sábado, 27 de agosto de 2016

BLAQUIER Y LA NOCHE DEL APAGON: 40 años de impunidad


Carlos Pedro Blaquier fue uno de los fundadores del Ateneo de la Juventud Democrática Argentina, en 1946. Un gran semillero de funcionarios, de casi todas las dictaduras argentinas del siglo XX.

En 1963 y por obra de su gran amigo y viejo compañero del Ateneo, José Alfredo Martínez de Hoz (por entonces, ministro de Economía de José María Guido, entre el 21 de mayo y el 12 de octubre), su ingenio Ledesma fue declarado de “interés nacional”.


Con esa resolución bajo el brazo, la empresa fue liberada de pagar impuestos, tuvo acceso a créditos blandos en bancos oficiales y sus productos se transformaron en “prioridad”entre las proveedoras del Estado.


En el ’66, en plena dictadura del general Juan Carlos Onganía, Blaquier fue cómplice de los golpistas para llevar a cabo el cierre de siete ingenios tucumanos; medida que dejó a cerca de 5.500 trabajadores en la calle. La única planta que quedó en pie, fue La Merced. Casualmente, propiedad de Ledesma…

EL TRISTEMENTE CELEBRE GRUPO AZCUENAGA
A partir de mediados de 1973, un petit hotel de la calle Azcuénaga 1673 en la ciudad de Buenos Aires, fue escenario de las reuniones de los padres intelectuales del golpe del‘76. En esa casona, Ricardo Zinn, planificó el “Rodrigazo”, como secretario de Coordinación del ministerio de Economía (cargo que ocupó en las dictaduras de los generales Roberto Marcelo Levigston y Alejandro Agustín Lanusse) y después elaboró los lineamientos de la matriz económica argentina, que Martínez de Hoz le presentó al país, el 2 de abril de 1976.

Aquella propiedad en la que se reunían los padres del neoliberalismo argentino, que respondían a Martínez de Hoz (unas 40 personas, entre abogados, militares y periodistas; que participaban de charlas, conferencias y debates), fue entre 1971 y 1977, de Pedro Blaquier.

Los otros ideólogos de la nueva versión de la vieja Argentina agroexportadora, los protagonistas de aquel formato tan parecido al de principios del siglo pasado (país pensado sin fábricas, ni obreros; importador de casi todos los productos elaborados necesarios y que viviría décadas, con el oxígeno del endeudamiento externo), pertenecían al grupo Perriaux.

Don Jaime Perriaux junto a sus apóstoles, Mario Cadenas Madariaga, Horacio García Belsunce (padre), Guillermo Zubarán, Enrique Loncan y Armando Braun, trabajaban en su estudio de Pueyrredón y Vicente López o en su casona de la calleGelly y Obes, en el barrio de Palermo.

Los constructores de la economía de la última dictadura, necesitaban de terrorismo deEstado para sacar del medio como sea, a las comisiones obreras que amenazaban con enfrentar al primer desembarco neoliberal en nuestro país. Y paralelamente en muchos casos, planificaron quedarse con las empresas y los contratos más deseados, en una mesa de tortura si era necesario…


AZUCAR AMARGA 
El ingenio Ledesma nació en 1908 y a lo largo del siglo XX, crecieron al calor de sus hornos, las poblaciones de Calilegua y Libertador General San Martín. Actualmente es el principal productor de azúcar, papel y cítricos del país.

El presente empresarial repleto de privilegios económicos y políticos, es una construcción feudal de casi una centuria. Civiles y militares, le permitieron a la familia más importante de la provincia, lograr una constante modernización de casi todos sus procesos de producción. El patrimonio de la empresa ronda los 1.300 millones de pesos y emplea a más de 7.400 personas. Desde 1970, el ingenio está en manos de Pedro Blaquier, integrante de una familia que construyó su imperio, a través de un régimen de explotación laboral. La persecución a los trabajadores que enfrentaran su pliego de condiciones oligárquicas, fue una de las grandes constantes en su historia. Un pasado siniestro que alcanzó durante 1975 y 1976, su página más terrible; cuando uniformados y paramilitares, se hicieron cargo de la ejecución, a pedido de la empresa.


EL DOCTOR LUIS RAMON AREDEZ 
Llegó al ingenio en 1958, contratado por Ledesma como médico pediatra. Por entonces existía un alto índice de mortalidad infantil, entre los hijos de los trabajadores golondrinas de la zafra. La quema del bagazo hacía estragos con una lluvia de ceniza cancerígena, que después se conoció como bagazosis.

Todas las tardes, el pueblo quedaba envuelto en un olor dulzón inunda. La chimenea del ingenio más grande de Latinoamérica, lanzaba una nube espesa de cenizas para cubrir calles, casas y autos. El ritual era parte del paisaje, sin que nadie advirtiera por entonces, que la quema generaba enfermedades respiratorias que en casi siempre eran una condena a muerte.

Aredez comenzó a trabajar cientos de casos, con la profundidad y responsabilidad médica, que la situación obligaba; un cuadro que los empresarios ocultaron durante décadas.

La respuesta del por entonces responsable de la empresa, el Ing. Herminio Arrieta, fue terminar con los gastos en medicamentos que el “doctorcito demagogo” estaba generando.

A finales del ’58, Aredez fue dejado cesante. El sindicato realizó un paro total de actividades, que obligó a la empresa a reincorporarlo. Pero al año siguiente, el médico fue despedido definitivamente.

Después de trabajar dos años en el Hospital Salvador Mazza de Tilcara, Aredez regresó nuevamente a Libertador General San Martín, para instalar su consultorio. Poco tiempo después, su vida volvió a cruzarse con el ingenio, cuando fue nombrado médico de la obra social del Sindicato de Obreros y Empleados de Ledesma.

La batalla siguiente, se produjo en un terreno impensado a fines de los ’50, para la empresa que contrató al pediatra que se involucró en una discusión prohibida. En 1973, Aredez se convirtió en el intendente de General San Martín y reclamó a Ledesma que pague impuestos a la propiedad de su tierra, por primera vez en su historia.

El Ingenio pagó el primer mes y comenzó a planear el golpe institucional. Aredez fue despojado de su cargo, después de ocho meses al frente de la municipalidad. Los cargos:“Infiltrado marxista”.
Los obreros resistieron, pero un grupo de parapoliciales con ametralladoras, tomaron la Intendencia y la desalojaron.

El 15 de enero de 1976, la Villa de Tilcara, donde la familia Aredez pasaba sus vacaciones, fue allanada por el Ejército, sin orden judicial. A las 03:00 de la mañana, del24 de marzo de 1976, Aredez fue detenido y llevado en una camioneta de Ledesma, manejada por un empleado de la empresa. Permaneció detenido cuatro meses en el Penal de Villa Gorriti en la ciudad de San Salvador de Jujuy y seis meses en el penal de La Plata, en la provincia de Buenos Aires.

Los días 22 y 24 de julio de 1976, se produjeron en las localidades de Libertador General San Martín, Calilegua y El Talar, apagones desde la 22:00 hasta las 06:00 del día siguiente. Ese fue el escenario donde se produjeron las detenciones obreras, también con vehículos de Ledesma.
Más de 300 personas fueron secuestradas, en Calilegua y San Miguel de Tucumán. 30 permanecen desaparecidas.

El 23 de marzo de 1977, el doctor Luis Aredez fue dejado en libertad, sin documentos. Inmediatamente comenzó a trabajar en el Hospital de Fraile Pintado, a 15 kilómetros de San Martín. El 13 de mayo, salió con su auto en dirección a su domicilio y fue secuestrado en la ruta. El auto apareció abandonado en las cercanías del Jardín Botánico de la Ciudad de Buenos Aires, 6 meses después.

A un mes de su primer secuestro, fuerzas de Gendarmería Nacional con sede enLedesma, se lo llevaron a Aredez por segunda vez. Al frente de ese operativo, estuvo Juan de la Cruz Kairus, empleado del Ingenio.

Olga Aredez, viuda de Luis y símbolo de Madres de Plaza de Mayo línea fundadoraelevó poco antes de morir (bagazosis), un amparo para que cese la contaminación producto de la quema del bagazo.


EL REINO DE LA IMPUNIDAD
El Ingenio logró congelar las investigaciones que amenazaron con jaquear a los responsables del imperio, después de cuatro décadas.

Mientras el Juzgado Federal Nº 2 de Jujuy estuvo a cargo del juez Horacio Aguilar y de sus secretarios, Diego D’Andrea Cornejo y Carlos Olivera Pastor; las causas por los crímenes de la dictadura no avanzaron, pese al reclamo de organizaciones de derechos humanos y del Ministerio Público Fiscal.

Con el paso del tiempo, los hombres que primero los protegieron desde sus despachos del Poder Judicial, luego se transformaron en los abogados defensores de Blaquier y Lemos.

En los primeros 29 años del nuevo período democrático, Blaquier mantuvo muy bien aceitadas sus relaciones con las autoridades de la Justicia Federal de la región, exactamente igual que lo había hecho con los uniformados en el pasado. Su amistad con Renato Rabbi Baldi Cabanillas, presidente de la Cámara Federal de Salta, máxima autoridad federal jujeña en el pasado, resultó clave. Baldi Cabanillas fue denunciado por organizaciones de derechos humanos, por frenar todas las causas por delitos de lesa humanidad. Está acusado de favorecer a un imputado, el mayor Alejandro Osvaldo Marjanov, su cuñado. Por no investigar a Cabanillas, fue suspendido el titular de la fiscalía federal número 1 de Jujuy, Domingo José Batule.

A pesar de estos obstáculos, el juez Poviña y la fiscalía pudieron aportar pruebas contundentes sobre la participación de la empresa. En allanamientos encontraron informes de inteligencia de Ledesma que guiaron los operativos militares; registros de entrada y salida de móviles del ingenio a centros de detención y cuentas de gastos de logística y combustible aportados para la represión. 

Esas pruebas se sumaron a las decenas de testimonios de víctimas y testigos que acreditaron desde hace décadas como el ingenio trabajó codo a codo con las fuerzas represivas.


PROCESADOS…, FALTA DE MERITO
Carlos Pedro Blaquier, presidente de la empresa y Alberto Lemos, administrador del Ingenio, fueron procesados por 20 hechos y por la causa Aredez, en 3 casos. Todos estos procesamientos, después de pasar por las instancias superiores, por lo que la decisión de llamar a juicio oral está de nuevo en manos del juez federal de instrucción Poviña.

También se completaron las recusaciones que la defensa de Blaquier realizó al juez Poviña y al fiscal Pelazzo, que fue apartado por la Cámara de Apelaciones de Salta, que preside Cabanillas.

Pero en marzo de 2015 La Cámara Federal de Casación Penal revocó, por unanimidad, los procesamientos de Carlos Pedro Blaquier, dueño del ingenio Ledesma y Alberto Lemos, ex directivo de la empresa, que había sido acusados por supuesta complicidad en los secuestros de vecinos y trabajadores de la compañía, ocurridos a tres meses del golpe de Estado de 1976, en Jujuy.

Los jueces de la Sala IV de la Cámara de Casación, Gustavo Hornos, Eduardo Riggiy Juan Carlos Gemignani, entendieron que no existía mérito para procesar a Blaquier y a su ex empleado por delitos de lesa humanidad y dictó la falta de mérito de ambos.

El máximo Tribunal Penal del país llegó a la falta de mérito, al entender que de ninguna manera se acreditó la participación de ambos ejecutivos en los delitos investigados. También confirmó la resolución que decretó la nulidad e ilegalidad de la designación del abogado querellante Pablo Miguel Pelazzo como fiscal adjunto.


Como una postal que sintetiza 40 años de pelea, entre el puedo y el poder económico de Jujuy, Milagro está presa y Blaquier en libertad…

lunes, 1 de agosto de 2016

Mercosur es el camino, pese a las tesis destructivistas



Hoy, por su significación central, la mayor atención está  puesta en la situación de  Brasil y sus efectos enormes para  toda la región. De todas formas, ello no significa desconocer  los  serios problemas  políticos que afrontan  de distinta forma cada uno de los países , incluyendo Venezuela, y, más en general,  las relaciones intra y extrarregionales afectadas por las serias crisis económicas y sociales  coincidentes en todos los países
La próxima gestión del Mercosur  -hoy la presidencia está en manos de Venezuela- deberá tomar en consideración del debate abierto en relación a la “flexibilización” y “refundación” del bloque y el fracaso inmediato de la lìnea central de  “avanzar en la  liberalización para estar con el mundo”, en primer lugar para concretar el acuerdo con la Unión Europea,  a la cual apostó Uruguay  en base también  al   impulso  favorable del nuevo gobierno de Macri en Argentina y el viraje “pro.mercado” de la última parte del gobierno de Dilma en Brasil.
Lo paradójico es que es Europa la que ha parado el TLC por sus  presiones proteccionistas, pero podrían ganar referencia otras alternativas similares (TPP, China , Alianza del Pacífico) o multilaterales ( Organización Mundial del Comercio).
Es preciso partir del reconocimiento que el Mercosur se encuentra cuestionado por sus dificultades, tensiones y  parálisis. La nueva presidencia deberá contemplar que es imperioso asumir la crisis de la integración,  ya que  no hacerlo conllevará el peligro que se impongan tendencias regresivas y/o rupturistas.
Es necesaria la integración para afrontar crisis y  problemas  comunes como la integración productiva  y su significado distinto  que el de las “cadenas del valor” de las empresas multinacionales, las relaciones del Mercosur con el mundo, las alternativas de vinculación y complementación norte-sur y sur-sur, una vez más fracasado el intento de un TLC con la Unión Europea, que no está interesada en ello, como lo viene demostrando.
En la agenda del Mercosur sigue estando el intercambio y financiamiento intraregional con monedas locales y cómo evitar la superposición de devaluaciones competitivas. Y sobre todo soluciones para el tema de las asimetrías con políticas activas y no una mayor liberalización que ahonde diferencias entre países más “grandes” y “pequeños”. También están en agenda, los sociales  comunes (tratamiento de migraciones, emergencias, de problemas y crisis sanitarios, trabajo, trata de personas, educación, ciencia y técnica, cambio climático, entre muchos otros puntos.

Del Mercosur político al intento de vaciamiento
En 2003, los presidentes de los dos “grandes” de la región, Brasil y Argentina, Lula da Silva y Néstor Kirchner,  lanzaron una agenda política para el bloque regional, que se plasmó en en la Cumbre de Ouro Preto II. Una agenda que nunca escondió el hecho que era la política la que guíaba su puesta en práctica, a partir de lo que se dio en llamar “diplomacia presidencial”, o sea la incidencia directa de los presidentes en la resolución de las contradicciones del proceso de integración.
Su enfoque no daba lugar a equivocaciones: “intensificar la cooperación bilateral y regional para garantizar a todos los ciudadanos el pleno goce de sus derechos y libertades fundamentales, incluido el derecho al desarrollo, en un marco de libertad y justicia social…”.
A partir de allí fueron muchas las iniciativas que plasmaron el viraje en el enfoque del “nuevo” Mercosur, desde su inicial concepción neoliberal del Tratado de Asunción de años 90 a un bloque regional de integración, más allá de lo aduanero y comercial, con dimensiones productivas, sociales, de tratamiento a las asimetrías (en Ouro Preto se lanza el Fondo de Convergencia Estructural del Mercosur), de geopolítica regional, como la construcción del Parlamento del Mercosur y la ampliación del bloque a Venezuela y Bolivia.
La verdad es que esa agenda política hoy parece agotada y quiere ser destruida. Hoy se trata de instalar un frente externo acorde a los gobiernos de restauración conservadora de Mauricio Macri y del golpista Michel Temer, con la complicidad de Paraguay, lo que va en la dirección de propiciar el aislamiento de Venezuela, en función de la campaña de hostigamiento y desestabilización del gobierno de Maduro, volver inoperante a la Unasur y volcar al Mercosur hacia la lógica de la Alianza del Pacífico impulsada por Colombia, Chile, Perú y México, países que mantienen sus tratados de libre comercio con Estados Unidos.
La disputa por el traspaso de la presidencia del bloque a Venezuela fue un emergente de ese cambio de orientación. Fue la entrada en escena de un nuevo consenso, que podría ser el primer paso ¬si se concreta el golpe contra Dilma Roussef por la vía del juicio político¬ para un acuerdo de coordinación mayor entre Argentina y Brasil, un consenso de  carácter neoliberal y restaurador, para sepultar el proceso iniciado en 2003.
Pero, a pesar de los livianos análisis de los medios hegemónicos, hay varios factores que pueden incidir en un viraje de estas y uno de ellos es la respuesta de China. La nueva línea que quiere imponerse, la de los Tratados de Libre Comercio y adhesión al Tratado Transpacífico,  es parte de una ofensiva comercial contra el gigante asiático. No se puede olvidar que China es un socio comercial muy importante para varias de las economías de la región como Uruguay, Brasil y Venezuela. Y también para Argentina.
También tendrá mucho que ver el resultado electoral em Estados Unidos y el tipo de política exterior que decida implementar en América latina y el Caribe..

Flexibilizar, invisibilizar
En los últimos meses se han sumado varias iniciativas para desoperativizar el Mercosur, e incluso algunas con el fin de vaciarlo de contenidos. De ninguna manera redefinir el Mercosur puede significar una vuelta al pasado. Desde la conciencia de la crisis actual, se presentan grandes oportunidades –y necesidades- de reafirmar la integración, de actuar y negociar en conjunto ante los grandes bloques de poder, además de profundizar las relaciones Sur-Sur.
En los últimos tres lustros, en la región se gestó un conjunto de mecanismos de integración regional (Unasur, Celac, Alba, Petrocaribe), que se debieran potenciar y profundizar en sus dimensiones políticas, económicas y sociales con la participación activa del Mercosur. Por eso, redefinir el Mercosur no puede significar desintegrarse o desmembrarse, sino que se torna fundamental enfrentar las debilidades, mantener las fortalezas y potenciar las oportunidades que se han acumulado su trayectoria de 25 años.
Para nadie es un secreto que la región enfrenta una coyuntura económica mundial adversa, que requiere una estrategia de cooperación y complementación entre los países para garantizar los recursos necesarios para promover el cambio de la matriz productiva y los intercambios comerciales regionales. Solo manteniéndose unidos, los países de la región podrán crear mecanismos que disminuyan la exportación de recursos financieros que luego son devueltos en costoso endeudamiento.
Quedan varios temas en discusión en la agenda del Mercosur, y también de otros organismos de integración, como el del financiamiento regional, el uso de monedas locales –práctica que ya se realiza en algunos casos-para gambetear la desestabilizadora crisis del dólar, la cooperación científico-tecnológica que apuntale el crecimiento y la calidad de vida en nuestros países.
En estos últimos tres lustros, se ha ganado un buen espacio en la consolidación del imaginario de la integración, de la identidad de la integración. Hoy es menester promover una visión integral de la integración, que incorpore el cambio de  la matriz productiva en las agendas de discusión, el reconocimiento del protagonismo de la dimensión social, la defensa del medio ambiente, los derechos humanos y nuestras culturas, para enfrentar el legado del colonialismo cultural.

Mercosur es la herramienta
La integración regional aparece hoy como una herramienta para el desarrollo independiente y soberano y salir del modelo económico dependiente, extractivista. Es imposible imaginar una forma de salir de este modelo que no sea a través de políticas comunes. Juntos, los miembros del bloque, deberán crear un nuevo modelo  que supere la matriz de ser meros productores y exportadores de materias primas. Juntos es posible –además de necesaria- la promoción de la complementación productiva y la industrialización complementaria de nuestros países, el acceso de todos los ciudadanos a la medicamentos y la salud, la soberanía alimenticia que supere los índices de pobreza y calidad de vida.
Existe una urgencia de afrontar conjuntamente el acceso a los medicamentos, problemática que se ha ahondado ahora por el deterioro económico y social de muchos países. Y este tema, junto con el de la soberanía alimentaria, es necesario tratarlo en bloque y buscar soluciones que, además, signifiquen la consolidación de una cadena de valor para laboratorios nacionales y de pequeñas y medianas empresas nacionales.
Mercosur no es un edificio, ni una burocracia. Es una apuesta para el futuro común de los pueblos de la región, y por ello se hace necesario profundizar al Mercosur Social, la participación social y la integración de los pueblos. Hoy, nuevamente, el fantasma del desempleo recorre la región y las luchas de los sectores laborales se vuelcan no solo a la defensa de las fuentes de trabajo sino también a defender los derechos sociales y laborales conquistados tras décadas de lucha.
Hay quienes quieren imponer la idea de que la integración la hacen presidentes o cancilleres. La historia nos muestra que siempre nos dividieron para dominarnos: ésta no es la primera vez. Hay que poner los temas sobre la mesa, debatirlos con políticos, académicos, movimientos sociales –sindicatos, campesinos-, académicos, no ocultarlos tras campañas desinformantes, que nos hacen recordar aciagos días de dictaduras.
La meta no puede ser cola de león de las grandes potencias. La meta debe ser la unidad para lograr un desarrollo justo e inclusivo,  y mantener la capacidad negociadora como bloque. La meta debe ser mirarnos en nuestros propios espejos, intensificar nuestras relaciones y complementariedades, superar la dependencia de la producción y exportación de nuestras materias primas y recursos naturales, terminar con las asimetrías que han demorado una mayor y mejor integración, garantizando, además, que todo ello lo podamos hacer, como hasta ahora, en una zona de paz, modelo para el mundo.

*Economista argentino. Asesor del Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE)

lunes, 25 de julio de 2016

Panama Papers: dinero secreto

Frei Betto+ - http://www.lr21.com.uy/mundo/1287751-panama-papers-dinero-secreto




Son cuentas de offshore, que significa, en traducción libre, “negocios fuera”. Offshorees una empresa constituida legalmente fuera del país de quien ha invertido su capital. Por tanto, tener cuentas offshore no constituye un delito.

Lo que suscita sospechas es el hecho, en general, de que la offshore se ubica enparaísos fiscales o en países que no cobran impuestos. De ese modo se garantiza el anonimato en cuanto a la nacionalidad de los cuentahabientes, que no necesitan declarar esa cantidad a la entidad correspondiente de sus países.

La divulgación de las cuentas permite que se pueda comparar la fortuna guardada en Panamá con las fuentes de esas cantidades y con el patrimonio de sus dueños, quienes deberán demostrar que esas cuentas no esconden negocios ilícitos o evasión fiscal.

Es evidente que se queda uno con la mosca detrás de la oreja. ¿Por qué una persona coloca su dinero fuera del país y además en lugares que le aseguran anonimato y exención de impuestos?

En la lista de Panamá Papers aparecen 57 brasileños, entre ellos Eduardo Cunha, presidente de la Cámara de Diputados; Edison Lobao, exministro de Minas y Energía; y el cantante Roberto Carlos. De otros países los más conocidos son: Putin, presidente de Rusia (por intermedio de sus socios); Bachar al-Assad, presidente de Siria; Gunnlaugsson, primer ministro de Islandia (que, avergonzado, ya renunció); Mauricio Macri, presidente de Argentina; Abdulaziz, rey de Arabia Saudita; Proshenko, presidente de Ucrania; y Messi, jugador argentino.

Algo que intriga es el que los tres principales diarios de los EE.UU. (New York Times, Wall Street Journal y Washington Post) no han dado importancia a la noticia de esas fortunas secretas.

Todo indica que el gobierno de los EE.UU. está por detrás de la publicación de los Panamá Papers, a fin de desmoralizar a enemigos como Putin y Bachar al-Assad, y así reconfigurar el orden económico internacional. Ese orden que es, de hecho, un desorden. En enero de este año la Oxfam, ONG británica, reveló en Davos que apenas 62 personas en el planeta tienen una entrada equivalente a la de 3,600 millones de personas, o sea la mitad de la población mundial. Esos multimillonarios esconden en paraísos fiscales 7,600 millones de dólares y 26 mil millones de euros.

Lo que preocupa a los magos del capitalismo es que, mientras esa fortuna queda guardada en cuentas secretas, los chinos amplían sus inversiones y ganan cada vez más espacio en los cinco continentes. Las crecientes desigualdades sociales en la mayoría de países, antes tomadas como meros efectos de la “mano invisible” del mercado, ahora son vistas con preocupación pues requieren fuertes gastos en redes de protección social y estimulan todo tipo de violencia, incluyendo el terrorismo.

Sin hacernos la ilusión de que el capitalismo llegue a admitir que necesita ser un poco más humano, el hecho es que semejante acumulación de riqueza en cajas secretas reduce los niveles de inversiones y puede amenazar con el colapso del sistema financiero internacional.De las 200 empresas que participan anualmente en el Foro Económico Mundial en Davos, de cada diez, según Oxfam, nueve guardan fortunas en paraísos fiscales de los EE.UU. o de Europa.

Un proyecto que está planeando el gobierno de los EE.UU. es acabar con el dinero físico, el papel moneda, y utilizar sólo dinero virtual, como tarjetas de crédito y transacciones por internet. Eso haría las transacciones más fácilmente controlables por los bancos y los gobiernos. Como advierte el periodista cubano Luis Manuel Arce, sería parecido a que cada ciudadano llevase un microchip bajo la piel.

* Fraile dominico brasileño, teólogo de la liberación.

martes, 12 de julio de 2016

Argentina, con los dos pies en la calle



Mientras el gobierno de Mauricio Macri nos deja en la calle, el pueblo argentino -defendiendo sus derechos- recupera las calles como escenario del conflicto social. En esa dialéctica se viene desarrollando la dinámica desde diciembre de 2015. Según la consultora Tendencias Económicas, entre los meses de enero y mayo de este año se produjeron 154.570 despidos, de los cuales la mayor parte correspondió al sector privado, afectando especialmente al gremio de la construcción. La desocupación se agrava por una inflación galopante.
El aumento de precios acumulado entre enero y abril de este año en Buenos Aires es del 19,2% y se calcula en alrededor del 16% la pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores del sector privado, cifra que se incrementa en el caso de los trabajadores y trabajadoras precarizados. (Cuando decimos “se calcula”, hacemos referencia a estimaciones realizadas desde distintas esferas, dado que el gobierno nacional ha provocado un “apagón informativo” en términos estadísticos y de otros rubros fundamentales para evaluar qué está sucediendo en el país).
Sigue el desbaratamiento de las conquistas sociales, de los programas que protegían -aunque fuera de modo asistencial- a los sectores de la población más vulnerables. Continúa la entrega de los bienes comunes a las corporaciones transnacionales, mientras el gobierno negocia el ingreso al TPP (Trans Pacific Partnership), y el relanzamiento de los tratados de libre comercio (TLC). Se ha anunciado un “acuerdo de asociación” con la Unión Europea, un TLC con Estados Unidos, y la adhesión a la Alianza del Pacífico, con el fin de sumarse al TPP.
El gobierno de Macri fortalece la subordinación argentina a los intereses norteamericanos, europeos y de las corporaciones transnacionales en la región, estableciendo acuerdos con EE.UU. para la “lucha contra el narcotráfico”, que incluyen la posible instalación de bases militares en territorio argentino. Además, con el fin de mostrar a un país “confiable” frente a inversores extranjeros, el gobierno anunció que pagará las demandas que empresas extranjeras interpusieron contra Argentina en el CIADI (Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones), a través de la emisión de bonos que generarán una nueva ronda de endeudamiento externo.
A la pérdida de derechos sociales, se suman las políticas represivas y de militarización, que actúan como contraparte. Macri -a través del decreto 721- le devolvió a las Fuerzas Armadas la autonomía en la organización y dirección de cada fuerza (que les había sido quitada por el gobierno de Alfonsín), garantizando a los militares poder sobre ascensos, traslados y designaciones.

LUCHAR A LA INTEMPERIE
Mientras Macri deja gente en la calle, sin trabajo, sin posibilidades de estudio, sin acceso a la vivienda, a la salud, a la tierra urbana y rural, a la alimentación sana, y fortalece la dimensión militar del ejercicio de la dominación, el pueblo re-conoce las calles como territorio de disputas históricas, de movilizaciones, encuentros y desencuentros. La calle se vuelve escenario de cotidianas acciones de los desposeídos y de quienes demandan libertades.
Hay una memoria latente en este re-conocimiento. Hemos pasado en Argentina otros inviernos neoliberales, y muy cercanamente el del “menemato”, que al tiempo que extenuó a las fuerzas populares con las políticas de exclusión de amplios sectores de la sociedad, de saqueo y destrucción de la naturaleza, de agresión sistemática a todas las dimensiones de la vida cotidiana, de represión a las organizaciones, creó una “necesidad de defenderse” que permitió aprender y ejercer nuevos modos de resistencia que estallaron en prácticas rebeldes variadas, desde los piquetes hasta los saqueos, y otras formas de acción directa que buscaban visibilizar a quienes eran negados en su existencia. Estas experiencias, ya derrotado electoralmente el menemato por la Alianza (encabezada por Fernando de la Rúa), se multiplicaron especialmente a partir del 19 y 20 de diciembre de 2001, cuando se volvieron revuelta política, conjugada en la consigna “Que se vayan todos”.
Actualmente, aquellos aprendizajes colectivos se ponen en juego una vez más, así como la conciencia de la necesidad de realizar alianzas de urgencia entre sectores que han acumulado fuertes diferencias, pero que necesitan andar juntos a fin de golpear con mayor impacto a los sectores hegemónicos del poder capitalista, colonial y patriarcal.
El 24 de marzo, en las marchas realizadas por los 40 años del golpe de Estado, todo el país vibró con el grito construido en estas décadas de “Nunca más”. Desafiando la presencia ofensiva de Barack Obama en Argentina, y las políticas de la desmemoria, miles y miles de personas llenaron las calles de las ciudades capitales y de los pueblos pequeños. Fue una respuesta contundente a las intenciones de Macri de volver hacia atrás el camino andado, revertir las conquistas y logros de los organismos de derechos humanos y del pueblo argentino en la recuperación de la memoria, la verdad y la justicia. Estas masivas movilizaciones volvieron a dar aliento a los juicios contra los genocidas, que siguen realizándose en todo el país; y pusieron un freno a las intenciones de restaurar la política de los “dos demonios”, que busca equiparar al terrorismo de Estado con las distintas formas de violencia popular. Fue un momento importante de afirmación de la condena a las prácticas criminales del Estado terrorista y la impunidad.
El 1° de mayo la movilización obrera y popular volvió a ser masiva y contundente. Por primera vez en muchos años las centrales obreras marcharon juntas, a pesar de las fuertes diferencias existentes entre las mismas. El resultado, al calor del mal humor reinante con el apriete inflacionario, los aumentos brutales de tarifas, y la ola de despidos, fue el de una manifestación multitudinaria.
El 3 de junio nos encontró nuevamente de manera masiva en más de cien ciudades argentinas, diciendo “Ni una menos”, denunciando la continuidad de los femicidios y de las violencias patriarcales, en manifestaciones conmovedoras por su diversidad, su fuerza y la emoción que contenían. A la consigna del año pasado “Ni una menos”, se agregó “Vivas nos queremos” y “El Estado es responsable”, dando cuenta de la ausencia de respuestas por parte de los gobiernos nacionales y provinciales a este clamor de amplios sectores del movimiento de mujeres y del pueblo.
Estas movilizaciones evidencian la vitalidad de un movimiento opositor, crítico, y la rearticulación de una resistencia que -aun con falta de organización y proyecto estratégico común-, comienza a dar señales de iniciativa política y audacia en la convocatoria.
Sin embargo, el sector mayoritario de ese movimiento, el kirchnerismo, tiene dificultades para presentar un proyecto alternativo, debido a sus contradicciones, a la fragmentación creciente de sus bloques parlamentarios, a los numerosos conflictos internos que lo atraviesan, a la cooptación de franjas del mismo por parte de los sectores peronistas aliados al macrismo, y porque en los lugares en los que sigue siendo gobierno, en provincias y municipalidades, están más inclinados a negociar su lugar bajo el sol y repiten políticas de ajuste, como lo está haciendo Rosana Bertone, gobernadora de Tierra del Fuego, que suma a los despidos una dura represión contra los trabajadores en lucha. O las duras políticas de ajuste implementadas por la gobernadora de Santa Cruz, Alicia Kirchner, o el gobernador de Formosa, Gildo Insfrán, que viene criminalizando de manera sistemática al movimiento indígena y popular.

ESCANDALOS DE CORRUPCION
El “destape” de distintos escándalos de corrupción, como el del ex secretario de Obras Públicas José López, que el 14 de junio fue interceptado cuando intentaba ocultar nueve millones de dólares en un convento, en lo que pareció un auténtico thrillermediático, debilita la legitimidad del kirchnerismo, ocupado en evitar quedar salpicado por este naufragio anunciado y fogoneado desde el macrismo.
El papel de los medios de comunicación fortalece el discurso que identifica al gobierno kirchnerista con el robo y la corrupción, ocultando al mismo tiempo la corrupción del macrismo. El escándalo protagonizado por López logró eclipsar el de los Papeles de Panamá, que destaparon la titularidad de Macri de empresas off shore. Aunque es sabido que esas sociedades son para evadir impuestos, fugar capital u ocultar administraciones turbias, el tema va quedando en la invisibilidad. Macri después de relativizar la información y mentir, aceptó su presencia en dos de esas empresas: Fleg Trading y Kagemucha, creyéndose que en total serían siete las empresas off shore del clan.
Recordando el prontuario de la actual familia presidencial, Claudio Katz informa: “En 1982 lucraron con el endeudamiento en divisas y el posterior rescate oficial de varias empresas (Sideco, Pluspetrol, Socma, Iecsa, Dragados y Obras Portuarias). En 1989 cobraron sobreprecios por contratos de recolección de basura (Manliba). En 1995 realizaron un gran contrabando de autopartes en el sector automotor (caso Sevel) que fue descubierto, corroborado y luego perdonado por los jueces menemistas. La secuencia de estafas continuó con el cobro de peajes en rutas sin ninguna contrapartida de inversión y con la fuga masiva de capital durante el colapso de 2001. La familia se benefició también con la pesificación asimétrica (2002) y con la privatización del Correo, mientras esa operación generó ganancias. Durante la era K obtuvieron lucrativos contratos de obra pública. Los Macri se han enriquecido a costa del Estado. Se especializaron en la gestión de coimas y en la obtención de subsidios oficiales para financiar sus quebrantos”.(1)
A pesar de este desbarranque del macrismo y el kirchnerismo en el círculo de la corrupción gigantesca, las fuerzas de Izquierda no logran la identidad y unidad suficientes para proyectarse como alternativa. De modo que la resistencia camina las calles y busca caminos diversos, ensaya unidades, y plantea el desafío de creación política de estrategias renovadas.
En estos días hay múltiples ejercicios de sobrevivencia, desde ollas y comedores populares, carpas de defensa de la salud pública, ocupación de centros de estudio, campañas contra el ajuste. La experiencia realizada por el pueblo en el enfrentamiento cotidiano a las políticas neoliberales se está poniendo en juego, produciéndose en los movimientos sociales un rápido trasvasamiento de aprendizajes, que incluyen desde cómo hacer una comida para muchas personas, hasta cómo enfrentar la represión, que es el otro elemento que viene sintiéndose duro: la criminalización de la protesta y de la pobreza.

LUCHAS MEDIOAMBIENTALES
Pero las movilizaciones populares no se resumen en la lucha económica contra las políticas de ajuste. Continúan las movilizaciones socioambientales que enfrentan a las corporaciones transnacionales en alianza con el Estado. En Córdoba se resiste la instalación de una planta de Monsanto. En San Juan continúa la movilización popular contra las consecuencias de la contaminación de los ríos por Barrick Gold, exigiendo el cierre de la megaminera Veladero. En septiembre de 2015, se conoció el derrame de más de 1.250.000 litros de solución cianurada en el Río Jachal, fuente de agua de ríos de San Juan, La Rioja, Mendoza y Córdoba. Los pobladores de los pueblos más afectados se organizaron y siguen denunciando, a pesar de la represión y los amedrentamientos. En Andalgalá, provincia de Catamarca, la población organizada en asambleas enfrenta la contaminación ambiental y social de la minera Agua Rica. Hay que recordar una vez más, que después del triunfo contra la megaminería en Esquel (donde el 23 de marzo de 2003 el 81% de los votantes rechazó la explotación de una mina de oro y plata de Meridian Gold), otros pueblos lograron echar a las mineras en ciudades tan distantes como Loncopué, Famatina, Chilecito, Tinogasta y Mendoza. También hay luchas contra las megarrepresas en provincias como Misiones y en la Patagonia. Pobladores de varias ciudades lograron la declaración de territorios libres de fracking.
Las luchas socioambientales que enfrentan el modelo extractivista se encuentran con las luchas económicas contra el ajuste, y con las movilizaciones antipatriarcales por el derecho al aborto legal, contra la violencia hacia las mujeres y las disidencias sexuales, generando una nueva trama de discusión de lo político.

RETROCEDER AVANZANDO
Estamos en las calles, a pesar de una fuerte presencia y control represivo. Se crean climas de temor para fragmentar la lucha territorial e intentar recluirnos en lugares aislados que no permitan reconocernos en otras luchas. Por eso el desafío mayor en estos momentos es decir “no” a la militarización de la vida, y al cierre del espacio público como lugar del conflicto. Es también defender cada una de las conquistas, retrocediendo donde sea necesario, pero de un modo que nos permita avanzar. Retroceder avanzando, hacia la olla popular libre de transgénicos, hacia la huerta comunitaria sin agrotóxicos, hacia la acción colectiva de los trabajadores sin patrones, hacia movimientos populares que coloquen en su agenda la creación de nuevos vínculos entre las personas -desde una perspectiva popular antipatriarcal- así como los vínculos de las personas con la naturaleza.
En resumen: nos dejaron en la calle. Nos quedamos en la calle. Nos encontramos en la calle. Nos abrazamos en la calle. Sembramos semillas criollas, y cosechamos rebeldías.
Luchando, movilizando, comunicando, educando, vamos reinventando razones para la esperanza, y anudando las redes necesarias para sostener una resistencia prolongada, para defender lo acumulado como cultura política, y desplegar experiencias de sobrevivencia que nos permitan rehacer, desde abajo y a la Izquierda, espacios de poder popular. En eso andamos. No nos han vencido, porque “la única lucha que se pierde, es la que se abandona”

(1) Claudio Katz. “El presidente off shore”. http://katz.lahaine.org/?p=271


lunes, 27 de junio de 2016

Lo que los medios no dicen sobre las causas del Brexit



No hay pleno conocimiento y conciencia en las estructuras de poder político y mediático (que en terminología anglosajona se llama el establishment político-mediático) que gobiernan las instituciones de la Unión Europea, así como las que gobiernan en la mayoría de países que constituyen tal Unión, de lo que ha estado ocurriendo en la UE y las consecuencias que las políticas propuestas e impuestas por tales establishments han estado teniendo en las clases populares de los países miembros.

Durante estos años, después del establecimiento de la Unión, se ha ido germinando un descontento entre estas clases populares (es decir, entre las clases trabajadoras y las clases medias de renta media y baja) que aparece constantemente y que amenaza la viabilidad de la UE.

El rechazo de las clases populares a la UE
Indicadores de tal descontento han aparecido ya en muchas ocasiones. Una de las primeras fue el resultado del referéndum que se realizó en varios países de la UE que, por mandato constitucional, tenían que hacer para poder aprobar la Constitución europea. En todos los países donde se realizó el referéndum, la clase trabajadora votó en contra. Los datos son claros y contundentes. En Francia, votaron en contra el 79% de trabajadores manuales, el 67% de los trabajadores en servicios y el 98% de los trabajadores sindicalizados; en Holanda, el 68% de los trabajadores; y en Luxemburgo, el 69%. Incluso en los países en los que no hubo referéndum, las encuestas señalaban que, por ejemplo en Alemania, el 68% de los trabajadores manuales y el 57% de los trabajadores en servicios hubieran votado en contra. Unos porcentajes parecidos se dieron también en Suecia, donde el 74% de los trabajadores manuales y el 54% de los trabajadores en servicios también hubieran votado en contra. Y lo mismo ocurrió en Dinamarca, donde el 72% de los trabajadores manuales hubieran también votado en contra.

El rechazo a la UE por parte de la clase trabajadora ha ido aumentando
Otro dato que muestra tal rechazo fue el surgimiento de partidos que explícitamente rechazaron la Unión Europea, partidos cuya base electoral fue precisamente la clase obrera y otros segmentos de las clases populares que antes, históricamente, habían votado a partidos de izquierdas, siendo el caso más conocido (pero no el único) el del partido liderado por Le Pen y que, según las encuestas, podría ganar las próximas elecciones en Francia. En realidad, la identificación de los partidos de izquierda tradicionales con la Unión Europea (y con las políticas neoliberales promovidas por el establishment de tal Unión) ha sido una de las mayores causas del enorme bajón electoral de estos partidos en la UE (y, muy en particular, entre las bases electorales que les habían sido más fieles, es decir, entre las clases trabajadoras). Para que baste un ejemplo, en Francia, si la mitad de los votos (predominantemente de la clase trabajadora) que habían apoyado al partido de Le Pen hubieran sido para la candidata socialista Ségolène Royal, ésta hubiera sido elegida Presidenta de Francia. En paralelo con la pérdida de apoyo electoral, los partidos socialdemócratas en la UE perdieron también gran número de sus militantes. El caso más dramático fue el del Partido socialdemócrata alemán que, junto con la pérdida de apoyo electoral, perdió casi la mitad de sus militantes, de 400.000 en 1997 a 280.000 miembros en 2008.

La evidencia es pues abrumadora que la identificación de tales partidos de izquierda (la mayoría de los cuales han sido partidos gobernantes socialdemócratas que han jugado un papel clave en el desarrollo de las políticas públicas promovidas por la UE) con la Unión ha sido una de las principales causas de su enorme deterioro electoral y de la pérdida de su militancia.

El rechazo a la UE ha ido aumentando más y más entre las clases populares, a la vez que ha ido aumentado el apoyo entre las clases más pudientes

Por desgracia, las encuestas creíbles y fiables sobre la UE (que son la minoría, pues la gran mayoría están realizadas o financiadas por organismos de la UE o financiadas por instituciones próximas) no recogen los datos de la opinión popular sobre la UE según la clase social. Sí que los recogen por país, y lo que aparece claramente en estas encuestas es que la popularidad de la UE está bajando en picado. Según la encuesta de la Pew Research Center, las personas que tienen una visión favorable de la UE ha bajado en la gran mayoría de los 10 mayores países de la UE (excepto en Polonia). Este descenso, desde 2004 a 2016, ha sido menor en Alemania (de un 58% a un 50%) pero mayor en Francia (de un 78% a un 38%), en España (de un 80% a un 47%). Grecia es el país que tiene un porcentaje menor de opiniones favorables a la UE (un 27%).

Ahora bien, aunque raramente se recoge información por clase social, sí que se ha recogido el distinto grado de popularidad que la UE tiene según el nivel de renta familiar. Y, allí, los datos muestran que hay un gradiente, de manera que a mayor renda familiar, mayor es el apoyo a la UE. Es razonable, pues, suponer que la parte de la población que tiene una visión más desfavorable de la UE es la clase trabajadora y otros componentes de las clases populares.

Y lo que también aparece claro en varias encuestas es que una de las mayores causas de tal rechazo es la percepción que las clases populares tienen del impacto negativo que tiene, sobre su bienestar, la aplicación de las políticas propuestas por el establishment político-mediático de la UE. Esta percepción es mucho más negativa entre las clases populares (clase trabajadora y clases medias, de renda media y baja) que no entre las clases más pudientes. En realidad, el rechazo, siempre especialmente agudo entre las clases populares, es claramente mayoritario entre la gran mayoría de la población. Ahí vemos que, según la encuesta Pew, el 92% de la población en Grecia desaprueba la manera como la UE ha gestionado la crisis existente en Europa; tal porcentaje es de 68% en Italia, el 66% en Francia y el 65% en España, países donde precisamente el descenso del porcentaje de población con la opinión favorable de la UE ha sido mayor.

Este rechazo a la UE existe también entre la clase trabajadora del Reino Unido
Es en este contexto descrito en la sección anterior, que debe entenderse el rechazo de las clases populares del Reino Unido, rechazo que ha ido claramente acentuándose en los barrios obreros de aquel país, y muy en especial en Inglaterra y el País de Gales. El voto de rechazo a la permanencia en la UE procede en su mayoría de las clases populares. Y ha sido un voto no solo anti-UE pero también (y sobre todo) un voto anti-establishment británico y, muy en particular, anti-establishment inglés, siendo este último el centro del establishment británico, pues concentra los mayores centros financieros y económicos del país. El establishment británico y el establishment de la UE habían movilizado todo tipo de presiones (por tierra, mar y aire) a fin de que el referéndum fuera favorable a la pertenencia. De esta manera, es un claro signo de afirmación y poder que las clases populares se opusieran y ganaran al establishment. Por otra parte, los datos mostraban que lo que ha ocurrido, iba a ocurrir. La popularidad de la UE en el Reino Unido pasó de ser un 54% (ya uno de los más bajos de la UE) en 2004 a un 44% en 2016 (según Pew). En realidad, el Reino Unido es el país donde el porcentaje de población opuesta a dar mayor poder a la UE es mayor (65%) después de Grecia (68%) Y, según otras encuestas, el sector menos entusiasta con la UE eran las clases populares, que gradualmente han ido transfiriendo su apoyo electoral del Partido Laborista al partido UKIP (el partido anti EU).

La supuesta excepcionalidad de España
Es un dicho común en los mayores medios de comunicación que España es uno de los países más pro-EU, lo cual es cierto, pero solo en parte (lo mismo era cierto con Grecia). Es lógico que Europa, percibida durante muchos años como el continente punto de referencia para las fuerzas democráticas, por su condición democrática y su sensibilidad social, se convirtiera en el “modelo” a seguir por países como España, Portugal y Grecia, que sufrieron durante muchos años dictaduras de la ultraderecha, seriamente represivas y con escasísima conciencia social. Para los que luchamos contra la dictadura, Europa Occidental era un sueño a alcanzar.

Pero, debido al control o excesiva influencia del pensamiento neoliberal en el establishment político mediático de la UE (muy próximo al capital financiero y al capital exportador alemán, que ha estado configurando las políticas públicas neoliberales que los establishment político-mediáticos de cada país de la UE han hecho suyas), este sueño se ha convertido en una pesadilla para las clases populares, particularmente dañadas por tales políticas neoliberales. Las reformas laborales que han dañado el estándar de vida de estas clases y los recortes de gasto público, con el  debilitamiento de la protección social y del estado del bienestar, así como la desregulación en la movilidad del capital y del trabajo, han sido un ataque frontal a la democracia y al bienestar de las clases trabajadoras, realidad muy bien documentada (ver mi libro Ataque a la democracia y al bienestar. Crítica al pensamiento económico dominante, Anagrama, 2015). La pérdida de soberanía nacional que conlleva la UE ha significado la pérdida de soberanía popular, causa del deterioro de su bienestar. La evidencia de que ello es así es contundente, clara y convincente. Es más que obvio que esta Europa no es la Europa de los pueblos, sino la Europa de las empresas financieras y de los grandes conglomerados económicos.

¡No es chauvinismo lo que causa el rechazo a la UE!
Ante esta situación, el establishment político-mediático europeo quiere presentar este rechazo como consecuencia de un retraso cultural de las clases populares, todavía estancadas en un nacionalismo retrógrado, que incluye un chauvinismo anti-inmigrante que merece ser denunciado. John Carlin, en el El País, 24.06.16, define este rechazo (Brexit) como resultado “de la mezquindad, ignorancia, carácter retrógrado, xenofobia y tribal” de los que votaron en contra de la permanencia. Y así se está interpretando, por parte de la mayoría de los medios de comunicación europeos, el voto de rechazo a la UE por parte de las clases populares británicas. Este mensaje intenta ocultar las causas reales de tal rechazo, causas que he descrito en este artículo. Olvidan que, si bien todos los xenófobos votaron a favor de la salida del Reino Unido de la UE, no todos los que así votaron eran xenófobos.

En esta manipulación están participando poderes de la socialdemocracia europea que no han entendido todavía lo que está ocurriendo entre lo que solían ser sus bases. No quieren entender que el rechazo que está ocurriendo es hacia esta Europa que la socialdemocracia ha contribuido a crear, una Europa que carece de vocación democrática y sensibilidad social. El maridaje de los aparatos dirigentes de las socialdemocracias con los intereses financieros y económicos dominantes en la UE (y en cada país miembro) ha sido la causa de su gran declive, que todavía no entienden porque no quieren entenderlo. Lo que pasa en Francia, dónde hay un gobierno socialdemócrata que está intentando destruir a los sindicatos (como la señora Thatcher hizo en el Reino Unido), o en España, dónde el PSOE fue el que inició las políticas de austeridad, son indicadores de esta falta de comprensión de lo que está ocurriendo en la UE, y que es el fracaso de las izquierdas para atender a las necesidades de las clases populares. De ahí la transferencia de lealtades que están ocurriendo, en lo que refiere a los partidos.

Es lógico y predecible que las políticas neoliberales y los partidos que las aplican sean rechazados por las clases populares, pues son éstas las que sufren más cada una de estas políticas, incluyendo la desregulación de la movilidad de capitales y del trabajo. Regiones enteras en el Reino Unido han sido devastadas, siendo sus industrias trasladadas al este de Europa, creando un gran desempleo en las regiones. Y la desregulación del mundo del trabajo, acompañada de la dilución, cuando no destrucción, de la protección social, ha creado una gran inestabilidad  y falta de seguridad laboral. En realidad, fueron las políticas del gobierno Blair y del gobierno Brown (1997-2010) las que sentaron las bases para este rechazo generalizado hacia la UE. Tales gobiernos de la Tercera Vía facilitaron la llegada de inmigrantes a los que los empresarios contrataron con salarios más bajos. Y así se inició el desapego con la Unión Europea (ver “Don’t blame Corbyn if Brexit wins”, Denis McShane).

En España, frente al descrédito del partido socialdemócrata (PSOE) debido, entre otras razones a su participación en la construcción de esta Europa, han aparecido una serie de fuerzas políticas, tanto en la periferia como en el centro (Unidos Podemos y confluencias), que están canalizando este desencanto popular acentuando, con razón, que esta no es tampoco nuestra Europa, y que se requieren cambios profundos para recuperar la Europa democrática y social a la que aspiramos y que debe construirse. Así de claro.

(*) Catedrático de Ciencias Políticas y Políticas Públicas. Universidad Pompeu Fabra, y ex Catedrático de Economía. Universidad de Barcelona

domingo, 12 de junio de 2016

¿Qué es la Alianza del Pacífico?





En Lima, el 28 de abril del año 2011, se conformó este organismo de integración regional teniendo como miembros a los gobiernos de México, Colombia, Perú y Chile. En dicho encuentro, se acordó la “conformación de una área de integración profunda” con el “firme compromiso de avanzar progresivamente hacia el objetivo de alcanzar la libre circulación de bienes, servicio, capitales y personas”.
Hacia el año 2012, en el marco de la II Cumbre de Mérida, se establecieron las líneas de acción a desarrollar por parte de la Alianza. En la misma cumbre se hizo un reconocimiento explícito a “los esfuerzos que los sectores privados vienen realizando para fortalecer y ampliar las oportunidades de negocio”, a los “gremios empresariales” y el “acuerdo de intención entre las bolsas de valores de los países de la Alianza”. Durante el mismo año se estableció también el “Acuerdo Macro de la Alianza Pacífico” en Chile y con él, el cuerpo legal y político que ordena al organismo.
Durante el año 2015 todos los países miembros (salvo Colombia) acordaron en avanzar en el Acuerdo de Asociación Transpacífico (lo que se conoce como el TPP) consolidando, de esta manera, uno de los objetivos de la alianza.
Países miembros, observadores y adherentes
La incorporación de Argentina como país observador pasa a engrosar una lista de 42 países que tienen esta condición y entre los que se encuentran EEUU, Canadá, China, Australia, Alemania, Reino Unido, Uruguay y Paraguay, entre otros. Panamá y Costa Rica son anunciados como los próximos a sumarse al staff de miembros.
Los requisitos para poder ingresar como observador implican, en primer lugar, la aceptación de los principios y objetivos establecidos en el Acuerdo Marco; y en segundo lugar la participación con voz pero sin voto en las cumbres.
Vale aclarar que hay dos categorías –al margen de ser miembro– para participar de la Alianza: por un lado está la ya descrita de país observador; por otro lado, se encuentran los países adherentes. En caso de que un país quiera adherir a la Alianza se establece que “el Estado solicitante deberá tener suscrito con cada una de las Partes de la Alianza del Pacífico un acuerdo de libre comercio”.
Lo que fue y lo que viene
El deseo de construir un área de libre comercio no es nuevo en el continente ni en nuestro país: durante los primeros años de la década de 1990, con la plena vigencia del Consenso de Washington, se fue avanzando en darle forma al Área de Libre Comercio para las Américas (ALCA)  que en una Mar del Plata colmada por militancia y con una América Latina bajo gobiernos progresistas y de izquierda de fondo, le dijo en el 2005 que no, dando por tierra con el proyecto impulsado por los EEUU.
Tras la victoria de Mauricio Macri el 22 de noviembre de 2015 y la realización del juicio político contra Dilma Rousseff, el mapa geopolítico de la región se ha modificado sensiblemente. En este sentido, las derrotas electorales en las legislativas de Venezuela y el referéndum de Bolivia, suman un panorama desolador para los países que decidieron hacer frente y poner en pie proyectos de integración opuestos al ALCA.
De esta forma, el 1 de julio será el comienzo de una nueva etapa -que ya comenzó con las negociaciones entre la Unión Europea y el Mercosur- en la política exterior argentina tras 12 años de abonar a la integración latinoamericana con base en la equidad, el respeto y la ayuda mutua.


viernes, 13 de mayo de 2016

Datos de la desigualdad en Argentina y el mundo



Desde el inicio del presente siglo, la mitad más pobre de la población mundial sólo ha recibido el 1 por ciento del incremento total de la riqueza mundial, mientras que el 50 por ciento de esa “nueva riqueza” ha ido a parar a los bolsillos del 1 por ciento más rico. 62 personas tienen la misma riqueza que 3600 millones. El excedente. Cualquier modificación de los precios relativos, como tipo de cambio, salarios reales, intereses y rentas, implica que algunos ganarán lo que otros perdieron.
El Estado como actor central
Desde hace más de 9000 años que, tras el invención de la agricultura, la humanidad produce más bienes de los que necesita para reproducirse. A lo largo de la historia las distintas sociedades han organizado la producción, administración, apropiación y distribución del excedente económico de distintos modos. La administración oligárquica de dicho excedente, es decir su apropiación en pocas manos, implica necesariamente formas (prácticas, discursos, sistemas de pensamiento) que legitimen dicha apropiación. En otras palabras, quienes padecen las consecuencias de que el excedente económico sea manejado por pocos, suelen ver como natural o inevitable tal situación. En la antigüedad la mayoría de los esclavos pensaba que su condición era natural y que ser esclavizados era lo mejor que les podía pasar. Algo similar pasaba en la Europa feudal entre los nobles y los siervos y vasallos.
En el sistema capitalista neoliberal, dicha legitimación se construye gracias a un discurso seudocientífico que presenta a la escasez y a la eficiencia económica, que por supuesto se logra con el libre mercado, como únicas categorías válidas para pensar la realidad.
No es de extrañar que políticas antipopulares que benefician a pequeñas minorías sean presentadas como inevitables y no como proyectos políticos. Es así que “acomodar las variables macroeconómicas”, “sincerar las tarifas y los precios” y “pagar la fiesta y el despilfarro de los gobiernos populistas” sean la avanzada en la disputa por el sentido común de un proyecto político que lo que busca es esconder, detrás de un discurso tecnocrático, las luchas y las pujas que implica en toda sociedad la producción y apropiación del excedente económico.
En las sociedades modernas, un actor central, pero no el único, es el Estado, que a través de sus políticas públicas (impuestos, gastos y (des)regulaciones) interviene en la producción y distribución del excedente económico y, por supuesto, de los relatos y discursos que lo legitiman.
El caso de Argentina
Por ejemplo, según el Centro de Economía Política Argentina (CEPA), si cuantificamos la anunciada transferencia directa a los sectores populares vía devolución del IVA a la canasta básica, la ampliación y actualización de la AUH y de los programas Ellas Hacen y Argentina Trabaja representa sólo el 17 por ciento del “ahorro fiscal” que soportarán familias, industrias y comercios por la quita de subsidios a la electricidad, el gas y el agua. Otros sin embargo gozarán de los beneficios de otras políticas públicas que les permitirá apropiarse de mayor parte del excedente económico. De este modo, la reducción/quita de retenciones, la quita del impuesto de autos de alta gama y el pago de intereses a los fondos buitres implicarán una transferencia a los sectores concentrados de más de dos veces y media lo transferido a los sectores populares. El informe concluye que, si se tienen en cuenta los efectos regresivos de la devaluación, se entregaron 10 pesos a los sectores concentrados por cada peso anunciado a los sectores de menores ingresos.
Dos conclusiones provisorias pueden obtenerse de semejantes datos. La primera es que ni la devaluación, ni las políticas públicas, ni las crisis son neutrales, con ellas, algunos ganan y otros pierden. En un sistema de producción y apropiación del excedente económico regido por el sistema de precios, cualquier modificación de los precios relativos (tipo de cambio, salarios reales, intereses, rentas, etc.) implica necesariamente que algunos ganarán lo que otros perdieron. Por esto, la determinación de los precios en una economía es siempre el resultado de una lucha entre actores sociales que pujan a través de ellos por apropiarse del excedente económico.
La segunda no es menos importante, los Estados siempre intervienen, tanto en los gobiernos de corte populista como en los neoliberales. El libre mercado que pregonan estos últimos es un libre mercado provocado, sostenido y garantizado por la intervención estatal.
Qué pasa en el mundo con la riqueza
Los resultados de la disputa por el excedente a nivel planetario pueden verse en el último informe anual de OXFAM denominado “Una economía al servicio del 1 por ciento”. En un extenso informe publicado en enero pasado (puede consultarse en https://www.oxfam.org) esta prestigiosa organización detalla las escandalosas desigualdades y cómo el poder y los privilegios se utilizan para ampliar la brecha. Lo que sigue son algunas de sus conclusiones.
En 2015, solo 62 personas poseían la misma riqueza que 3.600 millones (la mitad más pobre de la humanidad). No hace mucho, en 2010, eran 388 personas.
La riqueza en manos de las 62 personas más ricas del mundo se ha incrementado en un 45 por ciento en apenas cinco años, algo más de medio billón de dólares (542.000 millones) desde 2010, hasta alcanzar 1,76 billones de dólares. Mientras tanto, la riqueza en manos de la mitad más pobre de la población se redujo en más de un billón de dólares en el mismo periodo, un desplome del 38 por ciento.
Desde el inicio del presente siglo, la mitad más pobre de la población mundial sólo ha recibido el 1 por ciento del incremento total de la riqueza mundial, mientras que el 50 por ciento de esa “nueva riqueza” ha ido a parar a los bolsillos del 1 por ciento más rico.
Casi un tercio (30 por ciento) de la fortuna de los africanos más ricos, un total de 500.000 millones de dólares, se encuentra en paraísos fiscales. Se estima que esto supone para los países africanos una pérdida de 14.000 millones de dólares anuales en concepto de ingresos fiscales, una cantidad que permitiría financiar la atención sanitaria que podría salvar la vida de cuatro millones de niños y niñas, y contratar a profesores suficientes para escolarizar a todos los niños y niñas africanos. Oxfam ha analizado 200 empresas, entre ellas las más grandes del mundo y las socias estratégicas del Foro Económico Mundial de Davos, revelando que 9 de cada 10 tienen presencia en paraísos fiscales. En 2014, la inversión dirigida a paraísos fiscales fue casi cuatro veces mayor que en 2001.
Después de conocer estas cifras, ¿puede alguien decir y argumentar que el problema económico es la escasez? ¿Puede alguien decir que la distribución llegará cuando ese 1 por ciento derrame el excedente sobre los más pobres? ¿Puede alguien asegurar que los ajustes en contra de los sectores populares son inevitables fruto de variables macroeconómicas que estaban atrasadas?
La respuesta a todas estas preguntas y a tantas otras, a pesar de que sea difícil creerlo, es que sí. Sí pueden afirmar eso y cuentan para reproducir su relato con la complicidad de los medios hegemónicos de comunicación. Precisamente porque la respuesta es un sí rotundo, es que cada día hace falta dar la batalla cultural que intente visibilizar el excedente económico, las luchas por su producción y apropiación y, en definitiva, devolverle a la economía la historia, la política y la ética que supo tener en sus orígenes, y que por más que algunos traten de ocultar siempre está presente.
Carlos Andujar es Docente UNLZ FCS. Colectivo Educativo Manuel Ugarte (CEMU). / fliaandujar@gmail.com



martes, 3 de mayo de 2016

Golpes Blandos: cuando los medios actúan como fábricas de demoler verdades y construir hechos que no existieron




Millones de personas no tienen la menor idea que al prender la TV, leer un diario o escuchar la radio, los mensajes que reciben forman parte de estrategias de comunicación: no son neutros, no son independientes ni objetivos.
Un medio de comunicación es una empresa, y en ella las noticias y el "show mediático" son mercancías, cuyo funcionamiento es similar al de otros tipos de productos. La diferencia más importante, y que gravita en la vida de todos nosotros, es que ésta "mercancía" va directamente al cerebro.
Hay sociólogos, analistas de programas, consultoras, medidores de reacciones de la gente, ideólogos y equipos comunicacionales que desarrollan estrategias de manipulación informativa. Y entre ellas la más importante en la "Sociedad del Vértigo" y la "Cultura del Apuro", es la técnica del "Primer Impacto".
Ejemplo: si muestro que se raja el Obelisco, o se cae y sin investigar que sucedió, pongo de título: " EL OBELISCO EN PELIGRO DE CAER, EL GOBIERNO K HABRÍA HECHO LAS ÚLTIMAS OBRAS DE SUPUESTAS MEJORAS". Y ése concepto/ mentira, lo repito en cadena nacional por los medios concentrados, en el caso de Argentina, Canal 13/ TN / Tv Pública/ América y Canal 26, más sus respectivos portales y tapas de diarios, en pocas horas millones de personas comienzan a decir que " el Obelisco se va a caer por culpa de Los K". Es sólo un ejemplo exagerado.
Pero: ¿No comenzó así el repiqueteo de mentir sobre el dólar a futuro?  ¿No comenzó así los miles de pesos que cobraba el ex ministro de Economía, Axel Kicillof? ¿No comenzó así cuando se señala que el país fue recibido en ruinas? Ahora, pasados meses, se supo que todo ello era mentira. Pero queda la ley del "Primer Impacto".
Por ello, se hace cada vez más necesario y estratégico construir nuestros propios medios de comunicación, realizar una capacitación masiva de la gente, una especie de "Frente de Comunicación Ciudadana", que comience a explicar las técnicas de la mentira y desarrollar la información que construye nuevos sentidos.
No es fácil la tarea. Tampoco imposible.
(*) Periodista. Capacitador. Editor de La Nave de la Comunicación. Investigador en manipulación informativa e impulso y capacitador en medios propios.

lunes, 25 de abril de 2016

El nuevo Plan Cóndor en América Latina

Los éxitos de la derecha en América Latina dan cuenta de un plan sistemático para reimpulsar el neoliberalismo en el continente. Nuevas herramientas y nuevos métodos son los que le permiten lograr triunfos sobre las fuerzas progresistas y de izquierda.
La derecha al poder
En América Latina durante los últimos años se conformó una nueva derecha. Henrique Capriles, Leopoldo López y María Corina Machado en Venezuela, Aecio Neves y Marina Silva en Brasil y Mauricio Macri en Argentina son algunas de sus figuras más relevantes. Desde la oposición han logrado marcar agenda y frenar iniciativas políticas populares.
Los resultados electorales que permitieron a Macri llegar a la presidencia de Argentina y que la Mesa de Unidad Democrática (MUD) alcanzara la mayoría absoluta de diputados en la Asamblea Nacional de Venezuela marcaron un cierre de año exitoso para fuerzas políticas que pocos años atrás no lograban interpelar más que a una minoría intensa de la población de ambos países.
En los primeros meses de 2016 se fortaleció esta tendencia. Evo Morales fue derrotado en Bolivia cuando triunfo el “no” a una enmienda para presentarse a un nuevo mandato en 2019. La Cámara de Diputados en Brasil acaba de consumar el primer paso decisivo para un golpe de Estado y ahora los senadores decidirán sobre la destitución de Dilma Rousseff.
De Gene Sharp a Duran Barba
En las décadas de 1970 y 1980, Estados Unidos necesitó que las fuerzas militares coordinen la represión y logren instalar dictaduras dóciles a sus intereses geopolíticos. Así nació y se ejecutó el Plan Cóndor a partir del cual se implementó el secuestro, tortura, asesinato y desaparición de personas con el objetivo de aniquilar la movilización popular y aterrorizar a la población. La nueva derecha que busca reimpulsar el neoliberalismo ha desarrollado su capacidad de hacerse con el poder político con otros recursos y medios.
Los mecanismos de intervención militar norteamericanos no han desaparecido en América Latina. La reactivación de la IV Flota en 2008, la vigencia del Plan Colombia y las presencia de 74 bases militares extranjeras muestran que el intervencionismo militar no ha cesado. Pero el intervencionismo militar dista de ser la herramienta principal para modificar el mapa político regional.
En una reciente entrevista realizada por la Agencia Andes, el presidente de Ecuador, Rafael Correa, dijo: “Este es el nuevo Plan Cóndor. Ya no se necesitan dictaduras militares, se necesitan jueces sumisos y se necesita una prensa corrupta”.
Las fuerzas reaccionarias coordinan y tienen a su disposición más y mejores herramientas: medios de comunicación, grupos empresariales, fuerzas paramilitares, ONGs, gurúes del marketing político y funcionarios judiciales. Lejos de tratarse de un proceso de generación espontanea que se conjuga con una crisis económica, se trata de un proceso de desarrollo cualitativo de la derecha sumamente planificado.
En las últimas décadas del siglo XX Gene Sharp ya había teorizado y demostrado el éxito de sus “métodos no-violentos” para derrotar gobiernos que no comulgaran con su ideología anti-comunista. Su libro De la dictadura a la democracia, publicado hace 23 años, sigue siendo hoy un manual de acción de los terroristas venezolanos.
Otro aporte teórico sustancial lo hace Jaime Duran Barba, que luego de asesorar a políticos en todo el continente, ha colaborado en que la derecha llegue al gobierno por primera vez a través de las urnas en Argentina. Su libro El arte de ganar, así como los recientes estudios sobre el PRO demuestran cuán planificada fue la construcción de sus éxitos políticos.
Los métodos con los que buscan lograr sus objetivos son muy diversos y para nada lineales. El mejor ejemplo es la llamada “guerra híbrida” en Venezuela que incluye los ataques del paramilitarismo, una guerra económica y una campaña comunicacional internacional. En Bolivia, el triunfo del “no” en el referéndum demostró que con los montajes de causas judiciales y el servicio de medios de comunicación (que llegaron a inventarle un hijo a Evo Morales) pueden derrotar a un gobierno que logró las transformaciones progresivas más importantes de la historia de su país.
En 2014, 54.500.000 brasileños y brasileñas votaron para que Rousseff sea presidenta hasta 2018. Luego de la elección los partidos derrotados, la red O Globo, las centrales empresariales y ONGs promovieron la campaña “Fora Dilma”. Los diputados opositores que están involucrados en casos de corrupción hicieron el pedido de impeachment a la presidenta porque el Tribunal de Cuentas no aprobó el presupuesto de 2014 por “modificar el déficit” y retrasar el pago a los bancos prestamistas.
El impeachment es una herramienta legal que se utiliza para delitos de una gravedad mayor y la práctica por la que se acusa al gobierno existe hace 22 años en el país y fue utilizada por el gobierno de Fernando Henrique Cardoso. Con la complicidad del poder judicial la derecha hizo del impeachment un instrumento para el golpe de Estado en curso.
El poder del pueblo
El avance de la derecha plantea nuevos desafíos para quienes se dispongan a enfrentar la ofensiva neoliberal. A diferencia de los escenarios políticos pos-dictatoriales en donde había pueblos debilitados en su capacidad de resistencia y con organizaciones devastadas por la represión, actualmente hay saldos organizativos y políticos elevados en el continente.
En Venezuela el movimiento popular ha respondido activamente ante las constantes amenazas de la oposición desde la Asamblea Nacional. En Brasil las enormes movilizaciones en contra del golpe y la conformación del Frente Brasil Popular que unifica a las experiencias mayoritarias del campo popular brasileño son otro saldo positivo. En Argentina, además de las innumerables respuestas a las políticas neoliberales del macrismo, el último 24 de marzo se logró una de las movilizaciones más masivas de la historia.
En los casos de Brasil y Argentina el poder mediático y el poder judicial demuestran que aquellos poderes que no se han transformado sustancialmente son los que terminan derrotando a los gobiernos anti-neoliberales. Una nueva etapa plantea revitalizar el debate sobre el poder del pueblo para alcanzarlo.