martes, 16 de junio de 2015

LAS BOMBAS SIGUIERON CAYENDO

Hugo Presman (Artículo publicado en 2005) - http://www.diariojunio.com.ar/noticia.php?noticia=69225

La niebla cubría Buenos Aires ese jueves frío que anticipaba el invierno cercano. El pronóstico meteorológico publicado en Clarín vaticinaba: “Nublado, probables lluvias ligeras y vientos leves del este”. En Punta Indio los aviones se aprontaban a despegar. El ataque estaba concertado para las 10 de la mañana. Se iba aprovechar una exhibición aérea, un  acto de desagravio a la memoria del Libertador antes los hechos ocurridos el sábado anterior, en la peregrinación de Corpus Christi, para atacar la Casa Rosada y asesinar a Perón. El acto estaba convocado para las 12 horas.

La Argentina estaba visceralmente dividida.

Los conspiradores habían fijado la fecha del magnicidio para el 22 de junio. La certeza de que habían sido descubiertos los llevó  a adelantar el ataque para el 16 de junio. Ello originó confusión en sus filas y que no contaran con el único apoyo firme en el ejército,  el General León Bengoa, jefe  de la tercera división de infantería con asiento en Paraná, Entre Ríos.

Son las cuatro de la mañana del 16 de junio en la base aeronaval  Punta Indio. El jefe del ataque aéreo, el Paul Tibbets vernáculo, es Néstor Noriega y arenga a los pilotos sin eufemismos: “Vamos a salir y vamos a bombardear la Casa Rosada. La Casa Rosada,  ¿entienden bien, no?

La ciudad duerme envuelta en una niebla espesa. Todo anticipa que no va a ser un día peronista.

AMANECE SOBRE LA CASA ROSADA

Perón llega a Balcarce 50 a las 6,15 de la mañana. En la nutrida agenda de ese día, está  primero un encuentro con el embajador de Canadá y luego el de EE.UU. Cuando está conversando con éste último, llegan las primeras noticias que movimientos sospechosos se registran en Ezeiza. Cuando la audiencia termina a las 8, recibe al Ministro de Ejército Franklin Lucero. Por razones de seguridad, el presidente se traslada al Ministerio de Ejército.

El frío, la oscuridad y la niebla enmarcan un escenario tenso saturado de incertidumbre.

LOS CONSPIRADORES

El magnicidio golpista tiene como sustento a la Marina y un amplio espectro civil. Radicales, conservadores, socialistas, comunistas nacionalistas.

La proclama del golpe fue redactada por el radical Miguel Ángel Zabala Ortiz, luego canciller del presidente Illia y por el conservador Adolfo Vicchi. El triunvirato que asumiría el gobierno se completaba con el socialista exiliado en Uruguay, Américo Ghioldi. 

Los cinco decretos que confeccionaron con fecha 16 de junio, según Daniel Cichero, autor del libro  “Bombas sobre Buenos Aires” fueron: a) Asunción del poder por parte de una “Junta de la Revolución Democrática” b) La intervención  a las provincias. Se designaría a los jefes militares de mayor rango como interventores en cada una de ellas c) La intervención de la CGT. d) La liberación de los prisioneros políticos, tanto civiles como militares. e) La imposición de la pena de muerte por fusilamiento a quién resistiera la autoridad de la nueva Junta.

El jefe de la conspiración es el vicealmirante Samuel Toranzo Calderón y su superior inmediato Benjamín Gargiulo, que da vía libre pero no quiere participar activamente.

Cuentan con la complicidad del Ministro de Marina del gobierno, el contralmirante Aníbal Olivieri,  que para disimular en un principio su participación se internó en el Hospital Naval el 15 de junio alegando una afección cardiaca. Como premio a sus servicios, después del golpe del 55 fue designado Embajador ante la ONU.

El plan es sencillo: bombardeo de la casa de gobierno y asesinato de Perón. Si sobrevivía a los bombarderos, el grupo de comandos civiles entre los que se encontraban Luis María de Pablo Pardo y Mario Amadeo, luego ministros de Eduardo Lonardi  y el eterno divagador en griego y sofista en castellano Mariano Grondona,  junto con la Infantería de Marina debían tomar la Casa Rosada y perpetrar el asesinato.

Samuel Toranzo Calderón instaló su comando en el propio Ministerio de Marina, la actual Prefectura Naval a cuatro cuadras de la sede del poder ejecutivo.

CUADRO DE SITUACIÓN  

El gobierno mostraba algunos síntomas de agotamiento. La crisis del 52/53 parecía superada y se había recurrido a algunas concesiones petroleras a la Standard  Oíl de California que la oposición aprovechaba levantando las banderas nacionalistas en forma poco creíble. Eran los mismos que habían caminado juntos, una década atrás, con el embajador norteamericano Spruille Braden  El conflicto con la Iglesia  permitió reconstruir la Unión Democrática de 1945, a lo que se sumaba el clero que había apoyado a Perón en 1946. Como respuesta al divorcio instrumentado por el gobierno  mediante el artículo 31 de la ley 14394 , seguido del intento de separar la Iglesia del Estado, se funda la Democracia Cristiana.

En ese contexto, la procesión de Corpus Christi el sábado 11 de junio  congregó una multitud que agrupaba en un llamativo contubernio a verdaderos creyentes, fanáticos chupacirios, agnósticos y ateos.

Al finalizar la concentración se quemó una bandera argentina que fue instigada desde el gobierno.

El enorme apoyo popular con que contaba Perón, fruto de la más importante distribución de ingresos de la historia argentina, de la protección del trabajador y la niñez, del fomento de la industria y de la nacionalización de los servicios y de las riquezas del suelo, contrastaba con errores evidentes en su política hacia la clase media, en su autoritarismo notorio, en su exacerbado culto de la personalidad. Eso permitía que los sectores económicos heridos por el peronismo, contaran con el apoyo de franjas significativas de la clase media, que le daba sustento popular a sus intentos de retrotraer el país a la situación anterior a 1943.

CONFUSIONES

Obviamente el desfile aéreo programado no se realizó pero una cantidad de pilotos que venían de Mendoza para participar del evento se sumaron al ataque.

Otro hecho fundamental para el éxito del golpe  era el apoyo de la VII Brigada de la Fuerza Aérea de Morón. Desde ahí debían partir los aviones para el homenaje y desagravio en la Plaza de Mayo convocado para las 12 horas. Dicha base tenía los modernos cazas a reacción Gloster Meteor que podía desbalancear el conflicto. Durante la mañana, en medio de la confusión reinante, la base fue leal y luego rebelde.

BOMBAS SOBRE BUENOS AIRES

La niebla parecía ser aliada  del gobierno. Recién a las 10,30 despegaron los aviones de Puerto Indio. A las 12,45, Néstor Noriega arrojó las primeras dos bombas sobre la Casa Rosada.En tres oleadas separadas por intervalos de horas se arrojaron sobre la Ciudad de Buenos Aires 14 toneladas de bombas, la mitad  de las que se utilizaron para destruir Guernica en la Guerrra Civil Española.

Los aviones utilizados por la armada fueron los North American AT6, los Beechraft AT 11 y los patrulleros – bombarderos Catalina. La fuerza aérea empleó los Gloster Meteor y DC3. La Casa Rosada quedó semidestruida, como 18 años más tarde pasó con La Moneda chilena.

Fue el bautismo de la aviación militar argentina. En septiembre, cuando derrocaron a Perón,  llevaban pintado en sus fuselajes la leyenda “ Cristo vence”. Un adelanto de la complicidad, 21 años más tarde, de la Iglesia con los terroristas de estado bendiciendo las armas y confortando a los que arrojaban prisioneros vivos al Río de la  Plata.

Se atacó además el Ministerio de Obras Públicas, la residencia presidencial conocido como Palacio Unzúe y donde hoy se levanta la biblioteca nacional, el Ministerio de Hacienda,  la Plaza de Mayo, el  Ministerio de Guerra, la CGT, el edificio de la Policía Federal, Ezeiza.

Bombas que caían sobre trolebuses colmados de civiles. Bombas que estallaban sobre la Casa de Gobierno donde había más de cuatrocientos civiles que por razones ignoradas no fueron evacuados.

Perón se había refugiado en los sótanos del Ministerio de Guerra. Los marinos y comandos civiles que debían tomar la casa de gobierno encontraron enconada resistencia en civiles peronistas armados. En el Bajo, se libró una larga y feroz batalla. Transitoriamente los sublevados tomaron Radio Mitre. Su proclama, entre otras cosas decía: “El tirano ha muerto. Nuestra Patria desde hoy es libre. Dios sea loado. Compatriotas: en estos momentos, las fuerzas de la liberación económica, democrática y republicana ya han terminado con el tirano. La aviación de la Patria al servicio de la libertad ha destruido su refugio y el tirano ha muerto” Hacia las 15 horas el Ministerio de la Marina estaba rodeada de civiles leales armados. El Ministro Olivieri y sus dos ayudantes, Emilio Eduardo Massera y Horacio Mayorga querían rendirse al Ejército y le temían a los civiles que rodeaban el edificio. En las negociaciones participó el General Juan José Valle y el mayor Pablo Vicente. Cuando la tarde moría, treinta y dos aviones y 122 aviadores de la Marina y la Fuerza Aérea descendían en Montevideo en una patética fuga. Gargiulo se suicidaba. Las primeras cifras provisorias arrojaban 229 muertos y 797 heridos. Las cifras definitivas nunca se conocieron. La magnitud de los hechos permite deducir que la cifra de muertos debe ser considerablemente mayor.

A las 17 horas habló Perón donde acusó a la Marina de Guerra como la culpable de la cantidad de muertos y heridos. Dijo textualmente: “Pero lo más indignante es que hayan tirado a mansalva contra el pueblo como si su rabia no se descargase sobre nosotros, los soldados que tenemos la obligación de pelear, sino sobre los humildes ciudadanos que poblaban las calles de nuestra  ciudad. Es indudable que pasarán los tiempos, pero la Historia no perdonará jamás semejante sacrilegio” 

La noche oscura se iluminó con las iglesias incendiadas.  La Curia Metropolitana y a los templos vecinos de San Ignacio, San Francisco, Santo Domingo, San Juan y La Piedad.

Tulio Halperín Donghi, un historiador académico muy considerado  y emblema actual de una historia escrita desde los vencedores, le dedica mucho más espacio a la quema de las iglesias que al bombardeo.

Perón dirigió un  nuevo discurso a la medianoche que entre otras cosas decía: “Es indiscutible qué toda acción se ha dirigido sobre mi persona, lo que me llena de satisfacción. Porque lamento mucho más lo que ha ocurrido al pueblo que lo que podría ocurrirme a mí.” Y luego trató de despegarse del incendio de las Iglesias: “El gobierno nacional deplora y condena enérgicamente los desmanes que en la víspera cometieron elementos comunistas en diversos sitios de la ciudad......Y repudia estos desmanes en los cuales no se ha respetado siquiera el recinto de los templos religiosos.”

CONSECUENCIAS POLÍTICAS     

El 16 de junio significó un triunfo militar y una derrota política. El crimen de lesa humanidad que significó los bombardeos sobre Buenos Aires fue contrarrestado exitosamente por la oposición con la propagandización  de la quema de los templos.

Perón primero llamó a la conciliación y abrió parcialmente las radios a la oposición. Efectuó una profunda reorganización ministerial que incluía entre otros a Raúl Apold y Ángel  Borlenghi. Este último sindicado como promotor del conflicto con la Iglesia. El primero una prenda de paz hacia la oposición.

Se suspendió por 180 días la convocatoria para la reforma constitucional en la que se trataría la separación del Estado y la Iglesia.

El 15 de julio anuncia la finalización de la revolución peronista y la apertura de la etapa constitucional del gobierno. Textualmente afirmó: “ Yo dejo de ser el jefe de una revolución para pasar a ser el presidente de todos los argentinos, amigos o adversarios”

Ofrece a las autoridades religiosas financiar la reconstrucción de los templos, propuesta que es rechazada.

Estos gestos aumentaron la soberbia de la oposición por lo cual Perón da un brusco giro que incluye su renuncia, el retiro de la misma y el famoso discurso del 5 por 1, pronunciado dieciséis días ante del golpe del 16 de septiembre.

Los civiles armados habían impresionado desfavorablemente al ejército que parcialmente, en un principio, se sumaría al golpe de septiembre.

La violencia irracional de los complotados de junio jugaría a su favor tres meses después. Para el ensayista Alejandro Horowicz: “ Lo de junio fue un ataque pensado como una explícita advertencia de hasta dónde estaban dispuestos a llegar si Perón no renunciaba”

En una carta que el Che le dirige a su madre a pocos días de ocurridos estos hechos criminales, reproducido en el libro de Cichero mencionado le dice: “... es impresionante que la gente llore porque le quemaron su iglesia dominguera, pero le parece la cosa más natural del mundo que revienten la cantidad de “negros” que reventaron. No te olvides que muchos de ellos fueron a morir por un ideal......y que cada “ negro” tenía su familia que mantener, y que los tipos que dejan en la calle a la familia del negro son los mismos que se van al Uruguay a darse golpes en el pecho por la hazaña de machos”

LAS BOMBAS SIGUIERON CAYENDO

Durante muchos de los años de los sesenta junios siguientes, las bombas que cayeron sobre Buenos Aires siguieron precipitándose sobre todo el país. Son las mismas bombas de junio las que perpetraron los abominables fusilamientos de José León Suárez, el cadáver errante de Evita,  la  noche de los bastones largos, los fusilamientos de Trelew, el terrorismo de Estado.  En el Plan Prebisch de la Revolución Fusiladora está el embrión de los planes de Álvaro Alsogaray, Federico Pinedo, Adalbert Krieger Vasena, Celestino Rodrigo, Alfredo Martínez de Hoz, Roberto Alemann, Juan Vital Sorouille, Domingo Cavallo, José Luis Machinea, de Ricardo López Murphy, de Domingo Cavallo nuevamente.

En los aviones de la Marina y la Aeronáutica de junio de 1955 con toda la cobertura civil de la Unión Democrática, están los antecesores de otros aviones clonados que arrojaron personas vivas al mar y al Río de la Plata.

En los aviones de la Marina Naval que bombardearon Plaza de Mayo despreciando la vida de sus compatriotas se podían visualizar los campos de concentración  de dos décadas más tarde de la cual la ESMA, el Auschwitz argentino, es el emblema del horror de los años de plomo.

Están las bombas presentes en el desmantelamiento  del Estado, en la distribución regresiva del ingreso que con el peronismo  llegó a que los asalariados pasaran de participar del 50% del Ingreso Nacional al 16% del 2001l.  Aquellas bombas llevaban en su interior, los cincuenta y cinco chicos diarios que  se morían  por causas evitables cuando amanecía el siglo XXI. Estaban implícitos en los veinte millones de argentinos que sobraban en el plan de la dictadura establishment militar que instrumentó Martínez de Hoz. Los sectores concentrados de la economía, los dueños del mercado siempre tienen a mano las bombas concretas que caen de los aviones, los seres humanos arrojados como bombas, o los planes económicos de ajuste, las políticas neoliberales perpetradas y arrojadas desde prolijas oficinas por pulcros funcionarios  recibidos en Chicago o Harvard. Las bombas de aquella oscura y neblinosa mañana de junio, aquellos muertos de la histórica Plaza, eran un anticipo de lo que se venía. Los transeúntes, los estudiantes, el oficinista que salía a comer un sándwich, la novia que iba en busca a su compañero, la familia que venía a presenciar el desfile, el taxista, cayeron bajo las bombas criminales. La niebla de junio engendraba la noche y niebla de la dictadura criminal de 1976.

Preanunciaba desde la heroica resistencia Peronista del “ Luche y Vuelve” escrito con carbón en las paredes a  la gesta civil de las Madres y las Abuelas de Plaza de Mayo en los años de plomo.

Son numerosos los actores criminales de aquella jornada y la de septiembre qué participaron posteriormente desde distintos lugares en los hechos criminales de las cinco décadas siguientes. Todo eso lo sintetizó con notable precisión un cómplice de aquellos acontecimientos: “Se acabó la leche de la clemencia”. Cuando se proscribió la clemencia y se entronizaron  las políticas liberales  empezó a desaparecer la leche para la infancia, las industrias, el trabajo, el Estado de Bienestar.

En junio de 1955, comenzó el largo invierno argentino que tuvo pocas y reconfortantes primaveras. Esas primaveras a las que hay que consolidar para que sean permanentes y que no nos bombardeen con las bombas de la injusticia.

viernes, 12 de junio de 2015

La nueva geopolítica del petróleo

Ignacio Ramonet - http://www.lr21.com.uy/mundo/1237223-nueva-geopolitica-del-petroleo-ignacio-ramonet

¿En qué contexto general se está dibujando la nueva geopolítica del petróleo? El país hegemónico, Estados Unidos, considera a China como la única potencia contemporánea capaz, a medio plazo (en la segunda mitad del siglo XXI), de rivalizar con él y de amenazar su hegemonía solitaria a nivel mundial. Por ello, Washington instauró secretamente, desde principio de los años 2000, una “desconfianza estratégica” con respecto a Pekín.

El presidente Barack Obama decidió reorientar la política exterior norteamericana considerando como criterio principal este parámetro. Estados Unidos no quiere encontrarse de nuevo en la humillante situación de la Guerra Fría (1948-1989), cuando tuvo que compartir su hegemonía mundial con otra “superpotencia”, la Unión Soviética. Los consejeros de Obama formulan esta teoría de la siguiente manera: “Un sólo planeta, una sola superpotencia”.

En consecuencia, Washington no deja de incrementar sus fuerzas y sus bases militares en Asia Oriental para intentar “contener” a China. Pekín constata ya el bloqueo de su capacidad de expansión marítima por los múltiples “conflictos de los islotes” con Corea del Sur, Taiwán, Japón, Vietnam, Filipinas… Y por la poderosa presencia de la VIIª flota de Estados Unidos. Paralelamente, la diplomacia norteamericana refuerza sus relaciones con todos los Estados que poseen fronteras terrestres con China (exceptuando a Rusia). Lo que explica el reciente y espectacular acercamiento de Washington con Vietnam y con Birmania.

Esta política prioritaria de atención hacia el Extremo Oriente y de contención de China sólo es posible si Estados Unidos logra poder alejarse de Oriente Próximo. En este escenario estratégico, Washington interviene tradicionalmente en tres ámbitos. En primer lugar, en el ámbito militar: Washington se encuentra inmerso en varios conflictos, especialmente en Afganistán contra los talibanes y en Irak-Siria contra la Organización del Estado Islámico. En segundo lugar, en el ámbito de la diplomacia, en particular con la República Islámica de Irán, con el objetivo de limitar su expansión ideológica e impedir el acceso de Teherán a la fuerza nuclear. Y, en tercer lugar, en el ámbito de la solidaridad, especialmente con respecto a Israel, para quien Estados Unidos sigue siendo una especie de “protector en última instancia”.

Esta “sobreimplicación” directa de Washington en la región (particularmente después de la Guerra del Golfo en 1991) ha mostrado los “límites de la potencia norteamericana”, que no ha podido ganar realmente ninguno de los conflictos en los cuales se ha implicado fuertemente (Irak, Afganistán). Conflictos que han tenido, para las arcas de Washington, un coste astronómico con consecuencias desastrosas incluso para el sistema financiero internacional.

Actualmente, Washington tiene claro que Estados Unidos no puede realizar simultáneamente dos grandes guerras de alcance mundial. Por lo tanto, la alternativa es la siguiente: o Estados Unidos continúa implicándose en el “pantanal” de Oriente Próximo en conflictos típicos del siglo XIX; o se concentra en la urgente contención de China, cuyo fulgurante impulso podría anunciar a medio plazo la decadencia de Estados Unidos.

La decisión de Barack Obama es obvia: debe hacer frente al segundo reto, pues éste será decisivo para el futuro de Estados Unidos en el siglo XXI. En consecuencia, este país debe retirarse progresivamente –pero imperativamente– de Oriente Próximo.

Aquí se plantea una pregunta: ¿por qué Estados Unidos se ha implicado tanto en Oriente Próximo, hasta el punto de descuidar al resto del mundo, desde el fin de la Guerra Fría? Para esta pregunta, la repuesta puede limitarse a una palabra: petróleo.

Desde que Estados Unidos dejó de ser autosuficiente en lo que al petróleo se refiere, a finales de los años 1940, el control de las principales zonas de producción de hidrocarburos se convirtió en una “obsesión estratégica” norteamericana. Lo cual explica parcialmente la “diplomacia de los golpes de Estado” de Washington, especialmente en Oriente Medio y en América Latina.

En Oriente Próximo, en los años 1950, a medida que el viejo Imperio Británico se retiraba y quedaba reducido a su archipiélago inicial, el Imperio estadounidense lo reemplazaba mientras colocaba a la cabeza de los países de esas regiones a sus “hombres”, sobre todo en Arabia Saudí y en Irán, principales productores de petróleo del mundo, junto con Venezuela, ya bajo control estadounidense en la época.

Hasta hace poco, la dependencia de Washington respecto al petróleo y al gas de Oriente Próximo le impidió considerar la posibilidad de retirarse de la región. ¿Qué ha cambiado entonces para que Estados Unidos piense ahora en retirarse de Oriente Próximo? El petróleo y el gas de esquisto, cuya producción por el método llamado “fracking” aumentó significativamente a comienzos de los años 2000. Eso modificó todos los parámetros. La explotación de ese tipo de hidrocarburos (cuyo coste es más elevado que el del petróleo “tradicional”) fue favorecida por el importante aumento del precio de los hidrocarburos que, en promedio, superaron los 100 dólares por barril entre 2010 y 2013.

Actualmente, Estados Unidos ha recuperado la autosuficiencia energética e incluso está convirtiéndose otra vez en un importante exportador de hidrocarburos. Por lo tanto, ya puede por fin considerar la posibilidad de retirarse de Oriente Próximo, con la condición de cauterizar rápidamente varias heridas que, en algunos casos, datan de más de un siglo.

Por esa razón, Obama retiró casi la totalidad de las tropas norteamericanas de Irak y de Afganistán. Estados Unidos participó muy discretamente en los bombardeos de Libia y se negó a intervenir contra las autoridades de Damasco, en Siria. Por otra parte, Washington busca a marchas forzadas un acuerdo con Teherán sobre el tema nuclear y presiona a Israel para que su gobierno progrese urgentemente hacia un acuerdo con los palestinos. En todos estos temas se percibe el deseo de Washington de cerrar los frentes en Oriente Próximo para pasar a otra cuestión (China) y olvidar así las pesadillas de Oriente Próximo.

Todo esto se desarrollaba perfectamente mientras los precios del petróleo seguían altos, cerca de 100 dólares el barril. El precio de explotación del barril de petróleo de esquisto es de aproximadamente 60 dólares, lo que deja a los productores un margen considerable (entre 30 y 40 dólares el barril).

Aquí es donde Arabia Saudí ha decidido intervenir. Riad se opone a que Estados Unidos se retire de Oriente Próximo. Sobre todo si Washington establece antes un acuerdo sobre el tema nuclear con Teherán, lo que los saudíes consideran demasiado favorable a Irán. Además, según la monarquía wahabita, expondría a los saudíes, y a los suníes en general, a convertirse en víctimas de lo que llaman “el expansionismo chií”. Hay que tener presente que los principales yacimientos de hidrocarburos saudíes se encuentran en zonas de población chií.

Considerando que dispone de las segundas reservas mundiales de petróleo, Arabia Saudí decidió usar el petróleo para sabotear la estrategia norteamericana. Oponiéndose a las consignas de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), Riad decidió, contra toda lógica comercial aparente, aumentar considerablemente su producción y hacer de ese modo bajar los precios del petróleo, inundando el mercado de petróleo barato. La estrategia dio rápidamente resultados. En poco tiempo, los precios del petróleo bajaron un 50%. El precio del barril descendió a 40 dólares (antes de subir ligeramente hasta aproximadamente 55-60 dólares actualmente).

Esta política asestó un duro golpe al “fracking”. La mayoría de los grandes productores estadounidenses de gas de esquisto están actualmente en crisis, endeudados y corren el riesgo de quebrar (lo que implica una amenaza para el sistema bancario norteamericano que, generosamente, había ofrecido abundantes créditos a los neopetroleros). A 40 dólares el barril, el esquisto ya no resulta rentable. Ni las excavaciones profundas “off shore”. Numerosas compañías petroleras importantes ya han anunciado que cesan sus explotaciones en alta mar porque no son rentables, provocando la pérdida de decenas de miles de empleos.

Una vez más, el petróleo es menos abundante. Y los precios suben ligeramente. Pero las reservas de Arabia Saudí son suficientemente importantes para que Riad regule el flujo y ajuste su producción de manera que permita un ligero aumento del precio (hasta 60 dólares aproximadamente) pero sin que se lleguen a superar los límites que permitirían reanudar la producción mediante el “fracking” y en los yacimientos marítimos a gran profundidad. De este modo, Riad se ha convertido en el árbitro absoluto en materia de precio del petróleo (parámetro decisivo para las economías de decenas de países entre los cuales figuran Argelia, Venezuela, Nigeria, México, Indonesia, etc.).

Estas nuevas circunstancias obligan a Barack Obama a reconsiderar sus planes. La crisis del “fracking” podría representar el fin de la autosuficiencia de energía fósil en Estados Unidos. Y, por lo tanto, la vuelta a la dependencia de Oriente Próximo (y también de Venezuela, por ejemplo). Por ahora, Riad parece haber ganado su apuesta. ¿Hasta cuándo?

Ignacio Ramonet  - Periodista español. Presidente del Consejo de Administración y director de la redacción de “Le Monde Diplomatique” en español.

domingo, 7 de junio de 2015

Rodolfo Walsh

http://www.rodolfowalsh.org/spip.php?rubrique2

Rodolfo Walsh es el más cabal ejemplo de lo que debe ser un periodista y su deber.
Un periodista no puede ni debe esconderse detrás del disfraz de la imparcialidad «objetivista», el deber de cada periodista, como testigo escriba de la realidad no es reportarla solamente sino cargar con ella y admitir que se es parte de la misma. Jamás un periodista puede manejar la información como un biólogo analiza la materia desde un tubo de ensayo, y Walsh marcó ese camino, no sólo con sus escritos, sino con su ejemplo. Walsh era un periodista militante, y en ello dejó la vida.
Se puede afirmar que Walsh, con una enorme formación cultural, estuvo lejos del vedetismo, y Rodolfo Walsh, como decía Oesterheld, era un «héroe en grupo», jamás individual, aunque su obra le merece los lauros que le corresponden como ser humano.
Walsh no sólo hacía periodismo, aunque algunos busquen acotarlo a esa etiqueta ocultando su rol de militante popular. Era también un destacado escritor que supo mezclar la ficción aplicándola a la realidad. En el mundo de las academias de periodismo se enseñaba la obra de Truman Capote, «A sangre fría» (1966) como la primer novela periodística, inaugurando un género que sería explotado de ahí en más. Pero esto fue producto de entregarle el premio a un escritor de un país central. Sin quitarle méritos a Capote, en los últimos años y en el mundo entero, «Operación Masacre» es aceptada como la primer obra en su género y Walsh como fundador del mismo, y camino que seguiría transitando en trabajos como «¿Quién mató a Rosendo?» o «El caso Satanowsky».
Apasionado de la investigación, Walsh participó en Cuba de la fundación de la agencia Prensa Latina, donde volcó toda su inteligencia en la sección «Servicios Especiales». Fue él mismo quien desencriptaría un cable de una embajada del imperio estadounidense y descubriera cuándo y donde se daría lo que luego fue la invasión a Playa Girón: el resultado fue que la gusanera entrenada por la CIA y con apoyo aéreo estadounidense, se encontró con que al momento de querer desembarcar, todas las fuerzas revolucionarias repelieron la agresión del Imperio. Walsh, desde una pequeña oficina del barrio El Vedado, entre papeles y cables, había prestado un servicio que visto a la luz de la historia, fue crucial.
El resto de la historia es conocida, y en este sitio trataremos de suplir todos juntos, entre ustedes y nosotros, para rearmar la historia Walsh, e intentaremos ser dignos de su legado. Él buscó romper el cerco de la Dictadura y hoy el muro es levantado por las corporaciones multimediáticas, porque como Walsh encabezara los cables de ANCLA, «millones quieren ser informados y el terror se basa en la incomunicación», y en tal sentido, el esfuerzo está en romper el aislamiento «como satisfacción ética de un acto de libertad».


lunes, 1 de junio de 2015

Las Jornadas del 17 de Octubre de 1945 en la ciudad de La Plata

Abigail Rodriguez - http://rinacional.com.ar/las-jornadas-del-17-de-octubre-de-1945-en-la-ciudad-de-la-plata.html

La realidad surgida al calor de los acontecimientos mundiales y de factores internos, dio origen a una nueva clase trabajadora proveniente de las entrañas del mismo país, a través de la migración campo a la ciudad. Esta sociedad naciente no podía ser contenida en las viejas estructuras, y encontró la representación de sus tan postergadas reivindicaciones en la figura de un Coronel, Juan Domingo Perón.

El epicentro de aquella revolución fue el corazón del país, la histórica plaza de Mayo. El actor fundamental de la transformación social y política que encarnaría Perón, el pueblo trabajador que dio vida a aquel movimiento, se expresó en los más recónditos rincones del país, y desde cada punto de la Patria, se movilizaron hacia la plaza. 

En la Ciudad de La Plata, los acontecimientos se desenvolvieron rápidamente. Según testimonios de algunos presentes, el día 16 llegaron algunos afiches que convocaban a la marcha: “TELEFÓNICOS ARGENTINOS EXIGEN LA LIBERTAD DEL CNEL. PERÓN”. A lo que se le agregaría “EL 17 DE OCTUBRE A PLAZA DE MAYO A LAS 19HS.”

El 17, los trabajadores discutían en los sindicatos, fábricas y en la ciudad la información que llegaba de las ciudades vecinas sobre activistas que irían a rescatar al Coronel Perón, preso en Martín García.

Llegó a la ciudad una manifestación procedente de la vecina ciudad de Berisso, conducida por obreros y dirigentes de fábricas, que se encontró con la multitud proveniente de Ensenada y los miles que espontáneamente se encontraban en La Plata, todos mantenían una única consigna “rescatar a Perón”.

Se dirigieron a la Plaza de La Plata, frente a la Casa de gobierno, donde varios oradores arengaban al pueblo reunido, entre ellos una enérgica mujer, trabajadora de uno de los frigoríficos, pronunció un encendido discurso frente a los 20.000 presentes, ante quienes también habló René Orsi, miembro de FORJA.

Entre las 17 y las 18hs. se resolvió ir a Plaza de Mayo, en cualquier auto, camión o vehículo que se dispusiese.  Algunas intendencias, a pedido de los dirigentes, prestaron camiones del Ejército para movilizar a los trabajadores a la Plaza, recuerda Armando Urrea que pasaban por el puente sobre el Riachuelo sin inconveniente, incluso los policías apostados en el puente aplaudían su paso, al igual que la gente que se encontraba en distintas ciudades.

“Las caravanas estaban nutridas por obreros de los frigoríficos, de la Destilería de YPF de Ensenada, de la textil, etc. Nadie puede osar en arrogarse, personalmente, haber sido propulsor de este evento. Fue una reacción y expresión general y popular de todos los trabajadores del músculo y del pensamiento”. Relató Horacio Moreno, un ferviente activista de estas jornadas en la ciudad de La Plata.

A casi 70 años de las jornadas del 17 de Octubre de 1945, hecho que marcó un antes y un después en la historia de los argentinos, y latinoamericanos, recordamos sus profundos orígenes, que dieron sustento y fueron la causa de ese gran movimiento nacional, el cual supo encausar las viejas y olvidadas reivindicaciones del pueblo oprimido y explotado, que a partir de entonces ingresaría a la historia; en palabras de Scalabrini Ortiz: “Eran los hombres que están solos y esperan que iniciaban sus tareas de reivindicación. El espíritu de la tierra estaba presente como nunca creí verlo.”

viernes, 22 de mayo de 2015

El Rosariazo, la rebelión de una ciudad entera contra la dictadura de Ongania

Blas García - http://www.laopinionpopular.com.ar/noticia/5036-el-rosariazo-la-rebelion-de-una-ciudad-entera-contra-la-dictadura-de-ongania.html
El Rosariazo formó parte de una sucesión de movimientos de protestas contra la dictadura militar, incluyendo manifestaciones y huelgas, realizadas en la ciudad de Rosario, entre los meses de mayo y septiembre de 1969 contra el general Juan Carlos Onganía.
El autoritarismo de Onganía, y su desprecio por la política, habían cebado el fenómeno de la unidad obrero-estudiantil que, con el tiempo, amalgamó un frente político y social combativo y variado que terminó con su corto reinado.
Las convulsiones del Mayo Francés, la influencia del catolicismo tercermundista y su opción por los pobres, los movimientos revolucionarios de sesgo nacionalista y antiimperial, promovieron en un clima de tensión generalizada contra el gobierno militar, como culminación de una escalada comenzada pocos días antes, el 13 de mayo en la provincia de Tucumán, donde los trabajadores del ingenio azucarero Amalia habían tomado las instalaciones en protesta por el impago de sus salarios.
Al día siguiente, manifestaciones en la ciudad de Córdoba tomaron la calle contra la supresión del sábado inglés, vigente desde la década del '20. Más de 3.500 obreros reunidos en asamblea para fijar la posición del gremio se enfrentaron con la policía, lo que desembocó en un total de 11 heridos y 26 detenidos.
Posteriormente, en la provincia de Corrientes, los estudiantes universitarios protestaron contra el anuncio de un aumento del 500% en los precios del comedor universitario; la policía reprimió la marcha, matando al estudiante correntino Juan José Cabral.
Madura el Rosariazo
El 16 de mayo, a causa de la inquietud producida por el repudio a los sucesos de Corrientes en la Facultad de Medicina, el rector de la Universidad Nacional de Rosario decidió la suspensión de las actividades durante tres días.
Los estudiantes se congregaron en el Comedor Universitario, desde donde marcharon por el centro de la ciudad. Mientras tanto, desde la Capital Federal se anunció que se habían despachado refuerzos policiales a Corrientes y que la Gendarmería Nacional de Formosa estaba acuartelada en previsión de acontecimientos similares.
Al día siguiente, un grupo de unos 400 estudiantes se reunió nuevamente frente al Comedor Universitario, lanzando volantes y haciendo estallar artefactos de estruendo. La policía reprimió la manifestación que coreaba "Acción, acción, acción para la liberación".
Un periodista, Reynaldo Sietecase, describió así los eventos:
Un grupo de estudiantes, perseguidos por la policía, corre por la calle Corrientes hacia el sur y dobla por Córdoba, desde Entre Ríos aparecen más policías disparando sus armas. Los estudiantes y decenas de sorprendidos transeúntes quedan encerrados...

Algunos estudiantes junto a una docena de paseantes -incluidos varios niños- ingresan a la Galería Melipal. El lugar tiene una sola boca de entrada y salida, por lo que otra vez quedan atrapados a merced de los guardias.

Los agentes ingresan al edificio y reanudan la golpiza. Entre los policías se encuentra el oficial inspector Juan Agustín Lezcano, un ex empleado de la boite Franz y Fritz. La gente trata de evitar como puede la lluvia de golpes: se escuchan súplicas, llantos y alaridos. En medio de la confusión suena un disparo. Cuando la policía se repliega queda en el suelo, junto a la escalera que lleva a los pisos superiores, el cuerpo de Adolfo Bello con la cara ensangrentada.
Reacción por la muerte del estudiante Adolfo Bello
El estudiante Adolfo Bello murió pocas horas más tarde. Dos balazos en la frente habían destrozado su cabeza delante de una galería comercial, a metros de una de las esquinas célebres de la ciudad: Córdoba y Corrientes.
El ministro del Interior de la dictadura, Guillermo Borda, atribuyó la responsabilidad de los hechos a la actividad política y gremial de la izquierda.
La Confederación General del Trabajo de los Argentinos decretó el estado de alerta y citó a un plenario para el 20; mientras tanto, organizaba una olla popular para suplir el comedor, que había sido cerrado por orden de la autoridad. Las manifestaciones cobrarían cada vez más intensidad en los días siguientes.
Las asambleas estudiantiles estaban prohibidas. Los alumnos con pelo largo eran mal vistos o perseguidos. Las muchachas con minifalda también. Los estudiantes se congregaban en los comedores universitarios. Allí comían y debatían. Los comedores universitarios fueron cerrados por las autoridades. Los estudiantes armaron una olla popular frente al local de la CGT A. La mezcla explosiva para la rebelión estaba rubricada.
El 20 de mayo, los estudiantes rosarinos anunciaron un paro nacional. Medidas similares tuvieron lugar en otras provincias: en Córdoba se realizó una marcha del silencio, en Corrientes, los docentes pidieron la destitución de las autoridades universitarias y en Mendoza se dispuso un paro de actividades y una marcha del silencio.
Estalla el Rosariazo
El 21 de mayo, las agrupaciones estudiantiles universitarias y de enseñanzas secundarias de Rosario y la CGT de los Argentinos convocaron a una nueva marcha de protesta, que partiría desde la olla popular instalada frente al local de la CGT A.
Raimundo Ongaro fue uno de los oradores en la asamblea previa. Las fuerzas de seguridad, mientras tanto, acordonaron la zona con fuerzas de infantería, caballería y vehículos blindados, instando a los manifestantes a disolver la concentración. Pese al operativo de seguridad se congregaron más de 4.000 personas.
Cuando iniciaron la movilización fueron reprimidos con gases lacrimógenos y fuerza física por la policía. El enfrentamiento devino campal, montándose barricadas en las calles y encendiéndose hogueras. Durante horas la policía intentó contener a los manifestantes, pero finalmente debió retirarse.
Desde las puertas de las casas y desde las ventanas de los departamentos comenzaron a arrojarse maderas, papeles, trapos, neumáticos para hacer barricadas, para la resistencia.
Los manifestantes intentaron brevemente tomar la Jefatura de Policía, pero renunciaron a la idea y ocuparon el rectorado de la Universidad y la sede de transmisión de LT8 Radio Rosario.
Ráfagas de balas fueron disparadas por la policía para frenar la insurrección. Cuando se disolvió un poco el desconcierto, ya entrada la noche, yacía sobre la vereda Luis Norberto Blanco, un estudiante metalúrgico de sólo 15 años. Estaba mal herido. Las fuerzas de seguridad atacaron también al médico que lo asistía y el joven murió pocos después en un sanatorio.
Desde la madrugada del 22, Rosario fue declarada zona de emergencia bajo jurisdicción militar. El general Roberto Fonseca quedó al frente del gobierno. Entre patrullas de gendarmería, 89 personas fueron detenidas como consecuencia de la marcha.
El 23, un grupo de 38 sindicatos dispuso la realización de un masivo paro industrial. Junto con una declaración de los sectores de la Iglesia más afines a los grupos obreros, la huelga fue un duro revés para el gobierno.
Más de 7.000 personas acompañaron al féretro de Blanco en su procesión hacia el cementerio y los obreros de la Unión Ferroviaria, que había adherido al paro, se manifestaron contra la suspensión de los delegados que tomaron la medida. El conflicto en los ferrocarriles sería agudo y desembocaría directamente en el Segundo Rosariazo pocos meses más tarde.
Mientras tanto, la oposición al gobierno se materializaba en la negativa de numerosos eclesiásticos a celebrar el Te Deum del 25 de mayo y pocos días más tarde en la insurrección del Cordobazo, seguido de un paro nacional. Cuando el 20 de junio el general Onganía visitó el rosarino Monumento a la Bandera, la CGT lo declaró persona non grata.
Apenas ocho días después un alzamiento de mayores proporciones aún, conmovía a Córdoba y a la nación. Se trató del Cordobazo y en opinión de uno de sus líderes, el sindicalista Agustín Tosco, tuvo una inocultable inspiración en aquellos días rosarinos de mayo.

jueves, 14 de mayo de 2015

La campaña sionista contra Argentina y Fernández

http://www.resumenlatinoamericano.org/2015/05/13/la-campana-sionista-contra-argentina-y-fernandez/

Un artículo de Eli Clifton aparecido recientemente en la página de politólogo norteamericano Jim Lobe (lobelog.com) ofrece datos interesantes sobre la campaña sionista contra Argentina llevada a cabo fundamentalmente por círculos del lobby sionista de EEUU.

A principios de mayo Jim y Charles Davis publicaron un artículo en el Washington Post en el que se referían a una campaña contra la presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner, que acusa a esta última de promover una “teoría conspirativa antisemita” y sugerían que el AIPAC (el Comité de Asuntos Públicos Americano-Israelí – la mayor organización del lobby sionista en EEUU) y la Fundación de Defensa de las Democracias (FDD) “podrían estar coordinando sus esfuerzos para presentar al gobierno argentino de Fernández como un aliado del terrorismo promovido por Irán”.

Paul_Singer

En este contexto estarían también los esfuerzos del sionista Paul Singer, el multimillonario director de un fondo buitre de cobertura que está buscando obligar a Argentina a pagar la totalidad de la deuda que su firma ostenta. Se trataría tanto de un castigo politico contra Argentina por no someterse a las exigencias de los grupos sionistas y de Israel como de un intento de aprovechar la coyuntura económica para saquear la riqueza de Argentina.

Singer es también miembro, junto con el multimillonario sionista Sheldon Adelson, de la Coalición Judía Republicana. Ambos permanecen políticamente activos en su apoyo a distintos candidatos republicanos. Los dos estuvieron presentes en el Club Metropolitano de Manhattan en una reunión este mes con el candidato Jeb Bush, que acaba de anunciar que su hermano, el ex presidente George W., era su asesor en la política hacia Israel.
Paul Singer contribuyó con 3,6 millones de dólares a la American Israel Education Foundation, la entidad de la que se sirve en AIPAC para recoger fondos.

El AIPAC y la FDD promovieron al polémico fiscal especial Alberto Nisman, conocido por lanzar acusaciones gratuitas contra Irán y el gobierno argentino. Él intentó vincular sin pruebas a Irán al atentado contra el edificio de la Asociación Mutua Israelita de Argentina (AMIA) en 1994 y acusó a la presidenta argentina de intentar encubrir este tema a cambio de favores comerciales para Argentina, una alegación que ha sido rechazada posteriormente por un tribunal argentino. Uno de los aspectos más criticados del trabajo de Nisman fue el de aceptar el testimonio de miembros del grupo terrorista de oposición iraní Mujahedin e Jalq, al que los expertos comparan con una secta y que es reconocido como una organización terrorista a nivel internacional, y de un desacreditado desertor iraní.

Nisman en la conferencia del AIPAC

aipac

En 2010, Nisman acudió a la conferencia del AIPAC, algo insólito teniendo en cuenta que la participación en un evento anti-iraní y pro-israelí dejaba a las claras la parcialidad y nula credibilidad de sus actuaciones. Él fue tratado en el congreso como un “héroe”, señala Clipton.

A principios de mayo el senador sionista estadounidense, Marco Rubio, Republicano por Florida, famoso por su feroz oposición al acuerdo nuclear con Irán y por sus amenazas incluso de un ataque nuclear contra ese país, presentó una resolución en el Senado en la que pedía “una investigación del fallecimiento de Nisman”, que apareció muerto en su vivienda. Rubio acusó también a Fernández de conspirar para “encubrir la implicación de Irán en el atentado terrorista de 1994”.

Cabe señalar, indica Clipton, que el fondo de cobertura de Singer, el Elliot Management, fue la segunda mayor fuente de fondos para la campaña de Rubio entre 2009 y 2014, suministrando al candidato republicano unos 122.620 dólares según el Center for Responsive Politics.

Singer ha contribuido con fondos también a The Israel Project (TIP), que está encabezado ahora por el antiguo portavoz jefe del AIPAC, Josh Block. Singer donó 500.000 dólares a este grupo en 2007 y 1 millón de dólares en 2012. El TIP ha estado también publicando continuamente artículos críticos contra el gobierno de Argentina.

La revista Tower, del TIP, ha publicado 28 artículos citando a Nisman y el caso de la AMIA, según una búsqueda en su página de Internet. Ben Cohen, un redactor colaborador de la publicación, ha escrito en ella dos artículos contra Fernández.

La furia de este sionista se dirige incluso contra el periodista judío argentino Jorge Elbaum, al que acusa de ser “un judío de la corte” por el hecho de citar una declaración de Nisman, en la que éste aseguraba a otros líderes de la comunidad judía argentina que “Paul Singer nos ayudará a revertir la aproximación de Argentina a Irán”, una declaración más digna de un líder político que de un fiscal que investiga un caso.

Los motivos de Singer

Como se ha mencionado, los motivos de las acciones de la actuación del sionista Singer contra Argentina y su gobierno no son sólo ideológicos, sino que responden también a un claro interés económico de obtener una ganancia a costa del pueblo argentino. Él ha llevado a Argentina a los tribunales para obtener el pago total de su deuda que este paìs tiene contraída con su firma, en contraste con el 93% del resto de los acreedores que han aceptado un acuerdo con el gobierno argentino sobre el reembolso de la misma. El fondo buitre de Singer compró muy baratos bonos argentinos en mora y ahora reclama a Argentina el pago total del valor de los mismos, lo cual le permitiría ganar unos 2.000 millones de dólares. Y él utiliza al TIP para presionar al gobierno argentino en defensa de sus intereses.

El artículo de Eli Clifton: http://www.lobelog.com/following-paul-singers-money-argentina-and-iran-continued/

martes, 5 de mayo de 2015

Vietnam, cuarenta años después

Sergio Rodríguez Gelfenstein - http://barometrointernacional.bligoo.com.ve/por-sergio-rodriguez-gelfenstein-vietnam-cuarenta-anos-despues

El pasado 30 de abril se conmemoró el 40 aniversario de la victoria definitiva del pueblo vietnamita en la guerra de liberación contra la intervención estadounidense. Con ello se produjo el inicio de la ansiada reunificación del país y el comienzo de una etapa distinta para el Vietnam heroico que resistió y derrotó la agresión de tres grandes potencias durante el siglo XX: la Francia colonialista, el Japón expansionista y el Estados Unidos imperialista, las que no obstante manifestar distintas formas de injerencia, expresaron un misma talante al intentar ocupar y devastar el territorio de  este país cuyo pueblo es expresión de un alto sentido patriótico y una gran voluntad de lucha y victoria.

Le Duan, legendario líder vietnamita y sucesor de Ho Chi Minh en la conducción del Partido Comunista de Vietnam (PCV) y en el gobierno, lo explicaba diciendo  que la revolución vietnamita siempre tuvo como característica enfrentar a enemigos imperialistas poderosos y en algunas ocasiones, no sólo a uno, sino varios a la vez, y que para ello habían aplicado de manera creadora la enseñanza leninista de que “Solo es posible derrotar a un enemigo más fuerte, haciendo grandes esfuerzos y con la obligación de saber aprovechar de manera minuciosa, sumamente atenta, cuidadosa e inteligente cualquier ´grieta` entre los enemigos por pequeña que sea…”

En el inicio de la agresión, Estados Unidos apoyó con armas y asesoramiento al gobierno fantoche de Vietnam del Sur, para después, llegar a instalar hasta  580 mil efectivos militares en 1969. Contra el país fueron arrojadas más toneladas de bombas que en toda la segunda guerra mundial, experimentando además con armas químicas y bacteriológicas, entre ellas el tristemente célebre agente naranja. Según relata el Embajador de Vietnam en Cuba, Doung Minh entrevistado por la periodista Arleen Rodríguez, “Todavía hoy, cientos de miles, quizás millones de personas, sufren las secuelas, son muchas las parejas que no pueden tener hijos y también las que tienen hijos con algún tipo de anomalía por esa causa. En la tierra rociada con esos químicos, no creció ni la hierba durante 20 años, porque el agente naranja tenía el propósito de defoliar los bosques, desnudar la tierra de todo tipo de plantas para descubrir dónde se escondían los combatientes”. En 15  años de guerra, Estados Unidos gastó 150 mil millones de dólares, destruyó el 70% de los poblados del norte, inutilizó 10 millones de hectáreas de tierra y todos los puentes existentes en el país.  A pesar de ello, las tropas vietnamitas entraron victoriosas a Saigón hace 40 años, cambiando el nombre de la ciudad que pasó a llamarse Ho Chi Minh, cumpliendo la promesa de denominar con su nombre la última ciudad que se liberara en la guerra.

Sin embargo, la tarea por venir no era fácil, a partir de ese momento enfrentaban el reto de la reunificación nacional de dos porciones de un país que se habían desarrollado a partir de paradigmas políticos contradictorios: el socialismo en el norte y el capitalismo en el sur; la restauración de las heridas físicas y morales que produjo la guerra; el establecimiento de un gobierno unificado en el país; la reincorporación a la sociedad de alrededor de un millón de soldados y medio millón de funcionarios que habían servido en el ejército y el gobierno  vietnamita títere que Estados Unidos había instalado en el sur; la reconstrucción de la infraestructura material: carreteras, escuelas, hospitales, industrias y puentes destruidos por los bombardeos; la superación de los rezagos de la presencia militar estadounidense que se expresaba en los vicios propios de su sistema: altos índices de prostitución, drogadicción, alcoholismo y otras lacras y la elevada carencia de alimentos que se manifestaba en altos índices de hambruna en el sur del país.

En  1986, tras constatar el fracaso de la economía planificada centralizada, durante el sexto Congreso del PCV se aprobó la estrategia de Renovación (Doi Moi), La organización conductora de la sociedad, percibió que la economía no funcionaba eficazmente, se vivían períodos de inflación elevada, la moneda se depreciaba aceleradamente y los salarios perdían su valor. La escasez de productos de la canasta básica se enfrentaba con subsidios que estaban encaminados a solventar los problemas más inmediatos.

Todo ello derivó en la decisión de implementar nuevas prácticas en la producción agrícola, se entregaron tierras a los campesinos que recibían estímulos de acuerdo a la producción a partir de la exitosa experiencia obtenida en la provincia de Vinh Phu que se extendió a otras regiones del país. Otro tanto ocurrió en la industria que comenzó a ser manejada descentralizadamente. En el marco de esta situación sobrevino la desaparición de la Unión Soviética y el fin del campo socialista, principal abastecedor de insumos para la economía y la industria del país.

En este contexto es que se había  determinado la necesidad de llevar adelante la Renovación. Cinco años después,  en 1991, durante el VII Congreso del PCV, se establece un modelo económico basado en la necesidad de producir para responder a la demanda del mercado. Así, la economía se conforma por múltiples componentes sobre la base de un mercado controlado por el Estado. Esto da paso posteriormente, a la economía de mercado de orientación socialista que consiste en la aceptación de todas las formas de producción, tanto estatal como privada, capitalista y mixta.

La economía de mercado de orientación socialista se compone del factor económico en el que se acepta que todos los sectores son iguales ante la ley y, el factor social que es controlado por el Estado a través de los impuestos y los aportes de las empresas a fin de condensar una riqueza  que es distribuida por el gobierno para el beneficio del pueblo.

La aplicación de este modelo económico ha llevado a que Vietnam pase de un 56% de pobreza en 1990 a un 9% en 2003 y 8% en 2014. Los sistemas de salud y educación siguen siendo estatales y gratuitos para toda la población. Sin embargo, para establecer una responsabilidad colectiva para con los mismos se ha comenzado a cobrar el equivalente a 10 dólares mensuales por los estudios universitarios, mientras que en primaria y secundaria tiene un valor simbólico de 5 centavos de dólar al mes. No obstante, esta política no es lineal, en zonas montañosas alejadas, los estudiantes no pagan, al contrario, el Estado les concede becas a fin de fomentar la formación profesional.

Esta política ha llevado a aumentar el sueldo de los profesionales entre 20 y 50 veces y en general, los salarios han crecido de 15 a 16 veces, lo cual  tampoco es lineal, gana más el que aporta más, lo cual ha significado un estímulo sin precedentes a la producción. Así, el promedio de crecimiento anual de la economía ha sido de alrededor de un 7% en la última década, cifra que supone vaivenes de acuerdo a la situación de la crisis internacional que ha ralentizado ese crecimiento.

Estados Unidos normalizó sus relaciones con Vietnam en 1995, año en que comenzó a levantarse el bloqueo impuesto durante 20 años. La política exterior de Vietnam se caracteriza por su independencia, soberanía, diversificación y por la multilateralización de sus relaciones sin distingo de régimen político.

A 40 años de la derrota estadounidense y 28 de la implementación de la Renovación se ha cambiado el modelo económico, eliminando el igualitarismo que no estimulaba la producción, abriendo la economía a fin de elevar las exportaciones y garantizar el mercado interno

Sin embargo, el Embajador Duong Minh advierte cuatro peligros en la aplicación de esta política, toda vez que su implementación entraña riesgos como el  atraso económico si no se puede desarrollar la economía. Así mismo, la presencia de empresas extranjeras, podría introducir prácticas injerencistas en la política interna, corrupción y desvío del camino socialista trazado por el país.

Estos son los nuevos retos a enfrentar. El PCV y el gobierno vietnamita entienden  que la solución de los problemas económicos confronta trances que obligan a la vigilancia y al fortalecimiento del sector estatal a fin de que éste sea el eje del desarrollo económico y sirva de orientador del camino de la economía del país.

El Embajador Duong Minh resume el momento actual de Vietnam diciendo que  “El socialismo es el objetivo de la lucha de los pueblos, es lo que queremos y la Humanidad, seguro, avanza hacia el socialismo, pero en Vietnam decimos que aun no estamos en el socialismo, estamos en transición, por tanto tenemos que aplicar las políticas de acuerdo a eso, es el momento de lucha entre lo nuevo y lo viejo. Lo nuevo no acaba de aparecer completamente y lo viejo todavía está presente. Lo nuevo es el socialismo y lo viejo es el capitalismo o más bien el feudalismo, porque en Vietnam estábamos en el feudalismo” y finaliza aseverando con confianza en el futuro que “Este es un momento de lucha entre lo viejo y lo nuevo. Estamos en transición, en los primeros pasos. Es muy importante para nosotros saber dónde estamos porque las relaciones de producción deben adecuarse al desarrollo de las fuerzas productivas. Hay muchos pasos, apenas estamos en los primeros”.

viernes, 1 de mayo de 2015

España: El Primero de Mayo durante el franquismo

http://www.nuevatribuna.es/articulo/cultura---ocio/primero-mayo-franquismo/20150427101518115189.html

En plena guerra civil el franquismo abolió la Fiesta del Primero de Mayo en un decreto del 12 de abril de 1937, en el que también se estipulaba que habría una fiesta dedicada al Trabajo Nacional. En marzo de 1938 se publicó el Fuero del Trabajo, en el que se estableció que cada 18 de julio se celebraría la Fiesta de la Exaltación del Trabajo, uniendo esta celebración con la de la fecha fundacional de la dictadura.

Pero las organizaciones obreras, que siguieron funcionando en la clandestinidad, no se resignaron, y organizaron actos de protesta con motivo de la festividad del trabajo del Primero de Mayo. En el mes de mayo de 1947 la protesta en Vizcaya fue muy destacada contra la carestía de la vida y los bajos salarios. En estos tiempos las movilizaciones eran vertebradas por los sindicatos clásicos, la CNT y la UGT.

La Iglesia Católica intervino en relación con la Fiesta del Trabajo. En 1955, el papa Pío XII decidió apropiarse del Primero de Mayo para darle un contenido religioso. A partir de entonces sería la Fiesta de San José Artesano. Franco incorporó el cambio al año siguiente. En 1956 se celebraron misas por todo el país en honor del que pasaba a ser el santo patrón de los trabajadores.

A partir de 1957 la Organización Sindical Educación y Descanso organizaría todos los años un espectáculo denominado “demostración sindical”. Grupos de trabajadores y trabajadoras realizaban ejercicios gimnásticos y folclóricos ante el dictador en el estadio de Chamartín.

A partir de los años sesenta con la revitalización del movimiento obrero a través de Comisiones Obreras, comenzó a generarse una nueva dinámica en relación con la celebración del Primero de Mayo. El día anterior, es decir, el 30 de abril, se establecía como jornada de lucha con paros cortos, boicots al transporte colectivo de las grandes empresas y minutos de silencio en los comedores de las fábricas. El día 1 se remataba con alguna concentración ante el local del sindicato vertical. La reacción solía ser contundente y hasta se hizo preventiva, ya que se solía detener a los activistas fichados durante las 72 horas previas para hacer fracasar estas acciones.

Fuera de España los exiliados siguieron celebrando el Primero de Mayo, que les permitía denunciar al régimen de Franco. En este sentido, podemos aludir al Primero de Mayo de 1954 en el que el PSOE convocó una gran reunión en Marsella para protestar contra el franquismo. Especial emotiva fue la celebración del Primero de Mayo de 1961 en París, el último acto público que celebró Indalecio Prieto. También fue muy común que los exiliados españoles se incorporasen a las manifestaciones en los países donde residían, portando sus pancartas, especialmente en Francia y México.

lunes, 27 de abril de 2015

Derechos Humanos en Argentina

Por Virtudes Della Santa* - http://www.debatemendoza.com.ar/derechos-humanos-en-argentina/

La política de derechos humanos inaugurada en 2003 representa un profundo vuelco respecto de los gobiernos anteriores.


Tras la recuperación de la democracia, en 1983, el gobierno de Alfonsín envía a juicio a las Juntas Militares que habían ocupado el poder desde 1976, lo hace tras haber intentado primero que las juzgaran los propios militares y haber dictado las instrucciones a los fiscales con el objeto de acelerar y limitar las causas por crímenes de lesa humanidad. Luego vendría la ley de Punto Final, con el fin de reducir los casos que se elevarían a juicio, y después de los alzamientos carapintadas, se dictaría finalmente la Ley de Obediencia debida, que restringió la posibilidad de encausar a los ejecutores de las órdenes aberrantes.

Tempranamente aparecieron diferencias respecto a esta política de derechos humanos, tanto con relación a la CONADEP, a la que los organismos de derechos humanos oponían la creación de una Comisión Bicameral con amplios poderes para ingresar en los recintos militares, hasta las leyes de la impunidad, que fueron repudiadas ampliamente, aún en el clima de creciente ahogo que vivía la democracia recién estrenada.

Menem definitivamente decide tomar un camino distinto, pretende la reconciliación, para ello dicta los indultos, para militares y miembros de las organizaciones armadas, plenamente congruente con la teoría de los dos demonios, e implementa una política indemnizatoria, sólo subsisten las investigaciones por las apropiaciones de niños. Es en ese marco de absoluta impunidad que surge la agrupación H.I.J.O.S. y la consigna Si no hay Justicia, hay escrache.

El gobierno de la Alianza, no hizo más que continuar con estas políticas, pese a los reclamos sobre este tema, y decididamente protegió a figuras como Jorge Olivera,  que había sido detenido en Italia y cuya extradición había sido reclamada en un juicio llevado adelante en Francia por la joven Marie Anne Erize.

Pese a que la política oficial desde el gobierno de Menem fue la reconciliación y el olvido, en 1998 se inician los Juicios por la Verdad, llevados adelante en las ciudades de La Plata, Bahía Blanca, Mar del Plata y Mendoza, iniciados por los organismos de derechos humanos, estos procesos no podían arribar a la condena de los responsables pero tenían por objeto establecer el destino de las personas que habían sido secuestradas y torturadas por el Terrorismo de Estado.

Este escueto e imperfecto recordatorio de lo vivido en materia de derechos humanos tras décadas de impunidad, tiene por objeto poner en su justo valor las políticas de Memoria, Verdad y Justicia inauguradas en 2003 con la presidencia de Néstor Carlos Kirchner.

Es, desde luego desafortunado, especialmente, de parte de quienes acompañaron con callada y obstinada obsecuencia los años de silencio y olvido, calificar a las decisiones tomadas por el kirchnerismo como meras especulaciones electorales. Si ese hubiera sido el caso ni Menem ni De la Rúa hubieran sido refractarios a avanzar en el juzgamiento de los genocidas.

Pero es también desacertada la actitud de las organizaciones autoproclamadas de izquierda que pretende denostar a los organismos de derechos humanos que apoyan al kirchnerismo como cooptados.

A esos compañeros, fraternalmente, les recuerdo que la trayectoria en especial de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, enfrentadas con los genocidas en plena dictadura, no deja lugar a dudas del coraje de estas valiosas mujeres, ellas estuvieron allí donde ningún otro osaba estar. Nunca se olviden de eso.

Los avatares sufridos en los años del más crudo neoliberalismo, en los que fueron objeto de persecución y escarnio, y simultáneamente de reducirlo todo a una ecuación reparatoria, pusieron a prueba su integridad ética. Algo que no muchos pueden decir, ni siquiera en sutiles murmullos.

Es llamativo además que la crítica venga sostenida desde la espúrea alianza con sectores que como la Sociedad Rural Argentina, que fue principalísimo actor del Terrorismo de Estado, ubicando en la cúspide misma del manejo de la economía a uno de sus más connotados miembros como José Alfredo Martínez de Hoz.

No hay, pues, conveniencia en sostener una política de Memoria, Verdad y Justicia, salvo aquella que está atada a las propias convicciones y a las lealtades con los compañeros detenidos-desaparecidos. En el mismo sentido, la posición de los organismos obedece ni más ni menos a lo que por décadas se exigió de cada uno de los gobiernos que precedieron a la dictadura genocida que los Derechos Humanos fueran una política de Estado.

A este punto hemos llegado, con represores enjuiciados y condenados, con algunas víctimas identificadas, con más nietos recuperados, todos los 24 de marzo hay en las escuelas jornadas de reflexión, tenemos sitios señalados como lugares del horror para que el NUNCA MÁS sea verdaderamente una realidad, no es poco, nunca será suficiente, porque la proyección de los derechos humanos, se extiende a las cárceles y todos los lugares de encierro, que deben poseer condiciones de higiene y seguridad, de dignidad para la efectiva resocialización, a la preservación compulsiva de las garantías en todos los procesos judiciales, que es la condición de posibilidad para llegar a la verdad, a la estricta prohibición de la tortura y el gatillo fácil y a su efectivo castigo, para tomar los temas más lacerantes, pero que desde luego abarca y se resignifica en las palabras de nuestros pueblos originarios cuando hablan del Buen Vivir.

No hay futuro sin memoria, ni ningún orden justo puede surgir de la injusticia, y continúo creyendo, como mis compañeros y compañeras, que la verdad nos hará libres.

Como dicen las Madres La única lucha que se pierde es la que se abandona.

* La autor es militante del Frente de Apoyo a Madres de Plaza de Mayo desde 1986. Coautora del blog Mate y Sopaipillas. Miembro de la Red de Mujeres, Género y Diversidad. Militante del Partido Solidaridad Más Igualdad.

miércoles, 15 de abril de 2015

América Latina después de Panamá

Juan Manuel Karg - http://www.alainet.org/es/articulo/168918

Primera conclusión: el bloque de 33 países que componen la CELAC -Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños- quedó fortalecido tras la reunión de Panamá. Una imagen puede dar cuenta de esto: tras escuchar a Raúl Castro, y antes de que hablaran Cristina Fernández de Kirchner y Nicolás Maduro, Obama se retiró de la plenaria de Jefes de Estado, en una actitud muy cuestionable. Esta imagen, que algunos analistas conservadores buscaron hacer pasar como una derrota de los países de la Unasur supone más bien lo contrario: EEUU no puede dirigir un espacio que creó con ese fin, allá por 1994, lo que queda graficado con claridad en la salida de Obama del recinto. Así, el país que en décadas previas fue “amo y señor” de este tipo de encuentros, ni siquiera escuchó los discursos de buena parte de los presidentes de la región, en una actitud arrogante pero también defensiva.

Segunda conclusión: si alguien esperaba un discurso “light” de Castro en Panamá, producto del reestablecimiento de relaciones diplomáticas con Washington, se equivocó. El cubano fue contundente en su explicación sobre la política de Washington de cara a la isla, a nivel histórico, más allá de los recortes malintencionados que luego intentaron diversos medios hegemónicos de la región. Recordó que en la guerra de la independencia, los EEUU “entraron como aliados, y se apoderaron del país como ocupantes”. Luego manifestó que las penurias que produjo el bloqueo provocaron un mayor apoyo al modelo político, económico y social vigente en la isla desde 1959. Así, dijo que “el 77% de los cubanos nacieron bajo el bloqueo. Pero el hostigamiento trajo más revolución”. Por último, dio cuenta de la derrota del ALCA, la propuesta de libre comercio cuyo desarrollo se pergeñó precisamente en la Cumbre de las Américas, al afirmar que “el ALCA naufragó en 2005 en Mar del Plata bajo el liderazgo de Chávez, Kirchner y Lula”.

Tercera conclusión: la crítica a la orden ejecutiva proclamada por Obama, considerando a Venezuela una amenaza para Washington, se apoderó de buena parte de las intervenciones. Es decir: trastocó una reunión cuyo punto esencial iba a ser la foto Obama-Castro. Cristina Fernández de Kirchner fue contundente: “Lo primero que hice fue reirme. ¿Una amenaza? Es inverosímil”, dijo primero, para después afirmar que “es una pena que esta Cumbre se vea ensombrecida por esa decisión. Ese decreto debe ser dejado de lado”. Luego fue el propio Nicolás Maduro, quien llevó 11 millones de firmas al encuentro, el que sentenció que “este decreto se mete en la vida interna de Venezuela”. Tras ello, Maduro clarificó que busca una resolución diplomática del tema, al decir “le tiendo la mano, presidente Obama, para que resolvamos el tema sin intervención en asuntos internos”.

Cuarta conclusión: la ausencia de una declaración final marca el descontento de EEUU y Canadá con los ejes centrales reunión, algo similar a lo que sucedió en Cartagena de Indias, Colombia, durante 2012. Si bien Obama logró la foto que quería junto a Raúl Castro, y aprovechó los días previos para reunirse con los países del Caribe nucleados en Caricom -en vías a intentar debilitar la hegemonía venezolana en la zona a través de Petrocaribe-, podemos decir que el hecho de que no exista un documento final marca las divergencias entre el bloque CELAC y los países de América del Norte, quienes se opusieron a posicionarse sobre el decreto ejecutivo contra Venezuela. Dos cumbres consecutivas sin posicionamiento conjunto demuestran los límites de una instancia tan abarcativa, con países muy divergentes en términos de orientación política y económica.

Diversos interrogantes quedan planteados luego del cónclave panameño, rumbo a la reunión de Perú 2018: ¿hasta qué punto la Cumbre de las Américas marcará el pulso de las discusiones regionales, visto y considerando que el bloque CELAC ya arriba a dichas reuniones con consensos previos?; ¿de qué forma cambiará el escenario regional, plagado en la actualidad de un conjunto de gobiernos posneoliberales, de cara a la próxima Cumbre de las Américas?; ¿podrá EEUU lograr una mayor afinidad con los países del Caribe, a través de Caricom?.

Como sea, aún luego de cambiar una política de histórica hostilidad con Cuba, el escenario regional sigue siendo muy complejo para EEUU. Al fin y al cabo, tras la aparición de nuevas herramientas integracionistas -como Unasur, CELAC, y ALBA/Petrocaribe- la Cumbre de las Américas sigue siendo heredera de una etapa previa de la región: aquella del “Consenso de Washington”, derrotado precisamente diez años atrás en Mar del Plata. De modificar (o no) ese formato depende buena parte de la supervivencia de esta instancia, que parece haber quedado atrapada en un cambio de época de América Latina. 

Juan Manuel Karg / @jmkarg - Politólogo UBA / Analista Internacional

sábado, 11 de abril de 2015

Estados Unidos contra América Latina

Raúl Zibechihttp://www.alainet.org/es/articulo/168853

La Cumbre de las Américas debía estar marcada por Barack Obama y Raúl Castro junto como símbolo del fin de más de medio siglo de enfrentamiento. Pero irrumpió “el caso Venezuela” para recordar que el viejo tío, aun debilitado y atacado en su patio trasero por potencias de creciente poderío, como China, no pierde las mañas.

En la política exterior de Washington llegó el momento “destituyente” de los gobiernos progresistas que le resultan más incómodos. Los caminos para ello serán muy variados, aunque parece por el momento descartado que se repitan operaciones tan abiertas como las recientes contra Manuel Zelaya y Fernando Lugo en Honduras y Paraguay, o el más lejano intento de golpe contra Hugo Chávez de 2002 (con designación previa de presidente bendecido en Washington incluida). La enormemente mayoritaria reacción latinoamericana a la declaración del presidente Barack Obama de que Venezuela es una amenaza a la seguridad de su país habría llevado a que la superpotencia se incline, en este caso, por tomar caminos laterales, usando a algunos gobiernos que para la opinión pública suenan como progresistas como punta de lanza contra Caracas. Quizá algo de eso persiga Obama al pedir una reunión bilateral con sus pares de Costa Rica, Chile y Uruguay durante la cumbre.

El presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, por lo pronto, acaba de destituir a su embajador en Caracas, Federico Picado, por decir que “en Venezuela hay una amplia libertad de prensa”, lo que el diplomático demostró enseñando los diarios antichavistas que se venden en los quioscos (Tiempo, 26-III-15). “En los puestos de venta me encuentro con periódicos y revistas cuyos contenidos expresan todo el arco iris posible de posiciones políticas e ideológicas”, había dicho Picado cuando le preguntaron su opinión acerca de la “dictadura chavista”.

“En Costa Rica hay una norma que prohíbe al personal emitir opiniones sobre temas de relaciones internacionales o asuntos internos del país receptor que no hayan sido previamente consultadas. Es una norma que afecta a todos los funcionarios del servicio exterior, y con ella se trata de evitar que se ponga al país en situaciones incómodas”, dijo el canciller Manuel González al justificar la destitución del embajador. Al mismo tiempo González acusaba a Rusia de desestabilizar Centroamérica por su venta de armas a Nicaragua (La Nación, 27-III-15). Alineamiento, que le dicen. Algo de este tipo es lo que es probable que Obama busque al reunirse esta semana en Panamá con la chilena Michelle Bachelet y el uruguayo Tabaré Vázquez. Las declaraciones del canciller Rodolfo Nin Novoa indican, al menos, que en tierras orientales el camino está abonado.

Romper el cerco

Pero lo cierto es que la superpotencia está aislada en cuestiones centrales, en gran medida como consecuencia del tironeo interno entre republicanos y demócratas, que neutraliza cualquier proyecto común para adecuarse a la nueva realidad. Una nueva realidad que dice que en su patio trasero Estados Unidos cuenta con una competencia inesperada apenas unos pocos años atrás: la de la República Popular China. Esa parálisis está facilitando el éxito de las iniciativas chinas en esta región. Demócratas y republicanos coinciden en un punto, sin embargo: América Latina es la zona del planeta más importante para la supervivencia de Estados Unidos como superpotencia. Y para ello se hace esencial mantenerla como coto exclusivo, sin injerencias extracontinentales y bloqueando la posibilidad de que varios países del área trabajen en una misma dirección, o sea: impidiendo cualquier manifestación de independencia.

Como recuerda José Luis Fiori, profesor de economía política internacional en la Universidad Federal de Rio de Janeiro, las sanciones estadounidenses a Venezuela están ligadas a “un movimiento profundo, casi telúrico, cada vez más religioso, fanático y agresivo, en la sociedad, pero con una repercusión cada vez más mesiánica e intervencionista, en el campo de la política exterior de Estados Unidos” (Carta Maior, 7-XI-14).

China, China, China
“El mes pasado puede ser recordado como el momento en que Estados Unidos perdió su papel como garante del sistema económico global”, escribió semanas atrás Lawrence Summers, secretario del Tesoro entre 1999 y 2001 y asesor económico del presidente Barack Obama entre 2009 y 2010 (The Washington Post, 5-III-15). Summers se refería al fracaso de Washington en su intento de convencer a sus aliados más tradicionales de que no se unieran al Banco Asiático de Inversiones en Infraestructura (Aiib, por sus siglas en inglés) promovido por China.

El éxito chino en las relaciones internacionales no deja de sorprender, tanto por la rapidez de sus avances como por su contundencia. La creación del Aiib representa la más potente irrupción del país asiático en el mundo. Los anuncios de Gran Bretaña, Francia, Alemania, Australia y Brasil de que se unirán a esta institución, que se estima puede llegar a sustituir el papel del FMI y el Banco Mundial, sorprendieron a Washington y son una muestra de la creciente influencia de la potencia emergente.

A través del nuevo banco, China invita al mundo a invertir en los corredores económicos trasnacionales que unirán Asia y Europa a través de una amplia red de conectividad financiera y de negocios. Los miembros fundadores del banco son 45 países asiáticos –China, India, Singapur e Indonesia entre ellos–, pero a diferencia de las instituciones creadas en Bretton Woods, los votos de cada uno de ellos son proporcionales a su PBI. “Está emergiendo una arquitectura financiera global influenciada por China”, sostiene el think tank Consejo Indio de Relaciones Globales (gatewayhouse.in, miércoles 1). “La infraestructura es a China en el siglo XXI lo que el comercio fue a Estados Unidos en el siglo XX”, agrega.

La incorporación de Gran Bretaña al banco asiático levantó fuertes críticas de la Casa Blanca, quizá porque fue el primer país aliado en hacerlo. Pero a esa deserción siguieron otras. Hasta Israel, un aliado incondicional de Washington, decidió incorporarse al AIIB. “Su adhesión permitirá a Tel Aviv la integración de las compañías israelíes en diferentes proyectos de infraestructura financiados por el banco asiático”, dice el comunicado publicado por el Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel (Russia Today, sábado 4).

En paralelo, el avance de la internacionalización del yuan resulta imparable. El economista Ariel Noyola recuerda que “hace apenas cuatro años, un pequeño grupo de 900 instituciones bancarias realizaban operaciones en yuanes. A finales de 2014, el número aumentó a más de 10 mil entidades” (Russia Today, 31-III-15). La presidenta del FMI, Christine Lagarde, anunció a fines de marzo la inclusión del yuan en los “derechos especiales de giro” (activos de reserva internacional creados en la década del 60 para complementar las reservas de los bancos centrales), de los que esa moneda estaba excluida por el veto que ejerce Estados Unidos.

En consecuencia, China avanza de modo incontenible en todos los frentes, arrastrando aliados, agujereando la arquitectura financiera global, desbaratando planes largamente pergeñados. Pero cuando Pekín ingresa con fuerza en el patio trasero, la cosa se complica. China anunció planes para invertir 250.000 millones de dólares en la próxima década en América Latina. Estados Unidos tiembla.

Zona de exclusión
La penúltima edición de la revista Military Review, que refleja los puntos de vista del Pentágono, contiene un largo artículo titulado “La aparición de China en las Américas” (1). El trabajo, redactado por Evan Ellis, profesor en el Instituto de Estudios Estratégicos de la Escuela Superior de Guerra del Ejército, analiza los impactos que la presencia china tiene para los intereses estadounidenses.

En primer lugar, sostiene que el ostensible aumento del comercio y de las inversiones chinas “está transformando la infraestructura física” de la región, obras que tienen “implicaciones estratégicas”, como los corredores bioceánicos, la ampliación y modernización de puertos y la construcción de “un segundo canal a través de Nicaragua y la potencial carretera o ‘canal seco’ y enlaces ferroviarios propuestos por Honduras, Guatemala y Colombia”.

En segundo lugar, las viejas instituciones o instancias políticas regionales, como la OEA o la propia Cumbre de las Américas, han ido perdiendo importancia en beneficio de la Unasur o la CELAC, organismos “que expresamente excluyen a Estados Unidos”. En paralelo, la revista apunta que el éxito económico de China “ha socavado los argumentos de Estados Unidos en cuanto a que la democracia al estilo occidental y los mercados libres son las mejores vías para el desarrollo y la prosperidad”.

En tercer lugar, el análisis de Military Review considera que “la seguridad de Estados Unidos se ve afectada por el financiamiento, inversión y comercio de China con regímenes que buscan la independencia de los sistemas occidentales penales y de responsabilidad contractual, tal como ha ocurrido en diferentes grados con los países del ALBA”. China puede usar las infraestructuras que construye contra Estados Unidos para presionar a los países a fin de que le nieguen a la superpotencia el “acceso a bases, recursos, inteligencia o apoyo político”.

Ahora, razona el Pentágono, la influencia de Estados Unidos en la región está siendo socavada por “la disponibilidad de China como una alternativa al mercado de exportación, fuente de préstamos e inversión” (Military Review, enero-febrero de 2015).

El detalle está en la palabra “alternativa”. A diferencia de lo que sucedía en las décadas de 1960 y 1970, ahora los gobiernos disidentes del imperio pueden recurrir a otros países para resolver sus problemas.

Asegurar el patio trasero
El año pasado los bancos chinos prestaron a los países latinoamericanos más dinero que el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo sumados. Por países, Venezuela fue el mayor receptor de préstamos chinos, y también uno de los mayores destinos de la inversión del gigante asiático en la zona, sobre todo para las explotaciones petroleras y la creación de infraestructuras.

En Argentina la petrolera china Sinopec acaba de firmar un acuerdo de colaboración con YPF, explota el yacimiento de Vaca Muerta y participa en la expansión de redes ferroviarias y del metro de Buenos Aires. En Brasil, Sinopec se hizo con el 30 por ciento de la portuguesa Galp y el 40 por ciento de la española Repsol. Se calcula que China domina ya un tercio del sector minero peruano, con fuerte presencia en la extracción de cobre. “En toda la región las compañías chinas desarrollan proyectos de telecomunicaciones, automoción, agricultura, construcción y sectores energéticos, lo que extiende la influencia de Pekín, y no sólo a nivel económico” (Russia Today, lunes 6).

El brasileño Fiori estima que se está asistiendo a una “revalorización geopolítica y geoeconómica del Caribe y de América del Sur como tableros relevantes de la competencia global entre Estados Unidos y China, y de la competencia regional de estos dos países con Brasil” (Carta Maior, 25-XII-14).

Para avalar esa afirmación esgrime el trabajo del principal geoestratega estadounidense, Nicholas Spykman. Más de la mitad de la obra de Spykman America’s Strategy in World Politics, publicada en 1942, está dedicada al papel que debe jugar la potencia en América Latina y en particular en Suramérica. El teórico divide la región en dos zonas: una “mediterránea”, que incluye a México, Centroamérica, el Caribe, Colombia y Venezuela, en la que la supremacía de Estados Unidos no puede ser cuestionada, una suerte de “mar cerrado” cuyas llaves pertenecen a Washington.

Por otro lado aparece la zona de influencia de los grandes estados del sur (Argentina, Brasil y Chile). Spykman apunta que si estos países se unieran para contrabalancear la hegemonía estadounidense, “deben ser respondidos mediante la guerra” (Valor, 29-I-14).

En los últimos años los países que impulsaron el Mercosur ampliado y la Unasur, básicamente Brasil, Argentina y Venezuela, entraron en la “línea de tiro de Estados Unidos”, que no puede aceptar que un proyecto convencional de integración económica (como fue el Mercosur en sus inicios) se transforme en un bloque político liderado por Brasil “con el objetivo de impedir toda intervención externa en América del Sur”.

La alianza de Brasil con China, India y Rusia en los Brics, y de Argentina y Venezuela con China y Rusia es otra línea roja para Washington. Que esas alianzas no pasen a mayores es un objetivo central de la política estadounidense. Máxime cuando sobre todo Brasil, pero también Argentina y Venezuela, se involucraron en un conflicto lejano, como el de Oriente Medio, condenando la ofensiva de Israel en la Franja de Gaza en agosto y setiembre de 2014 y tomando distancia del bloqueo a Irán (Carta Maior). Cortarles las alas, de eso se trata.

Nota
(1) Military Review, publicada por US Army Combined Arms Center (Usacac), Fort Leavenworth, enero-febrero 2015, págs 66-78.


- Raúl Zibechi, periodista uruguayo, escribe en Brecha y La Jornada. Integrante del Consejo de ALAI.

lunes, 6 de abril de 2015

CUMBRE DE LAS AMÉRICAS: PANAMERICANISMO Y NEOLIBERALISMO.

Andrés Mora Ramírez / AUNA-Costa Rica. - http://www.redaccionpopular.com/articulo/cumbre-de-las-americas-panamericanismo-y-neoliberalismo

Con la CELAC en marcha, la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América consolidada y la UNASUR como realidad política tangible, ¿para qué sirve la Cumbres de las Américas, sino para prolongar la puesta en escena del imperialismo y dar riendas a quienes quieren volver a los oscuros tiempos del sojuzgamiento de nuestros pueblos bajo el peso de “los gigantes que llevan siete leguas en las botas y le pueden poner la bota encima”?

La política de los Estados Unidos para América Latina ha tenido, desde sus orígenes, objetivos claros y contundentes, que se prolongan en el tiempo y que, por lo menos desde finales del siglo XIX, se encuentran irremediablemente vinculados a los proyectos de expansión territorial, económica, militar y cultural, bajo la forma del imperialismo, que sus elites asumieron como un destino manifiesto.

Tributaria de esa lógica imperial, la política exterior estadounidense hacia los países al sur de su frontera no puede perseguir otro propósito sino la dominación absoluta, para su beneficio, de los recursos naturales, económicos y la posición geoestratégica de la región en la disputa por la supremacía mundial.

Para ello ha recurrido tanto de las intervenciones militares descarnadas -que abundan en la historia de México, Centroamérica y el Caribe-, como a la diplomacia comercial bajo el signo del panamericanismo: es decir, lo que Arturo Ardao definió como un movimiento ideológico que pretende justificar “las perentorias necesidades comerciales de Estados Unidos, cada vez más urgido de mercados exteriores seguros para los excedentes” de su industria capitalista en expansión, así como el empeño de sus fuerzas industriales y financieras por concretar esta aspiración por medio de “cambiantes formas de conquista, anexión o absorción”

El primer antecedente de la diplomacia panamericana, que es al mismo tiempo el imperialismo comercial, lo encontramos en la Conferencia Internacional Americana de 1889, la que José Martí consideró, en una de sus crónicas memorables, como “el convite que los Estados Unidos potentes (…) hacen a las naciones americanas de menos poder”, para imponer “la política secular y confesa de predominio de un vecino pujante y ambicioso, que no los ha querido fomentar jamás [a los pueblos latinoamericanos], ni se ha dirigido a ellos sino para impedir su extensión, como en Panamá, o apoderarse de su territorio, como en México, Nicaragua, Santo Domingo, Haití y Cuba, o para cortar por la intimidación sus tratos con el resto del universo, como en Colombia, o para obligarlos, como ahora, a comprar lo que no puede vender, y confederarse para su dominio”Cumbres de las Américas: un foro continental engendrado como espacio de legitimación del panamericanismo y del sistema interamericano articulado en torno a la OEA –brazo político del imperialismo en nuestra América- y sus dobles discursos sobre la democracia las libertades individuales y los derechos humanos; y al mismo, estas cumbres nacieron como vanguardia del proyecto neoliberal, en medio de la pesadilla privatizadora y entreguista de la década de 1990. No en vano, la primera de estas citas se celebró en Miami, en 1994, y sin la presencia de Cuba; y en la Declaración de Principios que firmaron los presidentes participantes acordaron impulsar la creación del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) y una agenda de modernización de los estados y las economías, que incluía “el comercio sin barreras, sin subsidios, sin practicas desleales y con un creciente flujo de inversiones productivas”; “la eliminación de los obstáculos para el acceso al mercado de los bienes y servicios”; “el establecimiento de mercados más abiertos, transparentes e integrados”; o la promoción del “flujo de inversiones productivas”, entre otra serie de falacias económicas y dogmas neoclásicos cuyo fracaso está más que comprobado en nuestros países.

De una nueva versión de este convite panamericanista participarán los gobiernos latinoamericanos en Ciudad de Panamá, del 10 al 11 de abril. Ahora, se ha invitado a Cuba, en lo que pretende ser una maniobra de acercamiento y reparación histórica de los Estados Unidos. Pero el imperio no cede en sus apetitos, y la inaudita calificación de Venezuela como amenaza para la seguridad nacional, casi un anticipo de intervención militar, ha crispado el ambiente y unificó las posiciones antiimperialistas y latinoamericanistas en la actual coyuntura. ¿Qué podrán decir en Panamá el presidente Barack Obama y sus funcionarios de la Casa Blanca, que no suene a trampa retórica o emboscada política?