domingo, 9 de octubre de 2016

Vuelve el FMI, retorna la angustia



La última vez que el Fondo Monetario Internacional felicitó de tal manera al gobierno de nuestro país eran los tiempos de la crisis del gobierno de De La Rúa. Desempleo, pobreza, ajuste y represión. Era la máxima capitulación del patrimonio nacional ante la gran banca internacional, se entregaron los destinos de millones a la miseria, muchos de los cuales aún hoy no se pueden recuperar. Ayer como hoy el FMI exige las mismas medidas a tomar, en pos de beneficiar a los capitales para los que trabajan a costa del hambre del pueblo argentino, del presente y futuro.

En pos de garantizar la mayor transferencia posible de la renta nacional al exterior en beneficio del capital financiero, es necesario que el país expoliado tenga un gobierno que garantice la fluidez de la salida de la riqueza generada en él. Para concretar la salida (intermediada por bancos con asiento en EEUU, la UE, Panamá, etc.) se la convierte en dólares, cuyo acceso garantizará totalmente el gobierno vendepatria. Para toda esta estrategia se empeña aquello que sea necesario por parte del Estado; su presupuesto, sus bienes y su crédito, obteniendo los recursos en última instancia a costa del ajuste sufrido por el pueblo.

El organismo de mayor infamia a nivel mundial, que se encarga de coordinar créditos, defender a los grandes bancos, dictar informes económicos y las medidas económicas necesarias para el sometimiento de los países, es seguramente el FMI.Para comprender las medidas tomadas, las felicitaciones y muchos de sus dictados es necesario aclarar cuáles son sus resultados y el significado que esconden.

En el 2000 el FMI decía que  “el ajuste encarado genera un efecto positivo sobre el riesgo país, al mismo tiempo puede dificultar la reactivación (…) En el corto plazo, hay un efecto directo recesivo, que sólo podría ser compensado en forma indirecta por la baja de tasas de interés provocada por la caída del riesgo país.” Vale decir que mientras los argentinos perdíamos salario y caíamos en la pobreza, lo bueno era que ahora nos podíamos endeudar a una tasa de interés un poco más baja. Una de las opciones que ofreció fue que nuestro país adoptara el dólar como moneda, como había hecho poco tiempo antes Ecuador, medida cuyas secuelas aún vive al día de hoy.

También sostenía que en los años próximos nuestro PBI crecería entre el 3% y 4% anual. Siempre y cuando se diera “un férreo control fiscal y a la aprobación de la reforma laboral”. Quiere decir  llevara a cabo la suba de impuestos y la pérdida de derechos laborales. Algo que se realizó. Pero nuestro PBI cayó entre el 3% y 10% en los años siguientes. Ya comenzamos a ver lo que significan las palabras del FMI, este año dicen que caerá un 1,8% y el próximo creceremos 3,5%,  si sus análisis son igual de acertados que antes seguramente estaremos peor en los próximos años.

Ahora pasamos a extraer textualmente citas del último informe del FMI, junto con el los nuevos delegados del FMI y su misma directora general felicitaron al gobierno de Macri. Para ellos, durante el kirchnerismo “los niveles de consumo eran insosteniblemente elevados”. Por lo que los millones de argentinos recuperamos poder adquisitivo estábamos viviendo ostentosamente. Si el lector en algún momento del gobierno anterior; tuvo empleo, mejoró su salario, accedió a un auto o vivienda, una mejor educación o mejoro su nivel de vida en cualquier  forma,  que sepa que para el FMI eso está mal y no tiene porque tener un salario, vivienda o una alimentación digna. Usted es argentino y eso es insostenible. Pero tipos como Macri y su gabinete pueden duplicar su patrimonio en un año y tener varios millones escondidos en paraísos fiscales o los bancos pueden aumentar en más del 60% sus ganancias anuales aunque den menos créditos.

Su mayor preocupación era que “entre las distorsiones microeconómicas se encontraban una extensa red de controles administrativos (por ejemplo, barreras comerciales, restricciones cambiarias y controles de precios.” Por lo tanto para el FMI  la protección de la producción, el empleo y el consumo era un asunto que debía terminar. Ahora el tipo de cambio y la  economía la controla absolutamente “el mercado”, vale decir las grandes empresas que sostienen una posición dominante en su sector.

Otro logro es que “El aumento de las tarifas de los servicios públicos los ha acercado a los precios internacionales”. Ahora las grandes prestadoras privadas de servicios públicos pueden llevarse una mayor tajada del bolsillo argentino y por lo tanto mas ganancias para su casa central.

“El acuerdo con los acreedores ha hecho posible el regreso a los mercados internacionales de capital, tanto para el sector público como para el privado”. Ahora que vamos a entregar todo a los buitres y aumentamos en  50 milmillones dólares la deuda pública, podemos volver a endeudarnos todos.

“Se está reconstruyendo la agencia estadística nacional, permitiendo la generación de datos fidedignos y de mejor calidad sobre la inflación, el comercio internacional, el mercado laboral y el producto.” Por si el lector no lo sabe, los intereses de muchos bonos de deuda pública están ligados al nivel de inflación. Éste era uno de los puntos de mayor discusión y que más resaltan como positivo, ya que con los nuevos números aumentaran las ganancias de los acreedores internacionales.

Por último marca como necesario “Un plan fiscal a mediano plazo (…) Afianzando la gestión del gasto público, mejorando más la gobernabilidad e incrementando la eficiencia del gasto público (…) Por último, un crecimiento vigoroso, sostenido y equitativo requerirá la implementación de un ambicioso programa de reformas del lado de la oferta.” La primera parte quiere decir recorte presupuestario  y reducción del empleo público.

Eso de “reformas del lado de la oferta” para el FMI significa la desregulación de los servicios de transporte, las telecomunicaciones y los servicios públicos. Es decir que estas empresas tengan menores controles, impuestos y sigan con aumentos de tarifas. En estas medidas se incluyen que las empresas de carácter público pasen a ser privado, es decir las privatizaciones. A ello suman como medidas complementarias como “las reducciones en los beneficios por desempleo, beneficios por desempleo y las leyes de protección al trabajador”. 

El FMI ha vuelto con las recetas de ajuste, deuda, reforma laboral y privatizaciones, para el dolor de los argentinos.

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