miércoles, 3 de diciembre de 2014

Patria o colonia. La autonomía en disputa.

Gerardo Codina* - http://www.redaccionpopular.com/articulo/patria-o-colonia-la-autonomia-en-disputa 

arg

Las próximas elecciones ponen en juego la posibilidad de consolidar un rumbo compartido con la región, de desarrollo con inclusión y justicia social, a contrapelo de las tendencias dominantes en el mundo. Quienes apuestan por abortarlo son los mismos que colonizaron el país a favor de los intereses imperiales. Junto al liderazgo estratégico de Cristina, la movilización de los trabajadores en defensa de sus derechos será la garantía de la continuidad de las transformaciones.

1. Un poco de historia

Casi al mismo tiempo que Yrigoyen accedía en 1916 a la presidencia por primera vez en Argentina, gracias a la inauguración del voto universal, secreto y obligatorio masculino promovido por ley Sáenz Peña, el país era citado por Lenin en su libro “El imperialismo, fase superior del capitalismo”, como ejemplo de país dependiente.

Decía Lenin entonces: “Puestos a hablar de la política colonial de la época del imperialismo capitalista, es necesario hacer notar que el capital financiero y la política internacional correspondiente, la cual consiste en la lucha de las grandes potencias por el reparto económico y político del mundo, originan abundantes formas transitorias de dependencia estatal. Para esta época son típicos no sólo los dos grupos fundamentales de países -los que poseen colonias y las colonias- sino también las formas variadas de países dependientes que desde un punto de vista formal, político, gozan de independencia, pero que, en realidad, se hallan envueltos por las redes de la dependencia financiera y diplomática. Antes hemos señalado ya una de estas formas, la semicolonia. Modelo de otra forma es, por ejemplo, la Argentina.

“La América del Sur, y sobre todo la Argentina — dice Schulze-Gaevernitz en su obra sobre el imperialismo británico –, se halla en una situación tal de dependencia financiera con respecto a Londres, que se la debe calificar de colonia comercial inglesa”(Shulze-Gaevernitz. El imperialismo británico y el librecambio inglés a comienzos del siglo XX. Leipzig, 1906, pág.. 318.). Según Schilder, los capitales invertidos por Inglaterra en la Argentina, de acuerdo con los datos que suministró en 1909 el cónsul austro-húngaro en Buenos Aires, ascendían a 8.750 millones de francos. No es difícil imaginarse los fuertes vínculos que esto asegura al capital financiero — y a su fiel “amigo”, la diplomacia — de Inglaterra con la burguesía de la Argentina, con los círculos dirigentes de toda su vida económica y política.”[1]

Habían pasado los fastos del centenario de la Revolución de Mayo y Argentina se abismaba en un creciente conflicto social, producto de la progresiva rebelión popular contra las injustas y miserables condiciones de vida de la mayoría de los trabajadores. Conflicto que bordeó la guerra civil en enero de 1919 en Buenos Aires y desató la masacre de obreros rurales patagónicos en 1921.

Sin embargo, recién llegados muchos de ellos a estas tierras y aún nutridos por el pensamiento social de su época, pocos vislumbraban la cuestión de la dependencia nacional como elemento estructural de su situación de sometimiento.

Enemigos de todo estado, explotador en su definición y además al servicio de los explotadores, rechazaban la idea nacional como una retórica burguesa dirigida a dividir a los trabajadores de todo el mundo, para utilizarlos los unos contra los otros en las guerras de los capitalistas por nuevos repartos del mundo, como sucedió de hecho en la Primera y Segunda Guerra Mundial. Como indicio fuerte de ese pensamiento eligieron nombrar a la primera central sindical Federación Obrera de la Región Argentina. Sólo a partir de 1936 comenzaron a ondear banderas argentinas en los actos del movimiento obrero[2].

Más aún. Asumiendo la significación de la dependencia para nuestro país, importantes fracciones políticas de la época aún confiaban en el papel liberador y revolucionario de una burguesía ya por completo encadenada a los destinos de los diversos imperios que nos sometían, sin poder ver cómo clamaba la oligarquía vacuna por ser reconocida como parte integrante del Imperio Británico[3].

Esta ceguera frente a la cuestión de la dependencia nacional, castró los esfuerzos transformadores de la izquierda de origen marxista y la separó de los contingentes de trabajadores nacionalistas que nutrieron el momento fundacional del peronismo, que entendieron que la cuestión social y la afirmación de la independencia nacional, se conjugaban en un proyecto democrático de plena vigencia de la justicia social para las mayorías populares. Ellos vivieron la primera década ganada de los trabajadores argentinos.

2. Ayer como hoy

Próximos a unas elecciones significativas para la definición política de la siguiente década nacional, recordar aquellas primeras décadas del siglo veinte y los primeros pasos del movimiento obrero argentino, tiene por sentido señalar que la pugna por afirmar la segunda y definitiva liberación de nuestra patria está inconclusa.

El conflicto con los fondos buitres actualiza la cuestión de la dependencia. La observación de Lenin acerca de las implicancias de las ataduras financieras –con la implicación subrepticia de la diplomacia de las naciones centrales para anudar las voluntades de las élites del poder económico local- tienen vigencia renovada en la sistemática presión que afronta nuestro país, de adentro y de afuera, para abandonar su “heterodoxia económica”[4].

Anotábamos luego de las victorias electorales de Dilma y Tabaré que “Derrotar de manera provisoria al neoliberalismo requiere de una entera revolución cultural. Y siempre será provisorio el logro mientras en el mundo dominen las fuerzas del capital financiero más concentrado. Imponer otra lógica, donde la felicidad de los pueblos esté en el centro, de manera persistente y lozana, solicita edificar al mismo tiempo que nuevas realidades en cada uno de nuestros países, nuevas relaciones internacionales que sirvan de resguardo frente al apetito insaciable de los poderosos.”[5]

Es claro que en el nuevo contexto de esta globalización homogeinizante de las multinacionales, que procura imponer a toda hora y en todos lados las mismas reglas neoliberales de “los mercados”, cualquier afirmación autonómica de las naciones es percibida como un desafío al poder mundial encarnado en la principal superpotencia del planeta.

Ayer como hoy, los intereses imperiales son servidos por socios locales que, además de pretender el visto bueno de la embajada norteamericana, hacen suyo el programa restaurador de los conservadores, ahora expresados en las gerencias de los grupos monopólicos extranjeros que controlan la mayor parte de la vida económica nacional y quieren dictar la política que ejecute el estado argentino.

Como a nivel mundial, los grandes conglomerados empresariales no sólo se han vuelto cada vez más contradictorios con las democracias, sino también cada vez más agresivos y utilizan todo su poder para ampliar su dominio, no ya apropiándose de porciones crecientes de la riqueza que genera diariamente a nivel mundial el trabajo de miles de millones de personas, sino que, literalmente, procuran expropiar a las mayorías, hundiéndolas en cada vez más profundos niveles de pobreza, donde pueden y las fuerzas populares no se lo impiden.

La forma que el poder mundial produjo y tramitó la última crisis financiera global, en medio de una persistente debilidad de los procesos económicos de los países centrales, demuestra acabadamente lo dicho. Ingentes fondos públicos para salvar bancos de la quiebra mientras millones de norteamericanos hoy comen día a día gracias programas alimentarios de beneficencia. Son el nuevo trofeo de los supermillonarios como Paul Singer, financista de los republicanos ultra reaccionarios, que trata de comerle el hígado otra vez a nuestro país, usando como herramienta un octogenario juez municipal de Nueva York, en un caso de vulgar usura a escala planetaria.

Procesos como el inaugurado aquí por Néstor Kirchner en 2003, que se multiplican en nuestra América a contrapelo de lo que impone la lógica del capital financiero más concentrado a escala mundial, suponen un desafío al poder que toleran de mala manera. Haber desguazado la maraña de condicionamientos financieros que implicaba el Fondo Monetario Internacional y haber desacatado la voluntad imperial de transformar a nuestras naciones en coto cerrado de caza para sus empresas multinacionales como en 2005, cuando le dijimos con Chávez y Lula no al ALCA, mostró la voluntad real de sacudirse la dependencia financiera, esa que Lenin tan certeramente describía un siglo atrás como condicionante de la pérdida de autonomía nacional.

3. La coyuntura electoral

El Frente para la Victoria (FpV) aparece en lo inmediato como el seguro ganador en primera vuelta en las próximas elecciones nacionales del año que viene. El dato importa, entre otras cosas, porque ninguna otra fuerza política asegura consolidar lo logrado en esta segunda década ganada y, menos, profundizar lo recorrido.

Como en los noventa el peronismo, todas las restantes fuerzas políticas de origen popular están hoy cooptadas por expresiones funcionales a la restauración conservadora que intentan imponer desde el poder económico concentrado, incluso violentamente y en forma anticipada, si pudieran.

La primera pregunta es si ese resultado hoy asegurado, ser primera minoría, le alcanzará al FpV para alzarse con la primera magistratura nuevamente o deberá revalidar su condición de principal sector político en una segunda vuelta. Otra pregunta, no menor, es si alcanza políticamente con ser primera minoría para seguir consolidando el proceso de transformaciones abierto en 2003.

Respecto de la primera pregunta, anotemos algunas consideraciones. Como se sabe, en nuestro país rige un sistema de doble vuelta atenuado, que no requiere de obtener más del 50 por ciento en primera vuelta para definir el ganador. Con 45 puntos alcanza o incluso menos, si es más del 40 por ciento, pero la distancia con la segunda fuerza más votada supera los diez puntos.

Para ese último escenario se requiere de entonces de otra condición: la dispersión del voto competitivo o contrario a la primera minoría. Sabedora de esto, Carrió está destinando sus mejores esfuerzos de operadora política del imperio a demoler la coalición FA Unen, que ella ayudó a consolidar. Sabe que la chance de la reacción es acumular en torno de Mauricio Macri el voto opositor y que cualquier dispersión facilita el triunfo del Frente para la Victoria.

En sus esfuerzos también arremete contra el emergente Sergio Massa, con el visto bueno de todo el sistema de grandes propaladoras de informaciones según el gusto de los dueños del país, con su corte de bufones que hacen de periodistas para diversión de los poderosos.

Otra pregunta significativa es quién expresará en la competencia electoral al Frente para la Victoria y de qué forma será seleccionado. Disponemos del sistema de las PASO para verificar democráticamente qué candidato reúne la mayor cantidad de voluntades. También el Frente tiene un atributo diferencial respecto de otros espacios políticos: una conducción política estratégica clara, que seguramente acompañará por muchos años más el proceso nacional.

Por demasiado tiempo el movimiento nacional no tuvo liderazgos claros y consecuentes. En 2003 la historia sorprendió con dos. Néstor Kirchner murió prematuramente y su pérdida ha significado una baja severa al conjunto de las fuerzas transformadoras de la región. Pero conservamos con nosotros a Cristina y ella culminará su segundo mandato presidencial, pero no su vida política, en diciembre de 2015.

Indudablemente su poder político actual se alimenta en simultáneo de su liderazgo y capacidad de iniciativa y del hecho de ser ahora la cabeza del Estado. Ese último atributo lo transferirá a su sucesor, quien quiera que fuese. Si además, el que resulte ganador logró en las PASO su lugar como candidato, la autonomía que adquiera inmediatamente respecto del liderazgo de Cristina, será muy amplia. Por ello y para preservar todo el tiempo que sea posible el máximo de su propio poder político, Cristina podría verse en la necesidad de ser ella quien nomine, antes de las PASO, a los candidatos que aseguren el triunfo del espacio que representa, más allá de sus preferencias personales.

La intención de convertir a Cristina en la “gran electora” del espacio del FpV, como proclamó hace pocos días el diputado nacional Wado de Pedro, está detrás de los actos multitudinarios que realizaron tanto el Nuevo Encuentro como La Cámpora, reafirmando su alineamiento incondicional con Cristina.

La posibilidad de hacerlo así está abierta también, porque el resto de las corrientes políticas, salvo el FA Unen si llega entero a agosto, carece de planes de dirimir candidaturas presidenciales en las primarias. Ni Massa ni Macri admiten dudas en sus respectivos espacios acerca de quién se postula a presidente.

Por cierto, la dualidad de liderazgos implicará todo un desafío a futuro. Excluyendo la experiencia de Cámpora con Perón, o la de Dilma con Lula, no hay muchas buenas experiencias de coordinación de roles políticos e institucionales entre líderes populares y presidentes electos. Anticipando esos riesgos, la misma Presidenta convoca a “empoderar” al pueblo de los logros alcanzados. Sólo un movimiento popular movilizado en torno de la defensa de los derechos alcanzados será garantía exitosa de su preservación. Claro que en la medida que sepa interpelar inteligentemente a un gobierno que tendrá también que hacer suyo.

4. Después de las elecciones

Los logros de estos años recorridos desde el 2003 son extensos. No los enumeraremos aquí. También seguramente, Cristina anotará varios tantos más antes de diciembre de 2015. Está claro, de todos modos, que quedarán asignaturas pendientes. Algunas, porque simplemente no se puede hacer todo junto. Otras, porque son problemas que fueron apareciendo en la marcha. También están las cosas que no se abordaron para no desatar reacciones más violentas al proceso en curso.

Por delante quedará la necesidad de ir saldando esas deudas. Sólo profundizando las transformaciones se logrará consolidar los logros de esta segunda gran década ganada y proyectar su continuidad en el tiempo. Una condición para lograrlo es la renovación y ampliación de las fuerzas populares, entre ellas, el movimiento obrero organizado.

Consolidar una mayoría popular movilizada para sustentar la agenda transformadora, no sólo implica a las organizaciones sociales y políticas emergentes de la gran crisis del 2001, sino que debe involucrar al ancho conjunto de los trabajadores, que sólo en la afirmación de una agenda nacional de desarrollo tienen la alternativa de consolidar y perfeccionar la protección de sus derechos.

Trabajadores hermanados con sus pares de América latina, en el entendimiento que en la integración regional está la única posibilidad de hacernos respetar en un mundo de prepotentes armados hasta los dientes y de seguir caminando juntos sin pausa en el camino de la transformaciones sociales más profundas que tengan lugar ahora mismo en todo el mundo, en democracia y pacíficamente, con el poder de las mayorías.

Reconstruir su lugar de columna vertebral del movimiento nacional y popular es una de las principales transformaciones políticas pendientes. Y urge hacerlo, porque al mismo tiempo es la única garantía estratégica de hacer irreversible el proceso de cambios.

 

*Gerardo Codina, psicólogo, escritor, miembro del Consejo Editorial de Tesis 11.

 

[1]El imperialismo, fase superior del capitalismo. V. I. Lenin. Obras Escogidas Tomo 5, páginas 192 y 193. Editorial Progreso, 1973.

[2]Ver Godio, Julio. Historia del Movimiento Obrero Argentino.

[3]Basta recordar el llamado Pacto Roca Runciman, suscrito en 1933.

[4]Incluso Paul Krugman, habitualmente crítico de los desmanejos financieros del neoliberalismo, lo afirmó pocos días atrás en Buenos Aires, en ocasión de participar en el II Congreso Internacional de Responsabilidad Social. Advirtió que “el problema es que se mantuvo la heterodoxia durante demasiado tiempo”.

[5]“La región latinoamericana y sus perspectivas”. 29 de octubre de 2014. http://www.tesis11.org.ar/la-region-latinoamericana-y-sus-perspectivas/#...

jueves, 27 de noviembre de 2014

Estado, monopolio de la violencia y legitimidad

Ángel Guerra Cabrera - http://m.jornada.com.mx/index.php?articulo=036a1mun&seccion=opinion&amd=20141127

Max Weber afirmó que el Estado ejerce el monopolio de la violencia por definición. Pero añadía que esa facultad debe cumplirse a través de un proceso “de legitimación”, que en el caso de las monarquías absolutas es aceptada por los subordinados como derecho divino; pero también puede provenir de un liderazgo carismático (los subordinados aceptan el poder basándose en la santidad, heroísmo o ejemplaridad de quien lo ejerce) o de una legitimidad racional (los subordinados aceptan el poder de acuerdo con motivaciones objetivas e impersonales) que deviene en sinónimo de legalidad.

De una manera sencilla y más de un siglo antes, el lúcido Rousseau establece que la legitimidad la otorga la “voluntad general” de los sometidos al poder.

Versión que se aviene con el concepto moderno de democracia como gobierno “del pueblo, por el pueblo y para el pueblo”, feliz definición de Abraham Lincoln.

Lo que ocurre con estas definiciones es que flotan en el aire si no se considera al Estado como portador del interés de las clases sociales dominantes.

En América Latina tenemos gobiernos de orientación popular y política exterior independiente de Washington, que en distintos grados representan y defienden los intereses de las clases populares. Entre ellos Cuba y los demás estados integrantes del Alba han avanzado considerablemente en instituir la participación popular en la toma de decisiones sobre políticas públicas. Pero también los gobiernos de Argentina, Uruguay y Brasil escuchan al pueblo y tratan de abrirle canales de participación en las decisiones.

Mientras tanto, México, Colombia, Perú y Chile, miembros de la Alianza del Pacífico, se reconocen como aliados de Estados Unidos y su política exterior e interior responde, aunque no siempre totalmente, a los dictados de Washington.

En Chile, aunque se mantienen en lo esencial las políticas neoliberales en la esfera económica y no se reconocen sus derechos al pueblo mapuche, la presidenta Bachelet trata de acercarse más al proceso de unidad latino-caribeño y de dar repuesta al formidable movimiento estudiantil y popular a favor de la educación pública y gratuita y en contra de la hiriente desigualdad social.

El gobierno de derecha de Santos en Colombia debe su elección al apoyo de la izquierda y del movimiento popular en virtud de su compromiso con el proceso de paz en contra de la voluntad del feroz sector oligárquico encabezado por Álvaro Uribe y apoyado por la extrema derecha yanqui.

Si el proceso de paz llegara a buen puerto implicará un empoderamiento de los sectores más conscientes, que seguramente presionarán para debilitar o abrogar el tratado de libre comercio con Estados Unidos, impulsar la soberanía alimentaria, la vigencia de los derechos políticos y sociales y reclamar participación en la decisión del destino del país.

En México se observa una profundización de las políticas neoliberales que privatizaron el enorme patrimonio público y crearon una rapaz plutocracia cuya única divisa es la ganancia, empobrecieron a más de la mitad de la población, anularon importantes derechos garantizados por la Constitución de 1917 y generalizan un clima de extrema violencia, corrupción e impunidad que ha llevado a una insondable crisis de legitimidad de todas las instituciones del Estado, la mayor desde los albores de la Revolución de 1910.

Aquellas lacras no son nuevas pero el neoliberalismo las ha catalizado exponencialmente al expulsar a la población del campo hacia Estados Unidos o las ciudades, privar de la oportunidad de estudiar y trabajar a generaciones enteras de jóvenes, y desencadenar una guerra, supuestamente contra el narco, pero cuya víctima principal es el pueblo. Mientras tanto, la droga continúa fluyendo eficientemente hacia el mercado estadunidense y de allá siguen llegando puntualmente las armas con que se mata a decenas de miles de mexicanos, inocentes en su mayoría. El ecocidio avanza a la par que la minería y las nuevas concesiones a las transnacionales.

La tragedia de Iguala, con todo y lo indignante y doloroso que resultan sus seis muertos y 43 desaparecidos ha venido a confrontar a la sociedad con la realidad de que los mencionados procesos llegaron a su punto crítico. La digna, valiente y unida actitud de los padres de los 43 ha actuado como desencadenante de una acumulación de sentimientos y aspiraciones de amplísimos sectores del pueblo, que estaban madurando, pugnando por salir a flote, y de repente han encarnado en la conciencia social.

domingo, 23 de noviembre de 2014

La izquierda a 25 años de la caída del Muro de Berlín

Hugo Moldiz Mercado - http://www.la-epoca.com.bo/index.php?opt=front&mod=detalle&id=4074

En 1989, en medio de un descontento social con una forma concreta de materialización del socialismo y una hábil estrategia de desestabilización impulsada por Estados Unidos en el marco de la Guerra Fría, se produjo el derrumbe del Muro de Berlín como antesala del desmoronamiento del socialismo en Europa del Este. ¿Cómo se encuentra la izquierda a veinticinco años de ese acontecimiento universal?

Una mirada de la geografía política de América Latina veinticinco años después del derrumbe del bloque socialista europeo permite identificar a tres tipos de fuerza social y política, sus puntos de encuentro y las formas de su despliegue en la lucha contra el capitalismo, en una coyuntura mundial particularmente compleja caracterizada por la crisis multidimensional del capitalismo como fenómeno planetario.

Esta mirada permite evidenciar que América Latina es el “pequeño lugar del mundo” –como le diría Marx a Engels a propósito de las revoluciones europeas-, donde están ocurriendo muchas cosas. Una irrupción “no convencional” en la escena política de movimientos sociales, particularmente indígenas y de ciudadanos, bajo el liderazgo de un militar revolucionario, un dirigente campesino y un intelectual, forman parte de revoluciones del siglo XXI que están encontrando en la ampliación de la democracia y la distribución de la riqueza social, sus dos ejes fundamentales.

Pero estas “nuevas formas” de irrupción en la lucha anticapitalista y antiimperialista se articula de manera específica con la izquierda del siglo XX que no ha sucumbido a los cantos de sirena del “fin de la historia”, en medio de un despliegue donde el debate sobre reforma o revolución adquiere un sentido diferente respecto de los siglos XIX y XX.

Izquierda revolucionaria

Una izquierda revolucionaria, particularmente presente de manera predominante en los gobiernos y Estados miembros del ALBATCP. Estamos hablando de Cuba, Venezuela, Bolivia, Nicaragua y Ecuador.

El común denominador de este grupo de la izquierda revolucionaria es que desde sus Estados, gobiernos y partidos/movimientos político-sociales apuestan por actualizar el socialismo, en el caso de Cuba, y de construir un orden posliberal no capitalista, en los otros, ya se llame Socialismo del Siglo XXI en Venezuela, Socialismo Comunitario o Vivir Bien en Bolivia, Buen Vivir en Ecuador y Socialismo Humanista en Nicaragua. A este bloque obviamente hay que sumar al Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) de El Salvador que llega al gobierno con Mauricio Funes en junio de 2009 y continúa desde enero con Salvador Sánchez Cerén (Cmte. Leonel).

Los orígenes de esta izquierda son distintos. En tres de ellas (Cuba, Nicaragua y El Salvador) se encuentran en la segunda mitad del siglo XX, al influjo del camino de esperanza abierto por el triunfo de la Revolución Rusa de 1917 y el desarrollo de la primera experiencia socialista. En los casos de Bolivia, Venezuela y Ecuador están en la década de los noventa del mismo siglo, aunque adquieren su verdadero “sentido histórico” al comenzar el siglo XXI, inaugurando –a manera de parafrasear a Alejo Carpentier– un siglo de luces, en medio de la penumbra sembrada por el dominio del capital.

A esta izquierda es que hay que “echarle la culpa” de haber sacado de entre los escombros la vigencia de la palabra revolución, claro está, siempre reconceptualizada en directa correspondencia con las condiciones objetivas y subjetivas de cada momento. Las revoluciones rara vez comienzan como tales. [1] Son creaciones heroicas de los pueblos y de sus líderes que la mayor parte de las veces superan los planes estratégicos. No hay felizmente recetas de ninguna naturaleza y las revoluciones, miradas como procesos y no como actos, siempre imponen desafíos que, para ser encarados exitosamente, demandan de los pueblos y las fuerzas políticas y sociales una necesaria duplicación de esfuerzos.

Salvo Cuba, donde la revolución social se encuentra –con sus ideas y vueltas– en un proceso de actualización desde 2010 –aunque habrá que decir en rigor que su renovación [2] ha sido permanente desde aquel histórico triunfo en 1959–, en el resto de los países al mando de la izquierda revolucionaria se ha producido un desplazamiento de los viejos bloques en el poder por otros y se colocan todavía en el plano de revoluciones políticas, restando mucho por recorrer para ser catalogadas como revoluciones sociales propiamente dichas.

Dentro de este primer bloque de las fuerzas de izquierda en la región, como ya se ha señalado, también figuran aquellas fuerzas que no han llegado a la categoría de gobiernos y que desarrollan, por tanto, distintas modalidades de oposición a gobiernos de derecha. El ejemplo más destacado de este subgrupo lo representa la insurgencia armada colombiana de las FARC-EP y el ELN, cuyas causas estructurales que explican su aparición hace décadas no han sido resueltas y que apuestan ahora, a manera de ponerse a tono con la emergencia de un movimiento social pro constituyente, a una salida política negociada al conflicto armado.

La izquierda reformista

Una izquierda reformista, constituida por los partidos en función de gobiernos en Brasil, Argentina y Uruguay. El que se lleva la flor es obviamente el Partido de los Trabajadores (PT) de Brasil, que tampoco es algo homogéneo. En Uruguay también encontramos dentro del Frente Amplio (FA) a partidos y movimientos más de izquierda, aunque determinados a comportarse en la línea de la reforma por una serie de factores objetivos y subjetivos propios de la especificidad actual de su país. En Argentina dentro del kirchnerismo hay corrientes de izquierda muy importantes, todas ellas empero bajo el paraguas del peronismo.

Pero la izquierda reformista también está fuera del gobierno. De todas ellas, destacan las organizaciones políticas mexicanas: el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y Partido del Trabajo (PT), que no terminan de quebrar el sistema político hegemonizado durante décadas por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y después por el Partido Acción Nacional (PAN), en lo que parece ser una hegemonía neoliberal canalizada por ambas fuerzas. En 2006, un vergonzoso fraude electoral le arrebató a Andrés Manuel López Obrador –el líder más visible de esta parte de la izquierda mexicana– la presidencia de la república.

Esta izquierda partidaria de la reforma, como habla una larga tradición latinoamericanista y mundial, no es homogénea, pues si bien comparten la idea de la gradualidad, hay partidos que sustentan a los gobiernos progresistas que reivindican el horizonte socialista, aunque también hay de los que piensan en un “capitalismo serio” y “más humano”. Entre los que no reniegan del socialismo, pero apuestan a llegar a esa meta mediante una serie de acercamientos sucesivos –lo cual ya plantea una concepción de la historia bastante lineal–, pesa mucho en la formulación de su estrategia y táctica concretas la certeza de que las reformas adoptadas desde el poder político del Estado pueden conducir, sin traumas de ningún tipo, a superar el orden capitalista.

Esta es una izquierda “posibilista”, [3] que se mueve entre reivindicar algunos ejes del socialismo y otros de un nacionalismo revolucionario que continúa aspirando a materializar el mito del desarrollo, sin proponerse romper con las estructuras que hacen ese “todo” capitalista. También están los reformistas, los que no reniegan del capitalismo, pero lo quieren más humano y serio –lo cual ya es otro problema de concepción-, entre los que prevalece mucho el sueño de construir Estados-nación cohesionados y un capitalismo latinoamericano –con el liderazgo de las burguesías nacionales, no todas, de unos cuantos de esos países–, capaz de tomar decisiones autónomas respecto del centro imperial.

Pero, a diferencia del siglo XX, en la actualidad existe cierta aproximación entre la izquierda revolucionaria y la izquierda reformista. Hay momentos en que la línea de separación entre ambas vertientes es tan tenue que los esfuerzos por diferenciarlos se caen abajo. Es decir, en momentos como los de ahora, con una burguesía imperial que se atribuye el derecho de fijarle el destino a todo el mundo, es posible encontrar más coincidencia entre los reformistas que discursivamente no niegan el socialismo y la izquierda revolucionaria que lo reivindica abiertamente. Al preguntarse qué entender por gobiernos de izquierda y progresistas en la América Latina del siglo XXI, Roberto Regalado lo plantea de la siguiente manera:

“Los denominados gobiernos de izquierda y progresistas electos en América Latina desde finales de la década de 1990, son en realidad gobiernos de coalición en los que participan fuerzas políticas de izquierda, centroizquierda, centro e incluso de centroderecha. En algunos, la izquierda es el elemento aglutinador de la coalición y en otros ocupa una posición secundaria. Cada uno tiene características particulares, pero es posible ubicar a los más emblemáticos en dos grupos, y hacer referencias a los casos que no encajan en alguno de ellos. Estos grupos son: 1) gobiernos electos por el quiebre o debilitamiento extremo de la institucionalidad democrático neoliberal, como ocurrió en Venezuela, Bolivia y Ecuador; y, 2) gobiernos electos por acumulación política y adaptación a la gobernabilidad democrática, definición aplicable a Brasil y Uruguay. Además, están los casos singulares de Nicaragua, El Salvador, Paraguay, Argentina y Perú”. [4]

La vieja y nueva ultraizquierda

La vieja y la nueva ultraizquierda, que como ya hemos señalado, abona con su concepción idealista el terreno para el despliegue de las fuerzas de derecha, incluido obviamente al imperialismo. De la vieja ultraizquierda ya es conocida su experiencia y sobre todo la aplicación mecánica del marxismo, al cual lo han convertido en Biblia. Es esa izquierda que, por citar un solo ejemplo, tiene una concepción economicista y reduccionista del proceso de formación de las clases sociales, lo que le ha llevado a uno cierto tratamiento colonial de los pueblos y las naciones originarias.

En la nueva ultraizquierda quizá es posible identificar dos tipos de corrientes: los autonomistas más radicales y los esencialistas medioambientalistas. Las primeras son bastante hipercríticas con los gobiernos de izquierda y progresistas de América Latina por no acelerar la desaparición del Estado. Los segundos cuestionan todo tipo de proyectos de industrialización y niegan la existencia de las clases sociales independientemente de la voluntad de los sujetos; es una izquierda radicalmente medioambientalista. Ambas corrientes terminan coincidiendo en su férrea oposición a gobiernos como los de Evo Morales y Rafael Correa, y favoreciendo, sin pretenderlo, la estrategia de desgaste que el imperio ha puesto en marcha. En ambas la acusación del surgimiento de un ”neoextractivismo progresista” es el principal eje discursivo.

Algunos puntos de encuentro

Un punto de encuentro entre las fuerzas revolucionarias y las partidarias de la reforma social progresista, es la apuesta por una democracia mayor de la que ha conquistado el continente después de cerca de 25 años de dictaduras militares, de democracias restringidas y de la aplicación de la estrategia de la gobernabilidad democrática, todas impulsadas por los Estados Unidos. [5] Es conocido que ante el desgaste de las dictaduras militares de “seguridad nacional”, el imperialismo puso en marcha, a partir de la administración Carter (19771981) un repliegue ordenado de los militares a los cuarteles, a la par del ejercicio de democracias controladas altamente compatibles con sus intereses estratégico en la región. También es conocido que a partir de Bush se viene ejecutando la estrategia de la gobernabilidad democrática en la que se registraron, por más de una década, alternancias dentro del mismo proyecto de dominación imperial.

Tanto desde la izquierda revolucionaria, que en el pasado muchas veces absolutizó el uso de la violencia como único método de transformación –confundiendo las vías con el objetivo–, como desde la izquierda reformista, que históricamente minimizó el papel de la movilización social a favor de las negociaciones cupulares, se ha ido aportando, en la teoría y la práctica, a una concepción de la democracia superadora de los estrechos límites liberales. La democracia, por tanto, se convirtió en un espacio de disputa de proyectos antagónicos, [6] entre la gama de izquierdas anteriormente señalada y las fuerzas de derecha, con el añadido que las segundas se han visto cada vez más tentadas de retornar al uso de la violencia cuanto más las primeras han ido conquistando posiciones. Ese es el caso de lo que ha sucedido con el fallido golpe de Estado contra Chávez, en 2002, los planes desestabilizadores contra Evo Morales, en 2008, el golpe de Estado contra Manuel Zelaya en Honduras, en junio de 2009, y el intento de derrocamiento de Correa en Ecuador, en 2010.

Este uso contrahegemónico de la democracia, [7] que ayer fue un instrumento de desideologización y desorganización del pueblo, le ha permitido a las fuerzas de izquierda –revolucionarias y reformistas– enfrentar exitosamente batallas electorales y ganar el gobierno con una perspectiva distinta a la pensada por los ideólogos del imperialismo. Es decir, la apuesta de incorporar a la izquierda en la carrera electoral como forma de domesticación ha funcionado parcialmente en la década de 1990, por la vía de la “captación” de una buena cantidad de partidos e intelectuales de la izquierda reformista, muchos de ellos bastante próximos a la socialdemocracia europea, ya que se encuentra en proceso de negación desde principios del siglo XXI por la fuerza y la direccionalidad distinta que le ha dado la izquierda revolucionaria a su participación en la lucha electoral.

Otro punto de encuentro es la integración de América Latina y el Caribe por encima e independientemente del corte político-ideológico de los Estados, gobiernos y las fuerzas políticas. En esta confluencia hay razones históricas y pragmáticas que tienen que ver con el objetivo de alcanzar una mayor interrelación entre países que juntos cuentan con la mayor reserva de gas natural, agua dulce, biodiversidad y minerales del planeta.

La contradicción entre la apuesta por un orden social radicalmente distinto al impuesto por el capital y el impulso de un capitalismo latinoamericano “serio y humano” pasa por un tiempo, no sabemos cuánto, a un segundo plano frente a la coincidencia general entre las fuerzas sociales y políticas que sustentan ambas perspectivas estratégicas para avanzar hacia una mayor independencia económica y soberanía política [8] frente al imperialismo y el capitalismo central.

Siempre, en el marco de los puntos de encuentro, ambos tipos de izquierda han puesto en marcha, allá donde son gobiernos, programas de redistribución de la riqueza nacional, especialmente expresados en bonos sociales, para atender a los sectores más vulnerables de la población: niños, ancianos, mujeres embarazadas, desempleados y otros. De hecho, dado los efectos negativos provocados por el neoliberalismo en más de dos décadas, no hay partidos y movimientos en funciones de gobierno en América Latina y el Caribe que no haya apelado, desde el primer año de sus mandatos, a estas modalidades de transferencias de recursos a amplios segmentos de la población, con lo cual –según reconocen estudios de las Naciones Unidas y la CEPAL–, han sacado a porcentajes significativos de la población de la extrema pobreza.

A manera de cierre

Para ir finalizando, con este trabajo lo que se ha querido es plantar tres ideas centrales:

1. América Latina atraviesa por su tercer momento emancipador en las condiciones del siglo XXI, mucho más complejas que las de los siglos XIX y XX. A este momento no se hubiera llegado sin la consecuencia estratégica y la habilidad táctica de la Revolución Cubana –que es la cara más visible de la izquierda revolucionaria del siglo anterior– y sin la irrupción de otras fuerzas revolucionarias “no convencionales” en el presente siglo.

A esa izquierda cubana que ha inscrito con entrega y sacrificio su nombre, hay que sumar en su reconocimiento a la gama de movimientos de la década de 1930, aunque solo se propusieran una reforma social progresista –lo que ya era tremendamente revolucionario para ese período de entreguerras– y al FMLN de El Salvador, la Unidad Nacional Revolucionaria Guatemalteca (URNG), el FSLN de Nicaragua, el Movimiento de la Nueva Joya de Granada, el Ejército de Liberación Nacional (ELN) de Bolivia, el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) y el Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR) de Chile, el Movimiento de Liberación Nacional Tupamaros de Uruguay, el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) de Argentina y otros que aportaron a las luchas por la liberación nacional y el socialismo.

Esta es una izquierda que priorizó, sobre todo, el método de la resistencia y la lucha armada, por lo tanto con esquemas de organización y de relación con el pueblo adecuados a la vía históricamente determinada por la realidad objetiva. Ni más, ni menos. Que de todos esos intentos solo hubiesen triunfado las revoluciones cubana y nicaragüense –de las dos, la segunda tuvo que resignarse a dejar el poder al perder las elecciones generales diez años después–, no invalida lo que se hizo, ni tampoco oculta los errores estratégicos que se cometieron.

En la izquierda revolucionaria del siglo XXI, que se desarrolla en condiciones más complejas por la fase en la cual está la dominación imperialista, el método privilegiado es la lucha social y política de masas. Le corresponde a los movimientos sociales –no a todos– el mérito de haber “fundido” la lucha social y política en una sola, de construir sus organizaciones políticas desde lo sindical, de incorporar la participación de militantes de la izquierda revolucionaria del siglo XX, de construir un sujeto histórico a la medida de su tiempo (plural) y liderar procesos de cambio.

Las condiciones objetivas y subjetivas en las que se ha movido la izquierda revolucionaria del siglo XX son radicalmente distintas de las que acompañan hoy a la izquierda –revolucionaria y reformista– del siglo XXI. No hay que olvidar que lo concreto es concreto porque es la síntesis de múltiples determinaciones; [9] lo otro es idealismo puro elevado a la categoría de metafísica. Entonces, las diferencias entre una izquierda y otra están determinadas por las realidades distintas en las que se han movido y el denominador común es la lucha por la emancipación.

2. En este tercer momento emancipador de América Latina, que se inicia con el triunfo de la Revolución Cubana en 1959, la condición de posibilidad de avanzar hacia el horizonte de la emancipación plena –lo que equivale en la hora presente pasar de la revolución política a la revolución social a través de un complejo y largo proceso de transición–, está en dependencia de la capacidad que tengan las fuerzas radicales para sumar otros esfuerzos y no caer en la tentación de adoptar falsas posturas, idealistas y románticas, que a lo único que pueden ayudar es al desmoronamiento de los cimientos que se están construyendo.

No por siempre decirse se ha actuado en consecuencia. No hay que perder de vista al enemigo principal. El conquistar una mayor autonomía de los Estados –muchos de ellos gobernados por la izquierda reformista– frente a los Estados Unidos es un golpe muy duro para la insaciable sed de dominación del imperialismo más poderoso que la humanidad haya conocido jamás. Y al mismo tiempo, esas reformas, sin una izquierda revolucionaria que sepa halar la pita cuando tenga que hacerlo, tampoco darán el resultado que se espera. Ahí el papel de los movimientos revolucionarios.

Esto no implica asumir el posibilismo del siglo XXI, quizá mucho más negativo que el conocido en el siglo XIX, pues los problemas que enfrentaba la clase obrera en ese momento son de lejos menores de los que enfrenta la humanidad en el siglo XXI. No es inmovilismo sino una permanente creatividad, en medio de una revolución ininterrumpida, que tenga en cuenta el grado de maduración de las condiciones objetivas y subjetivas para preparar cada salto que se pretenda dar en esta larga lucha.

3. La izquierda, revolucionaria y reformista, a 20 años del derrumbe de la URSS y el bloque socialista en Europa, está en condiciones favorables para la disputa por la hegemonía, en parte porque se “latinoamericanizó” el pensamiento emancipador. Y esto se lo hizo recogiendo el mejor aporte de los clásicos del marxismo y de muchos de sus consecuentes seguidores, pero también sacando del fondo de los baúles las grandes contribuciones de pensadores y luchadores latinoamericanos como Bolívar, Martí, Mariátegui, el Che Guevara y otros, además de recibir con humildad las enseñanzas de Fidel Castro.

La izquierda en América Latina está mejor. No tiene casi nada que esperar de sus pares de Europa. Lo que está peor es cada vez el mundo, con un imperialismo que representa una verdadera amenaza para la humanidad y el planeta.


1 El politólogo argentino Atilio Borón sostiene que las revoluciones y las luchas por el socialismo en el siglo XXI no serán la excepción a esa regla. Atilio Borón: El socialismo del siglo XXI ¿hay alternativa después del neoliberalismo?, Ediciones Luxemburg, Buenos Aires, 2008, p. 137.

2 La Revolución Cubana muchas veces ha copiado y copiado mal, como reconociera Fidel Castro en una intervención ante estudiantes en la Universidad de La Habana en 2005. Pero, hay que decir que se ha reinventado en la más de las veces, lo que le ha permitido sobrevivir a los planes del imperialismo.

3 Los posibilistas, cuyos orígenes están en Francia en la segunda parte del siglo XIX, eran partidarios de utilizar los mecanismos y espacios que brindaba la democracia burguesa para obtener mejoras en las condiciones de vida de los trabajadores. Para mayor información sobre los orígenes del posibilismo, véase a G. D. H. Cole: Historia del pensamiento socialista II: marxismo y anarquismo (1850-1890), Fondo de Cultura Económica, México D.F., 1986, pp. 305, 397-398 y 410-411. Véase también a G. D. H. Cole: Historia del pensamiento socialista III: la Segunda Internacional (1889-1914), Fondo de Cultura Económica, México D.F., 1986, pp. 18-24, 48 y 304-308.

4 Roberto Regalado: La izquierda Latinoamericana en el gobierno: ¿alternativa o reciclaje?, ob. cit., p. 192.

5 Para obtener información la gobernabilidad y la gobernabilidad democrática, véase a Roberto: América Latina entre siglos: dominación, crisis, lucha social y alternativas políticas de la izquierda, ob. cit., pp. 65-74 y 230-233.

6 “La democracia liberal está hoy vigente en casi todo el continente y es en su seno que las fuerzas del socialismo y las fuerzas del fascismo se enfrentan”. Boaventura de Sousa Santos: Refundación del Estado en América Latina, Plural Editores, La Paz, 2010, p. 57.

7 Esto “es el uso contrahegemónico de instrumentos políticos hegemónicos como son la democracia representativa, los derechos humanos y el constitucionalismo” para fines distintos a los concebidos por las fuerzas del capitalismo. Ibídem: p. 59.

8 Le correspondió decir al Che que no se puede ser independiente frente al imperialismo si también no se cuenta con soberanía económica, aunque a diferencia de lo que piensa el reformismo eso solo es posible con el socialismo. Ernesto Che Guevara: Che Guevara presente, una antología mínima: independencia política y soberanía económica, Ocean Press, Melbourne, 2005.

9 Carlos Marx: Elementos Fundamentales para la crítica de la economía política (Grundrisse) 1857-1858, el método de la economía política, Siglo XXI Editores, México D.F., 1971, t.1, p. 21.

viernes, 21 de noviembre de 2014

Méjico: La necesidad de desaparecer 43 estudiantes

Leandro Cabello - http://rinacional.com.ar/la-necesidad-de-desaparecer-43-estudiantes.html

Desde diciembre del 2012 hasta junio de este año se han contabilizado en Méjico 28.215 asesinatos. Personas colgadas de puentes en forma de trofeos y de advertencia, fosas comunes con cuerpos calcinados o degollados, fusilamientos, secuestros, torturas, el horror parecía haber adquirido cierta cotidianidad. En realidad, esta cotidianidad es producto de la complicidad de los partidos mayoritarios, el PRD y el PRI, que conviven con el crimen organizado dentro del Estado.

En el primer semestre del año, Guerrero fue el segundo estado con mayor índice de violencia, contando con 780 muertes violentas. Dentro del estado, la ciudad de Iguala tenía como presidente municipal a José Luis Abarca, casado con María de los Ángeles Pineda. Pineda dirigía junto a su hermano “Guerreros Unidos”, banda nacida del estallido del Cartel de Guerrero, comandado hasta su desaparición por la familia Beltrán Leyva. Los padres y varios de los hermanos de María de los Ángeles Pineda trabajaban para esta familia. 

El pasado 26 de septiembre, luego de dar un el informe de gobierno, la pareja gobernante se dirigía a realizar un festejo. En camino al mismo fueron interceptados estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos. Según los informes estatales, la policía reprimió a los estudiantes produciendo 6 muertos, 20 heridos y 43 desaparecidos. Por los interrogatorios se descubrió luego que los desparecidos fueron entregados por la policía municipal a Guerreros Unidos, quienes habrían torturado, asesinado y enterrado a los estudiantes. La orden la había dado la mujer del presidente municipal. Inmediatamente Abarca y Pineda se dieron a la fuga y en estos días fueron apresados. 

Diez días antes, en un mensaje al Congreso norteamericano, el presidente Obama señalaba su preocupación por el aumento de opiáceos que provenían de Méjico, apuntando que los decomisos de heroína en la frontera de ambos países habían aumentado un 324%. El 98% de la producción de amapola se realiza en un solo estado mejicano, Guerrero, yendo a parar toda esa producción en primer lugar a la ciudad de Iguala. Sin embargo, esta preocupación deja bajo la alfombra la responsabilidad de Estados Unidos.

Ante la necesidad norteamericana de aprobar los tratados de librecomercio con Méjico durante la década del 80, las diferentes centrales de inteligencia estadounidenses presionaron a la cúpula de dirigentes del Estado mejicano. El salto cualitativo de los carteles se da una vez aprobados los tratados: como parte de estos se dieron privatizaciones de empresas paraestatales mediante las cuales los narcos pudieron blanquear sus finanzas y consolidarse. Todo esto es expuesto por Jack Blum, exjefe de asesores del Comité de Relaciones Exteriores del Senado norteamericano.

El vínculo sigue hasta la actualidad, los que señalan consternados el crecimiento del narcotráfico son al mismo tiempo los que entrenan sus mercenarios y los que lavan su dinero. Varios bancos ubicados en Norteamérica tienen causas abiertas y sentencias por sus vínculos con actividades ilícitas. Por su parte, HSBC Méjico debió pagar hace unos años una multa record (1920 millones de dólares) por blanquear el dinero de diferentes carteles de Méjico y Colombia. El tesorero de la sucursal mejicana del banco de capital británico era Gabriel Martino, que por su eficaz trabajo fue enviado a Buenos Aires en calidad de nuevo jefe de la sucursal en Argentina. La sucursal está vinculada a las corridas cambiarias y su nuevo jefe a figuras del macrismo. El banco tiene en nuestro país alrededor de 100 millones de pesos acumulados en multas por actividades irregulares. El HSBC nació para financiar la Guerra del Opio y doscientos años después lo sigue haciendo. 

Volviendo a lo sucedido en Méjico, una de las hipótesis es que los desaparecidos son un mensaje enviado por Guerreros Unidos a ERPI (Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente). Nota al píe merece la guerrilla. Si bien no dudamos de las intenciones de aquellos que la componen, si criticamos la eficacia de la guerrilla misma. Ya no hablamos de Méjico de principios del S XX en donde el campesinado conjugaba preponderancia y marginalidad producto del latifundismo entreguista. Estos se organizaron en el norte bajo guerrillas que fueron comandadas por Pancho Villa en un contexto geográfico y de desarrollo socioeconómico que así lo permitía. Cien años después el panorama ha cambiado. La urbanización ha avanzado estrepitosamente y el campesinado tiene un peso relativo menor producto del desarrollo económico mejicano. La guerrilla ya no es la forma de combatir, sirve de excusa para el terrorismo de los carteles, y el terrorismo a gran escala de los narcos o el terrorismo de la guerrilla espantan a las masas populares, verdaderas víctimas. 

Son los sectores populares los que deben por medio de la participación política recuperar el control del Estado. Tanto la burocracia como el Ejército han sido cooptados en gran parte por los traficantes en connivencia con los sectores más acaudalados de la sociedad. Poseen además el apoyo de sus socios internacionales, fundamentalmente los bancos y la industria armamentista. La sociedad mejicana ya no resiste esta alianza, así lo demuestran las manifestaciones en todas sus formas que se están dando en estas horas. No están solos, tienen detrás al resto de los latinoamericanos que sufren la persecución de los fondos buitres, las bases militares y los golpes de estado preparados por quienes hablan otras lenguas. Todos ellos desean la aparición de los 43 estudiantes como paso previo a la recuperación del Estado, mientras que en frente están los que quieren seguir sembrando muertos en nuestro suelo para cosechar luego mayor renta.

sábado, 15 de noviembre de 2014

Argentina: Amor y Odio en la política social (IV)

Amor solidario hacia el otro


Más de 200 jóvenes participaron de una jornada en la localidad de Olivera del partido de Luján - "Ni lo dudamos, vimos la convocatoria y decidimos ir a sacar el pasaje, llegamos 9 de la mañana a Retiro y de ahí micro hasta acá", contó entusiasmado Lucas, que está en pareja y es padre de una niña de 3 años y con quien se reencontrará mañana a la tarde cuando regrese a Santa Fe. Esta jornada se suma a las que también se realizaron en Pilar, Bragado, Quilmes, Mercedes, La Matanza, Lanús y Almirante Brown.









Odio reaccionario hacia el otro


Con estos gestos, los que marcharon pedían a gritos la destitución de Cristina Fernández de Kirchner, elegida en democracia por el 54%. Al parecer son los mismos que señalan al gobierno nacional de intolerante y denuncian que Argentina vive en una dictadura. Evidentemente, la débil oposición refleja a estos personajes huérfanos de líderes políticos que sólo fomentan violencia.





jueves, 13 de noviembre de 2014

ANCLA: cuando resistir era informar

redacción superficie - http://revistasuperficie.com.ar/agencia-de-noticias-clandestina-ancla-cuando-resistir-era-informar.html

La Agencia de Noticias Clandestina (ANCLA) constituye la experiencia periodística más valiosa en la historia de nuestro país. Fue creada en 1976, a tres meses de iniciada la núltima dictadura militar. Duró 14 meses: el secuestro de varios de sus integrantes y colaboradores forjaron la interrupción.

ancla_cuando_resistir_era_informarLa editorial Sudestada, editó el año pasado, el libro “ANCLA, Rodolfo Walsh y la Agencia de Noticias Clandestinas (1976–1977)” en el cual se publican los cables completos de ANCLA, y se incluyen prólogos de Carlos Aznáres, Lila Pastoriza y Lucía Pagliai, los tres periodistas que corporizaron junto a Walsh, aquella epopeya del periodismo.

“Es asombroso que con cuatro máquinas de escribir, recortando noticias de diarios, recibiendo información oral de militantes y amigos, se haya podido llegar a muchos argentinos y, sobre todo, a numerosos países del mundo. En Europa, Estados Unidos, México, los organismos internacionales en defensa de los derechos humanos, fueron informados sobre las atrocidades que estaban cometiendo los militares que usurparon el poder y convirtieron a la Argentina en un gran campo de concentración” afirman los editores.

Una de las consignas principales de ANCLA, fue “derrotar el terror al acceso a la información de los que informan”. Pero además de denunciar la represión e informar lo que estaba sucediendo (mientras la enorme mayoría de los medios de comunicación callaban o distorsionaban), ANCLA también “intentó sembrar confusión entre las distintas instituciones que conformaban las Fuerzas Armadas y hasta confrontar las informaciones los militares para infiltrar el virus de la desconfianza. Por ello, ANCLA era un título irónico y conscientemente ambiguo, que despertaba dudas sobre el supuesto vínculo de la agencia con la Armada”, enuncia la contratapa del libro.

Más de setenta cables completos se encuentran publicados en el libro editado por Sudestada. Este material, señalan los editores, “confirma una certeza acuñada por Walsh desde siempre: es posible ejercer el periodismo aun en las peores condiciones posibles, incluso en la clandestinidad y en mitad de un cerco represivo criminal”.

En primera persona

Cuenta el periodista Carlos Aznarez, en entrevista con el diario Tiempo Argentino: “A Rodolfo yo lo conocía de antes porque habíamos militado juntos en organizaciones de prensa. Cuando pasamos de la experiencia de peronismo de base y las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAP) a Montoneros, volvimos a encontrarnos. Rodolfo nos explicó que la estructura informativa que armaría iba a estar dentro de la organización, pero que iba a tener características especiales, en el sentido de que se trataba de periodismo riguroso, donde la información misma iba a ser la encargada de transmitir qué pensábamos”.

Ya en el prólogo del libro editado por Sudestada, Aznárez afirma que “vivíamos en dictadura militar y soportando una cerrazón informativa como jamás había ocurrido en el país; y es en ese marco que el oficial montonero Walsh se fusionó mental y físicamente con el Walsh estratega comunicacional. Parió entonces un instrumento que sirvió para romper el muro de silencio que nos quería imponer la dictadura, y supo vencer el discurso del terror, que actuaba como desmovilizador y paralizador de la sociedad”.

Otra de las integrantes de la redacción de ANCLA, Lucía Pagliai, relató que “inicialmente Walsh me contactó porque yo, que venía de la Facultad de Letras, sabía trabajar con archivo. Otros compañeros me pusieron en contacto con él para armar este grupo de análisis y producción de información calificada. Walsh decía, con razón, que el 90% de la información es pública y hay que saber buscarla. Así que nos enseñaba a rastrear datos en avisos necrológicos, en juzgados, en revistas de chimentos como Gente, en sociedades anónimas, en edictos… Él creó además una red que incluía informantes que muchas veces estaban ligados a las bases de la organización pero otras tantas veces, no. Y también, periodistas que no podían publicar ciertos materiales donde trabajaban. Así formamos una especie de mesa de redacción, que seleccionaba y clasificaba los datos que después se transformaban en cables. Una de las claves del éxito de ANCLA fue ese, saber buscar información, estar entrenados para saber leerla y por lo tanto, para determinar si algo servía o no”.

Para Pagliai, “ANCLA nació y estuvo ligada a un proyecto político colectivo, fue un arma de combate de una organización revolucionaria: en ese marco lo pensó Walsh y en ese marco actuamos”.

Por su parte, Lila Pastoriza recuerda: “yo militaba en la JP de Hurlingham cuando Rodolfo me ofreció trabajar con él en un proyecto que se transformó en ANCLA. Ahí quedé como responsable del grupo que armamos con Carlos y Lucila, que también fueron convocados por Walsh. En ese primer período trabajamos en análisis de fuentes públicas de información, construimos un archivo y escribimos informes de uso interno. Crear esta agencia fue una decisión que Walsh impulsó y defendió dentro de la organización porque él pensaba que era un momento de resistencia popular y no de ofensiva militar, como sostenían muchos en la cúpula de Montoneros por entonces. Además, a diferencia de otras herramientas de difusión de nuestra organización, ANCLA no sólo no tenía un nombre ligado a Montoneros —como por ejemplo, la revista Evita Montonera— sino que además tenía otro estilo en los que respecta a la difusión de información”.

domingo, 9 de noviembre de 2014

Hacia la hegemonía posneoliberal

Emir Sader - http://alainet.org/active/78560

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América Latina fue una víctima privilegiada del neoliberalismo. Nuestra región fue la que tuvo más gobiernos neoliberales y en sus modalidades más radicales.

Basta pensar en lo que era el Estado social chileno, de los más avanzados del continente y como esos avances fueron destruidos, por procesos de mercantilización de derechos conquistados por los chilenos a lo largo de décadas. Mirar cómo Argentina tuvo autosuficiencia energética, pero vio su empresa estatal privatizada y entregada a corporaciones multinacionales.

Justamente por eso, América Latina se erigió como el continente donde han surgido y se han desarrollado gobiernos que buscan la superación del neoliberalismo, fenómeno único en el mundo de hoy. Nadie puede cuestionar que esos gobiernos fueron la forma más efectiva de responder a la crisis del neoliberalismo. Basta mirar cómo han reaccionado esos gobiernos y los resultados que han tenido y mirar hacia países del continente que no lo han hecho – como México – o hacia Europa, que insiste en respuestas neoliberales a la crisis neoliberal, tirando alcohol al fuego y ahondando una crisis que no tiene todavía horizonte de salida.

Los gobiernos antineoliberales de América Latina – Venezuela, Brasil, Argentina, Uruguay, Bolivia, Ecuador, por orden de aparición – han resistido al neoliberalismo y dado inicio al proceso de construcción de alternativas, con gobiernos que llamamos posneoliberales. Atacan a tres ejes fundamentales del neoliberalismo: a la prioridad del ajuste fiscal, por medio de la prioridad de las políticas sociales; a la prioridad de Tratados de Libre Comercio con los Estados Unidos por la prioridad de los procesos de integración regional y por los intercambios Sur-Sur; a la centralidad del mercado, por el rescate del rol activo del Estado como inductor del crecimiento económico y la distribución de renta.

Son formas de resistencia al neoliberalismo, pero que no constituyen todavía un modelo de su superación. Porque el modelo neoliberal fracasó, fue derrotado políticamente en esos países, pero dejó su pesada herencia. Y es a partir de ella, de las debilidades producidas por el neoliberalismo, que esos gobiernos tienen que resistir y construir alternativas.

Estados debilitados, economías abiertas al mercado internacional, desindustrializadas, dependiendo de la exportación de productos primarios, hegemonía del capital financiero bajo su forma especulativa, predominio del agronegocio en la agricultura de exportación, monopolio privado de los medios de comunicación, dominio de la ideología mercantil, entre otros.

Hubo un primer período en que las políticas de redistribución de renta, más los precios altos de los productos de exportación y las demandas de China, fueron factores de recuperación para las economías de esos países, que a su vez han generado un apoyo extenso de amplias capas de la población.  Esa fase ha trasformado la fisionomía social de esas sociedades, disminuyendo la desigualdad, la pobreza, la miseria y la exclusión social, mientras en el mundo todo esos aspectos negativos siguen creciendo. Ha permitido que, congregados, esos países hayan desarrollado políticas externas soberanas y solidarias, mientras recuperaban la capacidad del Estado para actuar frente a la crisis recesiva internacional.

Pero ello no es suficiente para diseñar un modelo de superación del neoliberalismo. Se han desarrollado estrategias defensivas frente a un contexto internacional. Por una parte el modelo de desarrollo económico con distribución de renta es una conquista irreversible. Pero, por otro, mantener niveles de crecimiento económico dependiendo de la exportación de producto primarios, en medio a la prolongada recesión internacional, asediados por los capitales especulativos de dentro y de fuera – coloca límites claros a un nuevo ciclo expansivo de nuestras economías.

Un modelo superador del neoliberalismo supone la construcción de una fuerza regional, en que se pueda definir nuevos nichos para un proceso de rescate de la industrialización, valiéndose de los recursos naturales de que disponemos, de la capacidad tecnología acumulada, de los recursos propios de financiamiento, para no solo resistir al neoliberalismo, sino construir una hegemonía posneoliberal en el conjunto de nuestros países.  Lo cual significa una decisión política fuerte de establecer la prioridad de los mecanismos de integración regional – para lo que mencionamos, especialmente el Mercosur, por el grado de homogeneidad de que dispone – de parte de los gobiernos que se proponen construir un mundo más allá del neoliberalismo.

- Emir Sader, sociólogo y cientista político brasileño, es coordinador del Laboratório de Políticas Públicas de la Universidade Estadual do Rio de Janeiro (Uerj).

martes, 4 de noviembre de 2014

La Idea fija

http://www.redaccionrosario.com/nuevo/2014/11/02/la-idea-fija/

Por Guillermo Griecco - Artículo publicado en la edición 167 del semanario El Eslabón.

El candidato del Frente Progresista, Hermes Binner. 

Desde hace cincuenta años, el Coloquio del Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (Idea) es una usina intelectual del establishment económico. Ellos son los hombres de negocios más poderosos. Es una organización conformada por más de 400 grandes empresas. Allí están representados los sectores concentrados, los que abusan de su posición dominante, los formadores de precios. Son los que rechazan la intervención del Estado en la economía y endiosan al mercado, los que piden a gritos achicar el gasto público, romper el modelo industrial y de fortalecimiento del mercado interno para volver al país de la liberalización financiera, salir a tomar deuda externa y estrechar vínculos con organismos de crédito, como el FMI. No sorprende su rechazo a gobiernos populares, siempre fue igual. El Coloquio de Idea en Mar del Plata, con nostalgia noventosa y vaticinios catastróficos, fue una muestra más de la Argentina del pasado.

Estos señores se presentan en lujosos hoteles, en ambientes que huelen a perfumes importados, se autodefinen como “lo nuevo” pero atrasan medio siglo. Si bien el coloquio anual de Idea se ofrece como una reunión donde altas figuras del empresariado y la política discuten temas de actualidad, el último encuentro en la ciudad balnearia fue una tribuna antikirchnerista, con fuertes y desbordadas diatribas contra el gobierno. Lo insólito es que se quejan pero ganan fortunas. Por eso, vale pensar que los planteos son más de corte político que económico. Se puede decir que la de Mardel fue una reunión militante, de empresarios y políticos que militan por una idea de país vetusta que condiciona el crecimiento y la autonomía. En definitiva, van por la restauración conservadora.

Estos empresarios son parte de una burguesía argentina que en realidad detesta al país, que le hace daño al conjunto de la población y marcha en contra del desarrollo. Proclaman recortes de políticas sociales, son fugadores seriales de dólares al exterior y ajustadores despiadados. Tienen la idea fija en el país neoliberal que quedó atrás, al que añoran con sed de revancha. Una encuesta que realizó el diario Clarín entre los presentes en el Coloquio de Idea en Mar del Plata arrojó que más de la mitad piensa que el gobierno nacional debería realizar un ajuste económico, ven al diputado Sergio Massa como próximo presidente en 2015, piden arreglar con los fondos buitre y salir a tomar deuda al mercado internacional.
El espíritu confrontativo mostrado por muchos de los asistentes y disertantes del coloquio incomodó a algunos empresarios, que esperaban otra cosa del encuentro. Una de las que exhibió su malestar por los dardos venenosos lanzados contra el gobierno fue la CEO de la automotriz General Motors, Isela Costantini, que planteó una articulación público-privada desde lo propositivo. Enseguida los medios hegemónicos salieron a crucificarla y sospecharon de su postura al recordar el préstamo que la Ansés le dio a la empresa radicada en Alvear –que devolvió antes de tiempo– para reactivar la fábrica y cuidar las casi tres mil fuentes de empleo en la crisis de 2009.

El gobernador bonaerense y precandidato por el FpV, Daniel Scioli, estuvo en la inauguración del coloquio y rechazó pronósticos apocalípticos. En el cierre del encuentro estuvieron varios postulantes a la Presidencia: Ernesto Sanz, Julio Cobos, Hermes Binner y Sergio Massa. En sus ponencias, llenas de frases hechas, dijeron todo lo que los empresarios querían escuchar. El objetivo fue mostrarse, quedar bien, recolectar apoyos rumbo a las urnas. Binner dijo que al kirchnerismo nunca le habían gustado este tipo de foros. En cambio, al socialismo le encantan, tanto como las reuniones convocadas por la Bolsa de Comercio o la Fundación Libertad en Rosario.

En una suerte de contracoloquio, la presidenta Cristina Fernández participó el jueves pasado del congreso de la rama juvenil de Adimra, la cámara metalúrgica, y rechazó las profecías lanzadas por los empresarios de Idea. “No estaremos en Disney pero tampoco que nos quieran plantear un escenario apocalíptico que no existe”, dijo la mandataria, al tiempo que pidió por “nuevas generaciones de empresarios, porque necesitamos nuevas ideas”.

“Este fenómeno mediático de profecías apocalípticas que quieren instalar malas expectativas en la economía, en vísperas de un año electoral y quienes tiran esas visiones que apoyan a determinados candidatos lo puedo entender”, señaló la presidenta, y se quejó de que “están diciendo que hay una gran crisis para que los que vengan quieren fundamentar políticas de ajuste y en realidad quieren eliminar este proyecto que ha generado crecimiento y desarrollo”.

Aunque ahora confían en un “fin de ciclo” democrático, los sectores empresariales de Idea son los mismos que en otros momentos del país golpeaban las puertas de los cuarteles. A decir verdad, se sentían muy a gusto con la dictadura de Videla y compañía. Y pese a las resistencias patronales y de medios de comunicación, como el diario La Nación, que habló de “caza de brujas” y “persecución”, en el Congreso avanza una comisión investigadora sobre la complicidad de grupos económicos con la dictadura cívico militar que ejerció el poder de facto entre el 24 de marzo de 1976 y el 10 de diciembre de 1983. Según consta en denuncias y archivos de la época, muchas de las empresas que conforman el Coloquio de Idea son responsables de las consecuencias de las políticas económica, monetaria, industrial, comercial y financiera que adoptó la última dictadura.

jueves, 30 de octubre de 2014

Argentina, primer país satelital de comunicaciones en AL

Columba Vértiz De La Fuente - http://www.contrainjerencia.com/?p=95495

El pasado 16 de octubre, desde la base Kourou de la Guayana Francesa e impulsado por el cohete Arianne 5, fue lanzado el ARSAT-1 con el Argentina se convierte en el primer país latinoamericano en tener su propio satélite de telecomunicaciones en el aire.

El ARSAT-1, quedó orbitando a 300 kilómetros sobre el nivel del mar, para ser ubicado en su posición correspondiente: en 71.8 grados longitud oeste. Debe llegar a la órbita geoestacionaria y mantenerse allí, a una altura de 36 mil kilómetros de manera constante.

Lo importante es que brindará servicios de televisión, telefonía Ip, transmisión de datos e Internet para Argentina, Chile, Uruguay y Paraguay. Además, transmitirá a través de 24 canales en banda Ku, transportará señales de vídeo a operadores de cable, brindará servicio de TDH (Televisión Directa al Hogar), de transmisión de datos y telefonía corporativos, y acceso a Internet por medio de antenas VSAT.

Sin duda Argentina le ganó a México. Aquí hay un atraso en cuanto a tecnología para desarrollar un medio apto para emitir señales de radio en zonas amplias o poco desarrolladas, ya que con un satélite como este se puede utilizar como enorme antena suspendida del cielo. Sin embargo, Enrique Peña Nieto está orgulloso de la reforma de la Ley de Telecomunicaciones porque, según él, está dirigida a fomentar la libertad de expresión y el acceso a la información de todos los ciudadanos: “El Gobierno de la República trabaja con determinación para que todos los medios, tantos públicos como privados, ejerzan plenamente su libertad de expresión.”

Según los boletines sobre el ARSAT-1, luego de siete años de trabajo y una inversión de 212 millones de euros, esta iniciativa llegó a buen fin. Argentina obtuvo así la posición orbital 81, asignada por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) y que era pretendida por el Reino Unido y otras naciones, convirtiéndose en el octavo país del mundo en contar con tecnología satelital, luego de Estados Unidos, Rusia, China, Japón, Israel, India y la Unión Europea.

La UIT calificó este lanzamiento como “un hito” que debería marcar el camino para el resto de los países en desarrollo. El gobierno argentino anunció que está en los planes de lanzar un segundo satélite construido y dirigido en el país, en el año 2016. Al parecer ya está casi terminado el nuevo satélite.

El ARSAT-1 fue construido por la INVAP, una empresa argentina de alta tecnología. Aunque originalmente el lanzamiento estaba programado para mediados de 2012, fue pospuesto al 2013, pero se lanzó el 16 de octubre de este año. Fue financiado, desarrollado y ensamblado en Argentina a cargo de técnicos y científicos de ese país. El software fue desarrollado en Argentina. La carga útil del satélite fue importada de Francia, la propulsión de Alemania.

Ahora hay que estar atento a qué tan efectivo será este satélite.

sábado, 18 de octubre de 2014

Así operaba el servicio de inteligencia en Santa Fe antes del Golpe

Nicolás Lovaisa - http://www.infojusnoticias.gov.ar/nacionales/asi-operaba-el-servicio-de-inteligencia-en-santa-fe-antes-del-golpe-6087.html

En 1970 un documento de Gendarmería Nacional precisaba en qué agrupaciones, barrios y facultades de Santa Fe militaban 166 jóvenes. En esa lista hay 24 personas que fueron asesinadas en los años posteriores y muchos otros que pasaron un largo tiempo en la cárcel. El informe también califica como “peligrosos” a dos sacerdotes muy reconocidos en la ciudad: Atilio Rosso, fundador del Movimiento Los Sin Techo, y Osvaldo Catena, que llevó adelante un enorme y recordado trabajo social en Villa del Parque, en el postergado cordón oeste de la capital provincial.

El escrito, aportado por la Secretaría de Derechos Humanos de Santa Fe, fue incluido por el fiscal federal Walter Rodríguez en la causa que investiga los asesinatos de las abogadas Marta Zamaro y Nilsa Urquía a manos de la Triple A. El fiscal sostiene que ese tipo de informes “se remontan a tiempos en que se creó la Dirección General de Informaciones, el 31 de octubre de 1966, en el marco del proceso de la Revolución Argentina”.

“Células peronistas y comunistas”

El 8 de agosto de 1970 se remite un documento al Jefe de Escuadrón 27 “Punta de Vacas”, de la Gendarmería Nacional Argentina, provincia de Mendoza, que informaba sobre la “organización, funcionamiento y características de célula peronista y comunista que operan en Santa Fe”.

Además, solicitaba que “se confronte un identikit con un profesor de la Facultad de Ingeniería Química de la citada ciudad”. El docente al que hacía referencia era Fred Mario Ernst, quien fue capturado en Córdoba el 18 de julio de 1975. Su cuerpo apareció un día después, en Río Ceballos, con signos de haber sido torturado.

El informe se dividía en dos: quienes militaban en el peronismo se encuentran dentro de la “Planilla Sintética Nominal de Activistas de Santa Fe”, mientras que quienes lo hacían en el comunismo estaban agrupados en el “Resumen nominal de activistas de la ideología marxista”. En la primera nómina hay 22 personas que fueron asesinadas; en la segunda, dos.

Los peronistas están divididos por la agrupación a la que pertenecían y se precisa también quiénes desarrollaban tareas en el barrio Santa Rosa de Lima, en los sindicatos, en los Colegios Mayores y en los de Enseñanza Media. Hay datos personales, vínculos familiares, domicilios, antecedentes y características físicas de un gran número de ellos.

“Las bases de operaciones se encuentran fundamentalmente en la Facultad de Ingeniería Química”, se lee en el informe. También menciona a la Facultad de Derecho, el Instituto de Profesorado y el Instituto Superior del Magisterio. Y alerta que “las células tratan de ganar adeptos en la localidad de Progreso y en los barrios humildes de los alrededores de la ciudad”. “En cuanto a los domicilios de los activistas debe remarcarse que en términos generales, si no viven en la zona céntrica de Santa Fe, residen en considerable número en la zona de Guadalupe”, agrega.

El documento profundiza menos en las agrupaciones de izquierda: para los servicios de inteligencia los “activistas de la ideología comunista” eran “mucho menos peligrosos”, ya que “mientras los peronistas son capaces de cualquier cosa con tal de alcanzar el objetivo que se han fijado”, dentro del PC “si bien algunos activistas participan de actos violentos, la mayoría de ellos se inclina a la captación de adeptos mediante la vía intelectual”.

Se destaca el relevamiento hecho en el Instituto de Profesorado Básico, que “se ha constituido en verdadero centro de adoctrinamiento izquierdista”, y “el importante papel que en la captación de prosélitos se viene desarrollando en la Escuela Normal N°8 Almirante Brown”.

Los nombres

Entre los peronistas considerados “peligrosos” por las fuerzas represivas, se encuentran el ex gobernador de Santa Fe, Jorge Obeid; el ex Secretario de Derechos Humanos, Domingo Pochettino; la doctora en Filosofía y titular de la Fundación Epyca,  Mercedes Gagneten, y el actual diputado nacional por PARES (FPCyS), Antonio Riestra, entre otros. También aparece  “Conejo, un estudiante de cinematografía que vive en una residencia de calle Suipacha”: se trata de Rolando López, luego fundador del Instituto Superior de Cine y Artes Audiovisuales de Santa Fe, quien frecuentaba “los barrios humildes y el ambiente estudiantil”.

En esa nómina hay 22 personas que fueron asesinadas en los años posteriores: dos de ellas durante la dictadura de Alejandro Lanusse, una durante el gobierno de María Estela Martínez de Perón y las restantes a manos de la última dictadura militar: Raúl Bracco y Oscar Aguirre Haus (en 1972); Fred Mario Ernst (1975); Fernando Belizán, Eduardo González Paz, Héctor Larrosa, Juan Carlos Meneses y María Alejandra Niklison (1976); Luis Alberto Barber Caixal, Carlos Bosso, Susana Busaniche, Juan Carlos Chiocarello, Domingo Del Rosso, Stela Maris Hildbrand, Sonia Kindrasiuk, Mario Nívoli, Roberto Pirles, Eduardo Reale y Francisco Molinas Benuzzi (1977); Alfredo González (1978), Raúl Yager (1983) y Roberto Turelli, sin fecha precisa de su asesinato.

Otro de los individualizados es René Oberlín, por su actuación en “los sindicatos”. El 6 de septiembre de 1977, acorralado por las fuerzas represivas, eligió ingerir una pastilla de cianuro.

Varios de estos nombres se encuentran también en un informe de inteligencia del Servicio de Información de Defensa de Uruguay del 1° de julio de 1976. Allí aparecen Chiocarello, González Paz, Kindrasiuk, Oberlin, Pirles, Turelli y Yager.

Dentro de los “activistas marxistas” hay muchos profesores, entre los que se encontraba Alberto Tur, quien fue secuestrado y torturado junto a su esposa, Amalia Ricotti, en mayo de 1978. También aparecen Susana Simián de Molinas (esposa del luego titular de la Fiscalía Nacional de Investigaciones Administrativas, Ricardo Molinas); la ex fiscal federal y vicegobernadora de la provincia, Griselda Tessio, y Mauricio Epelbaum, ex presidente del Consejo General de Educación de la provincia. Sobre este último el ex diputado peronista Rubén Dunda, quien estuvo detenido entre 1976 y 1978, contó que sus captores lo tenían identificado como “hebreo”.

En esa nómina hay dos desaparecidos: Ángel Gertel, que fue secuestrado el 8 de diciembre de 1975, y Lidia Hernández, capturada el 1° de diciembre de 1977.

La pata jesuita

El informe asegura que actuaron como “encubridores” y “en algunos casos partícipes” de la actividad “subversiva” miembros de la orden Jesuita de Santa Fe. Los dos apuntados son Atilio Rosso y Osvaldo Catena, quienes además están incluidos dentro de la lista de militantes peronistas. También se menciona, con menos énfasis, al sacerdote José Luis Lazzarini de la Inmaculada, a “la Madre Superiora del colegio El Calvario y a un sacerdote no identificado que imparte la cátedra religión en el Colegio La Salle Jobson”.

Se los cuestiona como “incitadores de la actividad militante de jóvenes, invitándolos a participar de reuniones, charlas, manifestaciones, asambleas y pegatinas de carteles con enfoque peronista o simplemente izquierdistas”. Además, se insiste en que Catena, en la capilla a su cargo en el barrio El Triángulo, es un predicador que “enfoca la cuestión social con criterio peronista”.

En el párrafo dedicado a Rosso –uno de los más extensos- se hace referencia a un procedimiento efectuado el 22 de mayo de 1969 en el que fue allanado el Colegio Mayor y en el que supuestamente se hallaron “12 bombas Molotov del tamaño del envase de un lápiz labial y un mimeógrafo con el que se habrían impreso panfletos subversivos”. Según el informe, Rosso actuó “para confundir a la Policía” y luego optó por “desprestigiar el procedimiento” en los diarios.

Es curiosa la interpretación de por qué los jóvenes militaban en el peronismo: “Los activistas son en su mayoría jóvenes de ambos sexos, capturados en una época especial de sus vidas, cuando aún no habían alcanzado -ni alcanzaron todavía- un completo estado de madurez intelectual. Ese semidesarrollo espiritual se ve agravado por la dosis de fanatismo e irracionalidad que los viejos activistas les han inculcado”.

miércoles, 15 de octubre de 2014

¿Quiénes son los traficantes de dólares en Argentina?

Cristian Svrsek - http://rinacional.com.ar/quienes-son-los-traficantes-de-dolares-en-argentina.html 

Semanas atrás, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner denunciaba en un extenso discurso la trama de intereses financieros que estarían preparando un golpe económico a este gobierno con el objeto de desestabilizarlo y buscar una salida rápida a esta “dictadura populista”, como tanto gusta decir a los medios concentrados. Generando así “tensiones” entre el dólar oficial y el ilegal para alertar a la sociedad de que estamos en la presencia de una “grave crisis económica”, que en los hechos no existe de ningún modo, más allá de la caída en la producción de ciertas ramas industriales. Pero que a través de la suba del dólar ilegal pretenden generar cierto desconcierto en la sociedad, en alianza con los grupos concentrados de comunicación.

En ese sentido apuntó contra 5 bancos  y sus respectivas financieras que habrían protagonizado maniobras especulativas con el dólar por medio de una modalidad llamada por la jerga financiera como “contado con liqui”, mecanismo que todavía cuenta con la cobertura legal del Banco Central.

¿Qué es el “contado con liquidación”?

Ésta hace referencia a la compra en el mercado argentino de acciones o títulos públicos (bonos de deuda) nominados en pesos, pero que también tienen cotización en el mercado externo. Luego, se solicita que se transfieran esos fondos a una cuenta bancaria en el exterior para luego venderlos y quedarse con los billetes verdes surgidos del diferencial entre el precio de venta en dólares y el precio nominal en pesos que pagó por la adquisición de los mismos. Ésta es una de las formas más utilizadas para generar un constante drenaje de renta nacional hacia el exterior, utilizando fondos públicos (la plata de los bancos es de los ahorristas) para generar suculentas ganancias. 

La Presidenta dijo que en lo que va del año se realizaron operaciones de “contado con liquidación” por 27.400 millones de dólares, en el caso de las casas de inversión, y de 10.000 millones por parte de los bancos. 

En su discurso también encomendó al Ministerio de Economía para que investigue el accionar de un grupo de bancos, que vendió sus tenencias en dólares antes de que el gobierno anunciara el recorte de depósitos al 20% en moneda extranjera por parte de las entidades bancarias, gracias a una información privilegiada suministrada desde los círculos más pequeños del Central.

Esta información junto con algunas otras causas como alertar a las cuevas sobre inspecciones próximas que el mismo Banco Central debía realizarles, y de dejar "dormir" 80.000 expedientes de posibles violaciones de la ley penal cambiaria, fueron los motivos que determinaron la renuncia del hasta entonces Presidente del Banco Central, Juan Carlos Fábrega, hombre con cercanos vínculos al sistema financiero.

Al parecer estas entidades habrían introducido estos dólares en el circuito ilegal del billete verde operando fraudulentamente en la misma para seguir beneficiándose a costa del pueblo argentino.

Entre las entidades que denunció Cristina se encuentran los bancos Patagonia, Superville, Itaú, Macro y Mariva y algunas sociedades de bolsa como Balanz Capital. Veamos un poco más acerca de cada uno de ellos:

-Banco Mariva: pertenece a José Luis Pardo, uno de los mejores amigos de Eduardo Duhalde. Según Cristina, a través de su casa de inversión concentró el 43% de las operaciones bajo la modalidad "contado con liqui" que se hacen en la Bolsa de Comercio porteña. La misma entidad está siendo investigada por el fiscal Miguel Osorio, en la misma causa que lo hace con los directivos del Grupo Clarín por la transferencia a un paraíso fiscal de las Bahamas por más de $ 3 millones en octubre de 2008. El Mariva es el banco que hizo la transferencia del Grupo Clarín a la firma First Overseas Bank Limited de Nassau, Bahamas, propiedad de la misma entidad financiera argentina y que además cuenta con acciones dentro del grupo mediático.

-Banco Macro: pertenece a Jorge Brito, dirigente financiero que hoy engrosa las filas del Frente Renovador de Sergio Massa y uno de los principales interesados en llevar adelante una grotesca devaluación del peso. Cuenta en su historial ya varios intentos de desestabilización a través de diferentes corridas cambiarias.

-Banco Patagonia: hoy comandado por el Banco do Brasil. Según Cristina, junto al Macro y el Mariva concentra "el 54% de las operaciones” que realizaron las entidades bancarias y que sumaron 10.000 millones de dólares.

-Banco Superville: pertenece a la familia Supervielle, la cual recuperó el banco en 2004 luego de que se retirara el Société Générale. Cristina lo tiene bajo observación desde hace tiempo luego de que se le conociera la causa a Federico Elaskar, quien ostentara operaciones sospechosas bancarias en esa entidad por 460 mil pesos. Todas del año 2009.

-Sociedad Balanz Capital: se definen como "un grupo con fuerte presencia en el mercado local con una trayectoria de 10 años en la actividad financiera". Suele publicitar —generalmente a través de publinotas— en Infobae.

-Banco Itaú: es un banco brasileño, brazo de Itaú Holding, con sede en São Paulo. En octubre de 2009, fue reconocido como el banco más grande privado de América Latina según el ranking de bancos de la revista América. Roberto Setubal es el presidente de la empresa. Cristina desconfía del Itaú porque aparece en el marco de la investigación que se lleva adelante contra el titular de la SRA, Luis Etchevehere, por defraudación al Estado.

De esta manera se entiende que quienes pretenden presionar constantemente al Gobierno para realizar medidas impopulares como devaluaciones con el fin de seguir generando altas tasas de rentabilidad obteniendo dólares oficiales y vendiendo en el mercado ilegal son los que precisamente alimentan con dólares frescos el circuito de las cuevas. 

miércoles, 1 de octubre de 2014

Acerca del cipayismo vernáculo - Las garras de los buitres

Por Rubén Dri* - http://lateclaene6.wix.com/revistalateclaene#!1-rubn-dri/c23d9 

Dedos de oro - Ernesto Bertani **

Buitres, caranchos, chimangos, siempre al acecho, merodean buscando su presa. Argentina del 2001, el país en default, arrodillado, como había asegurado José Dromi. La República, presa apetecida por buitres. Argentina luego de las reestructuraciones de 2005 y 2010, y hoy ante el fallo del juez neoyorquino, Thomas Griesa, aliado de los fondos buitre. Pero en la historia del país y de los pueblos, los dominadores siempre contaron con aliados internos, ansiosos de compartir el botín, o por lo menos de aprovechar la carroña que pueda quedar después de la depredación.

“Una tal felonía ni el sepulcro la puede hacer desaparecer”. José de San Martín

Narra Gramsci que durante la guerra de los Treinta Años, 45 caballeros húngaros se apoderaron de Flandes y como allí “la población había sido desarmada y desmoralizada por la larga guerra, lograron durante más de seis meses tiranizar el país”. En realidad, continúa Gramsci, “en cualquier ocasión es posible que surjan 45 caballeros húngaros, allí donde no exista un sistema protector de las poblaciones inermes, dispersas, forzadas al trabajo, y por lo tanto no en condiciones, en todo momento, de rechazar los asaltos, las correrías, las depredaciones”.

Sin embargo, continúa razonando nuestro autor, a todos o casi todos esto les parece imposible, lo cual es signo evidente de “inocencia política” y entonces se pregunta: ¿Pero es acaso que, proporcionalmente son más numerosos los ingleses en la India de lo que fueron los caballeros húngaros en Flandes?

Pero, y aquí viene lo que se aplica a nuestra realidad: “los ingleses tienen sus partidarios entre los hindúes. Eso se conoce con el nombre de cipayismo”. Los cipayos eran los soldados hindúes que participaban en el ejército inglés mediante el cual el imperio británico sometía al país.

La política de dominar a un país con la colaboración de ciudadanos del propio país dominado, la ejercieron los ingleses con maestría, y de allí proviene la denominación  aplicada a quienes contribuyen con el dominador para la dominación del propio país, pero los ejecutantes de esa práctica conoce ilustres antecesores, entre los cuales podemos citar a los persas, quienes preferían que la dominación se realizase con funcionarios del propio país dominado.

Efectivamente, los neobabilonios cuando dominan a los hebreos, destruyendo Jerusalén en el 587 aC, exilian a los sacerdotes que gobernaban y, en su lugar, colocan a funcionarios babilonios. Es el célebre destierro de Babilonia que inmortalizó Verdi en la ópera “Nabuco”. Los persas, al vencer a los neobabilonios en el 539, hacen que los sacerdotes exiliados vuelvan a su país para ejercer el gobierno del país dependiente.

El cipayismo se ejerció de forma diferente a lo largo de la historia y, en ese sentido, la  de nuestro país es rica en variedades cipayas. La “Vuelta de Obligado” hoy es para nosotros un símbolo de la defensa del país en contra de la dominación extranjera, pero esa dominación contó con numerosos cipayos que fueron marcados a fuego por San Martín: “Pero lo que no puedo concebir es que haya americanos que por un indigno espíritu de partido se unan al extranjero para humillar a su Patria y reducirla a una condición peor que la que sufríamos en tiempos de la dominación española, una tal felonía ni el sepulcro la puede hacer desaparecer”.

Entre esos “ilustres” cipayos a los que se refiere San Martín se encuentran Salvador M. del Carril, Florencio Varela, Valentín Alsina, Lavalle, que es convencido a pesar de sus reparos, Agüero y Rivadavia que, desde Río de Janeiro, da su aprobación y el gran Sarmiento que reivindica con orgullo tamaño cipayismo: “los que cometieron aquel delito de leso americanismo, los que se echaron en los brazos de la Francia para salvar la civilización europea, sus instituciones, hábitos e ideas en las orillas del Plata, fueron los jóvenes, en una palabra ¡fuimos nosotros!”.   

Así el cipayismo no ha dejado de estar presente a todo lo largo de nuestra historia, en la medida en que, desde el movimiento emancipador de mayo de 1810 hasta la fecha ha sido una larga lucha para liberarnos de la dominación extranjera, británica, en primer lugar, y norteamericana después, hasta el presente. Esa lucha, como toda lucha, ha transitado y seguirá transitando por diversas etapas, triunfos y derrotas, momentos calientes y otros, de relativa bonanza.

La dictadura cívico-militar genocida y la plena implementación del proyecto neoliberal en la década del 90, llevaron al país a la vergüenza, a la humillación, a la destrucción. El 2001 se inició con la explosión popular que puso a la luz del día la devastación a la que había sido reducido el país. ¡Que se vayan todos! Era el clamor de desesperación, sin horizonte. Un país endeudado hasta las raíces, propicio para que los buitres aterrizasen para llevarse los míseros restos que quedaban, los que, a su vez, podían ser revitalizados cuando el país se recuperase de la postración.

Desde ese momento la lucha es, precisamente, por la recuperación del país. La tarea se presentaba como  absolutamente imposible si no se encontraba la manera de comenzar el desendeudamiento. En el 2003 comienza la lucha titánica para lograrlo. En  el 2010 se desarrolla el segundo episodio. Un país que comienza su salida del infierno, que atraviesa el purgatorio y avizora la aurora de la liberación, pero que, a la salida del túnel lo esperan los buitres, ilustres representantes de la dominación imperial, dispuestos a hacer valer las carroñas que habían levantado en el 2001.

Dictadura genocida y entrega del patrimonio nacional en la década del 90 significaron un endeudamiento del país para toda la eternidad, de manera que a la deuda externa se le sacó la x y se transformó en eterna. Volvía a plantearse el mismo problema que tuvieron los campesinos de siempre, los de la más remota antigüedad, los habitantes del suelo de Canaán en el 1200 aC. Desde entonces, desde siempre, los sectores expoliados, deudores a perpetuidad se levantaron en contra de la opresión, en contra de los tributos

Curvas peligrosas -Ernesto Bertani**

Los profetas proclamaron que no debía haber deudas, que éstas debían ser condonadas. Lo sabía Jesús de Nazaret, campesino él, y organiza un movimiento cuyos componentes aprendieron a rezar “perdónanos nuestras deudas como nosotros perdonamos a nuestros deudores”. Porque no debían existir deudas, en la medida en que éstas debían ser condonadas, según habían proclamado los grandes profetas hebreos.

En el 2003 asume Néstor Kirchner. ¿Qué hacer con la deuda que no nos permite asomar la cabeza? ¿Qué hacer con ese imperio del capital especulativo que nos ha puesto el pie encima? ¿Cómo deshacer ese nudo gordiano que nos tiene amarrados? Reestructuración de la deuda es el nombre que tiene la batalla que se inicia. Táctica y estrategia, valor e inteligencia van dando sus frutos.      

Néstor con osadía reestructura la deuda produciendo la quita mayor de la historia de las deudas, aceptando que la discriminación entre deuda legítima e ilegítima ya era imposible de discriminar, luego de los diversos gobiernos constitucionales que habían aceptado la deuda en su conjunto y, especialmente en la década del 90 habían elevado su monto a cifras siderales. El blindaje y el megacanje constituían un cepo que ahogaba todo proyecto posible.

La reestructuración funcionó. La absoluta mayoría de los acreedores la aceptaron, salvo el minúsculo grupo de fondos buitre. Minúsculo en número, pero mayúsculo en poder económico, político y mediático. Agazapados, esperaron el momento para saltar sobre su presa, la República Argentina que, luego de descender hasta el quinto infierno, había remontado la cuesta, mostrando una gran vitalidad.

Los buitres son muy semejantes a los caranchos. La diferencia fundamental consiste en que los buitres se alimentan de la carroña, de los desperdicios, mientras que los caranchos lo hacen sobre seres vivos, por ejemplo los pollos, que constituyen una de sus víctimas preferidas. Pero el accionar es semejante. Ambos esperan el momento de arrojarse desde las alturas sobre su presa.

Sobe ello siempre tengo fresco el recuerdo de una de esas acciones de los caranchos que tuvo lugar en la casa de mis padres, en las afueras de la antigua Federación (Entre Ríos), ésa que desapareció bajo las aguas del “progreso”. En casa siempre hubo gallinas y, en  consecuencia, pollos, presa preferida por las comadrejas y los caranchos. En una ocasión, a la hora de la siesta veraniega, un carancho se tiró en tirabuzón desde lo alto del cielo, agarró literalmente un pollo, se volvió a elevar y se lo llevó a un “curupí” que elevaba sus ramas a orillas del arroyo “Las Garzas”. Mi padre inmediatamente fue a buscar la escopeta y con ella se largó tras el ave depredadora. Demás está decir, que volvió para “las casas” con el cadáver del carancho.

Ello no nos sorprendió, porque la puntería del viejo era conocida. Contaba mi hermana menor que en cierta ocasión sobrevolaba a gran altura uno de esos animales de presa, esperando la ocasión de arrojarse sobre alguno de sus bocados. Mi padre con la escopeta seguía los movimientos del ave de rapiña, hasta que en un momento sale el tiro y el ave se desploma. Uno de nuestros primos presente, no podía creer lo que veía. “¡Y lo bajó!”, fue su exclamación.    

Buitres, caranchos, chimangos, aves de rapiña, siempre al acecho, merodean buscando su presa. Argentina del 2001, una Argentina postrada, en default, arrodillada, como había asegurado José Dromi, el ministro de Menem, que de esa manera pretendía justificar la entrega del patrimonio nacional, sabrosas coimas mediante. Argentina, presa apetecida por buitres, caranchos, chimangos y otras aves de presa.

Pero entre estas aves de presa y las que se arrojaron sobre la Argentina en su momento inerme, hay una diferencia fundamental. Aquellas no contaban con ayuda alguna en su tarea de hacerse con la presa. Para ello debían exponer el cuerpo, como se dice, con el peligro de encontrarse con una escopeta manejada con brazo firme y ojo de halcón.

Éstas, en cambio, las que se lanzan sobre Argentina, cuentan con aliados ansiosos de compartir el botín, o por lo menos de aprovechar la carroña que pueda quedar después de la depredación. A esos los llamamos “cipayos” como hemos explicado. Evita los llamaba “vende patria”.  Éstos siempre han existido como hemos visto, pero asombra la cantidad y el fervor con el que desarrollan su tarea.

Por la función que desempeña como jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri merece estar al frente del ejército cipayo. Sin medias tintas, ha dicho que había que “ir con el juez Griesa y hacer lo que él dijese”. Ello quiere decir que hay que facilitarle el trabajo a los buitres, juntándoles la carnada buscada. Imaginemos que tal cipayo llegase a la presidencia. ¡Dios mío! El país volvería a ponerse de rodillas.

Lanata, por su parte, no se queda atrás. Nunca se queda atrás. Con indisimulada alegría, “tenemos que aceptar el resultado”, o sea, el veredicto de Griesa, es su rotunda afirmación. Dicho resultado se debe “a la impericia de los funcionarios del gobierno”, el cual, por otra parte, pretende “malvinizar” el problema, afirma con mucha satisfacción la primera voz de “A dos voces”. González Fraga, por su parte, se anota llamando la atención sobre lo peligroso que es agredir a Griesa.

Nelson Castro en una de sus magistrales entrevistas, en primer lugar anoticia a la audiencia de la importante manifestación a favor del juez Campagnoli, lo que muestra la preocupación de la ciudadanía por las instituciones, y luego pregunta al economista Luis Espert sobre el tema de los buitres. Éste aclara: “No hay buitre sin deuda”, profunda verdad que él viene a sacar a luz.  Segunda verdad: “No hay deuda sin déficit”, otra gran verdad que él viene a develar, y finalmente –hic Rhodus, hic saltus-, “no hay déficit sin exceso en el gasto público”, o sea, en la Asignación Universal por hijo, en Procrear, en las viviendas, en la Educación, en la Salud, etc. Por lo tanto el culpable de que haya buitres es “la clase política”, o sea, el kirchnerismo. Pero, por otra parte, “no todos los que reclaman son buitres”. Muchos reclaman “de buena voluntad” lo que se les debe.  

Un lugar destacado en el cipayismo vernáculo le corresponde al ex directivo argentino del FMI nada menos que en la época del blindaje y del megacanje, Claudio Loser, quien se encargó de darle letra al grupo de tareas de los fondos buitre.    

La lista sigue, se hace interminable en una serie que realiza el infinito malo del que habla Hegel.

Pero hay un cordobés que merece figurar como el último eslabón “visible”, no el último “real”, porque éste no existe. Es el gran Alfredo Leuco que saca a relucir toda su maestría en lo relacionado al humor cordobés y simula escribir al juez buitre una carta en inglés, en la cual toma a chacota lo que puede ser una catástrofe para el país. Por esta vez, un chiste cordobés no sólo no nos causa gracia, sino que provoca vergüenza ajena. ¡Cómo se puede ser tan miserable!

*Filósofo nacido en Argentina, teólogo, profesor e investigador en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires.

**Ernesto Bertani: nació el 3 de febrero de 1949, en Buenos Aires. Utiliza el aerógrafo para trabajar sus obras que realiza sobre géneros de tapicería y casimires.