domingo, 15 de agosto de 2010

Argentina - De la generación de los 70 a la militancia juvenil kirchnerista

Por Sebastián Artola* - http://redaccionrosario.com/noticias/index.php?q=node/9390


1) Un nuevo fenómeno atraviesa la vida política nacional: la emergencia de una militancia juvenil nacional, popular y kirchnerista.

En un ciclo corto que podemos trazar entre el conflicto con la Mesa de Enlace y las patronales rurales hasta la puja por la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, hemos visto proliferar de manera creciente una participación cada vez más masiva de jóvenes en movilizaciones y convocatorias en apoyo a las iniciativas políticas del gobierno nacional.

De origen social diverso, con importante presencia de sectores medios pero también con no menor protagonismo de sectores populares; nucleados a través de disímiles experiencias organizativas, en muchos casos nacidas desde la propia iniciativa de un puñado de militantes; con el predominio de una fuerte apuesta a la “construcción desde abajo”. Una agenda de inquietudes que van desde los derechos humanos, la economía social, la cultura popular, hasta las nuevas formas de comunicación y la renovación política. Y una identidad donde confluyen de manera diversa peronismo, izquierda, setentismo y latinoamericanismo; este nuevo activismo juvenil se ha constituido en uno de los sectores más dinámicos y novedosos del kirchnerismo.

Dinámico: en el sentido del carácter activo de la militancia, la rápida capacidad de movilización, la consistencia organizativa y el sesgo creativo de la intervención en el debate público, eso que ya varios analistas denominan como “minoría intensa”. Novedoso: en relación a que el kirchnerismo es el único espacio de la política nacional que cuenta con este tipo de militancia.

Por supuesto que el mismo se inscribe dentro de un proceso más general que tiene que ver con la recomposición de la base de apoyo social al gobierno, el cual se empezó a hacer visible durante los primeros meses de este año, conformado principalmente por los sectores más humildes de nuestra sociedad, donde fue decisiva una medida como la Asignación Universal por Hijo y el rol persistente de los movimientos sociales afines al gobierno. Los asalariados formales, donde es clave la política oficial de alianza con las centrales obreras y promoción del empleo y recuperación del poder adquisitivo del salario a través de las paritarias y el Consejo del Salario Mínimo, Vital y Móvil; y una franja en expansión de sectores medios progresistas, que dio encarnadura social al debate contra el discurso mediático hegemónico y hoy se moviliza por el matrimonio igualitario frente a la corporación eclesiástica.

Sin embargo, es posible establecer algunos rasgos particulares que presenta este nuevo activismo juvenil, a partir de un breve repaso por nuestra historia reciente, que permita pasar en limpio algunas marcas que tallan sobre este renovado vínculo entre juventud y participación política.

2) En perspectiva de mediano plazo, los acontecimientos del 19 y 20 de diciembre de 2001 y la política de derechos humanos del gobierno nacional significarán dos momentos más que importantes para la relación entre juventud y política.

Los primeros, contienen un traspié decisivo al “no te metás” de los 80 y a la antipolítica de los 90. Estos días y los posteriores van a encontrar a muchos jóvenes en las calles puteando no sólo contra un gobierno que una vez más había defraudado las expectativas de cambio y respondía con represión a las demandas populares, sino también desafiando a un sistema político que excluía la participación social.

Sin dudas, este acontecimiento dejará huellas que marcan hasta incluso hoy cierta dinámica de la política argentina, y sin el cual es difícil pensar la etapa de cambios que se abrió a partir de 2003.

Para los jóvenes implicará un retorno al espacio público. De la mano del enfrentamiento con la policía y la desobediencia al estado de sitio, poníamos en cuestión el recurso del miedo para inmovilizar, que tan bien había funcionado desde la dictadura, haciendo propio el reclamo –no sin los grises y ambigüedades con que se planteaba éste– de una participación más directa y protagónica en las decisiones colectivas, y una exigencia de renovación política con un fuerte rechazo a la “clase política” neoliberal. Y esto, creo, es una nota fuerte que dejó como saldo la puesta en crisis de la representación política neoliberal en nuestro país.

La construcción de experiencias organizadas más sustantivas en términos democráticos, con estructuras flexibles y abiertas, capaces de contener la pluralidad y promover una vida interna que otorgue a la toma de decisiones un fuerte carácter colectivo, es un rasgo muy propio de las características que asumió la participación popular pos diciembre de 2001.

Esto, por supuesto, no niega en sí mismo la representación o la constitución de liderazgos, como muchos mal interpretaron. Lo que sí puso en debate fueron los términos y los procesos a través de los cuales se fueron constituyendo los mismos – desprendidos del sustrato popular, en proporción a la captura de la política por la corporaciones económicas y mediáticas–, exigiendo su reformulación desde el diálogo directo con las demandas sociales y en procesos permanentes de abajo hacia arriba y viceversa.

La reconstrucción de la autoridad política a manos de Kirchner a partir de 2003 es ejemplo de ello. La definición de un nuevo vínculo entre política y demandas populares; la interpelación desde el discurso oficial al sujeto popular; la convocatoria a la movilización y a la acción directa para respaldar medidas de gobierno; la toma de decisiones públicas con el oído puesto en el reclamo social; y la apertura del Estado a los movimientos sociales y a los organismos de derechos humanos, son muestras de los términos en que se relegitima el liderazgo político y la representación después de 2001.

Ahora bien, en la juventud esta sensibilidad es más intensa. La distancia con que se fue fijando el vínculo con la política en los años de democracia, explican buena parte de esta primera desconfianza. Hubo que esperar un conflicto como el de la Mesa de Enlace, donde fue visible como nunca antes qué poderes y sectores sociales renegaban de este gobierno, para que se empiece a ver una creciente presencia juvenil en las manifestaciones de apoyo a este proceso político.

Y, por supuesto, la Ley de Medios. La batalla por la democratización de la información congregó a cientos de miles de jóvenes en la vigilia nocturna en que se aprobó la norma en el Senado, en un claro acto de toma de la palabra, tras años de estar sustraída por el discurso único y en donde el joven como tal, durante el ciclo de captura de la política por los medios hegemónicos, apareció estigmatizado según las épocas y las modas.

El año que lleva de una situación a la otra es el de la mayor proliferación y crecimiento de adhesiones juveniles, a través de numerosas agrupaciones de todo tipo o de experiencias novedosas como la de los “blogueros” o los “autoconvocados 6-7-8”.

En segundo lugar, la política de derechos humanos llevada adelante desde el 2003 permitió empezar a suturar esa fractura generacional que produjo la última dictadura cívico militar y el terrorismo de Estado, y continuaron los sucesivos gobiernos democráticos.

Quienes nacimos en los años de la dictadura crecimos “huérfanos” de un relato político sobre los años 60 y 70. La política de derechos humanos del alfonsinismo mientras duró, lo fue a condición de clausurar el debate y la reflexión sobre lo sucedido en la década del setenta. La historia que se construía demonizaba lo hecho en el pasado, para arrancar con las estelas del horror de los últimos años de la dictadura y meterse enseguida en la agenda de temas que definían el camino sobre el que iba a surcar el retorno democrático al país.

Lo cierto es que sobre este manto de silencio, nuestra generación transitó casi instintivamente un trabajoso camino de reconstrucción de un punto de partida, constitutivo para cualquier identidad, que –por supuesto– nunca es un inicio en el vacío, sino que se inscribe en una historia colectiva. Con la guía de la labor incansable, que en soledad y bajo la hegemonía social de la teoría de los dos demonios, llevaron adelante sobrevivientes y organismos de derechos humanos.

La nueva política de Estado iniciada en el 2003 propició el encuentro entre memoria histórica, política y derechos humanos. A partir de un presidente que hacía visible su pertenencia a la generación de los setenta y se consideraba “hijo de las Madres de Plaza de Mayo”; la derogación de las leyes de Obediencia Debida, Punto Final y los Indultos; el retiro del cuadro de Videla en la Esma; la recuperación de nuevos nietos y el avance de los juicios a los represores. Nuestra generación, por primera vez, sintió de manera sustantiva que algo tenía que ver con la de los 70 y cada vez más jóvenes se empezaron a reconocer como hijos de las Madres y su lucha.

Así, fue posible empezar a reponer la palabra política desde su dimensión colectiva, solidaria y transformadora, a través del reestablecimiento del puente histórico con la generación política de la que somos hijos.

Por supuesto, que esta apropiación de los setenta carga con un fuerte desafío. Esto está en debate y en cómo lo resolvamos se encuentra una de las claves para las posibilidades de resituar en términos generacionales el vínculo entre juventud y política. Una relación lineal y acrítica con los setenta, clausura más de lo que habilita a recrear una identidad política juvenil que si quiere ser masiva debe dar cuenta de los cortes históricos, de los cambios profundos y de las siempre renovadas demandas, intereses, prácticas y representaciones que cada generación porta.

Es necesario un vínculo dinámico, abierto y creativo que resignifique el legado de los 70, en función de la carga de historicidad que toda construcción política popular y transformadora –que para ser tal– debe contener, pero que también permita proyectarlo hacia el contexto político actual, haciéndolo profundamente contemporáneo, a través de dar cuenta de las particularidades que caracterizan las prácticas políticas, sociales y culturales del presente.

3) Como parte del proceso de repolitización de la sociedad argentina que produjo el kirchnerismo, un sector creciente de jóvenes comenzó a establecer un renovado compromiso con la práctica política.

Este nuevo activismo juvenil –en proporción significativa, organizado en las bisagras de las estructuras políticas oficiales del kirchnerismo– no deja de señalar un debate que hace a los claroscuros de las lógicas sobre las que se afirma la fuerza política propia del gobierno: la tensión entre lo que podemos llamar como la “lógica de gestión” y la “lógica militante”. Entendiendo por la primera la práctica circunscripta a la administración de las cosas, de manera acrítica, despolitizada, y, en consecuencia, inhibida del potencial transformador que todo lugar institucional tiene en el marco de un proyecto político popular. Y por la segunda, la noción de que la política es una práctica colectiva que interviene de manera transformadora sobre la realidad.

Por supuesto que la presencia de la primera es propia de las contradicciones de todo proceso de cambio y una marca profunda de la herencia neoliberal de los 90. En cómo redefinamos esta ecuación también están cifradas las perspectivas mediatas y de largo alcance de reformular el sistema político y fortalecer los partidos, en clave de sustancializarlos, democratizarlos e ideologizarlos, sobre el fondo de un renovado compromiso ciudadano con la política y lo público. Lo que siempre redunda en la posibilidad de un horizonte más pleno para la democracia y, en paralelo, en el debilitamiento de la capacidad de las corporaciones y los poderes económicos de someter a los partidos políticos a sus intereses, aún a costa de las propias historias de aquellos.

Ahora bien, el desafío para quienes afirmamos la militancia como concepto central de la política es construir una idea de ésta que no niegue la gestión, sino que la incorpore, imprimiéndole la politicidad, la dimensión colectiva, la subjetivación y la inscripción social propia de la lógica militante.

Tal vez ahí sea cuando la política despliega de manera más plena su capacidad de transformación. Esto, claro, nos empuja a definir una nueva idea militante. Una noción de militancia integral que comprenda dualidades muchas veces planteadas en términos dicotómicos: gestión-transformación; deliberación-decisión; pluralidad-homogeneidad; crítica-convicción; pasión-responsabilidad; individualidad-totalidad; horizontalidad-verticalidad; participación-representación.

Lo que implica resignificar la noción de militancia desde una perspectiva profundamente democrática y popular: es decir, en tanto práctica encarnada en el proceso popular, y no como exterioridad al mismo; promotora del protagonismo colectivo en la construcción de toma de decisiones; y donde la juventud se inscriba como parte del mismo –y no como un todo, que conduzca a conocidos desacoples entre la práctica política y lo popular– desde una concepción movimientista de la articulación del sujeto popular y los modos en que despliega su participación política.

La oportunidad es histórica. Por primera vez, desde el retorno a la democracia los jóvenes estamos ante la posibilidad de trazar una nueva relación entre participación y política que nos permita forjar la primera generación militante del siglo XXI; decisivo para las posibilidades presentes y futuras de consolidar y profundizar un proyecto político de Nación, democrático y con justicia social.


(*) Movimiento Martín Fierro. Juventud del Movimiento Santafesino por la Justicia Social
http://www.encuentroproyectonacional.blogspot.com/

viernes, 13 de agosto de 2010

EE.UU - La democracia tutelada por la CIA

Germán Gorraiz López - http://alainet.org/active/40103

La Agencia Central de Inteligencia (CIA, Central Intelligence Agency) fue creada en 1947 por Henry Truman, sustituyendo a la Oficina de Servicios Estratégicos(OSS) para investigar sin necesidad de autorización judicial, expedientes administrativos y fiscales. La inicial filosofía de la organización era dotar al Presidente de un segundo punto de vista elaborado por civiles, frente al aportado por los militares de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) y fue llamada en código "Campus", al proceder la mayoría de los cuadros iniciales de la Universidad de Yale, (incluso el sistema de almacenamiento de datos fue el mismo que el de la Biblioteca de Yale).
 
Hasta Eisenhower, la CIA fue únicamente la organización de inteligencia central para el gobierno de los Estados Unidos y estuvo detrás de múltiples tareas de entrenamiento de insurgentes y desestabilización de gobiernos contrarios a las políticas del Pentágono, pero el looby financiero y la industria militar (ambos fagocitados por el looby judío) no pudieron resistir a la tentación de crear un gobierno de facto que manipulara los entresijos del poder , derivando en la aparición de un nuevo ente (la CIA paralela), refrectaria a la opinión pública y al control del Congreso y Senado de los Estados Unidos..
 
El presidente Eisenhower, un año antes del fin de su mandato , pronunció un discurso premonitorio de la posterior mutación del inicial "Campus" hasta el Gobierno en la sombra que tutela la democracia estadounidense en la actualidad y de la que son rehenes todos los Presidentes elegidos democráticamente: "En los consejos del gobierno, tenemos que estar atentos a la adquisición de una influencia ilegítima, que sea o no proyectada por el complejo militar-industrial. El riesgo del desarrollo de un poder usurpado existe y persistirá. Jamás permitiremos el peso de esta conjunción amenazar nuestras libertades o los procesos democráticos . Nada debe considerarse como ganado. Solo una vigilancia y una consciencia ciudadana pueden garantizar el equilibrio entre la influencia de la gigantesca maquinaria industrial y militar de defensa y nuestros métodos y metas pacífica, de tal forma que la seguridad y la libertad puedan acrecentarse de concierto".
 
Los desencuentros Kennedy-CIA-FBI:
 
Kennedy recibió de la CIA un "regalo envenenado" bajo la envoltura del proyecto de invasión de Cuba, elaborado por la CIA durante la administración de Eisenhower para derrocar al régimen de Fidel Castro y que culminó con el conocido fiasco de la invasión de la Bahía de Cochinos(abril,1961),pues el Presidente Kennedy, después de dar el visto bueno al proyecto, se echó atrás en el último momento y retiró el prometido apoyo de la aviación y la flota norteamericana, con el consiguiente descrédito de la CIA a los ojos de todo el mundo.
 
Su Acusada inexperiencia política quedó  plasmada en actos como relevar al legendario Director General de la Agencia, Allen Dulles, e intentar remodelar sus estructuras colocando al frente de la misma a gente de su confianza así como menospreciar como rival a Hoover y enfrentarse abiertamente a su poder omnímodo, intentando su sustitución al frente del FBI por Edward Kenned,con lo que tras la nominación de Robert Kennedy como Fiscal General la Troika Kennedy habría conseguido la entronización del reino de Camelot para varias generaciones.
 
Las diferencias entre Kennedy y la CIA volvieron a resurgir en octubre de 1962, durante la crisis de los misiles cubanos. La CIA vio la gran oportunidad para invadir la isla , pero las negociaciones entre Kruschev y Kennedy anularon el plan de la CIA ,herida de nuevo en su orgullo
 
Ördago de Kennedy a la CIA paralela:
 
Además, a mediados de noviembre de 1963, Kennedy decidió desinfectar la CIA de los virus patógenos inoculados por los lobbys de presión (cuyo paradigma serían los Rockefeller al participar en los lobbys financiero, industria militar y judío y uno de cuyos miembros, David sería el impulsor de Trilateral Comission” (TC) o Trilateral ( 1973).Consciente de las dificultades de tan ardua misión,en un discurso en la Universidad de Columbia el 14 de Noviembre, Kennedy admite que "existen fuertes presiones de grupos de poder de USA para convertir el cargo de Presidente en algo meramente figurativo", pues el 21 de Noviembre de 1963, el presidente firma la orden ejecutiva 11490 , que permite en caso de emergencia disponer al gobierno de medidas excepcionales, incluso para cualquier dictadura
 
A pesar de todo, fiel a su espíritu rebelde, prosigue con su intento de reconvertir la CIA en un aparato controlable por el poder político y poco antes de partir para Dallas, comentó a sus íntimos asesores: “Tenemos que enfrentarnos a la CIA...” y el mismo día, un emisario secreto iniciaba con Castro las primeras negociaciones para llegar a un acuerdo.
 
Ello suponía un claro órdago a la CIA paralela verdadera detentora del poder en la sombra y enquistada profundamente en todos los aparatos de poder de los EEUU, por lo que sus dirigentes en la sombra, procedieron a la gestación de una trama endógena que se encargó del Golpe de Mano contra la legalidad democráticas del sistema político estadounidense que culminó con el Magnicidio de Kenney (Dallas, 1963).
 
Dicho complot sería una auténtica obra de ingeniería laberíntica, que tendría como cerebros a la citada CIA paralela y como colaboradores necesarios al exilio anticastrista en Miami y sus conexiones con la Mafia y al FBI de Hoover, a Lee Harvey Oswald como cabeza de turco y ejercicio de distracción para engañar a los sabuesos y como daño colateral el nacimiento de un sistema político tutelado por la nueva CIA , quedando desde entonces como rehenes todos lo sucesivos Presidentes electos hasta la irrupción en la escena política del díscolo Obama.
 
Golpe de Estado de la New -CIA con George W. Busch:
 
Hasta el mediático atentado de las Torres Gemelas (conocido como 11-S), la CIA legal languidece lentamente y sus propios agentes confirmaban, según el NY Times que les resultaba "casi imposible aportar información estratégica y eran consultados mayoritariamente para cuestiones tácticas",
 
Sin embargo, en los sótanos de la Compañía, se estaba fraguando un verdadero Golpe de Estado virtual que tendría su detonante en el impactante atentado atribuido a Al Qaeda , quedando entronizada la lucha contra el Eje del Mal (Irak, Irán y Corea del Norte) como leit motiv de la miopía política del nefasto mandato de George W. Busch, entronizando de paso a Bin Laden como icono del Imperio del Mal.
 
Así, el congresista Ron Paul, caracterizado por su incontinencia verbal, dirigió a sus seguidores el siguiente mensaje: Se ha ejecutado un golpe de estado ¿ya supieron? Es el golpe de estado de la CIA.- La CIA es la que controla todo, hasta el ejército. Son los que están ahí metiendo misiles y bombas en los demás países… Y por supuesto la CIA es tan cerrada como la Reserva Federal… Y aún así piensen en el daño que ha hecho desde que fue creada (después de) la Segunda Guerra Mundial. Son un gobierno en sí mismos. Están en los negocios, en el de los narcóticos, quitan dictadores. Necesitamos sacar a la CIA”.
 
La jugada maquiávelica de la New-CIA:
 
Colin Powell, Secretario de Estado, había recomendado a sus colegas en la Administración Bush evitar una guerra sin la aprobación clara de la ONU y fue utilizado por la CIA para servirse de su prestigio militar y probada honestidad. Así, en el 2004, la nueva CIA ya legalizada, se encarga de suministrarle "informes de inteligencia" dudosa sobre las armas de destrucción masiva en Irak para justificar la intervención militar de EEUU e invadir Irak, anzuelo que tragaron todas los aliados de EEUU que pasaron a engrosar las filas de un ejército liberador que tenía como objetivo confeso la destitución del satanizado Sadam Hussein y como interés real el control de los vastos recursos petrolíferos de Irak.
 
La Troika formada por RumsfeldHayden y Cheney monopoliza el poder de EEUU:
 
Poco más de un mes después del 11-S, el gobierno de George W. Bush secretamente decidió anular una de las principales protecciones constitucionales de este país bajo la justificación de su lucha contra el “terrorismo” dentro de Estados Unidos, según documentos oficiales revelados a finales de 2005 en una serie de reportajes en el New York Timesla existencia de un programa secreto de intervención de comunicaciones dentro de este país.
 
Según una investigación del Washington Post, desde el 2002 se estableció la Oficina de Apoyo Estratégico (SSB), que trabajó clandestinamente sin limitaciones legales y bajo las órdenes del secretario de Defensa, Ronald Rumsfeld., entre cuyas acciones estarían los sangrantes episodios de vulneración de los Derechos Humanos en Abu Ghraib y Guantánamo,y la entronización del “golpe de estado blando o virtual”, del que sería paradigma Honduras y en junio de 2009, Leon Panetta, director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) anuló el Programa Phoenix, un programa dirigido por Cheney para asesinar a dirigentes de al-Qaeda, iniciado en 2001 después de los ataques del 11-S y mantenido en secreto ante el Congreso de EE.UU y el Pentágono estaría meditando clausurar una unidad de contra-inteligencia creada por el Rumsfeld conocido como Talon, incluía información sobre acciones de protesta contra la guerra de ciudadanos estadunidenses, rememorando el espionaje militar de civiles que protestaban la guerra en Vietnam .
 
El pulso Obama-New CIA:
 
Tras la significativa erosión de la imagen de EEUU en el mundo tras los sangrantes episodios de vulneración de los Derechos Humanos en Abu Ghraib y Guantánamo, una de las primeras decisiones de Obama fue firmar una orden ejecutiva para exigir el cierre de la prisión en la base naval de Guantánamo en el plazo de un año. Sus asesores buscan ahora los mecanismos legales para finiquitar el "limbo jurídico" de Guantánamo, un espacio virtual fruto de la ingeniería jurídica del llamado "Comité de Guerra" ( nombre en clave del selecto grupo de juristas y asesores que trabajaron a las órdenes de la Troika formada por RumsfeldHayden Cheney), verdaderos detentores del Poder durante el nefasto mandato de George W. Busch, razón por la que el anunciado cierre deberá retrasarse hasta el 2011
 
Su inexperiencia política quedó plasmada en actos temerarios, como la decisión de Obama de desclasificar documentos secretos que involucran a la CIA en técnicas de interrogatorio basadas en la tortura física y psicológica y que le habría granjeado la peligrosa enemistad de la New- CIA, representada en la Troika formada por Rumsfeld, Hayden y Cheney,
 
Sin embargo, Obama dejará que el viento del olvido cubra con su manto el vidrioso tema de la persecución de los responsables de haber legitimado la tortura, pues sus asesores le habrían advertido de las previsibles consecuencias que una acción de ese tipo podría suponer para su Presidencia (véase Magnicidio de Dallas), decisión que a pesar de suscitar una clara decepción en la organización defensora de los derechos humanos "Human Rights Watch" (HRW) y serias críticas de AI, sería apoyada por el 60% de los encuestados.
 
La labor torpedeadora de la New- CIA :
 
El presidente estadounidense, Barack Obama, habría aparcado el proyecto del Escudo de Misiles Antibalísticos (NDM), sustituyéndolo por "un nuevo sistema de defensa antimisil móvil" , pero tras esta espectacular declaración, se escondería una jugada maquiavélica que intentaría convertir a Rusia en colaborador necesario en la salvaguarda de la paz y estabilidad mundiales y caso de llegarse a un acuerdo entre ambas partes, con la Ratificación del Nuevo Tratado START, podríamos asistir la sustitución de la doctrina geopolítica del unilateralismo de Busch por la del  Multilateralismo
 
Sin embargo, el camino por recorrer se antoja sumamente complicado, pues debe ser ratificado por el Parlamento ruso y por los dos tercios (67 escaños) del Senado de EEUU, por lo que no es descartable que la CIA aproveche la ocasión para mediante el filibustering, lograr que su tramitación en Senado se dilate en el tiempo a la espera de un nuevo Presidente más propicio a sus intereses y en  esta dinámica cabría incluir el rocambolesco episodio de la aparición sorpresiva en EEUU de una célula durmiente o embrionaria de espías rusos, fruto de un soplo interesado de la New- CIA para manipular la voluntad de los senadores a la hora de ratificar el nuevo Tratado Sart firmado en abril entre Obama y Putin.
 
Las tensas relaciones EEUU-Karzai:
 
El presidente Obama llegó a Afganistán en una visita sorpresa para reunirse con su homólogo afgano Hamid Karzai y tratar, entre otros, el tema de la corrupción de las autoridades locales, tras el evidente enojo de la Casa Blanca por los continuos desaires del Karzai en su política de asilar a Irán , plasmados en las recientes visitas del presidente afgano a China e Irán , donde mencionó la “múltiple identidad de Afganistán como una sociedad plural de antigüedad pre-islámica en su intento de escapar de la tutela obligada por el protectorado norteamericano en su estrategia contra los talibanes.por lo que el Pentágono habría iniciado la búsqueda de un sustituto a Karzai al no gozar ya de su confianza.
 
Así, mediante una operación de propaganda orquestada por la New-CIA, sería acusado del inicio de conversaciones secretas que tendrían como mediador a su hermano Ahmed Wali para la gestación de un Gobierno de Coalición islamista entre pastunes y talibanes ( con el objetivo de conseguir en unas elecciones anticipadas la legitimación democrática en las urnas en el horizonte del 2011 y proceder a la creación de la República Islámica de Afganistán), lo que exigiría la retirada de las tropas de EEUU y la consecuente pérdida de presencia en un país considerado por el alto mando de EEUU "como pieza geoestratégica vital " en el rompecabezas del Oriente Medio
 
Por todo ello, no sería descartable la creación de un ambiente propicio al golpe de Estado y posterior derrocamiento de Karzai, reviviendo uno de los aspectos más oscuros de la política exterior de Kennedy (el derrocamiento y asesinato del presidente survietnamita Diem ( 1963)y el posterior incremento de su apoyo militar a Vietnam, acelerando la escalada que llevaría a los Estados Unidos a un callejón sin salida, ya que Estados Unidos y la OTAN tienen ya 150 mil  soldados , insuficientes para una estrategia expansiva que  contrarreste la ofensiva de los talibanes, por lo que Obama podría firmar en el 2011 la retirada progresiva de tropas de Afganistán ,decisión que no será compartida por su vicepresidentes Biden ni por el Pentágono y que sin duda será aprovecha por la New-CIA para reorientar la situación mediante métodos expeditivos y lograr que EEUU vuelva a la sendas de la democracias tuteladas por la CIA.

jueves, 12 de agosto de 2010

Bolivia - Una opción civilizatoria con rostro indígena

Isabel Rauber - http://alainet.org/active/40086

Acceder al gobierno nacional: un paso de esperanza
 
El gobierno que emergió en Bolivia en diciembre de 2005 y asumió en enero del 2006, que convocó, realizó la Asamblea Constituyente, que convocó y ganó el Referéndum Revocatorio en el 2008 y que nuevamente convocó y ganó la presidencia del país y el gobierno nacional en las elecciones del 2009, es un gobierno de nuevo tipo: emergido de las luchas sociales de los pueblos indígenas, construido también con el protagonismo de los movimientos sociales, de trabajadores, de campesinas y campesinos, entre los que se destaca el movimiento cocalero.
 
Evo Presidente, es la frase que sintetiza desde fines de 2005 la gran esperanza de los pueblos de Bolivia y del continente todo. El nudo central de su programa de gobierno constituye la búsqueda de soluciones a los reclamos históricos de las comunidades indígenas, organizaciones sindicales mineras, campesinas y urbanas. Por ello, entre sus primeros pasos destaca la convocatoria y realización de la Asamblea Constituyente, y la recuperación de los recursos energéticos del país orientada, entre varias razones, a la creación de un fondo para atender las políticas sociales.
 
Entre los objetivos prioritarios del gobierno se encuentra la lucha contra la discriminación étnica y la exclusión social y cultural, la erradicación de la pobreza, poner fin a la dependencia y el saqueo, refundar el Estado a partir de reconocer y articular su carácter plurinacional, construyendo una sociedad intercultural, basada en una democracia participativa que abra cauce al florecimiento de las autonomías de las comunidades (de sus identidades, cosmovisiones y modos de vida), trabajando colectivamente para construir un Estado plurinacional, que proyecte a sus habitantes al centro del quehacer social, político, cultural del Estado y el gobierno, es decir, ampliando raizalmente la democracia, transformándola. Tales serían, entre muchos, los ejes centrales del quehacer estatal-gubernamental en lo que puede considerarse el período inicial del primer gobierno de los movimientos indígenas y sociales del continente. De ellos, considero importante destacar –a los fines de este análisis , elementos centrales de su propuesta integral, intercultural y descolonizada del desarrollo, el bienestar y el progreso sociales.
 
Una concepción diferente del desarrollo y el progreso
 
Por diversos caminos, las reflexiones actuales más maduras en este tema convergen en un punto: El “desarrollo” capitalista alcanzado (en el Norte), resulta hoy indeseable (además de inalcanzable). Es inalcanzable porque las “periferias” han sido excluidas del diseño y los planes de hegemonía del capital global actual (salvo como territorios sirvientes) y no tienen cabida en ellos. Es indeseable porque el carácter destructivo y devastador que conlleva va dejando en claro que ese “modelo” va a continuar con la depredación de la naturaleza, con el saqueo, con las guerras, es decir, continuará sembrando la muerte. Precisamente por ello es incapaz de promover, defender y garantizar la supervivencia humana y natural del planeta; tampoco ofrece soluciones a la situación de miseria, enfermedades, analfabetismo, carencia de infraestructura y exclusión crecientes de amplias capas de la población del planeta.
 
Estas razones, entre otras, hacen que el debate del desarrollo integre lo político, social, cultural y ético, además de lo económico. Y en la Bolivia de hoy, esto se articula directamente con la lucha por la erradicación de la pobreza, con la propiedad de los recursos energéticos, con las posibilidades de acceso a los servicios y el goce de los derechos por parte de toda la ciudadanía, es decir, con la democracia. Desarrollo y democracia guardan –en esta concepción una relación directa biunívoca.
 
Tomando como punto de partida las propuestas de los movimientos indígenas, campesinos y sociales, el gobierno que encabeza Evo Morales Ayma presenta en el 2006, un Plan Nacional de Desarrollo que condensa esta nueva cosmovisión integral de vida y modos de vida, y define políticas públicas para hacerla realidad. En esto se resume y proyecta –sustantivamente lo nuevo: se supera el ámbito teórico reflexivo; las ideas y propuestas iniciales cobran vida, se concretizan y desarrollan en la acción político-social transformadora.
 
Atendiendo a los alcances de este sucinto análisis, deseo llamar la atención sobre un elemento sobresaliente de dicho Plan: la unificación de los caminos del desarrollo con los de la erradicación de la pobreza, de la desigualdad y la exclusión étnico-social.
 
Una de las primeras cuestiones puestas en cuestión han sido los conceptos “pobreza” y “pobres”, pues ellos invisibilizan los procesos de empobrecimiento y exclusión a los que fueron sometidos histórica y sistemáticamente los pueblos indígenas desde los tiempos de la conquista y colonización. Consiguientemente, los programas orientados a la eliminación de la pobreza en Bolivia están anudados a la eliminación de los mecanismos de empobrecimiento constante de los sectores indígenas, campesinos y de trabajadores en general. Y se conjugan directamente con los planes de desarrollo en la perspectiva señalada.
 
Del “bienestar” individualista al “vivir bien” en comunidad
 
La expresión Vivir Bien, propia de los pueblos indígenas de Bolivia, significa, en primer término, “Vivir bien entre nosotros”. Se trata de una convivencia comunitaria intercultural y sin asimetrías de poder. “No se puede Vivir Bien si los demás viven mal”, tal es el pensamiento que sintetiza el nudo central del planteamiento.
 
Es un modo de vivir siendo y sintiéndose parte de la comunidad, con protección de ella y en armonía con la naturaleza. Es decir, se trata de un modo de “vivir en equilibrio con lo que nos rodea”. También significa Vivir Bien con los otros seres humanos, diferenciándose del “vivir mejor” occidental, que es individualista y pretende alcanzarse generalmente a expensas de los demás y, además, separado y contrapuesto a la naturaleza.
 
El Vivir Bien articula en igualdad de importancia, desarrollo y democratización. “No existe desarrollo sin democracia, sin extender la participación social en la actividad y las decisiones políticas, económicas y culturales.” [PND, p. 16] Partiendo del reconocimiento de que Bolivia es un país multiétnico y pluricultural, los programas orientados al desarrollo hacen explícito su reconocimiento a los valores de la comunidad y de lo comunitario, establecen a lo colectivo como sujeto con capacidad de decisión y de acción, reconociendo en la horizontalidad una ventaja comparativa respecto a las directivas verticales. Esto constituye, a la vez, un soporte ético e ideológico de los procesos de búsqueda y construcción de una civilización re-humanizada, basada en un sistema social raizalmente democrático, equitativo, humanista, liberador y superador de la destructiva hegemonía económica, social, cultural e ideológica del capital.
 
La naturaleza en el centro de la vida
 
Para la perspectiva del Vivir Bien, la naturaleza no es un objeto; no es una fuente de recursos y materias primas; es un ser vivo. Esta dimensión ecológica de la realidad, reconoce que la naturaleza está indivisible e intrínsecamente imbricada con la vida de los seres humanos; somos parte de la naturaleza. Tal es la perspectiva cosmo-céntrica que posibilita pensar y construir el futuro humano con un sentido y una concepción de progreso y bienestar raizalmente diferentes y superadores de los patrones utilitarios consumistas del capitalismo.
 
Una perspectiva intercultural para el desarrollo
 
La interculturalidad concibe a las relaciones entre varias culturas dentro de un mismo territorio sobre la base del reconocimiento, la aceptación y la reciprocidad con el otro. La visión intercultural del desarrollo “va más allá de la acumulación económica y está relacionada esencialmente con la libertad cultural para decidir, el respeto a la diversidad, a la diferencia, la heterogeneidad social y con la forma en que se organiza la vida, las sociedad y el Estado.”
 
En tal sentido, “La clave del desarrollo radica en suprimir la estructura de dominación cultural y de discriminación racial vigente e instituir una práctica de diálogo, cooperación, complementación, reciprocidad y entendimiento. De esta manera el crecimiento económico se concibe como el proceso de consolidación, fortalecimiento e interacción de identidades, como la articulación de redes de intercambio e interculturalidad.” [PND, p. 16]
 
Apoyar el empoderamiento creciente de las comunidades
 
Las políticas de atención a los sectores más olvidados y desprotegidos que impulsa actualmente el Estado Plurinacional de Bolivia, pudieran calificarse –a primera vista como clientelares o asistencialistas, en tanto se expresan a través de planes de “ayuda” y estímulos. Pero hay elementos a considerar que si bien revelan aristas coincidentes con el asistencialismo o el clientelismo , los diferencian.
 
Para que la “ayuda” sea considerada tal, su implementación debe implicar –como en este caso , la construcción de canales efectivos para que los “ayudados” lleguen un día a tener la capacidad de actuar productiva y reproductivamente por sí mismos. En aras de ello, los planes de ayuda se articulan con procesos sostenibles de construcción de vías de salida de la situación de pobreza. Estos suponen –consiguientemente- la implementación de modalidades de sobrevivencia y desarrollo autónomo en el mediano plazo. Se trata, por tanto, de un singular asistencialismo, estratégicamente no clientelar. Su principal virtud es que contribuye a que la población involucrada en los planes de “ayuda” se re-descubra como parte de una ciudadanía con igualdad de oportunidades y condiciones, sin prejuicios ni perjuicios por pertenencia étnica, cultural, de género o geográfica.
 
Las políticas impulsadas por el Estado y el Gobierno bolivianos en este terreno, trascienden el debate dicotómico asistencialismo-clientelismo. Ya no se trata solo de aquello de “enseñar a pescar”. Además de enseñar a pescar se crean ámbitos productivos donde los “pescadores” pueden construir los instrumentos de pesca, mantenerlos, arreglarlos, etcétera, y se crean también espacios de intercambio y distribución social de los productos.
 
Se trata de una articulación integral de problemas y soluciones en base a una lógica estrechamente ligada a la posibilidad/capacidad que tengan las comunidades o poblaciones en situación de pobreza, de desarrollar un ciclo productivo-reproductivo de su vida, para desde ahí , replantearse su inserción plena en al sociedad (empoderamiento). Para ello, se traja en la recuperación de las experiencias y saberes interculturales de las comunidades, impulsando simultáneamente la participación protagónica de la población “afectada” en la construcción de las soluciones.
 
Hay un cambio de lógicas: Son los actores sociales y políticos del campo popular quienes definen, determinan, impulsan y realizan los cambios. La recuperación de sus saberes, conocimientos, experiencia, memoria histórica, identidades, pertenencias, conciencia crítica, y poderes, aporta efectivamente al empoderamiento comunitario, social e individual. Se trata de una imbricación raizal de sujetos, subjetividades, saberes, identidades, poderes, culturas y cosmovisiones. 
 
Construir un Estado plurinacional descolonizado
 
La construcción de un nuevo Estado Plurinacional conjuntamente con los procesos de descolonización sintetizan la determinación de reconocimiento y respeto a la diversidad: de nacionalidades e identidades, de culturas y también de cosmovisiones y sus saberes respectivos. Se trata de promover diálogos interculturales desde la raíz, en equidad y complementariedad, es decir, sin exclusiones ni subordinaciones jerárquicas entre sujetos, ni sus saberes, ni los ámbitos donde estos se producen.
 
De ahí que la construcción del Estado plurinacional descolonizado sea parte de las fuerzas del cambio y expresión de un nuevo poder. Surgido de los sectores indígenas y populares promueve su participación protagónica en las instancias de las decisiones económicas y políticas correspondientes a los nuevos andamiajes de ese nuevo poder. He aquí otro de los avances civilizatorios de la revolución democrática [inter]cultural que se construye en Bolivia.
 
La realización de la Asamblea Constituyente ha sido uno de los pilares claves para ello, así como la recuperación de los recursos energéticos, la lucha por la erradicación de la pobreza, los planes de alfabetización, la construcción de infraestructuras en las zonas olvidadas y alejadas de las ciudades, etc. He aquí una muestra de la articulación de las decisiones y acciones políticas claves de la primera etapa de gobierno.
 
Ciertamente no todo son rosas y palmas. Surgen también nuevos reclamos, conflictos y contradicciones, incluso en el seno de los sectores afines al gobierno. Es el tiempo de los sujetos sociopolíticos de la revolución para manifestar sus puntos de vista, luchar por sus derechos y fortalecer el proceso revolucionario, consolidando los avances e impulsando su profundización. Esto genera nuevos escenarios y tipos de conflictos, realidad que se torna frecuentemente incomprensible para quienes imaginan que los procesos de transformación social ocurren en un lecho de pureza inmaculada y son protagonizados por ángeles.
 
El tránsito hacia una civilización intercultural que supone la ruptura y superación de los paradigmas del capital acuñados por siglos en las conciencias y en las prácticas , se asemeja al cruce de un extenso campo minado: acechan peligros, amenazas y trampas de todo tipo. Y no hay garantías de éxito. Es y será responsabilidad de los actores sociales y políticos definir estrategias y desarrollar las capacidades para superar los obstáculos –en primer lugar los propios , en la misma medida que van creando y construyendo lo nuevo, renovando sus compromisos y el propio proceso revolucionario en todo momento.
 
La revolución democrática [inter]cultural emprendida en Bolivia está en esta dirección; se abre paso con nuevas prácticas, concepciones, cosmovisiones y pensamientos sociotransformadores, creados (o recreados) por los pueblos acorde con sus realidades y las del planeta, entrelazando subjetividades y culturas con las necesidades de supervivencia colectivas, en aras de alcanzar la armonía en la convivencia intercultural de la humanidad, haciendo realidad el deseo zapatista de construir un mundo donde quepan todos los mundos. Ella anuncia la posibilidad del advenimiento de un nuevo tiempo civilizatorio. Representa, por tanto, como sintetiza Fernando Huanacuni, el renacimiento del tiempo.
 
- Isabel Rauber es doctora en filosofía, profesora universitaria, investigadora social y pedagoga política.

miércoles, 11 de agosto de 2010

"COLOMBIA ES UNA EXTENSIÓN MILITAR DE ESTADOS UNIDOS": AFIRMAN ACTIVISTAS DEL OBSERVATORIO DE LA ESCUELA DE LAS AMÉRICAS

POR FERNANDO ARELLANO ORTIZ - http://www.cronicon.net/paginas/edicanter/ediciones46/nota14.htm


Para protestar por el alto grado de responsabilidad política que le cabe al gobierno estadounidense en violación de derechos humanos y en la crisis humanitaria que vive Colombia, una delegación del Observatorio de la Escuela de las Américas (www.soaw.org), encabezada por su director, el sacerdote norteamericano Roy Bourgeois, bloqueó la semana pasada el ingreso a la base militar colombiana de Tolemaida.

Con un cartel de cuatro metros que decía: "Fuera los militares norteamericanos de Colombia", esta organización defensora de derechos humanos sentó su voz de rechazo ante la presencia de soldados y mercenarios a las órdenes del Comando Sur de los Estados Unidos, y la utilización de plataformas castrenses en este país andino.

A la delegación norteamericana la acompañaron 65 activistas de organizaciones colombianas como Justicia y Paz, el Movimiento de Víctimas de Crímenes de Estado, las Madres de Soacha (que buscan justicia para sus hijos que fueron asesinados como parte de las desapariciones forzadas conocidas como "falsos positivos") y Sinaltrainal.

"El acuerdo sobre las bases opera desde la misma mentalidad fallida que dio origen a la Escuela de las Américas (SOA/ Whinsec en sus siglas en inglés) y tiene como propósito asegurar el control de los Estados Unidos sobre la región por medios militares", sostuvo Bourgeois.

En ese sentido, agregó, la facilitación de por lo menos siete bases militares para uso del Comando Sur, "convierte a Colombia en una extensión militar de los Estados Unidos", y en una amenaza para la región, por cuanto que como quedó constatado en un documento de la Fuerza Aérea estadounidense, estas plataformas serán usadas en "un espectro completo de operaciones a lo largo de Sudamérica" contra gobiernos antinorteamericanos en la región.

La Escuela de las Américas ha entrenado a más de doce mil soldados colombianos en técnicas de contrainsurgencia, habilidades de francotirador, guerra de comando y psicológica, inteligencia militar, tácticas de interrogación, y en su oscuro historial está el de haber sido centro de operaciones para preparar y coordinar los golpes de Estado en América Latina, implementar la doctrina de Seguridad Nacional, eliminar todo intento de oposición mediante el asesinato y desaparecimiento forzado de miles de militantes de sectores progresistas y de izquierda, y haber sido el motor de la malhadada Operación Cóndor que asoló a sangre y fuego los países del cono sur.


ANTECEDENTES DE ESTA ESCUELA DEL TERROR

La Escuela de las Américas se fundó en 1946 en Panamá, por lo que un presidente de ese país, Jorge Illueca, la denominó como "la base gringa para la desestabilización de América Latina".

En 1984 como resultado de los Tratados Torrijos-Carter para la devolución del canal de Panamá, esta institución de entrenamiento militar se instaló en Fort Benning en el estado sureño de Georgia. Cada año, miles de oficiales de las Fuerzas Armadas latinoamericanas van a recibir ahí prácticas y adoctrinamiento sobre la estrategia hegemónica norteamericana.

En la historia de violación de derechos humanos del continente, dicha escuela ha sido el centro de "entrenamiento" más nefasto que ha existido, por la estela de abusos y violaciones que han dejado sus "graduados" en sus propios países. En 1996, la opinión pública norteamericana conoció parte de los Manuales de Entrenamiento Militar que eran utilizados, los cuales en forma precisa aconsejaban "aplicar torturas, chantaje, extorsión y pago de recompensa por enemigos muertos", tal como ha ocurrido en Colombia con el escándalo de los mal llamados "falsos positivos".


INSTRUMENTO DE PENETRACIÓN MILITAR

Joe Mulligan, uno de los activistas de la delegación norteamericana que participó en la acción pacífica de protesta en la base militar de Tolemaida en diálogo con CRONICÓN.NET, fue categórico en señalar que "La Escuela de las Américas es un instrumento eficaz del gobierno estadounidense para penetrar los ejércitos de América Latina".

"No solo por los contactos y el conocimiento que logra con varios oficiales de las Fuerzas Militares latinoamericanas, sino que sirve para acceder a información privilegiada o preparar golpes de Estado".
Mulligan señala que un buen número de soldados de los países de la región que han pasado por la Escuela de las Américas son acusados y procesados por violación de derechos humanos. Por eso su organización trabaja por persuadir a los gobiernos progresistas latinoamericanos a no enviar sus oficiales a ese centro de instrucción castrense.

Hasta el momento, explica, algunos países como Venezuela, Bolivia, Uruguay y Argentina se abstienen de hacerlo, además que la mayoría de los gobiernos debería seguir su ejemplo porque esta Escuela "forma aliados en inteligencia", que en un momento dado pueden ser una amenaza para la seguridad interna de cada nación.


TOTAL HERMETISMO

Hasta el año de 1996 las organizaciones defensoras de derechos humanos de Estados Unidos tenían cierto acceso a información sobre el funcionamiento de la Escuela de las Américas. De ahí en adelante no hay posibilidad a ninguna información, dice Mulligan, porque sus directivas guardan total hermetismo.

Por eso no se sabe cuáles son las metodologías de entrenamiento militar que se están utilizando, se desconoce cuáles son sus manuales de enseñanza, los nombres de los oficiales que van de diversos países latinoamericanos a recibir instrucción y adoctrinamiento, si se prescribió en su plan los métodos de tortura y desaparecimiento de personas, como ocurría hasta la década de los años 90.

Para este activista del Observatorio de la Escuela de las Américas, al parecer "no ha cambiado nada", y por lo tanto se continua el adoctrinamiento militar con base en los mismos elementos de eliminación del enemigo interno que se practicó durante el periodo de la guerra fría.

Por eso, esta organización norteamericana ha previsto realizar entre el 19 y 21 de noviembre de este año una gran jornada de protesta en la que cientos de personas se congregarán en las puertas de la SOA/ Whinsec en Fort Benning, Georgia, para reclamar el cierre de la misma y para expresar su solidaridad tanto con el pueblo colombiano como con el de América Latina.

martes, 10 de agosto de 2010

Cinco expectativas absurdas que la sociedad impone a los hombres

Greta Christina  - http://laventana.casa.cult.cu/modules.php?name=News&file=article&sid=5632

Si tienes un pelo de progresista no te sorprenderá leer que el sexismo lastima a las mujeres. Obvio, ¿no? Es, digamos, la definición misma de la palabra. Sin embargo, no solemos hablar mucho de las maneras en que el sexismo lastima a los hombres. Se entiende: cuando observamos las grotescas formas en que el sexismo daña a las mujeres (desde la desigualdad económica hasta la privación del derecho al ejercicio político como ciudadanas y el abuso literalmente físico), resulta razonable que nos preocupemos más por cómo afectan el sexismo, el patriarcado y los rígidos roles de género a las mujeres que a los hombres.

No obstante, no cabe duda que estas cosas también los marcan a ellos. Tal vez no los joden tanto como a las mujeres, pero tampoco es un daño trivial. El tema me importa y creo que a otras feministas (y otras mujeres y hombres que bien pueden no definirse como feministas) debe importarles también. 

Hay muchas razones por las que me interesa el tema. Me interesa por los hombres y niños que forman parte de mi vida y me importan; veo cómo acaban hechos nudo por unos roles de género que no solamente hacen enloquecer por su rigidez, sino por sus imposibles contradicciones, y esa realidad me enferma, me entristece y me enoja. Me interesa porque me importa la justicia: equidad es equidad, y no pretendo resolver el problema de la desigualdad de género haciendo que la situación sea peor para los hombres. 

Además, me interesa por razones puramente pragmáticas, incluso maquiavélicas. Me interesa porque me importa el feminismo... y estoy convencida de que una de las mejores vías para promoverlo es sumar más varones al movimiento. Si podemos hacerles ver que el sexismo también perjudica sus vidas y que compartir la vida con mujeres libres en condiciones de igualdad es mucho más placentero, lograremos tenerlos de nuestro lado (esto me recuerda la calcomanía que una amiga llevaba en su furgoneta con la leyenda “Las feministas cogen mejor”). 

Así que he estado analizando maneras concretas en que el sexismo daña a los hombres. Específicamente, me he concentrado en las expectativas de nuestra sociedad respecto a ellos, en nuestras definiciones de lo viril. He pensado en lo estrictas y rígidas que son esas expectativas, en cómo los mandatos de la virilidad van tejiendo una cuerda floja tan delgada que solo un equilibrista profesional podría cumplir con ellos sin romperse la crisma (tarea difícil, ya que “equilibrista profesional” no encaja, ni con calzador, en los parámetros de lo considerado masculino). 

He ido más allá de la rigidez de esas expectativas para reparar en las absolutas contradicciones que entrañan, pues generan una visión idealizada de la hombría que no solo es ridícula, sino literalmente inalcanzable. Además, he estado conversando con distintos hombres (amigos, colegas, familiares, vecinos, amistades virtuales) sobre las expectativas que perciben sobre lo que significa “ser hombre” y la manera en que se ven afectados por ellas. Aquí va una lista de cinco expectativas: 

1. Pelea, pelea, pelea. 

Cuando hice una encuesta informal y carente de rigor científico entre los hombres que conozco para preguntarles qué se esperaba de ellos como hombres, muchos mencionaron “pelear”. Pero muchos, muchísimos. Vamos, tantos que me sorprendieron, de verdad. Mi rinconcito social, el cual comparto con la mayoría de los varones que conozco, está cómodamente instalado en la clase media: gente educada, conversadora, civilizada al extremo y casi irritablemente tranquila. Resolvemos nuestras diferencias con palabras, miradas furiosas, estrategias... o echando mano de la ley como último recurso. Incluso levantar la voz o proferir insultos resulta un tanto grotesco. Excepto por los eventos deportivos, podría contar con los dedos de una mano las riñas físicas que me ha tocado atestiguar en los últimos diez años. Bueno, ni siquiera las amenazas de enfrascarse en una pelea a puñetazos. 

Sin embargo, todos los hombres con los que hablé mencionaron el tema. La disposición a “pelear de verdad, físicamente, con los puños o con armas”, en palabras de mi amigo Michael, para defender su honor (o el de la pareja, el país, el equipo o lo que sea) es más importante de lo que yo hubiera imaginado en lo que respecta a la forma en que los hombres aprenden a concebir su masculinidad. 

Aun cuando los conflictos nunca lleguen a ese punto, es decir, aun cuando no estrelles el puño contra nadie, estar dispuesto y ser capaz de hacerlo es una extraña prioridad en el Club de Tobi. Como dijo mi amigo Adam: “Prefieres una contusión a que te digan poco hombre”. Y la anécdota de Damion: “Voy de copiloto mientras mi cuñada, al volante y relativamente hombruna, le enseña el dedo medio a algún tipo en medio del tráfico de Baltimore. El tipo sale disparado del auto, furioso, y lo primero que pienso es ‘Perfecto, ahora me lo tengo que madrear’”. 

Todo ello pone a los hombres en un asqueroso dilema: las leyes y las expectativas de nuestra sociedad civilizada fueron diseñadas para mantener la violencia física a raya. Y no es casual: como sabemos, la violencia física destruye, así que se espera, no, se exige a los hombres que eviten y desalienten las confrontaciones, y que resuelvan sus diferencias sin recurrir a la violencia. Cuando lo hacen, los llaman mariquitas. Una maravilla. 

2. Sé un buen esposo, compañero o amante, pero no dejes que te importe demasiado lo que piensan las mujeres. 

Esta cae redonda en la categoría “no solamente hace enloquecer por su rigidez, sino por sus imposibles contradicciones”... un dilema capaz de causarte ansiedad de por vida si te lo tomas en serio, porque no hay manera de salir bien librado. Ser un buen esposo y padre, es decir, un buen proveedor que se preocupa por su familia y respeta a su compañera, es parte central del mito masculino. 

Además, ser un buen amante se ha convertido en parte crucial del mismo mito. Ya no basta con que el hombre de verdad se acueste con muchas mujeres, ahora tiene que lograr que todas y cada una de ellas tengan orgasmos. El miedo a quedar mal entre las sábanas ya no se limita al asunto de la erección; claro que no me opongo a la idea de que a los hombres les importe el placer sexual de las mujeres con las que se van a la cama, no. El problema está en la noción de que el placer de ellas es responsabilidad exclusiva de ellos, de que complacer a una mujer no es más que cuestión de instinto, de que la satisfacción sexual de las mujeres es una victoria que ellos deben obtener en lugar de una experiencia que compartir, y de que esa satisfacción ha de lograrse únicamente con un miembro duro y no con sus manos o su lengua o juguetes sexuales o seducción intelectual (pero si sigo por ahí me saldré de tema). 

Al mismo tiempo, se supone que a los varones no debe de importarles demasiado qué piensan las mujeres. Hace años, cuando estaba casada con un hombre, tratábamos de decidir juntos cómo organizar nuestras carreras profesionales y nuestra vida privada (si él trabajaría tiempo completo y quizás tiempo extra para que yo pudiera hacer un posgrado). Cuando pidió consejo a sus colegas de la oficina, la mayoría se mofó de él por implicarme demasiado en decisiones concernientes a su trabajo. Creo que “mandilón” fue el cariñoso apelativo que le dedicaron. Sí, se esperaba que fuera un buen proveedor y sentara las bases financieras de nuestra vida en común, pero al mismo tiempo se esperaba que cumpliera esa meta sin preguntarme qué tipo de vida quería yo y que no estuviera dispuesto a ceder un milímetro en cuanto al tipo de vida que deseaba él para sí o para nosotros como pareja. Supongo que el mandato era que él tomara todas las decisiones. Claro que, si bien era terriblemente impropio de un hombre guiarse por su esposa, guiarse por sus compañeros de trabajo en un taller mecánico estaba perfecto. 

Como dijo mi amigo Scott, la comedia televisiva King of Queens es un buen ejemplo, porque el protagonista, por más que se esfuerce en ser un buen esposo y compañero, siempre termina contradiciendo lo que dicen sus amigos o lo que él mismo cree que es “masculino”. Se supone que las definiciones de la masculinidad que rigen a los hombres provienen de sus pares, no de las mujeres, porque en realidad no debe importarles qué piensan ellas de ellos. 

Esto se ve constantemente en los consejos de moda masculina. Desde luego que nadie espera que los hombres se vean desaliñados ni bobos... pero tampoco puede parecer que les preocupa demasiado su imagen. Los hombres (heterosexuales, en todo caso) tienen que lograr ese equilibrio impecable entre la pulcritud y la despreocupación. Tienen que verse bien, pero como si no se hubieran empeñado en ello. Si parece que te importa cómo te ves te acercas demasiado a lo que es ser mujer. O gay (más adelante hablaremos de esto). Se supone que las mujeres se embellecen para convertirse en objetos de deseo; un hombre no tiene que ser objeto de deseo, sino sujeto de deseo... y a los sujetos no tiene por qué importarles lo que sus objetos piensen de ellos... excepto cuando quieren que esos objetos tengan un orgasmo.

3. Caliéntate. Siempre. Con cualquiera. 

Esta es otra expectativa citada con enorme aunque no sorprendente frecuencia. Se supone que los hombres quieren sexo y están listos para tener sexo todo el tiempo. Básicamente con cualquiera del sexo correcto que esté dispuesta a ello. En su evaluación de los roles de género para los varones, Michael T. afirma: “Para ser hombre, la conquista sexual tiene que ser uno de tus raseros”. 

Por su parte, Jraoul mencionó la letra de la canción “Lightning Strikes” de Lou Christie: “Cuando veo que sus labios piden ser besados, no me puedo detener, no me puedo frenar... Cuando me envía la señal de que quiere hacer tiempo, no me puedo detener, no me puedo frenar...” Y en su letanía de expectativas de género mi amigo Michael señaló: “Encamarte con cualquier mujer que diga ‘sí’ o que se te ofrezca. Si no, soy gay, ¿cierto?”. Resulta extraño. Un componente fundamental de la noción del hombre viril es poseer una pulsión sexual intensa, incluso depredadora. Esa noción no les permite tener preferencias; mejor dicho, pueden tener preferencias y, de hecho, se espera que las tengan, siempre y cuando concuerden con las normas sociales. 

Recuerdo vivamente un artículo publicado en una revista Playboy a fines de los años sesenta en el que se analizaban las personalidades de los hombres a partir del tipo de cuerpo femenino que les gustaba. Por ejemplo, si te gustaban los senos grandes eras un gran tipo, pero si te gustaban los traseros voluminosos o las piernas eras un inmaduro. No se trata de una reliquia sesentera: al día de hoy, muchos hombres se sienten presionados a salir con mujeres que cumplen con el canon vigente de atractivo femenino. 

Muchos hombres, por cierto, sufren la presión de salir con mujeres delgadas porque es lo que está de moda. Aun cuando prefieran a mujeres más llenitas, les avergüenza presentárselas a sus amigos. Como si salir con una chica gorda fuera un golpe al ego. Como si quisiera decir que no han escalado lo suficiente el escalafón de los primates para acceder a una hembra de alto rango. 

Entonces, sí, los hombres pueden calentarse más ante ciertas mujeres... pero también se espera que aborden a todo lo que se mueva camine y tenga disposición a abrir las piernas. Todo lo que sea femenino y no grotesco, claro. Se espera que los hombres tengan deseo sexual, pero su deseo no les pertenece, no puede depender del temperamento y carácter de cada varón, ni siquiera puede ser algo personal, porque no es suyo del todo. Y por el amor de todos los dioses del Olimpo, nunca puede nacer de una emoción. 

4. Aprieta los dientes. 

Es que en el caso de los hombres nada puede nacer de una emoción. Parece que las únicas emociones que les están permitidas a los hombres son dos: el deseo sexual propio de su género y el deseo de partirle la madre a alguien. Si tienen el descaro (o la falta de autocontrol) de experimentar emociones, más vale que no se les note. Esta es tan común que parece ubicua. Al menos la mitad de los hombres con los que hablé la mencionaron... y muchos de los que no lo hicieron explícitamente aludieron a ella. 

David B. dijo haber aprendido que los hombres deben ser “reservados en sus emociones. Parece que solo debemos apasionarnos con el sexo, los autos, los deportes y la cerveza. Incluso en esos rubros, la palabra ‘apasionado’ no es la que debe usar un hombre para hablar sobre lo que siente”. 

David M. recibió el mismo mensaje: “Nada de lloriqueos, nada de quejas, nada de lágrimas”. Igual le pasó a Michael T.: “Ser hombre es no vincularte, no dejar que te ganen las emociones”. Otro Michael dijo: “Ser hombre es no tener inteligencia emocional, no mostrar demasiadas emociones”. Por su parte, Andrew aprendió que “Ser hombre es ser inconmovible y no revelar ninguna emoción”. A Jason le enseñaron que “Ser hombre es no mostrar lo que sientes, ser ‘duro’, por decirlo de alguna manera... y así lo esperan tus compinches, tu familia y todo el mundo”. 

Dean subraya: “Los típicos mensajes de que los niños grandes no lloran (sí, sí lloramos) y los hombres de verdad no se quejan (sí, nos quejamos)”. El comentario de Scott se suma al mantra “Los niños no lloran”. Ben T. dice: “Odio el hecho de que los hombres no podemos asustarnos con nada”. James afirma haber aprendido tan bien a parecer impasible que no se le escurrió ni una lágrima cuando su padre murió mientras se sometía a una cirugía cardíaca. Por último, Georges dijo: “Siempre me sorprendió lo valiente que tenía que ser para dejar salir mis emociones”. 

En mi opinión, esta exigencia es más atroz que las otras cuatro juntas. Creo que podría lidiar con una vida en la que siempre tuviera que estar dispuesta a pelear o coger, en la que tuviera que fingir el imposible equilibrio sobre la cuerda floja que implica preocuparme por lo que piensa mi pareja sin importarme demasiado, en la que tuviera que hacer hasta lo imposible por evitar dar la más mínima idea de que me gusta alguien de mi propio sexo (ver expectativa número 5)... pero, ¿una vida en la que tuviera que negar mis emociones animales más elementales, como el amor y el miedo, la pasión y el duelo, con tal de que no me trataran como a un fenómeno de género? Eso me volvería loca (un poco más de lo que ya estoy). 

5. Miedo a que te crean gay. 

Esta es un tanto curiosa. La aceptación de la homosexualidad ha aumentado muchísimo en los últimos decenios. En menos de cuarenta años las demandas del movimiento LGBT han pasado del derecho a no ser internados en hospitales psiquiátricos o sometidos a lobotomías al derecho de casarse legalmente. (Claro, también el derecho a no ser echados de un empleo o expulsados del ejército estadounidense... pero aún así). Además, la aceptación social de lo que transgrede la norma sexual ha establecido un paralelismo con su aceptación política. Si en efecto eres un varón homosexual, el mensaje “No seas ni un poquito gay” es cada vez más sustituido por el mensaje “Ah... bueno”. 

Pero, ¿qué pasa si eres un varón heterosexual? La cosa cambia radicalmente. El pánico a la homosexualidad sigue siendo una fuente segura de comicidad en los programas de televisión y las películas. Los enredos en los que los heterosexuales son equivocadamente tomados por homosexuales (como Chandler y Joey en Friends cuando salen juntos con un bebé o el chiste “Not that there’s anything wrong with that” enSeinfeld) son elementos básicos de la comedia moderna, elementos básicos que suelen ir de la mano del supuesto de que para un varón heterosexual ser confundido con un gay humilla su masculinidad. 

También lo vemos en los consejos de moda, romance y etiqueta para hombres, por lo general concentrados en un grado casi histérico de arte que consiste en parecer un sofisticado hombre urbano y de mundo... sin caer, por piedad, en la posibilidad de ser confundido con un homosexual. 

Sin duda esto también se aprecia en algunos miedos sexuales muy comunes entre varones. He leído demasiadas cartas publicadas en demasiadas columnas de consejos sobre sexualidad, cartas de demasiados hombres heterosexuales en las que dicen encontrar placer en, ¿cómo decirlo con delicadeza?, ser penetrados analmente... pero no quieren experimentar con esta actividad sumamente deliciosa porque temen que signifique que son gay. O porque sus parejas femeninas temen que signifique que son gay. (Permítanme añadir una nota capaz de causar irritación entre hombres heterosexuales y sus compañeras: no, no significa que sean gay. Desear que una mujer penetre tu ano no te hace homosexual, al igual que desear que una mujer succione tu pene tampoco significa nada en ese sentido. Seamos serios). 

Diría que esas actitudes empiezan a cambiar. Los logros del movimiento LGBT han liberado tanto a personas con una orientación distinta a la heterosexual como a las heterosexuales, y las generaciones más jóvenes son mucho menos prejuiciosas y más relajadas en lo que respecta a la orientación sexual de lo que fuimos en mis tiempos. Como bien dice mi amigo Ben: “Es probable que la relajación de los roles que acompañó al feminismo y al movimiento por los derechos de las personas homosexuales haya beneficiado a los varones heterosexuales al menos tanto como benefició a mujeres y hombres homosexuales... Piensa en los metrosexuales: ahora que ser confundido con un gay no es una tragedia, los varones podemos darnos rienda suelta con la moda”. 

Por su parte, Adam, quien se describe como “afeminado, pero heterosexual”, afirma que “ser tomado por gay me dio libertad para escapar de algunas de las reglas más estrictas de la masculinidad. Después de todo, nadie se molestó en decirme ‘pórtate como hombre’ cuando me ‘amariconaba’”. 

Al mismo tiempo, a medida que la visibilidad homosexual se ha incrementado, la probabilidad de ser tomado equivocadamente por gay se ha ido a los cielos. En consecuencia, lo propio ha sucedido con el número de ocasiones propicias para que los varones sufran un ataque de ansiedad por miedo a la homosexualidad. Que te confundan con un gay no es la tragedia que alguna vez fue (es más un chiste que una amenaza petrificante), pero pasa con mucha mayor frecuencia. Además, la ansiedad que sigue despertando en tantos heterosexuales es mucho más constante, aun cuando no sea tan profunda. 

¿Entonces? 

Esto no es sino el comienzo. Ni siquiera dispongo de espacio suficiente para explayarme como podría tratándose de este tema. Me he saltado algunas de las más importantes y comunes expectativas de género que imponemos a los varones: expectativas relacionadas con el espíritu de competencia, la conciencia de status, el éxito financiero, la fortaleza y la imagen atlética, el liderazgo, las destrezas mecánicas, la facilidad para tener erecciones y adoptar una actitud que deshumaniza a las mujeres, interesarse en extremo por los deportes. Por si fuera poco, el mensaje social claro para los hombres es que para ser viriles deben ser altos. ¿Cómo diantres se resuelve eso? ¿Cómo diantres podría, cualquiera de nosotros, resolver alguna de estas cosas? 

Bien, ya que acabo de soltar tantas reflexiones deprimentes, creo que sería conveniente dar buenas noticias: hay maneras de salir del escollo, darle la vuelta y resolverlo. Muchos de los hombres con los que hablé reconocieron ser conscientes de las rígidas expectativas a las que están sometidos en tanto varones... pero también dijeron no sentirse terriblemente limitados por ellas. Claro que saben de esas expectativas, pero también se sienten libres de rechazarlas o hacer suyas aquellas con las que se sienten cómodos o rechazar aquello que no les gusta. O bien las transgreden con creatividad, espíritu lúdico e incluso un toque sexy. 

Además, muchos señalaron que si bien hay un bombardeo cultural constante de mensajes absurdos y limitantes sobre lo que significa ser hombre, también reciben una buena dosis de apoyo gracias a mensajes inteligentes y liberadores sobre la importancia de no prestar atención a tanta estupidez. Muchos han recibido lecciones más que positivas y ejemplos formadores respecto al valor de no ser violentos, respetar a las mujeres, desarrollar emociones honestas, tener una sexualidad honesta y, en términos generales, ser auténticos y sacar lo mejor de sí. 

Esas lecciones y esos ejemplos llegan gracias a muy diversas fuentes, desde íconos de la cultura popular hasta la relación con un padre o una madre. Como me dijo Jraoul: “¿Que si pienso que a los hombres nos imponen expectativas rígidas y/o limitantes sobre lo que significa ser masculino? Claro. Pero también hay mensajes de una masculinidad fluida y/o liberadora. Todo depende de dónde vienen las ideas”. 

Desde luego, dada mi personalidad y preferencias, los hombres que conozco tienden a estar, ¿cómo decirlo?, bastante alejados de lo convencional en la sociedad estadounidense (otra manera de plantearlo sería decir que son “personajes rojillos y excéntricos”). Por si fuera poco, muchos de ellos son homosexuales o bisexuales, un hecho que sesga todavía más la muestra. Sin embargo, así como muchas feministas pueden reírse de las comedias televisivas y las vallas publicitarias y las revistas para mujeres... y vivir como les da su real gana, muchos feministas pueden mandar al diablo los mensajes disparatados del mito “John Wayne/Cary Grant/qué tipo de hombre lee Playboy” (o, dependiendo de la generación a la que pertenezcan, del mito Rambo/Tom Cruise/qué tipo de hombre lee Maxim) que les ponen en el chip... y disfrutar de la vida. 

Las expectativas de género no afectan a todas las personas por igual. Hay quienes, hombres y mujeres por igual, aún perciben esa vocecilla interior, todavía sienten que los mandatos de género moldean sus reflejos, aún tienen la necesidad consciente de arrojar luz sobre esos mensajes a fin de poder reconocerlos y sacarlos de sus vidas a través de un proceso que no sea doloroso. 

También hay quienes, hombres y mujeres por igual, opinan que la cosa no es para tanto; reconocen que, ciertamente, la sociedad quiere que los varones sean de una manera y las mujeres de otra, pero ¿a quién le importa lo que quiere la sociedad? Algunas personas necesitan años de introspección y terapia para digerir y desechar lo que no sirve. Otras nunca desaprenden lo aprendido y dejan que las expectativas rijan sus vidas. A otras más parece que les basta decidir desaprender para conseguirlo. En ese sentido, no hay consejo que valga. Lo más que puedo decir es que bien vale la pena. 


Agradezco la invaluable ayuda de Adam, Alan, Andrew, Ben, otro Ben, Chad, Christopher, Craig, Crypt, Damion, Darren, David, otro David, un tercer David, un cuarto David y un David más, Dean, Georges, Glendon, Jacob, James, otro James, Jason, Jeff, Joel, Jraoul, Kyle, Lauro, Lenny, Leo, Mark, Michael, otro Michael, un tercer Michael, Scott, otro Scott, otro Scott más, Sean, un anónimo y los demás hombres con quienes hablé del tema.