actual.

Por lo pronto, Tsipras ya se encuentra recorriendo otros países de Europa, conversando con los principales gobernantes y explicando que Syriza no ha llegado al gobierno para destruir nada de lo que la derecha ha venido diciendo desde hace meses. Si lo consigue, será un indicio de que Syriza también están llegando al poder.

Con este panorama, parecería que el escollo más fuerte por sortear es la nueva "dama de hierro", Ángela Merkel, canciller alemana y representante de los grupos económicos financieros como el Banco Mundial (BM), el Banco Común Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI). Mientras tanto, una oportunidad de cambio se echó a rodar en Europa.

*Periodista del programa "Otras voces, otras propuestas" de Radio La Retaguardia