miércoles, 20 de marzo de 2013

Venezuela: 50 verdades sobre Henrique Capriles Radonski (El candidato de Hermes Binner)

Por: Salim Lamrani - http://www.aporrea.org/oposicion/a161737.html

El candidato de la derecha venezolana se presentará a las elecciones del 14 de abril de 2013 contra el Presidente interino de la República Nicolás Maduro. ¿Quién es realmente?

caprilesrNacido en 1972, Henrique Capriles Radonski procede de dos de las más poderosas familias venezolanas, las cuales se encuentran a la cabeza de varios conglomerados industrial, inmobiliario y mediático (Capriles) y poseen el Circuito Nacional de Exhibiciones (Cinex), segunda cadena de cines del país (Radonski).

Su familia es propietaria del diario Últimas Noticias, de mayor difusión nacional, cadenas de radios y un canal de televisión.

En los años 80, militó en el partido de extrema derecha Tradición, Familia y Propiedad.

Capriles fue elegido diputado en 1999 por el Estado de Zulia por el partido de derecha COPEI. Contra todo pronóstico y a pesar de su inexperiencia política, fue nombrado inmediatamente presidente de la Cámara de Diputados, convirtiéndose en el más joven diputado en dirigir la Cámara baja del Parlamento.

En realidad, logró imponerse a los otros aspirantes con mayor trayectoria política gracias al poder económico y financiero de su familia que financió las campañas de muchos diputados.

En 2000, fundó el partido político Primero Justicia con el conservador Leopoldo López y se alió con el International Republican Insititute, rama internacional del Partido Republicano estadounidense. El presidente de la época era George W. Bush, el cual brindó un amplio apoyo a la nueva formación política que se oponía a Hugo Chávez, particularmente mediante el National Endowment for Democracy.

Según el New York Times, “La National Endowment for Democracy se creó hace 15 años para llevar a cabo públicamente lo que ha hecho subrepticiamente la Central Intelligence Agency (CIA) durante décadas. Gasta 30 millones de dólares al año para apoyar partidos políticos, sindicatos, movimientos disidentes y medios informativos en docenas de países”.

Según Allen Weistein, padre de la legislación donde se establecía la NED, “mucho de lo que hacemos hoy ya lo hacía la CIA de manera encubierta hace 25 años”.

Carl Gershman, primer presidente de la NED, explicó la razón de ser de la Fundación en junio de 1986: “Sería terrible para los grupos democráticos del mundo entero ser vistos como subvencionados por la CIA. Vimos eso en los años 60 y por eso pusimos término a ello. Es porque no pudimos seguir haciéndolo que se creó [la NED]”.

Durante su mandato de alcalde de la municipalidad de Baruta, Capriles firmó varios acuerdos con el FBI estadounidense para formar a su policía municipal, y recibió fondos de la embajada de Estados Unidos para esa misión.

Henrique Capriles participó activamente en el golpe de Estado contra Hugo Chávez organizado por Estados Unidos en abril de 2002. Alcalde de Baruto, procedió al arresto de numerosos partidarios del orden constitucional, entre ellos Ramón Rodríguez Chacín, entonces Ministro de Interior y Justicia, el cual fue violentamente agredido por los partidarios del golpe frente a las cámaras de televisión.

Al respecto, las palabras de Rodríguez Chacín son esclarecedoras: “Les hice ver [a Henrique Capriles y Leopoldo López, quienes llegaron para arrestarlo] el riesgo, el peligro que había para mi integridad física [de salir frente a la multitud], que la situación se iba a escapar de sus manos, sugerí salir por otro lugar, el sótano y la respuesta que recibí de Capriles, precisamente, fue que no, porque las cámaras estaban al frente del edificio. Ellos querían sacarme en frente de las cámaras, para exhibirme, no sé, supongo; para vanagloriarse ellos, a pesar del riesgo”.

Unos días antes del golpe de Estado, Capriles apareció ante las cámaras de televisión con los dirigentes de su partido político Primero Justicia para reclamar la renuncia de Hugo Chávez, de los diputados de la Asamblea Nacional, del Fiscal de la República, del Defensor del Pueblo y del Tribunal Supremo de Justicia. Tras el golpe del 11 de abril, la primera decisión de la junta golpista fue precisamente disolver todos estos órganos de la República.

En abril de 2002, Primero Justicia fue el único partido político en aceptar la disolución por la fuerza de la Asamblea Nacional que ordenó la junta golpista de Pedro Carmona Estanga.

Durante el golpe de Estado de abril de 2002, Capriles también participó en el asedio a la embajada cubana de Caracas, que organizaron la oposición venezolana y la extrema derecha cubanoamericana. Estaba presente Henry López Sisco, cómplice del terrorista cubano Luis Posada Carriles, responsable de más de un centenar de asesinatos, entre ellos el atentado contra el avión de Cubana de Aviación el 6 de octubre de 2006 que costó la vida a 73 pasajeros.

Tras cortar el agua y la electricidad, Capriles, quien pensaba que el vicepresidente de la época Diosdado Cabello, se había refugiado en la entidad diplomática, entró y exigió del embajador revisar el lugar, violando así el Artículo 22 de la Convención de Viena, que estipula que las representaciones diplomáticas son inviolables.

Germán Sánchez Otero, entonces embajador cubano en Venezuela, le respondió lo siguiente: “Si usted conoce el derecho internacional debe saber que tanto Venezuela como Cuba tienen derecho a que un ciudadano sea evaluado para recibir asilo político en cualquier sede diplomática. Un demócrata, un humanista, no puede admitir que haya niños sin agua, sin electricidad y sin comida”.

Al salir de la embajada, Capriles, lejos de calmar la multitud alterada, declaró a la prensa que no había podido revisar la representación diplomática y que estaba en la imposibilidad de confirmar o no la presencia de Cabello, lo que suscitó nuevas tensiones.

Por su participación en el golpe de Estado, Capriles fue enjuiciado y encarcelado de modo preventivo por sustraerse a la justicia.

El fiscal de la República, Danilo Anderson, encargado del caso Capriles fue asesinado en noviembre de 2004 en un atentado con coche bomba.

En 2006, los tribunales absolvieron a Capriles.

En 2008, se abrió un nuevo juicio penal que todavía está en curso.

Tras su elección en 2008 como gobernador del Estado de Miranda, Capriles expulsó de las instalaciones de la región a los funcionarios encargados de los programas sociales que elaboró el gobierno de Chávez.

En su programa electoral, Capriles promete luchar contra la delincuencia. No obstante, desde su llegada al poder en Miranda, la inseguridad se incrementó haciendo del Estado uno de los tres más peligrosos de Venezuela. Entre 2011 y 2012, la tasa de homicidios aumentó más de un 15%.

A pesar de este balance, Capriles, reelegido en 2012, todavía se niega a aceptar la implantación de la Policía Nacional Bolivariana en el territorio que dirige.

Entre 2008 y 2012, Capriles despidió a más de mil funcionarios en el Estado de Mirando –que trabajaban en el sector cultural– por considerarlos sospechosos de ser partidarios del antiguo gobernador chavista Diosdado Cabello, y procedió al cierre de decenas de bibliotecas.

En 2012, Capriles se reunió secretamente en Colombia con el general Martin Demsey, Jefe del Estado Mayor de Estados Unidos. No se filtró nada de esas conversaciones.

Capriles no deja de reclamarse del antiguo presidente brasileño Lula da Silva. No obstante, éste brindó varias veces su apoyo a Hugo Chávez, particularmente en las últimas elecciones de octubre de 2012. “Tu triunfo será nuestro”, declaró en un mensaje al Presidente Chávez.

Candidato a la elección presidencial de 2012, en nombre de la Mesa Unidad Democrática que agrupó los partidos de oposición, Capriles perdió el escrutinio con más de diez puntos de diferencia.

En caso de victoria en las elecciones presidenciales del 14 de abril de 2013, Capriles prometió la amnistía para Pedro Carmona Estanga, antiguo presidente de Fedecámaras que encabezó la junta militar durante el golpe de Estado, actualmente prófugo de la justicia y refugiado en Colombia.

El programa presidencial de Capriles es de esencia neoliberal y preconiza una aceleración de las privatizaciones en una economía controlada en más del 70% por el sector privado, una autonomía y una descentralización.

En caso de victoria de Capriles, la empresa petrolera nacional Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA), no se encontrará bajo control político.

El programa de Capriles prevé la suspensión de la ayuda financiera que otorga PDVSA al Fondo de Desarrollo Nacional (FONDEN), el cual financia las infraestructuras y los programas sociales.

Capriles impondrá un aumento del precio de la gasolina que se consume en el mercado nacional.
Se cancelarán las reformas agrarias que realizó el gobierno de Chávez y se restituirán las tierras a los latifundistas.

La Ley de Pesca, de la cual se beneficiaron decenas de miles de trabajadores del mar, también se abrogará.

Capriles autorizará en Venezuela el cultivo de organismos genéticamente modificados.

Capriles propone “incorporar en el sistema educativo básico y medio, temas demostrativos sobre la conexión entre propiedad, progreso económico, libertad política y desarrollo social”.

Capriles prevé otorgar independencia total al Banco Central de Venezuela, con el fin de evitar todo control democrático sobre las políticas financieras y monetarias, y le prohibirá “financiar el gasto público”.

Capriles anunció que pondría fin a la relación especial con Cuba, lo que afectará los programas sociales en los campos de la salud, la educación, el deporte y la cultura.

Capriles pondrá término a la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), organismo de integración regional.

Capriles suprimirá el programa Petrocaribe que permite actualmente a 18 países de América Latina y el Caribe, o sea 90 millones de personas, conseguir petróleo subvencionado y asegurar su abastecimiento energético.

Capriles prevé firmar tratados de libre cambio (TLC), particularmente con Estados Unidos y la Unión Europea.

Capriles prevé volver a otorgar la concesión hertziana al canal RCTV, que emite ahora vía cable y satélite, a pesar de su participación abierta en el golpe de Estado de abril de 2002.

Capriles prohibirá todos los programas políticos en el canal nacional Venezolana de Televisión, dejando así el monopolio del debate ciudadano a los canales privados.

Capriles prevé “supervisar y controlar la proliferación de emisoras de radio […] y regular el crecimiento de las emisoras de radio comunitarias”.

El Programa de la MUD prevé reducir sustancialmente el número de funcionarios.

Capriles eliminará el FONDEN, fondo especial destinado a financiar los programas sociales.

Capriles pondrá término a la regulación de precios que permite a toda la población adquirir los productos de primera necesidad.

Capriles acusa al gobierno venezolano y a la familia de Hugo Chávez de haber ocultado la muerte del Presidente. Para él, su fallecimiento ocurrió antes del 5 de marzo.

El autor es: Doctor en Estudios Ibéricos y Latinoamericanos de la Universidad Paris IV-Sorbonne,

Salim Lamrani es profesor titular de la Universidad de la Reunión y periodista, especialista de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos. Su último libro se titula Etat de siège. Les sanctions économiques des Etats-Unis contre Cuba, París, Ediciones Estrella, 2011, con un prólogo de Wayne S. Smith y un prefacio de Paul Estrade.

amranisalim@yahoo.fr - Salim.Lamrani@univ-reunion.fr

Página Facebook: https://www.facebook.com/SalimLamraniOfficiel

viernes, 15 de marzo de 2013

Papabilidades

http://questiondigital.com/?p=13015-  HORACIO VERBITSKY | Nota de la redacción: este informe del periodista argentino Horacio Verbitsky fue publicado en abril de 2005, cuando el ahora Papa Francisco I era candidato a suceder a Juan Pablo II. Más allá de algunas referencias a la interna política de la Argentina en ese momento, los datos sobre el pasado del ahora Santo Padre están absolutamente vigentes. 

El eventual papa argentino que mencionan especialistas y agencias noticiosas volcaría todo el peso del Vaticano en contra de la revisión de los crímenes de la dictadura. Bergoglio es la personalidad más avasalladora y conflictiva de la Iglesia argentina en décadas, amado y execrado por igual, como testimonia la dividida Compañía de Jesús. El secuestro de cuatro sacerdotes, la distinción académica a Massera y los manejos económicos de la USAL. ¿Es posible un Pontífice de Guardia de Hierro?

El arzobispo de Buenos Aires, cardenal Jorge Bergoglio, a quien vaticanistas y agencias noticiosas mencionan como uno de los candidatos a la sucesión papal, es la personalidad más avasalladora y conflictiva de la Iglesia argentina en décadas, amado por unos y execrado por otros. Según la fuente que se consulte es el hombre más generoso e inteligente que alguna vez haya dicho misa en el país o un maquiavélico felón que traicionó a sus hermanos y los entregó a la desaparición y la tortura por la Junta Militar en aras de una insaciable ambición de poder. A continuación, la historia secreta de quien, en caso de convertirse en Papa, volcaría todo el peso de la Iglesia en contra de la revisión judicial de los crímenes cometidos durante la dictadura militar, de lo cual ofreció un anticipo esta semana al fustigar a los “progresistas adolescentes” y motivó la respuesta de Néstor Kirchner de que prefería ser adolescente toda la vida a perder sus convicciones. La presencia de Menem y Duhalde en la Ciudad donde se elegirá al Pontífice no vale un voto, pero traduce un deseo. El primero pasó sobres mensuales a los obispos adictos a través de Esteban Caselli y así hasta consiguió que el vocero vaticano Joaquín Navarro Valls rectificara una admonición de Juan Pablo II a su gobierno. El segundo llegó al poder que las urnas le negaron montado en una coalición de obispos, sindicalistas, políticos bonaerenses y hombres de negocios que propiciaban la devaluación de la moneda, propósitos políticos y económicos encubiertos bajo el pomposo nombre de Diálogo Argentino, en la más audaz incursión pública de la Iglesia desde la conclusión de la dictadura. Con Duhalde (cuyo estratega era el ex Guardián Juan Carlos Mazzon) Bergoglio intentó cerrar el capítulo de la revisión por los crímenes de la guerra sucia y acuñó el slogan de la “Memoria completa”.

Conservador popular

Bergoglio reúne en sí dos rasgos que no siempre van juntos: es un conservador extremo en materias dogmáticas y posee una marcada sensibilidad social. Es lo que en la política argentina se conoce como un conservador popular. En privado se autodefine como peronista y su grupo de referencia es Guardia de Hierro, bautizado así en homenaje a la organización paramilitar antisemita rumana del mismo nombre, fundada por Corneliu Codreanu. Desde su emergencia como el nuevo hombre fuerte de la Iglesia argentina la Conferencia Episcopal emitió declaraciones fustigando la corrupción y exaltando “las conquistas sociales y la dignidad de los trabajadores”. Esa línea fue diseñada como vía de escape de los cuestionamientos por la actuación episcopal bajo la dictadura, que se reavivaron en 1995 con la revelación de que la jerarquía eclesiástica había aprobado los métodos bárbaros de ejecución de prisioneros y que los capellanes se encargaban de acallar con parábolas bíblicas los escrúpulos de los oficiales que dudaban de la legitimidad de las órdenes de arrojar a prisioneros indefensos al mar.

Bergoglio trabó contacto con Guardia de Hierro a principios de la década de 1970 y no lo perdió desde entonces. Esto implicó relaciones especiales con el gobierno de la fugaz presidenta María Estela Martínez de Perón y con el representante de la Armada en la Junta Militar que la derrocó, Emilio Massera. Su espectacular irrupción en la década pasada como sucesor del cardenal Antonio Quarracino colocó en la escena pública un debate sobre su personalidad y su conducta que se expresa en una paradoja: fue el primer jesuita en alcanzar el cardenalato y el arzobispado de Buenos Aires y sin embargo carece de toda relación con la Compañía de Jesús, donde su nombre es denostado. Que Quarracino lo haya elegido como sucesor sólo sorprendió a quienes se fijaban en aspectos exteriores: uno era chabacano y hedonista, el otro es culto, sofisticado y austero. Pero desde distintas jerarquías y con años de distancia ambos fueron partícipes del movimiento de renovación del Concilio Vaticano II y tuvieron afinidades con la teología de la liberación, pero abjuraron de ella (y de los compromisos asumidos en consecuencia) cuando la represión castrense desconoció cualquier límite y se volvió incluso hacia el interior de la Iglesia. La conversión de Quarracino se produjo en 1971 durante la dictadura del general Alejandro Lanusse luego de haber afirmado, en mayo de 1968, que “una cierta violencia” era necesaria para “una auténtica y profunda renovación de estructuras, una verdadera revolución social”. La de Bergoglio se produjo al aproximarse el golpe de 1976, cuando disciplinó a la Compañía de Jesús y dejó librados a su suerte a los integrantes que no quisieron abandonar a los sectores populares. Esta historia es un secreto que la gran prensa argentina guarda con tanto empeño como el que puso hace tres décadas en ignorar el método de la desaparición de personas aplicado por la Junta Militar. En cambio los corresponsales de la prensa extranjera tratan de reconstruir la historia para entender al candidato, sobre el que ya se han publicado artículos críticos en medios de Brasil, México y Francia.

Iglesia y dictadura

En su libro Iglesia y dictadura, editado en 1986, cuando Bergoglio no era conocido fuera del mundo eclesiástico, Emilio Mignone lo mencionó como ejemplo de “la siniestra complicidad” eclesiástica con los militares, que “se encargaron de cumplir la tarea sucia de limpiar el patio interior de la Iglesia, con la aquiescencia de los prelados”. Según el fundador del Centro de Estudios Legales y Sociales “en algunas ocasiones la luz verde fue dada por los mismos obispos. El 23 de mayo de 1976 la Infantería de Marina detuvo en el barrio del Bajo Flores al presbítero Orlando Yorio y lo mantuvo durante cinco meses en calidad de desaparecido. Una semana antes de la detención, el arzobispo Juan Carlos Aramburu le había retirado las licencias ministeriales, sin motivo ni explicación. Por distintas expresiones escuchadas por Yorio en su cautividad en la ESMA, resulta claro que la Armada interpretó tal decisión y, posiblemente, algunas manifestaciones críticas de su provincial jesuita, Jorge Bergoglio, como una autorización para proceder contra él”. Mignone lo cuenta entre los “pastores que entregaron sus ovejas”. Junto con Yorio también fueron secuestrados otros tres jesuitas que trabajaban en la misma comunidad eclesial de base: Luis Dourrón, Enrique Rastellini y Francisco Jalics. “Bergoglio les pidió que se fueran de la villa de Flores y cuando se negaron hizo saber a los militares que no los protegía más, y con ese guiño los secuestraron. Cuando salieron los dejó librados a su suerte, y otros como Miguel Hesayne y Jorge Novak tuvieron que protegerlos”, sostiene un sacerdote jesuita que teme represalias si se conociera su nombre. El propio Yorio, un par de años antes de morir, me dijo que Bergoglio “tenía comunicación con Massera, le habrían informado que yo era el jefe de los guerrilleros y por eso se lavó las manos y tuvo esa actitud doble. No esperaba que saliera vivo”. La polémica posterior es conocida. El cardenal aduce en su descargo que no entregó a los sacerdotes sino que les reclamó que dejaran la comunidad del Bajo Flores para protegerlos porque sabía que la represión sería despiadada. Como no aceptaron, les indicó que debían alejarse de la Compañía de Jesús. Es decir que aun en su versión autoindulgente de los hechos, la suerte de los sacerdotes fue subordinada a la de la institución. Las pruebas que zanjan la discusión se reproducen en estas páginas.

El Papa Negro

Organizada en el siglo XVI por el futuro San Ignacio (el caballero vasco Iñigo López de Loyola), la Compañía de Jesús fue una milicia intransigente al servicio del papado que partió en batalla contra la reforma protestante iniciada por Lutero. Los Ejercicios espirituales en los que sistematizó su devoción fueron un instrumento de acción católica laica en el mundo, que superó el enclaustramiento de la Iglesia medieval. Privilegiando los sacramentos de la comunión y la confesión los jesuitas simbolizaron la obediencia al papado tanto como los protestantes la rebelión. Por una ironía de la historia cuatro siglos más tarde esa fuerza ultraconservadora se convirtió en la vanguardia de la renovación de la Iglesia y del cuestionamiento al integrismo que pretendía someter al mundo moderno a la obediencia del Pontífice. A las tareas clásicas de la Compañía, como la educación, los jesuitas que a mediados del siglo pasado estudiaron teología y filosofía en Roma, París y Lovaina agregaron al apostolado social y la rebeldía contra las injusticias del mundo. Su padre superior, el español Pedro Arrupe llegó a ser llamado El Papa Negro, mientras en toda América florecían los centros jesuitas de estudios económico-sociales. En ese contexto, Bergoglio fue designado Superior Provincial de la Compañía en la Argentina en 1973, el año del regreso de Juan D. Perón al gobierno. Al concluir su período de tres años fue reelecto por otro tanto. “La formación jesuítica lleva 14 años y culmina a los 32 de edad. Bergoglio tenía apenas 36 y era el candidato de la gente más progresista, sin ser revolucionario. Era una época de cambios y Arrupe promovía a los jóvenes”, narra otro sacerdote jesuita, que hace tres décadas fue amigo de Bergoglio y hoy lo considera “un enfermo de poder”.

La Limpieza

En esos años posteriores al Concilio Vaticano II cerca de un tercio de los estudiantes y sacerdotes de la Compañía dejaron la Iglesia, por razones personales, ideológicas o institucionales. “A los nuevos que entraban, Bergoglio les dio un marco de contención más rígido y estructurado. Esto se agudizó después de 1976, cuando su opción se inclinó por lo más tradicional. Esto produjo un tipo de estructura jesuítica diferente a la del resto de América Latina y generó mucho aislamiento de la Provincia argentina” de esa organización, dice el sacerdote. Los jesuitas formados por Bergoglio siguen una línea dogmática tradicional, pero “hacen la pastoral de fin de semana con los pobres. Les infundió una visión sacramentalista, acrítica y muy asistencialista”, añade un sacerdote que lo conoce bien. “Cultiva el bajo perfil. Está honestamente preocupado por los pobres, vive su espiritualidad. Es encantador, conquistador, muy austero, lleva siempre el mismo traje viejo, anda con zapatos gastados, viaja en colectivo y en subterráneo.” Según el sacerdote, Bergoglio “trató de desarmar el centro de estudios de la Compañía, el CIAS, donde estaban los sacerdotes Fernando Storni y Vicente Pellegrini. En la revista que editaban se publicó el artículo de Pellegrini sobre la represión que reprodujo Jacobo Timerman y provocó la clausura de La Opinión”, dice. “Eran unos snobs intelectuales”, desdeñan quienes avalan a Bergoglio. Otro documento que se conserva en el archivo de la Cancillería, producido a principios de la década de 1980 por un servicio de informaciones bajo el título “Nuevo copamiento de los jesuitas argentinos”, afirma que “a pesar de la buena voluntad del padre Bergoglio, la Compañía en Argentina no se ha limpiado. Los jesuitas zurdos se han cuidado por un tiempo. Ahora, con gran apoyo del exterior y de ciertos obispos tercermundistas han comenzado una nueva etapa”.

Al concluir su ciclo como Provincial, Bergoglio fue sucedido por el flamenco belga Andrés Swinnen. Bergoglio asumió como Rector de la Facultad de Filosofía y Teología de San Miguel, por otros seis años, y desde allí siguió influyendo en la Compañía, donde el nuevo Provincial nunca tuvo suficiente consenso como para eclipsarlo. En esos doce años formó una generación de jesuitas, como maestro de novicios y con los libros de espiritualidad que escribió. Luego de un breve paso por Alemania, Bergoglio volvió a la Argentina. Con el fin de la dictadura, su poder se eclipsó y quedó en una atípica relación: sigue siendo jesuita, aunque sin obediencia a la Compañía. En 1985 fue trasladado a una Casa de la Compañía en Córdoba. Personas próximas a él cuentan que allí estuvo virtualmente secuestrado. “Decían que estaba loco y lo tenían encerrado, no le pasaban las llamadas, presuntamente para protegerlo.” Una de las más altas autoridades de la Compañía no niega los hechos, aunque les da una explicación diferente. “Puede ser, no digo que no haya ocurrido así. Los conflictos internos fueron muy serios, tanto por la línea seguida como por el modo de gobierno y por cierto maquiavelismo. Para él, vale todo. Si se estaba tratando de cambiar la orientación de la Compañía, es probable que no le pasaran llamadas de los estudiantes, porque hubiera perturbado ese trabajo de cambio”, admite. El retrato con el que coinciden varios laicos que lo trataron es el de un psicópata seductor e inescrupuloso. En 1985, en lugar de Swinnen fue designado Provincial el presidente de la Conferencia Argentina de Religiosos (CAR), Víctor Zorzín, sucedido seis años después por Ignacio García Mata.

La fractura fue tan marcada que congregaciones que tienen la misma espiritualidad que los jesuitas, como las Esclavas, el Sagrado Corazón, las Hijas de Jesús, o la Compañía de María, que normalmente recurrían a jesuitas argentinos para sus ejercicios espirituales anuales o para sus cursos de teología, comenzaron a invitar a sacerdotes jesuitas de otras nacionalidades. La gravedad del conflicto llegó a tal punto que en 1997, cuando Bergoglio asumió como arzobispo porteño la Compañía decidió no designar como provincial a un jesuita argentino, para evitar roces, sino al sacerdote colombiano Alvaro Restrepo. Pero la Compañía argentina continúa profundamente dividida y Bergoglio aún conserva influencia.

Al describir su personalidad, su ex amigo jesuita dice que Bergoglio es un hombre de gran carisma para relacionarse. “Es capaz de acompañar toda la noche a un cura enfermo. Cuando era coadjutor iba a vivir a las parroquias. Les daba una semana de vacaciones a los curas y él se quedaba en su lugar. Así se ganó al clero joven. No es distante ni hace frías visitas de inspección.” Un obispo que no autorizó que se revelara su identidad, se refería a él en términos muy similares: “Es un hombre muy peligroso. Si tiene un cura enfermo lo va a ver y se queda toda la noche. Un horror. Yo voy de visita pero me quedo diez minutos”. “Bergoglio es el responsable de que la Compañía de Jesús argentina sea retrógrada, espiritualista, conservadora, con una postura cercana al integrismo, lo cual es un caso único en el mundo, donde los jesuitas se destacan por lo contrario”, afirma un estudioso de la Compañía. “Una generación entera de jesuitas fue formada por Bergoglio en el culto a la personalidad, el clientelismo y la obsecuencia. Visita a los curitas y les soluciona problemas, les ofrece una computadora o un viajecito de vacaciones. En todo el mundo los jesuitas son vanguardia, acá trogloditas”, agrega. En pocos días más se sabrá si el Colegio de Cardenales dispone que ese mismo destino le aguarde a la Iglesia Universal y sobre la Argentina caigan las sombras del oscurantismo.

miércoles, 13 de marzo de 2013

Chávez, el legado y los desafíos

por Boaventura de Sousa Santos  - http://laventana.casa.cult.cu/modules.php?name=News&file=article&sid=7444 

“¿Alguien imagina a las clases populares de tantos otros países derramando ante la muerte de un líder político democrático las lágrimas amargas con que los venezolanos inundan las pantallas de televisión del mundo?”

Murió el líder político democrático más carismático de las últimas décadas. Cuando esto sucede en democracia, el carisma crea entre gobernantes y gobernados una relación particularmente movilizadora, porque reúne a la legitimidad democrática con una identidad de pertenencia y un conjunto de objetivos compartidos que van mucho más allá de la representación política. Las clases populares, habituadas a ser golpeadas por un poder lejano y represor (las democracias de baja intensidad alimentan ese poder), viven momentos en los que la distancia entre representantes y representados casi se desvanece.

Los opositores hablan de populismo y autoritarismo, pero raramente logran convencer a los votantes.

Es que, en democracia, el carisma permite niveles de educación cívica difícilmente alcanzables en otras condiciones. La compleja química entre carisma y democracia profundiza ambos procesos, sobre todo cuando se traduce en medidas de redistribución social de la riqueza. El problema del carisma es que termina con el líder. Para continuar sin él, la democracia necesita ser reforzada con dos ingredientes cuya química es igualmente compleja, sobre todo en un inmediato período poscarismático: la institucionalidad y la participación popular.

Al gritar en las calles de Caracas “¡todos somos Chávez!”, el pueblo es lúcidamente consciente de que Chávez hubo uno solo y que la Revolución Bolivariana tendrá enemigos internos y externos lo suficientemente fuertes como para poner en cuestión la intensa experiencia democrática de los últimos catorce años. En Brasil, el presidente Lula fue también un líder carismático. Después de él, la presidenta Dilma aprovechó la fuerte institucionalidad del Estado y de la democracia brasileñas, pero ha tenido dificultades para complementarla con la participación popular. En Venezuela, la fortaleza de las instituciones es mucho menor, mientras que el impulso de la participación popular es mucho mayor. Es en este contexto que debemos analizar el legado de Chávez y los desafíos en el horizonte.

EL LEGADO
La redistribución de la riqueza. Chávez, al igual que otros líderes latinoamericanos, aprovechó el boom de los recursos naturales (en especial, el petróleo) para realizar un programa sin precedentes de políticas sociales, sobre todo en las áreas de educación, salud, vivienda e infraestructura, que mejoraron sustancialmente la vida de la inmensa mayoría de la población. La Venezuela saudita dio lugar a la Venezuela bolivariana.

La integración regional. Chávez fue un artífice incansable de la integración del subcontinente latinoamericano. No se trató de un cálculo mezquino de supervivencia o hegemonía. Chávez creía como nadie en la idea de la Patria Grande de Simón Bolívar. Las diferencias políticas sustantivas entre los países de la región eran vistas por él como discusiones dentro de una gran familia. Cuando tuvo la oportunidad, procuró restaurar los lazos con el miembro de la familia más reticente y más pro estadounidense, Colombia. Procuró que las relaciones entre los países latinoamericanos fueran mucho más allá de los intercambios comerciales y que éstos se pautasen por una lógica de complementariedad y reciprocidad, y no por una lógica capitalista. Su solidaridad con Cuba es bien conocida, pero fue igualmente decisiva con la Argentina durante la crisis de 2001-2002 y con los pequeños países del Caribe.
Fue un entusiasta de todas las formas de integración regional que ayudaran al continente a dejar de ser el patio trasero de Estados Unidos. Encabezó el ALBA (Alternativa Bolivariana para las Américas), luego ALBA-TCP (Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América - Tratado de Comercio de los Pueblos), también quiso ser miembro del Mercosur. La Celac (Comunidad de Estados de América Latina y el Caribe) y la Unasur (Unión de Naciones Suramericanas) son otras de las instituciones de integración a las que Chávez dio su impulso.

Antiimperialismo. En los momentos más críticos de su gobierno (incluyendo la resistencia al golpe de Estado del que fue víctima en 2002), Chávez se enfrentó con el unilateralismo estadounidense más agresivo (George W. Bush), que llegó a su punto más destructivo con la invasión de Irak. Chávez tenía la convicción de que lo que estaba pasando en Medio Oriente pasaría un día en América latina, si la región no se preparaba para esa eventualidad. De ahí, su interés por la integración regional. Pero también estaba convencido de que la única manera de frenar a los Estados Unidos era alimentar el multilateralismo, fortaleciendo lo que quedaba de la Guerra Fría. De ahí, su acercamiento a Rusia, China e Irán. Sabía que los Estados Unidos (con el apoyo de la Unión Europea) continuarían “liberando” a todos los países que pudiesen desafiar a Israel o ser una amenaza para el acceso al petróleo. De ahí, la “liberación” de Libia, seguida por la de Siria y, en un futuro próximo, Irán. De ahí, también, el desinterés de los Estados Unidos y la Unión Europea por “liberar” el país gobernado por la dictadura más retrógrada, Arabia Saudita.

El socialismo del siglo XXI. Chávez no consiguió construir el socialismo del siglo XXI, al que llamó socialismo bolivariano. ¿Cuál sería su modelo de socialismo, teniendo en cuenta que siempre mostró una reverencia por la experiencia cubana que muchos consideraron excesiva? Me consuela saber que en varias ocasiones Chávez se refirió con aprobación a mi definición de socialismo: “El socialismo es la democracia sin fin”. Es cierto que eran discursos y que la práctica sería sin duda mucho más difícil y compleja. Quiso que el socialismo bolivariano fuera pacífico, pero armado para que no le ocurriera lo mismo que a Salvador Allende. Nacionalizó empresas, lo que causó la ira de los inversores extranjeros, que se vengaron con una impresionante campaña de demonización de Chávez, tanto en Europa (especialmente en España) como en los Estados Unidos. Desarticuló el capitalismo que existía, pero no lo sustituyó. De ahí, las crisis de abastecimiento e inversión, la inflación y la creciente dependencia de los ingresos petroleros. Polarizó la lucha de clases y puso en guardia a las viejas y a las nuevas clases capitalistas, que habían tenido durante mucho tiempo un monopolio casi total de la comunicación social y que siempre mantuvieron el control del capital financiero. La polarización llegó a la calle y muchos consideraron que el gran aumento de la delincuencia era su producto (¿dirán lo mismo del aumento del delito en San Pablo o Johannesburgo?).

El Estado comunal. Chávez sabía que la máquina estatal construida por las oligarquías que siempre habían dominado el país haría todo lo posible para bloquear el nuevo proceso revolucionario que, a diferencia de los anteriores, nacía con la democracia y se alimentaba de ella. Buscó, por eso, crear estructuras paralelas. Primero fueron las misiones y las grandes misiones, un amplio programa de políticas públicas en diferentes sectores, cada una con un nombre sugestivo (por ejemplo, la Misión Barrio Adentro, para ofrecer servicios de salud a las clases populares), con participación social y ayuda de Cuba. Después fue la institucionalización del poder popular, un ordenamiento territorial paralelo al existente (estados y municipios), con la comuna como célula básica, la propiedad social como principio y la construcción del socialismo como objetivo principal. A diferencia de otras experiencias latinoamericanas que trataron de articular la democracia representativa con la democracia participativa (el caso del presupuesto participativo y los consejos populares sectoriales), el Estado comunal asume una relación de confrontación entre esas dos formas de la democracia. Tal vez ésa sea su gran debilidad.

LOS DESAFÍOS
La unión cívico-militar. Chávez asentó su poder sobre dos bases: la adhesión democrática de las clases populares y la unión política entre el poder civil y las fuerzas armadas. Esta unión siempre ha sido problemática en el continente y, cuando existió, tuvo casi siempre orientación conservadora e, incluso, dictatorial. Chávez, él mismo un militar, consiguió una unión de sentido progresista que le dio estabilidad al régimen. Pero para eso tuvo que darles poder económico a los militares, lo que, además de ser una fuente de corrupción, mañana puede volverse en contra de la Revolución Bolivariana o, lo que es lo mismo, subvertir su espíritu transformador y democrático.

El extractivismo. La Revolución Bolivariana profundizó la dependencia del petróleo y los recursos naturales en general, un fenómeno que, lejos de ser específico de Venezuela, está hoy presente en otros países administrados por gobiernos que consideramos progresistas, como Brasil, Argentina, Ecuador o Bolivia. La dependencia excesiva de los recursos naturales bloquea la diversificación de la economía, destruye el medioambiente y, sobre todo, constituye una agresión constante a las poblaciones indígenas y campesinas, en cuyos territorios se encuentran esos recursos, contaminando sus aguas, desconociendo sus derechos ancestrales, violando el derecho internacional que exige la consulta a las poblaciones, expulsándolas de sus tierras, asesinando a sus líderes comunitarios. Hace apenas unos días asesinaron a un gran líder indígena de la Sierra de Perijá (Venezuela), Sabino Romero, referente de una lucha con la que me solidarizo desde hace años. ¿Sabrán los sucesores de Chávez enfrentar este problema?

El régimen político. Aun cuando es votado democráticamente, un régimen político hecho a medida de un líder carismático tiende a ser un problema para sus sucesores. Los desafíos son enormes en el caso de Venezuela. Por un lado, la debilidad general de las instituciones; por el otro, una institucionalidad paralela, el Estado comunal, dominado por el partido creado por Chávez, el PSUV (Partido Socialista Unido de Venezuela). Si se instaura el vértigo del partido único, será el fin de la revolución bolivariana. El PSUV es un agregado de diversas tendencias y la convivencia entre ellas ha sido difícil. Desaparecida la figura aglutinante de Chávez, es necesario encontrar maneras de expresar la diversidad interna. Sólo un intenso ejercicio de democracia interna le permitirá al PSUV ser una de las expresiones nacionales de profundización democrática que bloqueen el avance de las fuerzas políticas interesadas en destruir, punto por punto, todo lo que fue conquistado por las clases populares en estos años. Si la corrupción no es controlada y si las diferencias internas son reprimidas por declaraciones de que todos son chavistas y que cada uno es más chavista que el otro, se abrirá el camino para los enemigos de la Revolución. Una cosa es cierta: si hay que seguir el ejemplo de Chávez, es crucial que no se repriman las críticas. Es necesario abandonar el autoritarismo que ha caracterizado a grandes sectores de la izquierda latinoamericana.

El gran desafío para las fuerzas progresistas del continente es saber distinguir entre el estilo polemizante de Chávez, ciertamente controvertido, y el sentido político sustantivo de su gobierno, inequívocamente a favor de las clases populares y de una integración solidaria de América latina. Las fuerzas conservadoras harán todo lo posible para confundirlos. Chávez contribuyó en forma decisiva a consolidar la democracia en el imaginario social. La consolidó donde es más difícil que sea traicionada, en el corazón de las clases populares. Y donde también la traición es más peligrosa. ¿Alguien imagina a las clases populares de tantos otros países derramando ante la muerte de un líder político democrático las lágrimas amargas con que los venezolanos inundan las pantallas de televisión del mundo? Este es un patrimonio precioso, tanto para los venezolanos como para todos los latinoamericanos. Sería un crimen desperdiciarlo.

jueves, 7 de marzo de 2013

La demonización de Chávez

EDUARDO GALEANO - http://questiondigital.com/?p=12875 

“Hugo Chávez es un demonio. ¿Por qué???, Porque alfabetizó a más de 2 millones de venezolanos que no sabían leer ni escribir, aunque vivían en un país que tiene la riqueza natural más importante del mundo, que es el petróleo. Yo viví en ese país algunos años y conocí muy bien lo que era. La llaman la “Venezuela Saudita” por el petróleo. Tenía a más de 2 millones de niños que no podían ir a las escuelas porque no tenían documentos.

Ahí llegó un gobierno, ese gobierno diabólico, demoníaco, que hace cosas elementales, como decir “Los niños deben ser aceptados en las escuelas con o sin documentos”. Y ahí se cayó el mundo: eso es una prueba de que Chávez es un malvado malvadísimo. Ya que tiene esa riqueza, y gracias a que por la guerra de Iraq el petróleo se cotiza muy alto, él quiere aprovechar eso con fines solidarios. Quiere ayudar a los países suramericanos, principalmente Cuba. Cuba manda médicos, él paga con petróleo. Pero esos médicos también fueron fuente de escándalos. Están diciendo que los médicos venezolanos estaban furiosos por la presencia de esos intrusos trabajando en esos barrios pobres.

En la época en que yo vivía allá como corresponsal de Prensa Latina, nunca vi un médico. Ahora sí hay médicos. La presencia de los médicos cubanos es otra evidencia de que Chávez está en la Tierra de visita, porque pertenece al infierno. Entonces, cuando se lee las noticias, se debe traducir todo. El demonismo tiene ese origen, para justificar la máquina diabólica de la muerte.”

martes, 5 de marzo de 2013

Falleció el presidente venezolano Hugo Chávez

http://www.surysur.net/2013/03/fallecio-el-presidente-venezolano-hugo-chavez/ 

Este martes 5 de marzo de 2013, luego de haber acudido a la reunión con la dirección político militar de la Revolución, el vicepresidente Nicolás Maduro informó que el presidente de Venezuela Hugo Chávez falleció a las 4 y 25 de la tarde.

El vicepresidente dijo que ha previsto un despliegue especial de la Policía Nacional Bolivariana para garantizar la paz y el respeto al pueblo de Venezuela.

“En esta tragedia histórica llamamos a los hombres y mujeres a ser los vigilantes de la paz y del respeto de esta patria. Nosotros los civiles y militares asumimos su herencia, sus retos, su proyecto, junto al acompañamiento y apoyo de todo el pueblo sus banderas serán levantadas con dignidad. Gracias, mil veces gracias”.

Que no haya violencia ni odio. Sino amor, paz, unidad y disciplina. Unidad, batalla y victoria, con la unidad del Pueblo y la FANB

En las próximas horas se anunciarán los detalles del sepelio.

Claves del cónclave cívico-militar

ven anuncio muerte chavezEl vicepresidente Ejecutivo de la República, Nicoás Maduro, encabezó este martes una reunión con la Dirección Político-Militar del Gobierno, celebrada en el Palacio de Miraflores.

A continuación las frases y anuncios más importantes de su alocución:

- Maduro indicó que los enemigos históricos atacaron al presidente Hugo Chávez, y señaló que llegará el momento de nombrar una comisión científica que establezca lo ocurrido sugiriendo que su enfermedad podría haber sido inoculada.

- Recordó que el propio Chávez había manifestado “su visión” e insistió en que no tienen “ninguna duda que los enemigos históricos” de la patria “buscaron el punto para dañar la salud” del presidente venezolano.

- Venezuela vive “las horas más difíciles” desde que Hugo Chávez fue operado el 11 de diciembre de un cáncer en Cuba, afirmó el vicepresidente Nicolás Maduro. “Oración, acción, con nuestra alma, con nuestra mente, orando por la salud y la vida de nuestro comandante presidente en estas horas que son las más difíciles que hemos vivido desde la operación del 11 de diciembre”, dijo.

- Maduro informó que el Gobierno implementará “un conjunto de medidas para reforzar la protección económica de nuestro pueblo”.

- Dijo que los enemigos de la patria “no han ahorrado ningún recurso para hacer daño a la economía” nacional

- Agregó también que sectores conservadores llevan adelante una campaña y guerra permanente de rumores, mentiras y manipulaciones.

- El vicepresidente señaló que se han tomado medidas especiales para combatir las acciones desestabilizadoras contra el sistema eléctrico nacional.

- “Están jugando con fuego, de manera irresponsable”, agregó Maduro, quien reiteró que detrás de estos planes están “los enemigos de la Patria”.

- Maduro informó también que David del Mónaco, agregado aéreo de la Embajada de Estados Unidos en Caracas, fue expulsado por supuestamente estar implicado en planes conspirativos.  Señaló que el funcionario estadounidense buscó a militares activos para proponer proyectos desestabilizadores, razón por la cual el Gobierno venezolano dio plazo de 24 horas para que abandone el país.

- “A Venezuela se le respeta, a nuestra Fuerza Armada se le respeta”, subrayó Maduro y dio cuenta de que se está “tras las pistas de otros elementos que configuran todo este cuadro venenoso”.

- El alto funcionario elogió al equipo médico que atiende al mandatario venezolano. Agregó que estos médicos tienen una elevada “ética, una moral y amor que rompe cualquier límite y cualquier imaginación, de su dedicación, de su consagración amorosa de apoyar a nuestro comandante en todas las etapas que le ha tocado enfrentar de dificultades, en este caso con la enfermedad”.

- “No ha habido un día en que estos grupos no arremetan contra el presidente Chávez, contra el equipo de sus colaboradores más cercanos, contra sus propias hijas (…) contra su hermano Adán Chávez, contra su madre, contra su padre”, enfatizó Maduro.

- El vicepresidente Ejecutivo demandó mayor unidad y disciplina “para frenar los ataques de la derecha y el imperialismo y garantizar la estabilidad política del país”.

- “Nuestra revolución está preparada y más fuerte que nunca. Estamos en las condiciones de actuar coordinadamente para garantizar a nuestro pueblo en cualquier circunstancia la paz, la democracia y la derrota absoluta que pretenda quebrantar la tranquilidad de la Patria”, sentenció.

El vicepresidente Ejecutivo de la República, Nicoás Maduro, encabezó este martes una reunión con la Dirección Político-Militar del Gobierno, celebrada en el Palacio de Miraflores.

A continuación las frases y anuncios más importantes de su alocución:

- Maduro indicó que los enemigos históricos atacaron al presidente Hugo Chávez, y señaló que llegará el momento de nombrar una comisión científica que establezca lo ocurrido sugiriendo que su enfermedad podría haber sido inoculada.

- Recordó que el propio Chávez había manifestado “su visión” e insistió en que no tienen “ninguna duda que los enemigos históricos” de la patria “buscaron el punto para dañar la salud” del presidente venezolano.

- Venezuela vive “las horas más difíciles” desde que Hugo Chávez fue operado el 11 de diciembre de un cáncer en Cuba, afirmó el vicepresidente Nicolás Maduro. “Oración, acción, con nuestra alma, con nuestra mente, orando por la salud y la vida de nuestro comandante presidente en estas horas que son las más difíciles que hemos vivido desde la operación del 11 de diciembre”, dijo.

- Maduro informó que el Gobierno implementará “un conjunto de medidas para reforzar la protección económica de nuestro pueblo”.

- Dijo que los enemigos de la patria “no han ahorrado ningún recurso para hacer daño a la economía” nacional

- Agregó también que sectores conservadores llevan adelante una campaña y guerra permanente de rumores, mentiras y manipulaciones.

- El vicepresidente señaló que se han tomado medidas especiales para combatir las acciones desestabilizadoras contra el sistema eléctrico nacional.

- “Están jugando con fuego, de manera irresponsable”, agregó Maduro, quien reiteró que detrás de estos planes están “los enemigos de la Patria”.

- Maduro informó también que David del Mónaco, agregado aéreo de la Embajada de Estados Unidos en Caracas, fue expulsado por supuestamente estar implicado en planes conspirativos.  Señaló que el funcionario estadounidense buscó a militares activos para proponer proyectos desestabilizadores, razón por la cual el Gobierno venezolano dio plazo de 24 horas para que abandone el país.

-A Venezuela se le respeta, a nuestra Fuerza Armada se le respeta”, subrayó Maduro y dio cuenta de que se está “tras las pistas de otros elementos que configuran todo este cuadro venenoso”.

- El alto funcionario elogió al equipo médico que atiende al mandatario venezolano. Agregó que estos médicos tienen una elevada “ética, una moral y amor que rompe cualquier límite y cualquier imaginación, de su dedicación, de su consagración amorosa de apoyar a nuestro comandante en todas las etapas que le ha tocado enfrentar de dificultades, en este caso con la enfermedad”.

- “No ha habido un día en que estos grupos no arremetan contra el presidente Chávez, contra el equipo de sus colaboradores más cercanos, contra sus propias hijas (…) contra su hermano Adán Chávez, contra su madre, contra su padre”, enfatizó Maduro.

- El vicepresidente Ejecutivo demandó mayor unidad y disciplina “para frenar los ataques de la derecha y el imperialismo y garantizar la estabilidad política del país”.

- “Nuestra revolución está preparada y más fuerte que nunca. Estamos en las condiciones de actuar coordinadamente para garantizar a nuestro pueblo en cualquier circunstancia la paz, la democracia y la derrota absoluta que pretenda quebrantar la tranquilidad de la Patria”, sentenció.

viernes, 1 de marzo de 2013

Torturador Manzanelli: "Nos dejaron solos, se escondieron, se fueron a sus casas"

http://memoria.telam.com.ar/noticia/torturador-manzanelli-se-quejo-de-que-los...Concluyó la XII audiencia del juicio por la megacausa de La Perla 

Memoria Verdad y Justicia - Télam
El sargento Luis Manzanelli, acaso el torturador más feroz de La Perla, se quejó ayer frente al tribunal de que "nos dejaron solos. Se escondieron, se fueron a sus casas y quieren que nos hagamos cargos de los fusilamientos, de los muertos". La duodécima audiencia del juicio por la megacausa La Perla estuvo consagrada ayer al derecho que asiste a los imputados a declarar, trámite rocesal que había comenzado anteayer. El primero de declarar fue el imputado Raúl Romero, un agente civil de inteligencia del Ejército que dio detalles sobre las tareas que desempeñaba y precisó que tenía la misión de infiltrarse en las organizaciones políticas y sociales para conseguir información de utilidad para el poder dictatorial.

Romero dijo que se inscribió como alumno en carreras universitarias con el objetivo de "detectar actividad terroristas" participando en muchos casos en la colocación de micrófonos en domicilios para escuchar lo que en ellos se hablaba.- "Yo sólo cumplía con las tareas que me encomendaban y luego entregaba los informes, pero nunca preguntaba qué utilidad ni el destino que le daban", dijo al precisar que entregaba esos informes a sus superiores.

 

Por su parte, el ex suboficial del Ejército, José Herrera, pidió a los miembros del Tribunal Oral Federal 1 (TOF1) ser sometido a careos con todos los testigos que lo involucran en los hechos por los que está siendo juzgado, de los que se declaró inocente.

 

Otro suboficial retirado del Ejército, Luis Manzanelli, feroz torturador,  manifestó que "nos dejaron solos. Se escondieron, se fueron a sus casas y quieren que nos hagamos cargos de los fusilamientos, de los muertos" al sostener que esos hechos los cometieron otros, a los que no identificó.

En la jornada también declararon otros imputados, en tanto que algunos optaron por no hacerlo y en todos los casos se declararon ajenos a las acusaciones.

 

Mientras tanto, el acusado José "Chubi" López, ex agente de inteligencia, planteo la nulidad de todo el proceso tras considerar que se ha lesionado el derecho a defensa y que se cometieron "irregularidades" formales como omisión de lecturas del auto de elevación a juicio al comienzo del debate.

La audiencia  pasó a cuarto intermedio hasta el próximo martes 5 a las 9.30 para continuar con las declaraciones pendientes de los imputados.

 

El principal imputado en esta causa es Luciano Benjamín Menéndez junto a otros 44 acusados por distintos hechos que se describen en 16 causas acumuladas.

 

Son 417 las víctimas, de las cuales 162 son sobrevivientes, que constituyen la prueba testimonial fundamental para el proceso, a lo que se suman más de 600 testigos.

 

Los delitos que se juzgan son privación ilegítima de la libertad, imposición de tormentos agravados, aplicación de tormentos seguido de muerte, homicidio calificado, tentativa de homicidio calificado, sustracción de menor de 10 años, abuso deshonesto y violación.

 

Los hechos delictivos que se juzgan fueron cometidos mediante  el Plan Sistemático de Extermino implementado por el Terrorismo de Estado entre 1975 y 1976

Torturador Manzanelli: "Nos dejaron solos, se escondieron, se fueron a sus casas"

http://memoria.telam.com.ar/noticia/torturador-manzanelli-se-quejo-de-que-los...Concluyó la XII audiencia del juicio por la megacausa de La Perla 

Memoria Verdad y Justicia - Télam
El sargento Luis Manzanelli, acaso el torturador más feroz de La Perla, se quejó ayer frente al tribunal de que "nos dejaron solos. Se escondieron, se fueron a sus casas y quieren que nos hagamos cargos de los fusilamientos, de los muertos". La duodécima audiencia del juicio por la megacausa La Perla estuvo consagrada ayer al derecho que asiste a los imputados a declarar, trámite rocesal que había comenzado anteayer. El primero de declarar fue el imputado Raúl Romero, un agente civil de inteligencia del Ejército que dio detalles sobre las tareas que desempeñaba y precisó que tenía la misión de infiltrarse en las organizaciones políticas y sociales para conseguir información de utilidad para el poder dictatorial.

Romero dijo que se inscribió como alumno en carreras universitarias con el objetivo de "detectar actividad terroristas" participando en muchos casos en la colocación de micrófonos en domicilios para escuchar lo que en ellos se hablaba.- "Yo sólo cumplía con las tareas que me encomendaban y luego entregaba los informes, pero nunca preguntaba qué utilidad ni el destino que le daban", dijo al precisar que entregaba esos informes a sus superiores.

 

Por su parte, el ex suboficial del Ejército, José Herrera, pidió a los miembros del Tribunal Oral Federal 1 (TOF1) ser sometido a careos con todos los testigos que lo involucran en los hechos por los que está siendo juzgado, de los que se declaró inocente.

 

Otro suboficial retirado del Ejército, Luis Manzanelli, feroz torturador,  manifestó que "nos dejaron solos. Se escondieron, se fueron a sus casas y quieren que nos hagamos cargos de los fusilamientos, de los muertos" al sostener que esos hechos los cometieron otros, a los que no identificó.

En la jornada también declararon otros imputados, en tanto que algunos optaron por no hacerlo y en todos los casos se declararon ajenos a las acusaciones.

 

Mientras tanto, el acusado José "Chubi" López, ex agente de inteligencia, planteo la nulidad de todo el proceso tras considerar que se ha lesionado el derecho a defensa y que se cometieron "irregularidades" formales como omisión de lecturas del auto de elevación a juicio al comienzo del debate.

La audiencia  pasó a cuarto intermedio hasta el próximo martes 5 a las 9.30 para continuar con las declaraciones pendientes de los imputados.

 

El principal imputado en esta causa es Luciano Benjamín Menéndez junto a otros 44 acusados por distintos hechos que se describen en 16 causas acumuladas.

 

Son 417 las víctimas, de las cuales 162 son sobrevivientes, que constituyen la prueba testimonial fundamental para el proceso, a lo que se suman más de 600 testigos.

 

Los delitos que se juzgan son privación ilegítima de la libertad, imposición de tormentos agravados, aplicación de tormentos seguido de muerte, homicidio calificado, tentativa de homicidio calificado, sustracción de menor de 10 años, abuso deshonesto y violación.

 

Los hechos delictivos que se juzgan fueron cometidos mediante  el Plan Sistemático de Extermino implementado por el Terrorismo de Estado entre 1975 y 1976

jueves, 28 de febrero de 2013

Uruguay: La Justicia en su laberinto


Eduardo Galeano
, Emilio Cafassi, Juan Gelman y Jorge Majfud  - http://www.surysur.net/2013/02/uruguay-la-justicia-en-su-laberinto/

La Suprema Corte de Justicia de Uruguay acaba de consolidar la consagración de la impunidad para los peores criminales de lesa humanidad de la historia moderna de ese país, señalan en una declaración conjunta los escritores Emilio Cafassi, Eduardo Galeano, Juan Gelman y Jorge Majfud.

El proceso que ha llevado a este resultado es claro.

Un primer paso consistió en la decisión de trasladar a la Dra. Mariana Mota al ámbito de lo civil, desafectándola de su titularidad en el Juzgado Penal. La Dra. Mota tenía en su sede más de cincuenta causas referidas a las gravísimas violaciones a los derechos humanos durante el período del terrorismo de Estado en los años ’70. El Estado y el propio Poder Judicial pusieron toda clase de obstáculos a sus investigaciones, además de cuestionar su compromiso con la lucha por la vigencia de los derechos humanos, cuando deberían ser su principal garante. Con esta medida, la Corte de Justicia confirmó la ausencia de justicia que víctimas, allegados y la sociedad toda viene padeciendo desde hace décadas. Al mismo tiempo, la Corte uruguaya ignoró la sentencia pronunciada por la Corte Interamericana de Derechos Humanos en el caso Gelman vs. Uruguay, además de cuestionar la independencia del Poder Judicial.

En línea con el mismo propósito o resultado, la Suprema Corte acaba de declarar inconstitucional la recientemente promulgada ley interpretativa que intentaba superar la llamada “ley de Caducidad” que desde 1986 impide el proceso de todos los autores de crímenes amparados por la pasada dictadura militar. Esta ley fue declarada inconstitucional por la misma Corte años atrás.

El argumento sobre el cual se basó esta nueva decisión radica en que no se puede aplicar una ley de forma retroactiva, cosa que sí realiza la propia ley de Caducidad. Se ha argumentado que la retroactividad se aplica sólo cuando la ley beneficia al reo. No es posible condenar retroactivamente a alguien por algo que hizo cuando en su momento no era definido como delito. No obstante, la ley de Caducidad es retroactiva desde el momento en que contradice las leyes que regían cuando se cometieron los delitos.

En otro momento, la misma Corte Suprema de Justicia de Uruguay define las violaciones cometidas en una dictadura y con la complicidad del Estado de la época como “delitos comunes”. Lo cual automáticamente transforma un delito de lesa humanidad en una causa prescriptible. No obstante, estos “delitos comunes” fueron cancelados, precisamente, por una ley promulgada para proteger a un grupo específico de criminales, la ley de Caducidad de 1986. Ni siquiera se otorgó un perdón a reos condenados por sus crímenes: el Estado renunció a someterlos a investigación y a juicio.

No obstante, más allá de una disputa técnica y sobre la filosofía que rige y cambia cada cierto tiempo las obviedades jurídicas, nuestro reclamo se basa en valores más universales y permanentes, como lo son la garantía de los derechos individuales más básicos, como la integridad física, la libertad y la reparación moral.

Por lo expuesto, como intelectuales y trabajadores de la cultura y el conocimiento, repudiamos estas decisiones de la SCJ y exigimos el fin de la impunidad y la condena de todos los criminales del terrorismo de Estado en Uruguay.

Todo Estado y toda institución de cualquier país existen para proteger la integridad física y moral, el derecho a la libertad y la verdad de cada uno de sus ciudadanos. Nunca al revés. Aceptar la violación de uno solo de los derechos humanos contra uno solo de los ciudadanos de un país con la complicidad del Estado o de alguna de sus instituciones, afecta y lesiona la legitimidad de todo el Estado.

Rechazamos cualquiera de las excusas que niegan el derecho a la justicia y la verdad. Sin verdad no hay paz; sin justicia no hay democracia.

Los derechos humanos no se mendigan. Se exigen.

miércoles, 27 de febrero de 2013

Ecuador en el gran cuadro de la región

La reciente elección de Ecuador permite distinguir su interés para la región.
Lo primero es que hubo una elección transparente, que contó con la asistencia de observadores especialmente designados y de una legión de periodistas del continente y de Europa. Además, logró aumentar la concurrencia habitual de las urnas y dejó un resultado categórico.
El otro dato significativo resulta del hecho de que el presidente Correa fue reelecto con el 56,7 por ciento de los votos, en tanto que el rival más próximo obtuvo el 23 por ciento. Puede decirse que repitió y mejoró los guarismos de Chávez, en Venezuela, de Cristina Fernández, en la Argentina, y anteriormente de la sucesora de Lula, en Brasil, Dilma Rousseff. Otros países que han liderado el Mercosur (Uruguay, Bolivia) también ratificaron a la conducción en la última consulta. La excepción fue Paraguay, por la destitución del presidente y ahora con la posibilidad de retomar el camino de la integración regional en una elección de difícil pronóstico.
La reelección de Correa implica un hecho singular, ya que ninguno de los siete presidentes anteriores pudo completar su mandato. El propio Correa sufrió un intento de destitución que, en parte, salvó por la rápida respuesta a su favor de las naciones del Mercosur y la Unasur. La gran victoria que acaba de obtener ahora no puede entenderse de otra manera que a partir de la sensación que movió a los votantes ante las políticas de inclusión social que ha venido desarrollando y que, en lo sustancial, están en la sintonía de las políticas internas en Brasil, Uruguay, Venezuela, Bolivia y la Argentina. En el caso ecuatoriano esas políticas han reducido la pobreza y la pobreza extrema y han bajado la brecha social y el desempleo. Según datos de la Cepal, la pobreza bajó de 37,1% en 2911 a 32,4 en 2012, acentuando la tendencia de los años de Correa. Este presidente ha obtenido también mayoría propia en la legislatura, de modo que podrá acentuar su política social y sus correlatos en educación, cultura y pluralidad en la información. Sus votos han llegado desde los niveles medios a los más pobres. Ha tenido mayor respaldo de los sectores independientes y ha neutralizado la reticencia de ciertos grupos aborígenes, que recelan de algunas de sus posibles políticas futuras (las de explotación de recursos naturales, con riesgos ambientales). 
Correa ganó en todas las provincias, incluso en las sureñas y en la propia Guayaquil, cuya municipalidad está a cargo de un líder de la derecha. Los grupos que llegaron a la competencia electoral con las banderas de la izquierda tradicional, decayeron notablemente.
Los analistas destacan que para Alianza País (el partido de Correa) es también importante que ahora su opositor más definido sea la derecha tradicional. Otra "ganancia" no menos significativa es la recuperación de la política en la apreciación de las mayorías y un restablecimiento del sentido nacional, que se debilitó por la anterior situación de crisis, endeudamiento y desnacionalización de la economía. Las mayorías revelan que "no parlan, pero se fijan" o que, como también se oye decir, "no comen vidrio". Esto supone un fortalecimiento de la democracia y de la confianza en el Estado, dato este que se confirma en la región y que quizás constituye la gran novedad y una fuerte esperanza. Hay que considerar que nuestra región viene de gobiernos débiles e inestables, de desgobiernos, de corrupción y de desaliento en cuanto a la capacidad de las instituciones que tienen el signo de la democracia. La suerte futura de la democracia ha estado y hoy en día ante una de sus más severas pruebas, aquí y en gran parte de occidente.
Es posible que ahora empiece la parte más dura de las políticas de los países de la Unasur. Si Europa se recompone y se concreta el gran mercado común que propone Obama habrá problemas para los países en desarrollo.


lunes, 18 de febrero de 2013

Correa: una victoria ecuatoriana compartida con América Latina

José Fortique - http://alainet.org/active/61684 

La victoria holgada de Rafael Correa en Ecuador no generó sorpresas para los gobiernos de izquierda de América Latina pero sí satisfacción por su continuidad en el poder, con una oposición ecuatoriana dividida y vinculada de forma directa con la “vieja política”, el apoyo a Correa fue superior al 51% del

El discurso de la oposición se movió desde el liberalismo económico hasta el populismo de los 90, el segundo más votado fue Guillermo Lasso, quién presentó una agenda de liberalización acompañada de su imagen de banquero exitoso, el ex presidente Lucio Gutiérrez alcanzó la tercera plaza con un discurso abiertamente contra el Socialismo y los proyectos de integración regional, mientras los candidatos restantes incluían a Mauricio Rodas vinculado a una ONG financiada por los EEUU y el candidato “eterno” Álvaro Noboa.

Aunque la oposición ecuatoriana es diversa, hay un sector de izquierda que en los últimos años se ha radicalizado contra el gobierno de Correa, compuesta por la CONAIE y pequeñas agrupaciones de intelectuales y ecologistas. Ecuador ha vivido procesos intensos de movilización popular desde los 90, que en el caso de Mahuad y Gutiérrez llevaron a su caída de la Presidencia de la República. Los efectos del neoliberalismo de Gustavo Noboa condujeron al país a profundos ajustes fiscales que contribuyeron con una brecha social significativa, atacada por Correa con su propuesta Constituyente, pero el tema de base en la polémica interna de los movimientos de izquierda con Correa corresponde al tratamiento que se le da al tema del extractivismo minero que afecta fundamentalmente pueblos indígenas y áreas ecológicas protegidas como la reserva Yasuní.

El pragmatismo de Correa no pasa exclusivamente por temas ambientales, su definición política de la revolución ciudadana le ha permitido canjearse afectos en una base policlasista apoyada con la mejora de los indicadores de desarrollo humano, una baja del desempleo y una mayor captación - distribución de la riqueza por concepto de la renta petrolera. Un conjunto de planes sociales son el arma más importante de su propuesta política, que involucran el subsidio directo a los sectores más empobrecidos y una posición activa en contra el tutelaje de las trasnacionales en el sector energético. El tema de la migración explotado en la campaña electoral, dará interesantes datos para analizar no por el volumen que implican los electores en el exterior, sino por el acierto en la estrategia para manejar los casos de desahucios habitacional en España y que llevaron a la propuesta del programa de retorno para los afectados por la crisis financiera global.

¿Una revolución auténtica?, Correa representa una generación de líderes regionales “out sider” de la política convencional que ingresaron en la etapa de vacío que se generó con la estampida neoliberal, con discursos “nacionalistas” y anti – colonialistas han creado condiciones para nuevos tejidos en las relaciones internacionales, logrando hechos importante como el de re-conectar a Cuba con la Región después de 50 años de bloqueo estadounidense, a lo interno con oposiciones partidistas débiles sustituidas en buena medida por los medios de comunicación masivos.

El discurso de Correa al finalizar la jornada apunta a la irreversibilidad del movimiento que lidera, pero la brújula registra también a la crítica, preguntarse ¿hasta dónde se profundizará esta etapa? de gobiernos de izquierdas que han centrado su capital político en la recuperación de sus recursos naturales, programas sociales contra la pobreza y regionalización “política”. ¿Es posible una nueva racionalidad Estatal? ¿O se desgastarán en una nueva institucionalidad que pierde el movimiento?, el asunto es claro: vencer las elecciones es importante pero sólo es un escollo en la tarea de la transformación del capitalismo, con la victoria de Correa se abre la posibilidad de seguir trabajando en este debate – construcción de una nueva geopolítica que permita a los movimientos sociales latinoamericanos edificar una alternativa al sistema – mundo en colapso.

universo electoral requerido para la aprobación en la primera vuelta.

jueves, 14 de febrero de 2013

Los desafíos de los gobiernos populares

Marco Aurelio García* - http://www.surysur.net/2013/02/los-desafios-de-los-gobiernos-populares/ 

Parte importante de las izquierdas sudamericanas, especialmente en el Cono Sur, fue duramente afectada por la represión impuesta por las dictaduras de la región en las décadas del ’60, ’70 y parte de los ’80, en Brasil, Bolivia, Argentina, Uruguay, Chile y Paraguay. La derrota sufrida por las organizaciones de izquierda en aquel período fue política, organizacional y, en donde recurrieron a la lucha armada, militar.

En algunos países, como Argentina y Chile, la represión asumió dimensiones gigantescas dejando miles de muertos, desaparecidos, presos y exiliados.

En los países donde ese proceso fue acompañado por la aplicación de políticas neoliberales se produjeron cambios importantes que afectaron las bases sociales de los sindicatos, movimientos y partidos identificados históricamente con las clases trabajadoras.

Esos cambios tuvieron un fuerte impacto en el papel que las izquierdas desempeñaron en el período de transición a la democracia en algunos países de la región. Las políticas económicas conservadoras ampliaron la pobreza, debilitaron a la clase trabajadora tradicional y sus organizaciones. Al minimizar el rol del Estado en la economía, el recetario del Consenso de Washington debilitaba las nociones de Estado-Nación y soberanía nacional y, en consecuencia, la propia soberanía popular. El debilitamiento de la democracia económica y social debilitó la democracia política.

En Brasil, los militares, aunque represores, autoritarios y oscurantistas, llevaron adelante políticas de desarrollo económico que expandieron la economía aunque profundizaron las desigualdades. Con eso fueron creadas las bases materiales para el surgimiento de importantes movimientos sociales, para un nuevo sindicalismo y para la creación del Partido de los Trabajadores. Ese marco fue distinto en países con economías basadas en el petróleo y la minería como Venezuela, Ecuador y Perú, al igual que Colombia, por décadas escenario de una importante insurgencia rural.

La hegemonía de las ideas neoliberales en el plano económico durante el período de transición a la democracia proyectó personajes funestos como Carlos Menem en Argentina, Collor de Mello en Brasil, Sánchez de Lozada en Bolivia, figuras centrales de un movimiento del que también formaban parte Salinas de Gortari en México y Vargas Llosa o Fujimori en Perú.

La idea de la integración latinoamericana fue sustituida por el proyecto de creación de un Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA) impulsada por Estados Unidos. Las privatizaciones y la desregulación productiva, financiera y del mundo del trabajo se transformaron en palabras clave del pensamiento único que pasó a configurar una nueva propuesta programática de amplia aceptación en sectores conservadores y, sobre todo, en los medios de comunicación.

Es claro que esa ola conservadora fue estimulada por la crisis de los proyectos nacionales-desarrollistas de América latina y, más allá del colapso del modelo soviético, por la deriva de la socialdemocracia europea y por los nuevos rumbos de la economía y la política de China. Acosadas por la nueva derecha y privadas de los valores clásicos que habían seguido durante décadas en el pasado, las izquierdas vivieron un momento de perplejidad que incluso afectó a aquellos sectores que se habían disociado de una herencia ortodoxa y adoptado una postura crítica.

El renacimiento de las izquierdas en la región ocurrió esencialmente a partir de los movimientos sociales, de sus luchas reivindicativas y embates electorales que comenzaron a ser victorias en Venezuela, Brasil, Argentina, Uruguay, Bolivia, Ecuador y Paraguay, y la evolución del proceso político chileno.

La consecuencia de ese renacimiento a partir de las luchas sociales, sin un proyecto político-ideológico común y consistente previo, fue una comprensible (algunos dirán saludable) heterogeneidad y fragmentación programática. Ese fenómeno refleja las particularidades de las tradiciones culturales y políticas nacionales que las dictaduras y las políticas neoliberales no habían logrado anular.

A pesar de esas diferencias, algunos elementos programáticos estuvieron presentes, con distintos enfoques y perspectivas, en las luchas y movimientos de los distintos países: 1) énfasis en las cuestiones sociales (combate a la pobreza, la exclusión y las desigualdades), 2) democratización del Estado y participación social, 3) defensa de la soberanía nacional e 4) integración sudamericana y latinoamericana capaz de garantizar a la región un lugar en un mundo que vivía (y vive) una intensa y acelerada transformación.

En el gobierno, las izquierdas impulsaron el crecimiento, el combate a la pobreza, la reducción de las desigualdades por medio de políticas económicas y sociales. Estas últimas dejaron de tener un carácter “compensatorio”, como en la agenda conservadora, y pasaron a ser el eje estructurante de la nueva política económica. Con diferencias, ligadas a los antecedentes económicos de cada país y las orientaciones adoptadas, la región logró el equilibrio macroeconómico (reducción de las deudas internas y externas, control de la inflación y el incremento de las reservas internacionales). La articulación de esos factores provocó una expansión significativa de la economía regional, mejoras sensibles en la situación social y explican el nuevo rol que pasó a tener América del Sur en la economía global, especialmente cuando estalló la crisis.

Los gobiernos de izquierda fueron sometidos a constantes procesos electorales y estimularon la creciente participación popular. En la región andina –Venezuela, Bolivia y Ecuador, sobre todo– la inestabilidad política anterior, resultante en parte de la obsolescencia de las instituciones, puso a la orden del día la convocatoria de Asambleas Constituyentes para ampliar el espacio público y la base de sustentación gubernamental. Se refundaron las instituciones. En otros países los cambios se hicieron sin grandes rupturas institucionales. La caída de Fernando Lugo en Paraguay fue, en parte, el resultado de la falta de una movilización popular fuerte y del aislamiento del gobierno en el interior de las instituciones heredades del antiguo régimen.

El éxito de los gobiernos democráticos populares de los últimos años tuvo un efecto desintegrador sobre las oposiciones. En la mayoría de los países las fuerzas tradicionales de derecha entraron en crisis. Incapaces de comprender los nuevos fenómenos políticos y sociales de la región, parte importante de las oposiciones asumió posiciones profundamente conservadoras, cuando no golpistas. Descalificaron las políticas económicas y sociales de las izquierdas, llamándolas “populistas” o instrumentos de “cooptación” de amplios sectores sociales que se estarían dejando comprar por “políticas asistencialistas”. A partir de ahí pasaron a descalificar las elecciones como proceso de constitución de los gobiernos democráticos. El pueblo se transformó en la “masa de maniobra populista”. Las derechas reactivaron sus agendas pro-mercado y desarrollaron una fuerte crítica a las políticas externas, especialmente a los procesos de integración sudamericana.

El papel central de la oposición en la mayoría de los países fue ocupado por los medios de comunicación, que sustituyeron a los partidos conservadores. Los éxitos de las experiencias de gobierno de izquierda y de centroizquierda en América del Sur no pueden ocultar, sin embargo, sus límites cuyo examen crítico es fundamental para la continuidad de esas experiencias y, sobre todo, para su profundización.

Si bien es necesario realizar un análisis detallado de cada una de las trayectorias nacionales de la última década, no hay aquí espacio para realizar ese inventario crítico. Confrontaciones exageradas o conciliaciones innecesarias, voluntarismo o pasividad burocrática, centralismo o basismo son algunas de las tendencias conflictivas que pueden observarse en los discursos y la práctica de los gobiernos progresistas sudamericanos.

Falta un relato coherente de los procesos políticos en curso en nuestros países. En su ausencia, la izquierda corre el riesgo de renunciar a cualquier discurso explicativo de su rica experiencia actual, cayendo en un empirismo peligroso, vacío y, a menudo, ocupado por las críticas de la derecha. Otro riesgo es el de otorgarle a ese relato una retórica de izquierda anticuada o la invocación de supuestas tradiciones históricas que remiten a los pueblos originarios o a las luchas de independencia.

Muchas veces esa “invención de tradiciones”, para retomar una expresión de Eric Hobsbawm, aunque justificable, oculta nuestra incapacidad para comprender y explicar la novedad de la experiencia que estamos desarrollando y los problemas que tenemos enfrente. El riesgo implícito en esa postura es el de estar luchando en batallas de guerras pasadas y, por lo tanto, equivocarnos de enemigos.

Esa advertencia sirve no sólo para tratar nuestras experiencias nacionales sino también para definir el horizonte de nuestros proyectos de integración. Esos procesos de integración son más complejos porque involucran a grupos de países con diferentes afinidades político-ideológicas. Baste recordar que en el marco de Unasur están los gobiernos del ALBA, pero también aquellos del Arco del Pacífico, además de aquellos que no siguen ninguna de estas opciones. La complejidad de esas cuestiones y los problemas de relación de fuerza involucrados muestran la necesidad de construir también un relato de la integración sudamericana.

Es necesario superar los tiempos de las Internacionales. Eso no significa abandonar un esfuerzo teórico político de análisis de las experiencias exitosas de reconstrucción de las izquierdas en esta última década. Es necesario establecer un debate calificado que, reconociendo las particularidades de cada experiencia nacional, sea capaz de establecer un ideario común a ser compartido.

Una de las paradojas de la situación actual de nuestro continente es que la derrota política y electoral del conservadurismo no ha sido acompañada por la derrota de muchas de sus ideas, de sus valores, y, sobre todo, de sus medios de difusión. La construcción de una América del Sur posneoliberal pasa por ese movimiento de reconstrucción de las izquierdas en varios países. La crisis de los paradigmas pasados de las izquierdas y los avances de los últimos años muestran que, contra las ideas dominantes, debemos afirmar las políticas económicas de crecimiento, sustentabilidad económica, social y ambiental. Una política económica que apunte a la construcción de una economía poscapitalista. Una reflexión que contribuya a la democratización radical del Estado, para la ampliación del espacio público y la socialización de la política. Tenemos que construir una democracia política fundada en la más amplia participación de hombres y mujeres en la vida política, en una sociedad plural, respetuosa de la ley, de los derechos humanos, capaz de asegurar la libre organización y expresión. Una sociedad solidaria, laica y de paz que socialice los bienes culturales y las oportunidades, que valore su diversidad étnica.

* Asesor para Asuntos Internacionales de la Presidencia de Brasil. Este texto es una reproducción de los pasajes salientes de la exposición “Las izquierdas: la hora de la integración sudamericana”, realizada el 21 de enero de 2013, en el Encuentro con intelectuales sudamericanos “Caminos progresistas para el desarrollo y la integración regional”, organizado por el Instituto Lula de San Pablo.

lunes, 4 de febrero de 2013

Las elecciones en Ecuador y su importancia para América Latina



Por Juan Manuel Karg - http://www.marcha.org.ar/1/index.php/elmundo/102-ecuador/2942-las-elecciones-en-ecuador-y-su-importancia-para-america-latina
A menos de dos semanas de las elecciones, Rafael Correa encabeza holgadamente las encuestas, con grandes posibilidades de obtener su reelección en primera vuelta. ¿Qué podemos esperar de un nuevo mandato del candidato de Alianza País?
Diversas encuestas, dadas a conocer en los últimos 30 días, otorgan a Correa una clara ventaja de cara a la elección del próximo 17 de Febrero, que incluso le permitiría ganar en primera vuelta. La empresa privada “Market”, en un estudio realizado a mediados de Enero, otorga al candidato de Alianza País el 49% de intención de voto, seguido por un 18% del ex banquero Guillermo Lasso –Movimiento Creo- y un 12% del ex presidente Lucio Gutiérrez. Detrás se ubican Alberto Acosta y Álvaro Noboa, con un 6% y 4% respectivamente. Según la encuestadora “Perfiles de Opinión” la brecha es aún mayor, con Correa en un 63%. Lasso 9%, Gutierrez 4% y Noboa 2%.
Un tema como las relaciones internacionales puede servirnos para ilustrar las profundas diferencias que hay entre los candidatos antes de adentrarnos en las propuestas de Correa. Guillermo Lasso declaró recientemente a EFE que el ALBA (Alianza Bolivariana para los pueblos de Nuestra América) constituye un “imperio del tercer mundo”, tras lo cual afirmó que, en caso de ganar, impulsará el ingreso de Ecuador a la Alianza del Pacífico. Luego aseguró que en materia comercial dará prioridad a la firma de acuerdos con EEUU y la Unión Europea. Similar postura tiene el ex presidente Lucio Gutiérrez, quien señaló al canal Ecuavisa que el ALBA es un “club ideológico” y “chistoso”, calificando además a Correa de “títere” de Hugo Chávez.
La propuesta del Socialismo del Buen Vivir
En el programa de gobierno 2013-2017 de Correa se pueden ver las “35 propuestas para el Socialismo del Buen Vivir”, cuyo lema principal es “gobernar para profundizar el cambio”. Así, desde la presentación de ese extenso documento (139 páginas), se anuncia que “la Revolución Ciudadana promete profundizar y radicalizar su programa: un canto a la justicia, a la dignidad, a la soberanía, al socialismo y a la verdad”. De esta manera se retoma un ideario independentista con origen en Bolívar, Sucre, Manuela Sáenz y Eloy Alfaro Delgado (a quien se cita en la introducción con su "Nada para nosotros, todo para la patria, para el pueblo que se ha hecho digno de ser libre”).
Ahora bien, ¿cuáles son los ejes nodales planteados? Para comenzar, profundizar la mejora en la calidad de vida de los trabajadores y las mayorías populares, algo que se demuestra en la caída de la desigualdad por ingresos medida por el coeficiente de Gini: mientras en 2006 el 10% más rico obtenía 28 veces más ingresos que el 10% más pobre, en 2011 dicha brecha se redujo 10 veces. Esto se vincula con un segundo logro de la Revolución Ciudadana, que también está enunciado en el documento: “el rescate de lo público y la reconstrucción de un Estado que había sido desmantelado por el neoliberalismo salvaje y la indiferencia de la burguesía”.
Sin embargo, la propuesta de Alianza País va más allá. Y aquí indudablemente podemos mencionar como antecedentes la idea de “Socialismo del Siglo XXI” en Venezuela, y el “Socialismo Comunitario del Buen Vivir” que impulsa el gobierno del MAS en Bolivia. Veamos: en el apartado “Principios y orientaciones para el socialismo del Buen Vivir”, el programa de gobierno de Correa propone “una transición hacia una sociedad en la que la vida no esté al servicio del capital o de cualquier otra forma de dominación. Afirmamos, de modo radical, que la supremacía del trabajo humano sobre el capital es innegociable y que la defenderemos en todos los espacios de la vida social en que pueda ser vulnerada”.
Esto, sumado a los esfuerzos por cambiar la matriz productiva; la búsqueda constante de la democratización de los medios de producción; el horizonte de la soberanía energética; las tareas cotidianas para promover una verdadera “economía social”; el llamado a una revolución en el conocimiento; y la construcción de poder popular –desde las bases- como ejes de la propuesta del “Socialismo del Buen Vivir” plantean una perspectiva que objetivamente es antagónica al ideario de Lasso y Gutiérrez.
En definitiva, se dará una batalla crucial el 17 de Febrero próximo en Ecuador. Se enfrentarán dos proyectos de país y de continente: uno de horizonte emancipador -representado en el ALBA, experiencia clave para entender el cambio político, económico y social ecuatoriano-, contra una hipotética nueva sumisión a los capitales norteamericanos y europeos, y un realineamiento en el marco de la Alianza del Pacífico (como hemos visto con las declaraciones de Lasso y Gutiérrez). Un nuevo triunfo de Correa, con un programa como el que se presenta, sería otro claro golpe a la política de EEUU en nuestro continente, tras la rotunda victoria de la Revolución Bolivariana en Octubre pasado.