domingo, 28 de junio de 2015

EL GOLPE MILITAR DE 1966 - En vez de votos, botas

Por Mario Rapoport * - http://www.pagina12.com.ar/diario/contratapa/13-148485-2010-06-29.html

El 28 junio de 1966, un golpe militar, con la anuencia de sectores civiles, políticos y sindicales y una fuerte campaña previa de los medios de información –como la que soportaron Yrigoyen en 1930 y Perón en 1945 con resultados distintos–, depuso al presidente radical Arturo Illia. Las Fuerzas Armadas abandonaban así el rol tutelar que venían ejerciendo desde la caída de Perón, en 1955, sobre gobiernos emergentes de un régimen deslegitimado por la proscripción del peronismo. Al igual que en golpes anteriores, la desestabilización empezó mucho antes y los medios de la época tuvieron mucho que ver en ello, en especial los periodistas Mariano Grondona, Bernardo Neustadt y Mariano Montemayor, como señala Miguel Angel Taroncher en su libro sobre la caída de Illia. Esos periodistas contribuyeron “como parte integrante del poder mediático, a la campaña de prensa sobre la base de coincidentes mensajes críticos contra el gobierno” radical. A través de ellos jugaban sofisticadas revistas de opinión un rol que en golpes anteriores habían desempeñado periódicos de lectura masiva.

Las principales instituciones empresarias, por su parte, estaban también disconformes con lo que consideraban una excesiva intervención del Estado en la economía. Un documento inédito de la UIA hablaba de “la burocratización total de la vida económica [...] que conduce gradual pero persistentemente a la absorción de la empresa privada por el Estado [...]”. La misma “toma varias formas pero, para las actividades más importantes, casi siempre se resuelve en la obligada transferencia de la propiedad del empresario privado al Estado”. Estos conceptos parecían dejar traslucir que el gobierno de Illia era una antesala del de Fidel Castro. (Ponencia de la UIA para la XXII Asamblea de Aciel a realizarse del 4 al 6 de junio de 1966.)

Mariano Grondona, gestor del golpe en numerosos artículos, señalaba dos días después de haberse producido, las razones del mismo: “Arturo Illia no [había comprendido] el hondo fenómeno que acompañaba a su encumbramiento: que las Fuerzas Armadas, dándole el Gobierno, retenían el poder. El poder seguía allí, en torno de un hombre solitario y silencioso [el general Onganía]. [...]. Siempre ha ocurrido así: con el poder de Urquiza o de Roca, de Justo o de Perón. Alguien, por alguna razón que escapa a los observadores, queda a cargo del destino nacional. Y hasta que el sistema político no se reconcilia con esa primacía, no encuentra sosiego”. El gobierno había cometido el error de creer que gobernaba cuando en realidad los votos de la elección de Illia seguían siendo botas.

Pero la incógnita principal fue el rol que Estados Unidos jugó en el golpe. Dos años antes, en 1964, el gobierno de Washington había tenido una influencia decisiva en la caída del presidente brasileño Joao Goulart, a quien consideraban un “extremista”. Existe la transcripción de un diálogo entre el presidente Johnson y el secretario de Estado adjunto para Asuntos Interamericanos Thomas Mann, el viernes 3 de abril de 1964, tres días después de ese golpe. “Mann: Espero que Ud. esté tan feliz respecto al Brasil como lo estoy yo. LBJ: Lo estoy. Mann: Pienso que es lo más importante que ocurrió en el hemisferio en tres años” (tapes de la Casa Blanca, 1963-1964). En cambio, no surge de los documentos secretos que el Departamento de Estado hubiera intervenido directamente en la caída del primer mandatario argentino –en verdad no lo necesitaba–, pero estaba perfectamente informado de la existencia de sectores militares y civiles opuestos a los lineamientos programáticos de Illia y en procura de una oportunidad para provocar una “intervención” militar desde muy temprano, incluso desde antes de su asunción, en octubre de 1963. La carrera de Illia hacia los comicios de julio de 1963 se había desarrollado en un clima político interno signado por la proscripción del peronismo y de su líder, por lo que la UCR del Pueblo obtuvo la primera minoría y la nominación de su candidato en el Colegio Electoral con apenas el 25 por ciento de los votos. Este hecho cuestionaba la legitimidad de la victoria electoral; una “marca de origen” que constituiría el “caballito de batalla” permanente de la oposición política y, especialmente, de los sectores internos y externos que ya desde el inicio de la nueva administración comenzaron a tejer la trama conspirativa. El nuevo presidente accedería a la Casa Rosada con una minoría parlamentaria, hostilizado por la sistemática oposición de la dirigencia sindical y patronal y conviviendo con contradictorias tendencias conservadoras y populistas dentro del propio radicalismo.

Las políticas desplegadas, sin agitar demasiado las aguas, rescataban lineamientos básicos heredados de la intransigencia radical y del primer peronismo, con un trasfondo internacional marcado por propuestas económicas nacionalistas en boga en muchos países del Tercer Mundo. Esas orientaciones se manifestaron a través de cierta resistencia a las imposiciones del FMI, la concepción de un Estado inclinado al control y la planificación de la economía –como en caso de los productos farmacéuticos–, así como a la atención prioritaria al mercado interno. Se tomó también la decisión de denunciar y anular los contratos petroleros firmados por el presidente Frondizi.

Por supuesto, los servicios de inteligencia norteamericanos estaban bien informados sobre los planteos golpistas y sus principales protagonistas. Así lo testimonia un cable de la CIA al presidente norteamericano Lyndon Johnson, que se encuentra en los archivos de su presidencia, localizados en Austin, Texas. Allí se daba cuenta de la decisión de los altos mandos militares argentinos de promover el golpe para el mes de julio, aunque la acción podía adelantarse si la “crisis económica” se acentuaba. El informe reseñaba la “responsabilidad” y “seriedad” de los objetivos del futuro gobierno militar y enumeraba entre los involucrados a los generales Juan Carlos Onganía, Julio Alsogaray, Alejandro Lanusse y Osiris Villegas (CIA, 2/6/66, Country Files, Argentine Memos, Vol. II, Box 6).

Finalmente, el levantamiento militar tuvo lugar el 28 de junio y el gobierno surgido de la decisión golpista se autodenominó “Revolución Argentina”. El “caudillo” soñado por Grondona fue nombrado presidente con el objetivo primordial de mantenerse mucho tiempo en el poder: “un dictador es un funcionario para tiempos difíciles”, afirmaba el inefable periodista. El nuevo régimen pretendía imponer un proyecto de largo alcance, dotando al Estado de una organización tecno-burocrática, que Guillermo O’Donnell denominó “Estado Burocrático Autoritario”, capaz de poner fin a las pujas intersectoriales y políticas locales en el marco de la Doctrina de la Seguridad Nacional, que privilegiaba el accionar en el orden interno por parte de las Fuerzas Armadas contra los peligros del “extremismo” y la “disociación social”. Pero los tiempos económicos, sociales y políticos que proponía no pudieron llevarse a cabo. A través del Cordobazo la sociedad puso fin a esa forma criolla de “pseudomonarquía”. Grondona debió postergar por un tiempo sus sueños “caudillescos”, las Fuerzas Armadas se retiraron después de dos intentos frustrados de continuar en el mando y Perón volvió finalmente a la Argentina. Se abría una etapa vertiginosa cuyo desenlace dio paso al período más doloroso de nuestra historia, que comienza en 1976. El golpe militar que lo precedió diez años antes fue, sin duda, un primer ensayo.

Economista e historiador. Investigador superior del Conicet.

miércoles, 24 de junio de 2015

China, Latinoamérica y la geopolítica común

Alejandro Piscitelli - http://rinacional.com.ar/china-latinoamerica-y-la-geopolitica-comun.html

La supremacía mundial en términos comerciales de China sobre EE.UU comienza a agudizar sus conflictos para presentarlos al mundo.  Sus socios europeos tradicionales han empezado a coquetear con inversiones del nuevo banco mundial de iniciativa China.

En el viejo continente

El proyecto pretende integrar 50 mil millones de dólares en el Asian Infrastructure Investment Bank (AIIB) y 100 mil millones si India participa en el proyecto. La institución está diseñada para proporcionar fondos para infraestructura a la región Asia-Pacífico. China pretende capitalizar en una década al banco con un billón de dólares. Recordemos que el capital chino se reparte entre  China y Hong Kong.  Hong Kong sola tiene más del doble de reservas monetarias que Estados Unidos. Uno de los países interesados en participar es Inglaterra. George Osborne -ministro de finanzas inglés- pretende convertirse en un miembro fundador del banco chino además del auspiciante político de la construcción de centrales nucleares.

Del otro lado del Atlántico los cólicos no se hicieron esperar. EE.UU expresó su malestar con la decisión que rompía la tradición financiera de su principal aliado europeo aliándose con el enemigo. El antecedente fue un Tratado de Trans-Pacifico de libre comercio que dejó de lado a China. Así el gigante asiático le respondió quitándoles a aliados que ya no miran tanto hacia occidente.

Geopolítica China-Suramérica

Mientras tanto, por casa,  durante el mes de Mayo, se llevó a cabo una gira que tuvo por protagonista  a Xi Jinping quien en su paso por Latinoamérica cosechó proyectos que fortalecerán la relación comercial estratégica con el país asiático. La inversión total asciende a 261.000 millones de dólares desde el 2009, año en que este país se consolidó como primera potencia comercial a nivel mundial.

Venezuela es el principal receptor de fondos chinos en Sudamérica, con 56.000 millones de dólares en los últimos ocho años. Actualmente mantiene una deuda de 17.000 millones de dólares, que cancela en parte en petróleo y productos minerales del hierro. 

En Brasil el crecimiento bajo el “lulismo” del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) había anulado la influencia del Banco Mundial en la última década. Con igual resultado también en otros países latinoamericanos que tiene fluidas relaciones con Brasil. Pero USA aún tiene esperanzas de lograr boicotear y restringir al BNDES teniendo como instrumento en el gobierno Dilma Rousseff al ministro de hacienda Levy.

En Chile, el Banco Central de Chile y el PBC (Banco Central de la Republica Popular China) firmaron previamente un acuerdo bilateral sobre swap de monedas, vigente a contar también del 25 de mayo de 2015 el cual considera la apertura de una facilidad o línea por un monto máximo de hasta 2.200 mil millones de yuanes. Este acuerdo es válido por tres años, y será renovable por consentimiento mutuo de ambos bancos centrales. 

Además las autoridades de la República Popular China acordaron otorgar a Chile una cuota de  50 mil millones de yuanes en su programa denominado "Renminbi Qualified Foreign Institutional Investor" (RQFII), que permite a inversionistas institucionales extranjeros calificados invertir directamente en el mercado de valores de ese país.

Acortando distancias por tierra y por mar

El ferrocarril bioceánico, cuyo financiamiento estaría a cargo de China, es una de las obras de infraestructura más grandes de los últimos años, y podría iniciar su construcción en el 2018, aunque aún se deben realizar diversos estudios de factibilidad, informó la Asociación para el Fomento de la Infraestructura Nacional (AFIN). Este megaproyecto, que demandaría una inversión de US$ 10 mil millones, unirá por vía marítima el puerto de Tianjin en China con el puerto de Bayóvar en Perú, y desde allí un tren recorrerá más de 8 mil kilómetros, atravesando los Andes y la Amazonía, hasta el océano Atlántico, culminando en el puerto de Santos, en Brasil.

Chi explica que, a mediano plazo, básicamente las dos modalidades de inversión de China en la región serán la compra de materia prima y el establecimiento de empresas de capital mixto para la producción de esa materia prima.

En Nicaragua, China está financiando la construcción de un canal interoceánico que vendría a competir directamente con el de Panamá. En junio de 2013, el gobierno del presidente Daniel Ortega anunció la firma de un contrato por US$ 40.000 millones con HKND Group, la empresa que dirige el multimillonario de Hong Kong, Wang Jing: el monto le garantiza a China una concesión de 50 años por los derechos de construir el canal y otros 50 años para manejarlo.

Juego de Bases

El cuadro finaliza con la creación de bases militares que aseguren el final previsto de la historia: La Guerra. China ha comenzado a desarrollar bases militares navales en el mar que lo rodea de aliados de EE.UU. La militarización de dichas zonas son consecuencias del hostigamiento que ha provocado las fricciones geopolíticas en cuanto a su injerencia en América Latina y Europa.

China se abre paso ocupando el lugar que EE.UU ha dejado en América Latina al ver sus intereses en retroceso respecto del proceso de integración Suramericana en marcha. Europa da los primeros guiños al gigante asiático dada la caída comercial lenta y permanente gracias a la timba financiera que maneja los destinos de la especulación y la guerra.

Sin embargo, nuestros gobiernos no deben dejar de observar que China protege sus intereses al competir con EE.UU por tanto la estrategia económica y política es servirse de este mundo multipolar anteponiendo el interés de las grandes mayorías. Y, por sobre todas las cosas, debemos desarrollar una industria latinoamericana que le ponga valor agregado a nuestras materias primas. Sino haríamos un simple cambio de dueño sin romper la correa que nos ata.

Mientras tanto, los candidatos de la injerencia yankee desean pagar a los fondos buitre como Macri y su Vice o el gobernador mendocino manos de tijera Cornejo. En nuestros países hermanos la contraofensiva imperialista ha hecho pie en Ecuador y continúa en Venezuela. Nada fácil será la pelea sin unión verdadera.

Fuentes:

http://www.iprofesional.com/notas/192198-Qu-busca-China-a-cambio-de-sus-inversiones-en-Argentina-y-Venezuela

http://www.bbc.com/mundo/noticias/2014/07/140714_economia_china_america_latina_msd

http://www.theguardian.com/us-news/2015/mar/13/white-house-pointedly-asks-uk-to-use-its-voice-as-part-of-chinese-led-bank

http://www.latercera.com/noticia/negocios/2015/05/655-631202-9-banco-centrales-de-chile-y-china-firman-convenio-para-facilitar-uso-del-yuan-en.shtml

martes, 16 de junio de 2015

LAS BOMBAS SIGUIERON CAYENDO

Hugo Presman (Artículo publicado en 2005) - http://www.diariojunio.com.ar/noticia.php?noticia=69225

La niebla cubría Buenos Aires ese jueves frío que anticipaba el invierno cercano. El pronóstico meteorológico publicado en Clarín vaticinaba: “Nublado, probables lluvias ligeras y vientos leves del este”. En Punta Indio los aviones se aprontaban a despegar. El ataque estaba concertado para las 10 de la mañana. Se iba aprovechar una exhibición aérea, un  acto de desagravio a la memoria del Libertador antes los hechos ocurridos el sábado anterior, en la peregrinación de Corpus Christi, para atacar la Casa Rosada y asesinar a Perón. El acto estaba convocado para las 12 horas.

La Argentina estaba visceralmente dividida.

Los conspiradores habían fijado la fecha del magnicidio para el 22 de junio. La certeza de que habían sido descubiertos los llevó  a adelantar el ataque para el 16 de junio. Ello originó confusión en sus filas y que no contaran con el único apoyo firme en el ejército,  el General León Bengoa, jefe  de la tercera división de infantería con asiento en Paraná, Entre Ríos.

Son las cuatro de la mañana del 16 de junio en la base aeronaval  Punta Indio. El jefe del ataque aéreo, el Paul Tibbets vernáculo, es Néstor Noriega y arenga a los pilotos sin eufemismos: “Vamos a salir y vamos a bombardear la Casa Rosada. La Casa Rosada,  ¿entienden bien, no?

La ciudad duerme envuelta en una niebla espesa. Todo anticipa que no va a ser un día peronista.

AMANECE SOBRE LA CASA ROSADA

Perón llega a Balcarce 50 a las 6,15 de la mañana. En la nutrida agenda de ese día, está  primero un encuentro con el embajador de Canadá y luego el de EE.UU. Cuando está conversando con éste último, llegan las primeras noticias que movimientos sospechosos se registran en Ezeiza. Cuando la audiencia termina a las 8, recibe al Ministro de Ejército Franklin Lucero. Por razones de seguridad, el presidente se traslada al Ministerio de Ejército.

El frío, la oscuridad y la niebla enmarcan un escenario tenso saturado de incertidumbre.

LOS CONSPIRADORES

El magnicidio golpista tiene como sustento a la Marina y un amplio espectro civil. Radicales, conservadores, socialistas, comunistas nacionalistas.

La proclama del golpe fue redactada por el radical Miguel Ángel Zabala Ortiz, luego canciller del presidente Illia y por el conservador Adolfo Vicchi. El triunvirato que asumiría el gobierno se completaba con el socialista exiliado en Uruguay, Américo Ghioldi. 

Los cinco decretos que confeccionaron con fecha 16 de junio, según Daniel Cichero, autor del libro  “Bombas sobre Buenos Aires” fueron: a) Asunción del poder por parte de una “Junta de la Revolución Democrática” b) La intervención  a las provincias. Se designaría a los jefes militares de mayor rango como interventores en cada una de ellas c) La intervención de la CGT. d) La liberación de los prisioneros políticos, tanto civiles como militares. e) La imposición de la pena de muerte por fusilamiento a quién resistiera la autoridad de la nueva Junta.

El jefe de la conspiración es el vicealmirante Samuel Toranzo Calderón y su superior inmediato Benjamín Gargiulo, que da vía libre pero no quiere participar activamente.

Cuentan con la complicidad del Ministro de Marina del gobierno, el contralmirante Aníbal Olivieri,  que para disimular en un principio su participación se internó en el Hospital Naval el 15 de junio alegando una afección cardiaca. Como premio a sus servicios, después del golpe del 55 fue designado Embajador ante la ONU.

El plan es sencillo: bombardeo de la casa de gobierno y asesinato de Perón. Si sobrevivía a los bombarderos, el grupo de comandos civiles entre los que se encontraban Luis María de Pablo Pardo y Mario Amadeo, luego ministros de Eduardo Lonardi  y el eterno divagador en griego y sofista en castellano Mariano Grondona,  junto con la Infantería de Marina debían tomar la Casa Rosada y perpetrar el asesinato.

Samuel Toranzo Calderón instaló su comando en el propio Ministerio de Marina, la actual Prefectura Naval a cuatro cuadras de la sede del poder ejecutivo.

CUADRO DE SITUACIÓN  

El gobierno mostraba algunos síntomas de agotamiento. La crisis del 52/53 parecía superada y se había recurrido a algunas concesiones petroleras a la Standard  Oíl de California que la oposición aprovechaba levantando las banderas nacionalistas en forma poco creíble. Eran los mismos que habían caminado juntos, una década atrás, con el embajador norteamericano Spruille Braden  El conflicto con la Iglesia  permitió reconstruir la Unión Democrática de 1945, a lo que se sumaba el clero que había apoyado a Perón en 1946. Como respuesta al divorcio instrumentado por el gobierno  mediante el artículo 31 de la ley 14394 , seguido del intento de separar la Iglesia del Estado, se funda la Democracia Cristiana.

En ese contexto, la procesión de Corpus Christi el sábado 11 de junio  congregó una multitud que agrupaba en un llamativo contubernio a verdaderos creyentes, fanáticos chupacirios, agnósticos y ateos.

Al finalizar la concentración se quemó una bandera argentina que fue instigada desde el gobierno.

El enorme apoyo popular con que contaba Perón, fruto de la más importante distribución de ingresos de la historia argentina, de la protección del trabajador y la niñez, del fomento de la industria y de la nacionalización de los servicios y de las riquezas del suelo, contrastaba con errores evidentes en su política hacia la clase media, en su autoritarismo notorio, en su exacerbado culto de la personalidad. Eso permitía que los sectores económicos heridos por el peronismo, contaran con el apoyo de franjas significativas de la clase media, que le daba sustento popular a sus intentos de retrotraer el país a la situación anterior a 1943.

CONFUSIONES

Obviamente el desfile aéreo programado no se realizó pero una cantidad de pilotos que venían de Mendoza para participar del evento se sumaron al ataque.

Otro hecho fundamental para el éxito del golpe  era el apoyo de la VII Brigada de la Fuerza Aérea de Morón. Desde ahí debían partir los aviones para el homenaje y desagravio en la Plaza de Mayo convocado para las 12 horas. Dicha base tenía los modernos cazas a reacción Gloster Meteor que podía desbalancear el conflicto. Durante la mañana, en medio de la confusión reinante, la base fue leal y luego rebelde.

BOMBAS SOBRE BUENOS AIRES

La niebla parecía ser aliada  del gobierno. Recién a las 10,30 despegaron los aviones de Puerto Indio. A las 12,45, Néstor Noriega arrojó las primeras dos bombas sobre la Casa Rosada.En tres oleadas separadas por intervalos de horas se arrojaron sobre la Ciudad de Buenos Aires 14 toneladas de bombas, la mitad  de las que se utilizaron para destruir Guernica en la Guerrra Civil Española.

Los aviones utilizados por la armada fueron los North American AT6, los Beechraft AT 11 y los patrulleros – bombarderos Catalina. La fuerza aérea empleó los Gloster Meteor y DC3. La Casa Rosada quedó semidestruida, como 18 años más tarde pasó con La Moneda chilena.

Fue el bautismo de la aviación militar argentina. En septiembre, cuando derrocaron a Perón,  llevaban pintado en sus fuselajes la leyenda “ Cristo vence”. Un adelanto de la complicidad, 21 años más tarde, de la Iglesia con los terroristas de estado bendiciendo las armas y confortando a los que arrojaban prisioneros vivos al Río de la  Plata.

Se atacó además el Ministerio de Obras Públicas, la residencia presidencial conocido como Palacio Unzúe y donde hoy se levanta la biblioteca nacional, el Ministerio de Hacienda,  la Plaza de Mayo, el  Ministerio de Guerra, la CGT, el edificio de la Policía Federal, Ezeiza.

Bombas que caían sobre trolebuses colmados de civiles. Bombas que estallaban sobre la Casa de Gobierno donde había más de cuatrocientos civiles que por razones ignoradas no fueron evacuados.

Perón se había refugiado en los sótanos del Ministerio de Guerra. Los marinos y comandos civiles que debían tomar la casa de gobierno encontraron enconada resistencia en civiles peronistas armados. En el Bajo, se libró una larga y feroz batalla. Transitoriamente los sublevados tomaron Radio Mitre. Su proclama, entre otras cosas decía: “El tirano ha muerto. Nuestra Patria desde hoy es libre. Dios sea loado. Compatriotas: en estos momentos, las fuerzas de la liberación económica, democrática y republicana ya han terminado con el tirano. La aviación de la Patria al servicio de la libertad ha destruido su refugio y el tirano ha muerto” Hacia las 15 horas el Ministerio de la Marina estaba rodeada de civiles leales armados. El Ministro Olivieri y sus dos ayudantes, Emilio Eduardo Massera y Horacio Mayorga querían rendirse al Ejército y le temían a los civiles que rodeaban el edificio. En las negociaciones participó el General Juan José Valle y el mayor Pablo Vicente. Cuando la tarde moría, treinta y dos aviones y 122 aviadores de la Marina y la Fuerza Aérea descendían en Montevideo en una patética fuga. Gargiulo se suicidaba. Las primeras cifras provisorias arrojaban 229 muertos y 797 heridos. Las cifras definitivas nunca se conocieron. La magnitud de los hechos permite deducir que la cifra de muertos debe ser considerablemente mayor.

A las 17 horas habló Perón donde acusó a la Marina de Guerra como la culpable de la cantidad de muertos y heridos. Dijo textualmente: “Pero lo más indignante es que hayan tirado a mansalva contra el pueblo como si su rabia no se descargase sobre nosotros, los soldados que tenemos la obligación de pelear, sino sobre los humildes ciudadanos que poblaban las calles de nuestra  ciudad. Es indudable que pasarán los tiempos, pero la Historia no perdonará jamás semejante sacrilegio” 

La noche oscura se iluminó con las iglesias incendiadas.  La Curia Metropolitana y a los templos vecinos de San Ignacio, San Francisco, Santo Domingo, San Juan y La Piedad.

Tulio Halperín Donghi, un historiador académico muy considerado  y emblema actual de una historia escrita desde los vencedores, le dedica mucho más espacio a la quema de las iglesias que al bombardeo.

Perón dirigió un  nuevo discurso a la medianoche que entre otras cosas decía: “Es indiscutible qué toda acción se ha dirigido sobre mi persona, lo que me llena de satisfacción. Porque lamento mucho más lo que ha ocurrido al pueblo que lo que podría ocurrirme a mí.” Y luego trató de despegarse del incendio de las Iglesias: “El gobierno nacional deplora y condena enérgicamente los desmanes que en la víspera cometieron elementos comunistas en diversos sitios de la ciudad......Y repudia estos desmanes en los cuales no se ha respetado siquiera el recinto de los templos religiosos.”

CONSECUENCIAS POLÍTICAS     

El 16 de junio significó un triunfo militar y una derrota política. El crimen de lesa humanidad que significó los bombardeos sobre Buenos Aires fue contrarrestado exitosamente por la oposición con la propagandización  de la quema de los templos.

Perón primero llamó a la conciliación y abrió parcialmente las radios a la oposición. Efectuó una profunda reorganización ministerial que incluía entre otros a Raúl Apold y Ángel  Borlenghi. Este último sindicado como promotor del conflicto con la Iglesia. El primero una prenda de paz hacia la oposición.

Se suspendió por 180 días la convocatoria para la reforma constitucional en la que se trataría la separación del Estado y la Iglesia.

El 15 de julio anuncia la finalización de la revolución peronista y la apertura de la etapa constitucional del gobierno. Textualmente afirmó: “ Yo dejo de ser el jefe de una revolución para pasar a ser el presidente de todos los argentinos, amigos o adversarios”

Ofrece a las autoridades religiosas financiar la reconstrucción de los templos, propuesta que es rechazada.

Estos gestos aumentaron la soberbia de la oposición por lo cual Perón da un brusco giro que incluye su renuncia, el retiro de la misma y el famoso discurso del 5 por 1, pronunciado dieciséis días ante del golpe del 16 de septiembre.

Los civiles armados habían impresionado desfavorablemente al ejército que parcialmente, en un principio, se sumaría al golpe de septiembre.

La violencia irracional de los complotados de junio jugaría a su favor tres meses después. Para el ensayista Alejandro Horowicz: “ Lo de junio fue un ataque pensado como una explícita advertencia de hasta dónde estaban dispuestos a llegar si Perón no renunciaba”

En una carta que el Che le dirige a su madre a pocos días de ocurridos estos hechos criminales, reproducido en el libro de Cichero mencionado le dice: “... es impresionante que la gente llore porque le quemaron su iglesia dominguera, pero le parece la cosa más natural del mundo que revienten la cantidad de “negros” que reventaron. No te olvides que muchos de ellos fueron a morir por un ideal......y que cada “ negro” tenía su familia que mantener, y que los tipos que dejan en la calle a la familia del negro son los mismos que se van al Uruguay a darse golpes en el pecho por la hazaña de machos”

LAS BOMBAS SIGUIERON CAYENDO

Durante muchos de los años de los sesenta junios siguientes, las bombas que cayeron sobre Buenos Aires siguieron precipitándose sobre todo el país. Son las mismas bombas de junio las que perpetraron los abominables fusilamientos de José León Suárez, el cadáver errante de Evita,  la  noche de los bastones largos, los fusilamientos de Trelew, el terrorismo de Estado.  En el Plan Prebisch de la Revolución Fusiladora está el embrión de los planes de Álvaro Alsogaray, Federico Pinedo, Adalbert Krieger Vasena, Celestino Rodrigo, Alfredo Martínez de Hoz, Roberto Alemann, Juan Vital Sorouille, Domingo Cavallo, José Luis Machinea, de Ricardo López Murphy, de Domingo Cavallo nuevamente.

En los aviones de la Marina y la Aeronáutica de junio de 1955 con toda la cobertura civil de la Unión Democrática, están los antecesores de otros aviones clonados que arrojaron personas vivas al mar y al Río de la Plata.

En los aviones de la Marina Naval que bombardearon Plaza de Mayo despreciando la vida de sus compatriotas se podían visualizar los campos de concentración  de dos décadas más tarde de la cual la ESMA, el Auschwitz argentino, es el emblema del horror de los años de plomo.

Están las bombas presentes en el desmantelamiento  del Estado, en la distribución regresiva del ingreso que con el peronismo  llegó a que los asalariados pasaran de participar del 50% del Ingreso Nacional al 16% del 2001l.  Aquellas bombas llevaban en su interior, los cincuenta y cinco chicos diarios que  se morían  por causas evitables cuando amanecía el siglo XXI. Estaban implícitos en los veinte millones de argentinos que sobraban en el plan de la dictadura establishment militar que instrumentó Martínez de Hoz. Los sectores concentrados de la economía, los dueños del mercado siempre tienen a mano las bombas concretas que caen de los aviones, los seres humanos arrojados como bombas, o los planes económicos de ajuste, las políticas neoliberales perpetradas y arrojadas desde prolijas oficinas por pulcros funcionarios  recibidos en Chicago o Harvard. Las bombas de aquella oscura y neblinosa mañana de junio, aquellos muertos de la histórica Plaza, eran un anticipo de lo que se venía. Los transeúntes, los estudiantes, el oficinista que salía a comer un sándwich, la novia que iba en busca a su compañero, la familia que venía a presenciar el desfile, el taxista, cayeron bajo las bombas criminales. La niebla de junio engendraba la noche y niebla de la dictadura criminal de 1976.

Preanunciaba desde la heroica resistencia Peronista del “ Luche y Vuelve” escrito con carbón en las paredes a  la gesta civil de las Madres y las Abuelas de Plaza de Mayo en los años de plomo.

Son numerosos los actores criminales de aquella jornada y la de septiembre qué participaron posteriormente desde distintos lugares en los hechos criminales de las cinco décadas siguientes. Todo eso lo sintetizó con notable precisión un cómplice de aquellos acontecimientos: “Se acabó la leche de la clemencia”. Cuando se proscribió la clemencia y se entronizaron  las políticas liberales  empezó a desaparecer la leche para la infancia, las industrias, el trabajo, el Estado de Bienestar.

En junio de 1955, comenzó el largo invierno argentino que tuvo pocas y reconfortantes primaveras. Esas primaveras a las que hay que consolidar para que sean permanentes y que no nos bombardeen con las bombas de la injusticia.

viernes, 12 de junio de 2015

La nueva geopolítica del petróleo

Ignacio Ramonet - http://www.lr21.com.uy/mundo/1237223-nueva-geopolitica-del-petroleo-ignacio-ramonet

¿En qué contexto general se está dibujando la nueva geopolítica del petróleo? El país hegemónico, Estados Unidos, considera a China como la única potencia contemporánea capaz, a medio plazo (en la segunda mitad del siglo XXI), de rivalizar con él y de amenazar su hegemonía solitaria a nivel mundial. Por ello, Washington instauró secretamente, desde principio de los años 2000, una “desconfianza estratégica” con respecto a Pekín.

El presidente Barack Obama decidió reorientar la política exterior norteamericana considerando como criterio principal este parámetro. Estados Unidos no quiere encontrarse de nuevo en la humillante situación de la Guerra Fría (1948-1989), cuando tuvo que compartir su hegemonía mundial con otra “superpotencia”, la Unión Soviética. Los consejeros de Obama formulan esta teoría de la siguiente manera: “Un sólo planeta, una sola superpotencia”.

En consecuencia, Washington no deja de incrementar sus fuerzas y sus bases militares en Asia Oriental para intentar “contener” a China. Pekín constata ya el bloqueo de su capacidad de expansión marítima por los múltiples “conflictos de los islotes” con Corea del Sur, Taiwán, Japón, Vietnam, Filipinas… Y por la poderosa presencia de la VIIª flota de Estados Unidos. Paralelamente, la diplomacia norteamericana refuerza sus relaciones con todos los Estados que poseen fronteras terrestres con China (exceptuando a Rusia). Lo que explica el reciente y espectacular acercamiento de Washington con Vietnam y con Birmania.

Esta política prioritaria de atención hacia el Extremo Oriente y de contención de China sólo es posible si Estados Unidos logra poder alejarse de Oriente Próximo. En este escenario estratégico, Washington interviene tradicionalmente en tres ámbitos. En primer lugar, en el ámbito militar: Washington se encuentra inmerso en varios conflictos, especialmente en Afganistán contra los talibanes y en Irak-Siria contra la Organización del Estado Islámico. En segundo lugar, en el ámbito de la diplomacia, en particular con la República Islámica de Irán, con el objetivo de limitar su expansión ideológica e impedir el acceso de Teherán a la fuerza nuclear. Y, en tercer lugar, en el ámbito de la solidaridad, especialmente con respecto a Israel, para quien Estados Unidos sigue siendo una especie de “protector en última instancia”.

Esta “sobreimplicación” directa de Washington en la región (particularmente después de la Guerra del Golfo en 1991) ha mostrado los “límites de la potencia norteamericana”, que no ha podido ganar realmente ninguno de los conflictos en los cuales se ha implicado fuertemente (Irak, Afganistán). Conflictos que han tenido, para las arcas de Washington, un coste astronómico con consecuencias desastrosas incluso para el sistema financiero internacional.

Actualmente, Washington tiene claro que Estados Unidos no puede realizar simultáneamente dos grandes guerras de alcance mundial. Por lo tanto, la alternativa es la siguiente: o Estados Unidos continúa implicándose en el “pantanal” de Oriente Próximo en conflictos típicos del siglo XIX; o se concentra en la urgente contención de China, cuyo fulgurante impulso podría anunciar a medio plazo la decadencia de Estados Unidos.

La decisión de Barack Obama es obvia: debe hacer frente al segundo reto, pues éste será decisivo para el futuro de Estados Unidos en el siglo XXI. En consecuencia, este país debe retirarse progresivamente –pero imperativamente– de Oriente Próximo.

Aquí se plantea una pregunta: ¿por qué Estados Unidos se ha implicado tanto en Oriente Próximo, hasta el punto de descuidar al resto del mundo, desde el fin de la Guerra Fría? Para esta pregunta, la repuesta puede limitarse a una palabra: petróleo.

Desde que Estados Unidos dejó de ser autosuficiente en lo que al petróleo se refiere, a finales de los años 1940, el control de las principales zonas de producción de hidrocarburos se convirtió en una “obsesión estratégica” norteamericana. Lo cual explica parcialmente la “diplomacia de los golpes de Estado” de Washington, especialmente en Oriente Medio y en América Latina.

En Oriente Próximo, en los años 1950, a medida que el viejo Imperio Británico se retiraba y quedaba reducido a su archipiélago inicial, el Imperio estadounidense lo reemplazaba mientras colocaba a la cabeza de los países de esas regiones a sus “hombres”, sobre todo en Arabia Saudí y en Irán, principales productores de petróleo del mundo, junto con Venezuela, ya bajo control estadounidense en la época.

Hasta hace poco, la dependencia de Washington respecto al petróleo y al gas de Oriente Próximo le impidió considerar la posibilidad de retirarse de la región. ¿Qué ha cambiado entonces para que Estados Unidos piense ahora en retirarse de Oriente Próximo? El petróleo y el gas de esquisto, cuya producción por el método llamado “fracking” aumentó significativamente a comienzos de los años 2000. Eso modificó todos los parámetros. La explotación de ese tipo de hidrocarburos (cuyo coste es más elevado que el del petróleo “tradicional”) fue favorecida por el importante aumento del precio de los hidrocarburos que, en promedio, superaron los 100 dólares por barril entre 2010 y 2013.

Actualmente, Estados Unidos ha recuperado la autosuficiencia energética e incluso está convirtiéndose otra vez en un importante exportador de hidrocarburos. Por lo tanto, ya puede por fin considerar la posibilidad de retirarse de Oriente Próximo, con la condición de cauterizar rápidamente varias heridas que, en algunos casos, datan de más de un siglo.

Por esa razón, Obama retiró casi la totalidad de las tropas norteamericanas de Irak y de Afganistán. Estados Unidos participó muy discretamente en los bombardeos de Libia y se negó a intervenir contra las autoridades de Damasco, en Siria. Por otra parte, Washington busca a marchas forzadas un acuerdo con Teherán sobre el tema nuclear y presiona a Israel para que su gobierno progrese urgentemente hacia un acuerdo con los palestinos. En todos estos temas se percibe el deseo de Washington de cerrar los frentes en Oriente Próximo para pasar a otra cuestión (China) y olvidar así las pesadillas de Oriente Próximo.

Todo esto se desarrollaba perfectamente mientras los precios del petróleo seguían altos, cerca de 100 dólares el barril. El precio de explotación del barril de petróleo de esquisto es de aproximadamente 60 dólares, lo que deja a los productores un margen considerable (entre 30 y 40 dólares el barril).

Aquí es donde Arabia Saudí ha decidido intervenir. Riad se opone a que Estados Unidos se retire de Oriente Próximo. Sobre todo si Washington establece antes un acuerdo sobre el tema nuclear con Teherán, lo que los saudíes consideran demasiado favorable a Irán. Además, según la monarquía wahabita, expondría a los saudíes, y a los suníes en general, a convertirse en víctimas de lo que llaman “el expansionismo chií”. Hay que tener presente que los principales yacimientos de hidrocarburos saudíes se encuentran en zonas de población chií.

Considerando que dispone de las segundas reservas mundiales de petróleo, Arabia Saudí decidió usar el petróleo para sabotear la estrategia norteamericana. Oponiéndose a las consignas de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), Riad decidió, contra toda lógica comercial aparente, aumentar considerablemente su producción y hacer de ese modo bajar los precios del petróleo, inundando el mercado de petróleo barato. La estrategia dio rápidamente resultados. En poco tiempo, los precios del petróleo bajaron un 50%. El precio del barril descendió a 40 dólares (antes de subir ligeramente hasta aproximadamente 55-60 dólares actualmente).

Esta política asestó un duro golpe al “fracking”. La mayoría de los grandes productores estadounidenses de gas de esquisto están actualmente en crisis, endeudados y corren el riesgo de quebrar (lo que implica una amenaza para el sistema bancario norteamericano que, generosamente, había ofrecido abundantes créditos a los neopetroleros). A 40 dólares el barril, el esquisto ya no resulta rentable. Ni las excavaciones profundas “off shore”. Numerosas compañías petroleras importantes ya han anunciado que cesan sus explotaciones en alta mar porque no son rentables, provocando la pérdida de decenas de miles de empleos.

Una vez más, el petróleo es menos abundante. Y los precios suben ligeramente. Pero las reservas de Arabia Saudí son suficientemente importantes para que Riad regule el flujo y ajuste su producción de manera que permita un ligero aumento del precio (hasta 60 dólares aproximadamente) pero sin que se lleguen a superar los límites que permitirían reanudar la producción mediante el “fracking” y en los yacimientos marítimos a gran profundidad. De este modo, Riad se ha convertido en el árbitro absoluto en materia de precio del petróleo (parámetro decisivo para las economías de decenas de países entre los cuales figuran Argelia, Venezuela, Nigeria, México, Indonesia, etc.).

Estas nuevas circunstancias obligan a Barack Obama a reconsiderar sus planes. La crisis del “fracking” podría representar el fin de la autosuficiencia de energía fósil en Estados Unidos. Y, por lo tanto, la vuelta a la dependencia de Oriente Próximo (y también de Venezuela, por ejemplo). Por ahora, Riad parece haber ganado su apuesta. ¿Hasta cuándo?

Ignacio Ramonet  - Periodista español. Presidente del Consejo de Administración y director de la redacción de “Le Monde Diplomatique” en español.

domingo, 7 de junio de 2015

Rodolfo Walsh

http://www.rodolfowalsh.org/spip.php?rubrique2

Rodolfo Walsh es el más cabal ejemplo de lo que debe ser un periodista y su deber.
Un periodista no puede ni debe esconderse detrás del disfraz de la imparcialidad «objetivista», el deber de cada periodista, como testigo escriba de la realidad no es reportarla solamente sino cargar con ella y admitir que se es parte de la misma. Jamás un periodista puede manejar la información como un biólogo analiza la materia desde un tubo de ensayo, y Walsh marcó ese camino, no sólo con sus escritos, sino con su ejemplo. Walsh era un periodista militante, y en ello dejó la vida.
Se puede afirmar que Walsh, con una enorme formación cultural, estuvo lejos del vedetismo, y Rodolfo Walsh, como decía Oesterheld, era un «héroe en grupo», jamás individual, aunque su obra le merece los lauros que le corresponden como ser humano.
Walsh no sólo hacía periodismo, aunque algunos busquen acotarlo a esa etiqueta ocultando su rol de militante popular. Era también un destacado escritor que supo mezclar la ficción aplicándola a la realidad. En el mundo de las academias de periodismo se enseñaba la obra de Truman Capote, «A sangre fría» (1966) como la primer novela periodística, inaugurando un género que sería explotado de ahí en más. Pero esto fue producto de entregarle el premio a un escritor de un país central. Sin quitarle méritos a Capote, en los últimos años y en el mundo entero, «Operación Masacre» es aceptada como la primer obra en su género y Walsh como fundador del mismo, y camino que seguiría transitando en trabajos como «¿Quién mató a Rosendo?» o «El caso Satanowsky».
Apasionado de la investigación, Walsh participó en Cuba de la fundación de la agencia Prensa Latina, donde volcó toda su inteligencia en la sección «Servicios Especiales». Fue él mismo quien desencriptaría un cable de una embajada del imperio estadounidense y descubriera cuándo y donde se daría lo que luego fue la invasión a Playa Girón: el resultado fue que la gusanera entrenada por la CIA y con apoyo aéreo estadounidense, se encontró con que al momento de querer desembarcar, todas las fuerzas revolucionarias repelieron la agresión del Imperio. Walsh, desde una pequeña oficina del barrio El Vedado, entre papeles y cables, había prestado un servicio que visto a la luz de la historia, fue crucial.
El resto de la historia es conocida, y en este sitio trataremos de suplir todos juntos, entre ustedes y nosotros, para rearmar la historia Walsh, e intentaremos ser dignos de su legado. Él buscó romper el cerco de la Dictadura y hoy el muro es levantado por las corporaciones multimediáticas, porque como Walsh encabezara los cables de ANCLA, «millones quieren ser informados y el terror se basa en la incomunicación», y en tal sentido, el esfuerzo está en romper el aislamiento «como satisfacción ética de un acto de libertad».


lunes, 1 de junio de 2015

Las Jornadas del 17 de Octubre de 1945 en la ciudad de La Plata

Abigail Rodriguez - http://rinacional.com.ar/las-jornadas-del-17-de-octubre-de-1945-en-la-ciudad-de-la-plata.html

La realidad surgida al calor de los acontecimientos mundiales y de factores internos, dio origen a una nueva clase trabajadora proveniente de las entrañas del mismo país, a través de la migración campo a la ciudad. Esta sociedad naciente no podía ser contenida en las viejas estructuras, y encontró la representación de sus tan postergadas reivindicaciones en la figura de un Coronel, Juan Domingo Perón.

El epicentro de aquella revolución fue el corazón del país, la histórica plaza de Mayo. El actor fundamental de la transformación social y política que encarnaría Perón, el pueblo trabajador que dio vida a aquel movimiento, se expresó en los más recónditos rincones del país, y desde cada punto de la Patria, se movilizaron hacia la plaza. 

En la Ciudad de La Plata, los acontecimientos se desenvolvieron rápidamente. Según testimonios de algunos presentes, el día 16 llegaron algunos afiches que convocaban a la marcha: “TELEFÓNICOS ARGENTINOS EXIGEN LA LIBERTAD DEL CNEL. PERÓN”. A lo que se le agregaría “EL 17 DE OCTUBRE A PLAZA DE MAYO A LAS 19HS.”

El 17, los trabajadores discutían en los sindicatos, fábricas y en la ciudad la información que llegaba de las ciudades vecinas sobre activistas que irían a rescatar al Coronel Perón, preso en Martín García.

Llegó a la ciudad una manifestación procedente de la vecina ciudad de Berisso, conducida por obreros y dirigentes de fábricas, que se encontró con la multitud proveniente de Ensenada y los miles que espontáneamente se encontraban en La Plata, todos mantenían una única consigna “rescatar a Perón”.

Se dirigieron a la Plaza de La Plata, frente a la Casa de gobierno, donde varios oradores arengaban al pueblo reunido, entre ellos una enérgica mujer, trabajadora de uno de los frigoríficos, pronunció un encendido discurso frente a los 20.000 presentes, ante quienes también habló René Orsi, miembro de FORJA.

Entre las 17 y las 18hs. se resolvió ir a Plaza de Mayo, en cualquier auto, camión o vehículo que se dispusiese.  Algunas intendencias, a pedido de los dirigentes, prestaron camiones del Ejército para movilizar a los trabajadores a la Plaza, recuerda Armando Urrea que pasaban por el puente sobre el Riachuelo sin inconveniente, incluso los policías apostados en el puente aplaudían su paso, al igual que la gente que se encontraba en distintas ciudades.

“Las caravanas estaban nutridas por obreros de los frigoríficos, de la Destilería de YPF de Ensenada, de la textil, etc. Nadie puede osar en arrogarse, personalmente, haber sido propulsor de este evento. Fue una reacción y expresión general y popular de todos los trabajadores del músculo y del pensamiento”. Relató Horacio Moreno, un ferviente activista de estas jornadas en la ciudad de La Plata.

A casi 70 años de las jornadas del 17 de Octubre de 1945, hecho que marcó un antes y un después en la historia de los argentinos, y latinoamericanos, recordamos sus profundos orígenes, que dieron sustento y fueron la causa de ese gran movimiento nacional, el cual supo encausar las viejas y olvidadas reivindicaciones del pueblo oprimido y explotado, que a partir de entonces ingresaría a la historia; en palabras de Scalabrini Ortiz: “Eran los hombres que están solos y esperan que iniciaban sus tareas de reivindicación. El espíritu de la tierra estaba presente como nunca creí verlo.”